domingo, 22 de octubre de 2017

Alfonso Pérez de Guzmán "El Bueno". Fundador de la Casa de Medina Sidonia


De origen noble, se distinguió en la defensa de la ciudad de Tarifa frente al asedio que le puso el sultán benimerín. Conocido por Guzmán "el Bueno". 

Alfonso (Alonso) Pérez de Guzmán, nació según la mayoría de historiadores, en León, en enero de 1256, aunque hay alguno que afirma que lo hizo en Sevilla. Era hijo bastardo del adelantado mayor de Castilla (periodo 1258-1270) y Señor de Toral (León), el hidalgo Pedro Núñez de Guzmán y de una leonesa, de nombre Isabel. Pedro había casado, en primeras nupcias, con Urraca Alonso, hermana de padre de Fernando III.

La casa de Toral y Aviados, de procedencia leonesa, se unió con el linaje de los Guzmán, pero esto fue una generación posterior al nacimiento de Alfonso. Por esta unión los de Toral tomaron la alcurnia Guzmán y terminaron asentados en “las montañas de León” como lo refiere la Crónica de Alfonso XI.

Guzmán el Bueno (Tarifa)
Estatua de Guzmán el Bueno (León)
Don Pedro tuvo por hijos a Fernando Pérez (el primogénito y heredero) y Pedro Nuñez, así como otro fuera del matrimonio de nombre Fernán Ruiz, a los que hay que añadir Sancha Gil y Alfonso (El Bueno), ambos ilegítimos. Fernando Pérez de Guzmán fue nombrado por Sancho IV adelantado mayor del reino de Murcia. Lo vemos confirmar con tal cargo desde el año 1285 y como ricohombre desde 1272. Ya en el año 1289 es sustituido por don Juan, el hijo del infante don Manuel.

Hay que notar que Fernando Pérez de Guzmán estaba entre los principales nobles del reino, tanto durante el reinado de Sancho IV como durante el de Fernando IV, lo que se deduce del lugar que su nombre ocupa en la relación de confirmantes. Antes de él sólo se encontraban los de la casa de Haro y los de Lara.

Alfonso, a los veinte años se encontraba luchando en Jaén a las órdenes del Señor de Vizcaya. En un momento de suerte logra apresar al privado del emir marroquí, lo que acelera la firma de la tregua castellano-meriní. En un festejo que tiene lugar para celebrar el acontecimiento, se produce un enfrentamiento, ante el rey Alfonso X, entre Don Alonso y su hermanastro, el cual proclama su bastardía, por lo que sintiéndose herido moralmente, decide autoexiliarse, yendo a Algeciras, donde se encontraba el meriní Abu Yusuf y se pone a su servicio, pasando ambos a África. En Fez / Marruecos adquirió gran fama, tanta que se convirtió en uno de los favoritos del emir. Consiguió la libertad de los cautivos cristianos que había en Marruecos bajo el pretexto de aumentar sus huestes; doblegó a varios reyes marroquíes convirtiéndoles en vasallos de su señor; recaudó impuestos a tribus a las que el meriní no lograba poder cobrarles; y, junto a esta fama, también creció su fortuna.

Fruto de su matrimonio con María Alfonso Coronel nacieron los siguientes hijos: Isabel, Juan Alonso, (Pedro Alonso, el asesinado), Leonor y Teresa.

Regresó a Castilla en 1291, llamado por Sancho IV, quien quería aprovechar su conocimiento y relaciones con los musulmanes en su lucha contra los benimerines por el control del estrecho de Gibraltar. Participó en la conquista castellana de Tarifa (1292), plaza de la que fue nombrado alcaide en 1293.

Se distinguió en la defensa de la ciudad frente al asedio que le puso en 1294 el sultán benimerín Ibn Ya'qub (o Abenjacob), al que se había unido el hermano del rey, el traidor infante Juan. Éstos quisieron acelerar la rendición de la plaza ante la inminente llegada de una flota aragonesa para romper el cerco, capturando al hijo de Guzmán y amenazando con matarle si el alcaide no rendía Tarifa; según la leyenda, no sólo no se rindió, sino que lanzó a los sitiadores su propio puñal para que cumplieran su amenaza, gesto heroico por el que es más conocido.


El hijo de Guzmán fue asesinado, pero el asedio fracasó y hubo de ser levantado enseguida. Guzmán continuó combatiendo en Andalucía contra los musulmanes, hasta que halló la muerte en la Serranía de Ronda en setiembre de 1309.

Es todo un éxito para Don Alonso, pero el precio pagado por la victoria ha sido demasiado alto; la vida de su propio hijo. Sancho IV conmovido por lo sucedido en Tarifa y entendiendo el nivel de sacrificio asumido por Gúzman le hace entrega de vienes y prebendas incluso le promete que se le entregará el señorío de Sanlúcar, todo esto fue dicho de palabra en la reunión que tuvieron los dos tras la batalla, pero por desgracia nunca se llegó a plasmar en papel ya que al poco fallecía Sancho IV, el 25 de Abril de 1295 el monarca fue enterrado en la capilla de Santa Cruz de la catedral de Toledo como el mismo había pedido en su testamento, el siguiente en ocupar el trono castellano fue Fernando IV llamado el Emplazado, con tan solo 9 años de edad, la reina Maria de Molina fue la encargada de ejercer la tutoría del niño, este asesorado por sus consejeros reconoció todo lo prometido por su padre y hizo entrega a Gúzman del señorío de Sanlúcar, que incluía Sanlúcar de Barrameda, Rota, Chipiona y Trebujena ,en 1297.

Don Alonso Pérez de Guzmán será el fundador de una de las casas mas importantes, convirtiéndose en el ducado más antiguo del reino de España, la casa de Medina Sidonia, las posesiones se fueron incrementando poco a poco junto a la repoblación de algunas villas como Chipiona o Rota convirtiendo las posesiones de Don Alonso en uno de los señoríos mas grandes de Andalucía. (Una curiosidad es el apelativo que tenía Guzmán del Bueno ya que se dice que en un momento en la que la hambruna hacía mella en la gente de sus villas abrió sus graneros y paneras para que estos pudiera comer y por eso se le empezó a conocer como Guzmán el bueno).

La Leyenda

Alonso Pérez de Guzmán, más conocido como Guzmán el Bueno (apelativo que no recibió en vida, si no mucho más tarde), fue Señor de Sanlúcar de Barrameda y sin duda un noble muy importante e influyente en el siglo XIII. Pero por lo que es más conocido es por la leyenda sobre su heroica defensa del castillo de Tarifa, plaza amenazada por el infante Don Juan.


 En 1295, cuando era alcaide de esta fortaleza, los musulmanes sitiaron y pusieron cerco al castillo. En realidad los musulmanes estaban ayudando a Don Juan, hermano del Rey Sancho IV, en una de las muchas luchas internas durante la Reconquista. Don Alonso Pérez de Guzmán presentó dura batalla a los árabes y puso todo su empeño en la protección del castillo y sus moradores. En esta situación, los musulmanes capturaron al hizo de Guzmán el Bueno y amenazaron con matarle si el alcaide no rendía la plaza.

Así, estando Don Alonso en el torreón oyendo la amenaza mora, arrojó su propio cuchillo a los musulmanes para que lo asesinaran, lo que efectivamente hicieron

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