viernes, 27 de mayo de 2016

La Orden del Sácer nombra nuevos Caballeros y Damas


La Orden del Sácer, fundada en 1570 y refundada en 1989, nombra a tres caballeros y dos damas en el Capítulo de Investidura que se ha convocado en la iglesia parroquial de Santa María de las Cruces de Saceruela (Ciudad Real), del siglo XIII y estilo románico, con motivo de la festividad, el 29 de mayo de 2016, del Corpus Christi. 

La ceremonia repetida durante siglos, comienza con la bendición de los hábitos para que los nuevos caballeros, nombrados por el Fiscal Ramón Ramírez ante el Comendador General, sean recibidos a golpe de espada, tras ser cubiertos por el manto negro y la Cruz Roja de doce puntas, por el Maestre de la Corporación Germán Díaz.

http://www.cope.es/player/el-corpus-de-saceruela-y-la-orden-del-sacer-26-5-16&id=2016052718370002&activo=10

Caballeros del Sacer, vistiendo sus uniformes
Los caballeros que este año serán investidos son: Don Cipriano Arteche y Gil, decano del Colegio de Abogados, Don Andrés Campos y Garcia de Mateos, gerente de empresas y miembro de distintas fundaciones y ONG, y Don Jose Luis Botet, empresario de Ciudad Real; las damas: Doña Maria del Mar Rodriguez Castro, y Doña Teresa Ruiz y Garcia empleada de banca y miembro de distintas asociaciones benéficas.

Caballeros y Damas (Saceruela / Mayo 2016 y 2017)

Tras la ceremonia de cruzamiento el Arcipreste y párroco consiliario oficiará la solemne eucaristía para después salir en procesión acompañando a su Divina Majestad bajo palio; los caballeros y damas escoltaran la custodia ataviados con sus uniformes de gala, los cuales viste la orden desde el siglo XVI.




Saceruela lucirá engalanada con banderolas, tapices y colchas, que sus vecinos guardan de sus abuelos, para que años tras año con orgullo luzcan en sus balcones, y estará el suelo alfombrado con tomillos y romeros. A lo largo del recorrido se colocarán distintos altares en los que se detendrá la custodia que porta a su Divina Majestad, para ser alabada y ensalzada por los fieles de la villa y sus visitantes. 

Iglesia de Santa María de las Cruces (Saceruela)
Cruzamiento de Caballeros en el Sácer. Los Jerónimos (Madrid), Octubre, 2015

La Orden del Sácer fue fundada en el siglo XVI en la Villa de Saceruela por el personaje ilustre don Alonso Rodríguez de Camargo, presbítero de la Orden de Calatrava, que unió dos cofradias existentes en la villa, una la de Santa Ana y la otra la de La Veracruz, al unirlas creo la Archicofradia de la Orden del Sacer, “con el fin primordial de mantener hospitales y asistir a peregrinos y necesitados del camino a Guadalupe.”

martes, 24 de mayo de 2016

Eugenio de Llaguno y Amírola. Descubridor del “Cantar del Mio Cid”


Una figura relevante de la España de la Ilustración. Escritor y político vasco. Perteneció a la Orden de Santiago (ingresó en junio, 1758) y fue condecorado con la gran cruz de la orden de Carlos III (octubre, 1795). Ministro Consejero y Primer Rey de Armas de la Orden del Toisón de Oro, Secretario Universal de Gracia y Justicia de España e Indias y Consejero de Estado de Carlos IV.

Eugenio nació en Menagaray, villa alavesa del valle de Ayala (Álava), en octubre de 1724. Su padre fue Juan Andrés de Llaguno Fernández de Jauregi, que nacio en Menagaray en 1695 y era constructor de iglesias (San Román de Oquendo, Quejana y Luyando, en Álava). Su madre, Francisca de Amirola y Ugalge, nacida en Respaldiza (Alava) en 1695. Del matrimonio, celebrado en febrero de 1723, nacieron 7 hijos, siendo el último Eugenio.

Retrato y armas de Eugenio Llaguno
La familia, aunque noble (hidalga), no debía de tener medios económicos suficientes para enviarle a algún colegio francés, como era costumbre en el País Vasco, por lo que estudió lengua española y latina con un profesor particular. Pronto fue reclamado desde Madrid por su ilustre tío Agustín Montiano y Luyando, con quien guardaba alguna relación de parentesco, que le tomó bajo su protección y orientó su educación.

Casa natal de D. Eugenio de Llaguno y Amírola
En la corte, tomó contacto con la realidad social y cultural, participó en tertulias literarias y políticas, como las que se reunían en las casas de Blas Nasarre y Juan de Iriarte. Esta última se trasladó a su domicilio bajo la protección del mecenas Montiano. En 1754 inició su tarea política como alcalde ordinario del valle de Ayala, aunque siguió residiendo en Madrid, puesto que en la capital desempeñaba ya el cargo de Oficial de la Secretaría de la Cámara de Gracia y Justicia y de la Cámara de Estado de Castilla. En 1764 ejerció de nuevo la alcaldía y en 1777 fue Procurador Síndico General de dicho valle. Su vida, desde los inicios cortesanos, fue un avance progresivo en el enmarañado mundo de los escalafones oficiales.

Su labor cultural fue notable. Persona inquieta y de hondos conocimientos, en febrero de 1755 fue admitido como miembro honorario de la Academia de la Historia, y después, a raíz del fallecimiento de su tío y protector Agustín Montiano, académico supernumerario (1757), para cuyo acto leyó un discurso sobre las Glorias de hombre español. Debió de colaborar por estas fechas en la confección de la Historia de la Academia. Más adelante sería elegido secretario y en 1794 presidente de dicha institución.

Desarrolló también una gran actividad en relación con la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País. Consiguió su aprobación (1765) y la protección real seis años después. Llaguno fue su representante en la Corte, junto a su paisano y compañero en la Secretaría de Estado Miguel Otamendi. De 1770 a 1773 abunda su correspondencia con el conde de Peñaflorida, fundador y primer director de la Sociedad, sobre asuntos relativos a ésta.

Poema del Mio Cid
En 1775, descubrió el manuscrito del Cantar de mio Cid en el convento para monjas de Vivar, texto que anteriormente estuvo en el concejo de dicha localidad. En 1779, debido a sus altos cargos, pudo extraer el manuscrito del convento para que fuera publicado por el filólogo Tomás Antonio Sánchez en el tomo I de su Colección de poesías castellanas anteriores al siglo XV, editado ese mismo año. Cuando se terminó la edición, retuvo el manuscrito en su poder, que más tarde pasaría a posesión de sus herederos. La Fundación Juan March, que lo había adquirido por 10 millones de pesetas, lo cedió a la Biblioteca Nacional en 1960.


Introducido en la Corte, hombre sin títulos nobiliarios, aunque instruido y eficaz, fue conquistando poco a poco honores, privilegios y títulos: Ministro Rey de Armas de la Insigne Orden del Toisón de Oro (1781), Secretario del Consejo de Estado y de la Suprema Junta de Estado (1787), Ministro de Gracia y Justicia (1794-1797), miembro de la Orden de Carlos III (1795), Consejero del Supremo Consejo de Estado (1797). Su entrega y bondad se ganaron el ánimo y la amistad de políticos y literatos (Forner, Jovellanos, Trigueros, Meléndez Valdés, Samaniego, Fernández de Moratín), entre los que ejerció un auténtico mecenazgo. Murió en Madrid el 10 de febrero de 1799 de una pulmonía, sin dejar descendencia.

La tarea cultural de Llaguno se inició en los círculos literarios que frecuentó en Madrid. Las discusiones, la lectura continua y su observación crítica hicieron de él figura pionera en la defensa de la cultura ilustrada que apoyó siempre desde sus importantes puestos oficiales. En el campo de las letras su obra no es fundamentalmente de creación sino de investigación, aunque parece que escribió algunos poemas que no conservamos y era conocido en el mundo literario con el sobrenombre poético de Elpino. Su primer trabajo fue la traducción de la Atalía de Racine en 1754, siguiendo las indicaciones de su protector Montiano, que había publicado dos tomos de su Discurso sobre las tragedias españolas (1750 y 1753). Colaboraba de este modo en los primeros intentos serios de la reforma neoclásica, que en el teatro intentaba purificar la tradición barroca española, mientras prefería la tragedia por su valor didáctico. La aceptación general de esta traducción y las críticas favorables de los entendidos colocó a Llaguno entre los hombres más sobresalientes de las letras del momento. Tradujo también La joven isleña, comedia representada en el coliseo de El Escorial en 1774 y que se conserva inédita en la Academia de la Historia.



La afición a la historia alentó una de las empresas más importantes de Llaguno: la edición de varias crónicas medievales. No fue una simple transcripción de manuscritos sino que, con verdadera erudición, compiló datos para desvelar a sus autores y conocer el contexto y situaciones de la escritura de las mismas. Este trabajo se incluía dentro de un magno proyecto de la Academia de la Historia para editar las crónicas antiguas bajo el título general de Colección de Crónicas y Memorias de los Reyes de Castilla de la que se publicaron siete volúmenes y en la que también colaboraron los eruditos marqués de Mondéjar, Francisco Cerdá y Rico, y José Miguel Flores. Nuestro autor llevó en esta empresa el trabajo más importante, con un espíritu hipercrítico, la edición de: Crónica de los Reyes de Castilla Don Pedro, Don Enrique II, Don Juan I y Don Enrique III de Don Pedro López de Ayala (1779-1780), tomo I y II de la Colección; Sumario de los Reyes de España por el Despensero Mayor de la Reina Doña Leonor y adiciones anónimas (1781); y Crónica de Don Pedro Niño por Gutierre Díez de Games (1782).

viernes, 20 de mayo de 2016

Eduardo Pondal. Creador de la lengua gallega literaria moderna


Destacado poeta regionalista gallego, que escribió tanto en castellano como en gallego. Está considerado como el creador de la lengua gallega literaria moderna. 

Las primeras estrofas de su poema "Os pinos" son la letra del himno gallego.  Se le dedicó el Día de las Letras Gallegas en el año 1965.

Eduardo María González-Pondal y Abente, hijo de Juan González Pondal y de Ángela Abentes Chans, nació en Ponteceso (La Coruña), en febrero de 1835 y falleció en La Coruña, en marzo de 1917, .quedando huérfano de madre con un año de edad y fueron sus hermanas las que lo criaron y le enseñaron las primeras letras. Fue el último de siete hermanos en una familia de origen hidalgo, enriquecida con la emigración a América. Estudió gramática latina en Nemiña con un pariente clérigo, Cristóbal de Lago. El apellido Pondal procede de Lugo de Llanera (Asturias)


En 1848 se instaló en Santiago de Compostela para cursar el bachillerato en Filosofía y, posteriormente, la carrera de Medicina. Siendo estudiante frecuentó las tertulias del "Liceo San Agustín" y conoció al también poeta Aurelio Aguirre. De esta época data su apasionado interés por la cuestión regionalista.  

Fue uno de los organizadores del banquete de Conxo, junto con Aguirre, que unió fraternalmente a obreros y estudiantes en la robleda de Conxo el 2 de marzo de 1856. En esta ocasión, Pondal leyó un poema reivindicativo, en castellano, "Brindis", acerca de la igualdad de los hombres. Este hecho le acarreó serios problemas con las autoridades, que estuvieron a punto de deportarle a las Islas Marianas.



El Banquete de Conxo (1856) fue una histórica reunión de estudiantes y obreros a favor del movimiento galleguista del siglo XIX. Aquel banquete de 1856, organizado por el poeta Aurelio Aguirre, tuvo el mérito de acabar con la ruptura entre galleguismo y movimiento obrero. En esa ocasión, los estudiantes compostelanos sirvieron la comida a los trabajadores, en un gesto de fraternidad que resultaría censurado por las autoridades y acabaría en la toma del robledal de Conxo por el ejército, temeroso de una insurrección.


En 1862, tras terminar la carrera, ejerció como médico de la Armada en la base de Ferrol. En 1863 hizo oposiciones en Madrid al cuerpo de Sanidad Militar, pero, aunque obtuvo un trabajo en Asturias, dejó la plaza y abandonó de forma definitiva el ejercicio de la medicina. Se retiró a la casa paterna, desde donde hacía frecuentes viajes a La Coruña. Allí participaba en la tertulia "A Cova Céltica", en la librería de Carré,. A través de Murguía, conoció los poemas ossiánicos de James MacPherson. Desde entonces, Pondal asume el papel de bardo de la nación gallega.

Su primer poema en gallego apareció en 1862, en el Álbum de la Caridad editado por el indiano José Pascual López Cortón, recopilando todos los poemas participantes en los primeros Juegos Florales de Galicia. Además de estas obras, Eduardo Pondal dejó una amplia producción inédita, entre la que se cuenta el poemario "Os Eoas", un canto épico al descubrimiento de América claramente inspirado en "Os Lusiadas" de Luís de Camões.

En 1890 el músico Pascual Veiga le pedirá una letra para una obra que pretendía presentar a un certamen en La Coruña. Eduardo Pondal compone para la ocasión el poema "Os Pinos", cuyas dos primeras estrofas formarán parte de la letra de la melodía. Aunque la obra no llega a estrenarse el poema aparecerá publicado ese mismo año en un folleto del certamen, así como en varios periódicos gallegos de la emigración cubana. En 1907 la composición de Veiga será estrenada en La Habana y considerada desde entonces Himno de Galicia. En 1981 será legalizada como himno oficial por el Estatuto de Galicia. Desde 1935 (edición de la Real Academia Galega) ese poema se ha integrado, junto con otros inéditos, en las ediciones de "Queixumes dos Pinos".

Pondal es el máximo exponente de la literatura del regionalismo gallego. Idealiza el pasado céltico de Galicia, que él imagina libre e independiente y como apenas quedan vestigios de esta época, se inspira en las fuentes clásicas de la invasión romana, en los poemas ossiánicos de James McPherson, en algunas citas del Leabhar Gabala y en las investigaciones de Manuel Murguía y Benito Vicetto. El simbolismo del celtismo dentro de la poesía de Pondal es claro: así como los celtas combatieron heroicamente la invasión romana, los gallegos deben tomar su ejemplo y combatir igualmente la opresión castellana. Al mismo tiempo su poesía incorpora una tendencia helenista, que entronca con su afán de crear una lírica culta. Los mitos creados por Pondal se basan en dos arquetipos: el Héroe y el Bardo.

También es interesante como poeta lírico. Junto con la naturaleza, y los paisajes de su tierra natal (la comarca de Bergantiños), el amor es otra de las claves de su poesía.

Colaboró asiduamente en varias revistas de ámbito nacional e internacional como Revista de las Provincias, Boletín de la Biblioteca-Museo Balaguer, la España Regional y en otras muchas que se publicaban en América. Fue socio de número de la Academia Gallega. En el año 1900 fue nombrado socio de mérito por la Sociedad Económica de Amigos del País de Santiago en reconocimiento de los valores artísticos de su obra. En 1910 recibe también el título de académico honorario por la Academia de la Poesía Española.

Utilizó una lengua aristocratizante, huyendo de la lengua coloquial e incorporando a su léxico y a su sintaxis numerosos cultismos. Para esto se sirvió de sus profundos conocimientos de las lenguas clásicas, remitiéndose también en ocasiones a la lengua portuguesa. Es famosa su frase en el lecho de muerte "déstesme unha lingua de ferro, devólvovos unha lingua de ouro" ("me habíais dado una lengua de hierro, os devuelvo una lengua de oro").

Tras su muerte, acaecida en La Coruña, en el hotel "La Luguesa", en marzo de 1917, diversos músicos y grupos gallegos han usado poemas suyos como letra. Entre ellos el grupo de música folk Na Lúa y el cantante Juan Pardo, que ha puesto música a varios poemas suyos en el disco Galicia miña nai dos dous mares.

Para saber más: Fundación Eduardo Pondal

miércoles, 18 de mayo de 2016

Juan Diego Sánchez de Morales. Fundador de La Serena - Encomendero en Chile



Caballero hijodalgo, pasó al Perú en 1534, y participó en las campanas emprendidas contra el Inca Manco, en la defensa de Lima y socorro al Cuzco, 1536 y 1537. Se Incorporó a la expedición conquistadora de Chile en 1540. Mencionado por Ercilla en "La Araucana"

Diego Sánchez de Morales, hijo de Juan Morales Negrete y de Inés Rodriguez,  nació en Soria hacia 1514 y murió en Andalucía entre1575-1578; casó con  Inés de León y Carvajal.

 
Pasó a Indias en 1534; participó en la defensa de Lima, el socorro del Cuzco y las compañas contra el Inca Manco; conquistador de Chile; asistente a la fundación de Santiago en 1541; asistente a la fundación de La Serena con Juan Bohón y Francisco de Aguirre en 1544; acompañó a Villagra a sofocar el alzamiento indígena del norte que había terminado con la destrucción de La Serena; regidor y alcalde de la misma en el periodo 1549-1561; acompañó a Francisco de Aguirre en la refundación de La Serena en 1549; encomendero del Huasco (Chile).

sábado, 14 de mayo de 2016

Gaspar de Quiroga y Vela. Cardenal, Arzobispo de Toledo e Inquisidor General


Hombre singular que alcanzó los más altos honores eclesiásticos y cuya humildad impidió que ejerciera el supremo poder político. De las ilustres familias Vela y Quiroga, era sobrino de Vasco de Quiroga, primer obispo de Michoacán (México).
 
Como Inquisidor General reformó el convento agustino de Extramuros de Madrigal y lo favoreció con obras pías; liberó a fray Luis de León de su prisión; convocó sínodos, bautizó a príncipes y fue nombrado arzobispo de Toledo. En 1578, el Papa Gregorio X, a instancias del rey, le nombró cardenal.
 
El Retrato del Cardenal Quiroga en el cuadro de "El entierro del Conde Orgaz" pintado por El Greco. Está demostrado que el rostro de San Agustín corresponde al del Cardenal Quiroga.

Gaspar de Quiroga y Vela nació el 13 de enero de 1512 (o 1510 según algunos autores) en Madrigal de las Altas Torres (Ávila), hijo de don Álvaro de Quiroga, hidalgo y regidor de Bercial, y de doña Elena Muñoz Vela, natural de Madrigal, hija de Diego Vela y de Isabel González Girón. Este matrimonio trajo al mundo una prolífera progenie, de nueve hijos. Si bien el linaje de los Quiroga era rico en cuanto a ilustres hijos, carecía de medios económicos, engrosando las filas de la hidalguía pobre castellana.

Cardenal Quiroga
Los Quiroga eran una ilustre familia, de ascendencia gallega (Lugo) y presencia en Madrigal desde las primeras décadas del siglo XV, cuando la villa se convirtió en una de las sedes de la Corte itinerante de los Trastámaras, y fue el lugar de nacimiento de Isabel la Católica. Gaspar estudio en el colegio de Oviedo de la Universidad de Salamanca, y en el colegio de Santa Cruz de Valladolid, doctorándose y obteniendo cátedra en Teología y Leyes. Terminada su carrera universitaria, fue nombrado por el cardenal y obispo de Toledo, don Juan Pardo de Tavera, su vicario en Alcalá de Henares (1540). Su gran valía desempeñando sus funciones le valieron que fuera premiado con un canonicato en la ciudad de Toledo. En 1546 viajó a Roma para ocuparse del cargo de auditor de la Rota (1555-1559), donde fue muy apreciado por el Papa Paulo IV.

Mientras desempeñaba este cargo de auditor le fue encomendado, por Felipe II, la visita al reino de Nápoles y de todas las provincias con todas las facultades, para informarle de la situación de los distintos reinos del imperio español en Italia (1559). Cuatro años después, regresó a Barcelona, donde el rey, satisfecho del acierto con el que desarrolló su misión, le premió nombrándole miembro del Consejo de Castilla y Consejero de la Inquisición, además de Presidente (interino) del Consejo de Italia (1567-1563). Ejerciendo estas funciones, y a petición de Felipe II, se le confirió el obispado de Cuenca (1571-1577), consagrándole en Santa María de Madrid el cardenal Diego de Espinosa, obispo de Sigüenza.

Índice de Libros Prohibidos


Sello de la Inquisición


El 20 de abril de 1573 recibe el cargo de Inquisidor General, que mantendría hasta el año de su muerte en 1594, y entró a formar parte del Consejo de Estado, encargándole el monarca la Superintencia de las Juntas. Como Inquisidor General se le recuerda por liberar de prisión a fray Luis de León, al que le unió una gran amistad; renovar la institución inquisitorial (tanto el Consejo de Inquisición como los tribunales de distrito); su servicio a la Corona de la mano de Arias Montano, el resurgir de los alumbrados, Santa Teresa y la reforma de las órdenes religiosas, el control de los moriscos y el entendimiento con Antonio Pérez; así como la elaboración del Índice de Libros Prohibidos (1583).

Escudo del cardenal Gaspar de Quiroga
A la muerte del arzobispo de Toledo, Bartolomé de Carranza, fue promovido por Felipe II para ocupar el cargo (1577-1594). Un año después, en 1578, el papa Gregorio XIII, le nombra cardenal con el título de Santa Balbina. Su nombramiento como cardenal fue a instancias del rey Felipe II, el cual buscaba en la figura anciana de Gaspar de Quiroga una marioneta que le respaldase en sus decisiones, pero que su gran longevidad acabó por perder el favor real. A lo largo de mucnos años contó con la protección del conde de Chinchón, consjero del rey Felipe en varias cuestiones, con el que mantuvo una estrecha relación.

Medalla con el busto y escudo del Cardenal (Fuente: https://serzisanz.wordpress.com/)
La muerte el sobrevino en Madrid, el 20 de noviembre de 1594, a causa de una apoplejía, recibiendo sepultura en el Convento de San Agustín de Madrigal, donde descansaba su familia; en 1835 sus restos fueron trasladados al claustro del convento de las MM Agustinas de Madrigal. Entre las muchas gracias que obtuvo de Gregorio XIII, Quiroga recibió facultad para testar todos sus bienes, aunque estos fuesen adquiridos por la Iglesia.

Para saber más:  




Gaspar de Quiroga siempre actuó como firme defensor de Ana de Mendoza y de la Cerda, princesa de Éboli. Con ella y con sus hijos le unía una relación excepcional al haber estado vinculado el cardenal al llamado partido "pacifista" de Éboli que lideraba Ruy Gómez de Silva, frente a los partidarios de una política más violenta que seguían al duque de Alba. Intercedió ante Felipe II para que tanto doña Ana como sus hijos abandoran su prisión en  la torre de Pinto primero y el castillo de Santorcaz después, lugares que sirvieron de prisión a la princesa durante los primeros años de cautiverio, para poder regresar a su palacio ducal de Pastrana y disfrutar así de unas condiciones que no perjudicaran su salud.

Como miembro de la aristocracia y del clero, también promovió numerosas obras en su pueblo natal y otros lugares. Inició las ampliaciones y reformas del convento de San Agustín de Extramuros en Madrigal de las Altas Torres (1578), conocido como “El Escorial de Castilla”, obra ingente cuya realización superó los doscientos mil ducados. También estableció rentas a varios conventos de la familia agustiniana, como el de San Agustín en Madrigal; el monasterio de Torcuato (para la Casa de acogida que fundó); el convento de Santa María Magdalena, en Alcalá de Henares; y el monasterio de Santa Isabel, en Madrid, para el mantenimiento del albergue mandado levantar por Felipe II en las casas confiscadas a su secretario Antonio Pérez del Hierro.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Maestranza de Caballería de San Fernando. Nuevas Damas y Caballeros


La Maestranza de Caballería de San Fernando celebrará, el próximo viernes 27 de mayo de 2016, la XVIIª reunión Capitular anual, con la investidura y juramento de nuevas Damas y Caballeros Maestrantes.
 

Cruz Laureada con Emblema de la Maestranza de San Fernando, dibujo de don Manuel Pardo de Vera
El evento tendrá lugar en la Santa Iglesia Parroquial de San José, c/ Alcalá, 41 de Madrid, a las 12:30, celebrándose una Santa Misa y solemne funeral por el alma, eterno descanso y memoria de los Caballeros Laureados, Miembros de las Unidades Laureadas de las Fuerzas Armadas pertenecientes a la heróica Real y Militar Orden de San Fernando, así como por las Damas y Caballeros fallecidos.


A continuación y en el salón del Laureado Tte. Coronel Don Fernando Primo de Rivera y Orbaneja, de la Real Gran Peña, Gran Vía, 2 de Madrid, sobre las 13:45 horas, tendrá lugar el almuerzo-bufet que la Maestranza ofrece en honor de las Autoridades Civiles y Militares, Reales Órdenes Militares Históricas, Corporaciones de la Nobleza Española y otras Instituciones y Personalidades que nos acompañan ese día..


Maestranza de Caballería de San Fernando



La Real y Militar Orden de San Fernando fue creada por la Junta Suprema Central en plena guerra de la Independencia, el 31 de agosto de 1811. Posteriormente, el nuevo rey Fernando VII  refrendó el Decreto el 28 de noviembre de 1814. La Maestranza de Caballería de San Fernando, fue fundada el 24 de abril de 1999 en la Sala de Laureados de la Real y Militar Orden de San Fernando del Museo del Ejército, con el fin de agrupar a los descendientes de los caballeros de dicha orden.

martes, 10 de mayo de 2016

Gutierre de la Peña y Langayo. Unas armas (timbre) muy especiales


Gutierre de la Peña y Langayo fue un Mariscal español, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela entre 1558 y 1559. El rey Felipe II le otorgó nuevas armas por la derrota del Tirano Aguirre.

Nota. A raíz de la consulta realizada por uno de los descendientes de este personaje, sobre el escudo de armas, y de cierta información localizada en Internet, me ha parecido conveniente dedicarla una entrada en el blog a la particularidad del timbre de su escudo.

Gutierre de la Peña y Langayo de Castro nació en Toledo, hacia 1509, hijo de Juan Fernández de la Peña y de Juana de Castro y Langayo; nieto paterno de Gutierre de la Peña y de Catalina Hernández; y materno, de Alonso de Castro y de María de Langayo.

Información proporcionada por D. Manuel Tortolero, uno de sus descendeintes.
 
Sus bisabuelos maternos eran el Jurado Francisco de Langayo y su mujer Beatriz de Leon y Angulo vecinos de la ciudad de Toledo. Antes de salir a la Provincia de Venezuela recibió el titulo de Regidor  por real cedula de Carlos I, fechada el 28 de Octubre de 1534, pero debido al mal tiempo y tormentas que imposibilitaron su salida este nombramiento fue prorrogado por otra real cedula del 22 de Enero de 1535.

Su primer matrimonio fue con Maria Lopez hermana del conquistador Francisco Lopez de Triana, nacidos en Tomares (Sevilla) e hijos de Diego Lopez y de Isabel Lopez. De este matrimonio tuvo tres hijos. También procreó en este periodo 4 hijos mestizos por los cuales Gutierre de la Peña tenia gran aprecio y fueron criados en igual condicion que sus hermanos legitimos y llevaban su apellido.

Su segundo matrimonio, en 1563, (para ese entonces viudo) fue con Doña Catalina Lopez de Mendoza (Toledo). Esta era hija de Nicolás de Peñaloza e Ines de Mendoza y hermana de Ines de Mendoza, casada con Pedro Alfonso de Galea, quien le acompaño en su viaje a la Corte.

En cuanto a la Conquista de los Caracas, enterado el Mariscal de las intenciones del Licenciado Alonso Bernaldez, se ofrece para encargarce de la jornada, pero al ver que Bernaldez seria el General de la Expedicion y que como capitan nombró a Francisco de Madrid y el quedaba como un simple soldado -a pesar de tener un cargo militar mas importante de la provincia-, muy por debajo de su alto rango, regresó con toda su gente y parientes al Tocuyo. Esta jornada de conquista fracasó sin la participacion de Gutierre de la Peña . En 1567 al mando del Capitan Diego de Lozada se culmiinó con éxito dicha acción.

Llego a la actual Venezuela en 1535, en una armada en compañía del gobernador Jorge Espira, con el título de Regidor, otorgado por Carlos I, de las ciudades donde se hallase establecido entonces el Gobierno, y por lo cual desempeñó dicho cargo en Coro (1538, 1541, 1542) y en el Tocuyo (1546). Prestó además otros servicios en la conquista y pacificación de varias; como capitán de Infantería; estuvo en la infructuosa expedición de Jorge de Espira en busca de el Dorado (1535-1538); tomó parte en los convenios celebrados entre Felipe de Hutten y Juan de Carvajal en el Tocuyo (29 de abril de 1546), y, en calidad de testigo y Regidor de esa ciudad, firmó la confesión que el segundo de los nombrados hizo al pie de la ceiba en la que sería ahorcado (16 de septiembre de 1546).

En 1551 la Real Audiencia de Santo Domingo lo nombró Gobernador y Capitán General de la isla Margarita y lo comisionó para residenciar a su antecesor, Rodrigo de Navarrete, con el sueldo de dos pesos de oro fino por cada día que emplease en cumplimiento de su comisión. Luego, con el carácter de interino, dicha Audiencia lo designó para sustituir al Gobernador de Venezuela, Alonso Arias de Villasinda, fallecido en 1557, cargo que desempeñó desde junio de 1558 hasta el 2 de agosto de 1559, cuando entregó el mando al nuevo titular, licenciado Pablo Collado, nombrado por Felipe II por Real Cédula del 13 de febrero de 1558. Durante su interinato envió al capitán Diego Romero a sojuzgar a los jirajaras, despachó a Francisco Ruiz a la conquista de los cuicas y dio autorización a Francisco Fajardo para poblar y gobernar la parte oriental de la primitiva Provincia, desde Borburata hasta Maracapana (morro de Barcelona).

Según Luis Alberto Sucre, "Retirado vivía en el Tocuyo Don Gutierre el año de 1561 cuando llegó allí la noticia del desembarco del Tirano Lope de Aguirre (La ira de Dios) en Borburata". El gobernador Collado, atemorizado ante tal peligro, pretextó enfermedad y nombró a Gutierre de la Peña su Teniente General para aquella jornada; éste organizó inmediatamente a su gente y se puso en marcha y el 22 de octubre, ya en Barquisimeto, tuvo noticia de la proximidad de los marañones, por lo cual salió de esa ciudad y se dispuso a esperarlos en el sitio de las Barrancas. Ese mismo día, por la tarde, ocupó Aguirre la abandonada ciudad, pero el capitán Diego García de Paredes, Maestre de Campo de la hueste real, aprovechando un descuido de la retaguardia enemiga, pudo arrebatarles algunos pertrechos.

Transcurrieron varios días entre ardides y escaramuzas; perdió Lope de Aguirre mucha gente que se fue pasando al campo del Rey, hasta que el día 27, viéndose abandonado por casi todos los que creía sus fieles seguidores, decidió retirarse a la costa, lo que no pudo realizar por haberse quedado solo. Puede ser realidad o pura leyenda que, sintiéndose perdido, resolvió entregarse no sin antes quitarle la vida a su propia hija, Elvira, para evitar que ésta sufriera los abusos de los vencedores; pero algunos de sus propios soldados, posiblemente por temor de lo que Aguirre pudiera revelar a Paredes, o para congraciarse con éste, dispararon sus arcabuces sobre él. Uno de aquellos soldados le cercenó la cabeza y fue a llevarla al Gobernador, que en esos momentos hacía su entrada en la ciudad.

Lo que parece ser cierto en el caso es que el Capitán General Gutierre de la Peña fue quien condujo y organizó las tropas al servicio del rey y la prueba está en todos los honores y mercedes que el Rey Felipe II le otorgaría.

Armas otorgadas a de la Peña
Después de estos sucesos viajó La Peña a España en compañía de Paredes, con el fin de solicitar mercedes y recompensas por sus servicios, En 1563 premió el Rey Felipe II a Gutierre, por sus "leales y dilatados servicios", con el título de Mariscal de Campo de la Provincia de Venezuela y dos mil escudos, otorgándole, además, para él y sus descendientes para que quedase perpetua memoria y fueran más honrados…(Real Cédula, fechada en Aranjuez, el 6 de junio de 1563) nuevas armas: escudo cortado; arriba, en campo de gules, una bandera de sable con dos espadas de oro ensangrentadas (la enseña del Tirano*); partido de oro, con un león rampante, de gules; abajo, de plata, con tres peñascos de su color natural, y en el del medio, un árbol de sinople con un escudete de gules con un sol de oro, colocado al lado siniestro del árbol. Detrás de los peñascos, dos ondas de azur y plata. Como timbre, lleva en la parte superior un casco o yelmo del cual sale una bandera pequeña con el escudo de la Casa Real rodeado del Toisón de Oro. Esto último es lo particular ya que no es algo habitual en la heráldica hispana. Las peñas son, probablemente, armas parlantes y la bandera de sable boca abajo puede significar la derrota del tirano Aguirre. Garcia de Paredes pidió para su escudo las banderas del tirano derrotado pero no se las otorgaron a él, sino a La Peña.


"Una vez en el sitio del Tirano, a Gaviria le tocó el trabajo de centinela del fuerte, junto con otros compañeros que venían de Mérida entre los que se encontraba el mismo Hernando Cerrada. Pasada la noche y en el momento de la batalla, se arrojó Gaviria al campo del Tirano, entrando al fuerte y ganándole la bandera. Acto heroico que en la época llenaba de gloria a un guerrero. Pero su valentía fue disminuida por la egoísta acción de Diego García de Paredes, quien por la fuerza le quitó la bandera a Gaviria para reclamar sus honras".

Para saber más: Genealogía de Pedro García de Gaviria

Durante su estancia en España, de la Peña contrajo nupcias con Doña Catalina López de Mendoza, dama del Palacio y de la Casa del Duque del Infantado, que apadrinó las bodas. Mas tarde, casaría con Catalina María Rengel de Mendoza.

Firma de Gutierre de la Peña, contra el Tirano Lope de Aguirre
En unión de Hernando de Langayo, Diego de Castro, Alonso de Quirós, una media hermana (Francisca Hernández, hija de su padre y una Margarita Hernández) y García de Paredes regresó a Venezuela. Enterado de que el gobernador Bernáldez, en atención a requerimientos de la Real Audiencia, planeaba la conquista de Caracas, "... en un arranque de entusiasmo, pidiole encarecidamente lo encargara de la jornada... ", para lo cual se hallaba dispuesto a gastar todo lo que fuera necesario, a reclutar soldados y proveerlos de caballos, armas, bastimentos y ganados. Bernáldez se puso a la cabeza de la expedición, que salió en 1564, pero la empresa resultó un fracaso, que el Gobernador atribuyó a ineptitud de La Peña. Fue ésta la última campaña del Mariscal, que se retiró al Tocuyo, donde murió hacia 1571.

viernes, 6 de mayo de 2016

Diego Velázquez de Cuellar. Adelantado y primer gobernador de Cuba



Diego Velázquez de Cuéllar, Adelantado, conquistador y primer gobernador de Cuba, cargo que ocupó desde 1511 hasta su muerte en 1524. A él se debe la fundación de las siete primeras ciudades españolas de Cuba, y está considerado como el primer hispano-cubano de la historia.


Diego Velázquez de Cuéllar (1465-1524), conquistador español, gobernador de la isla de Cuba desde 1511. Nacido en Cuéllar (Segovia) en el seno de una de las más nobles familias de aquella villa, hijo de don Francisco Velázquez y de doña Mencia, marchó a las Indias en 1493, en el segundo viaje de Cristóbal Colón. Como buen hidalgo, pronto irrumpió en la carrera militar y luchó en Nápoles encuadrado en los Tercios del Gran Capitán, pero su gloria le llegaría después. Diego Velázquez estuvo casado con María de Cuéllar, de su misma naturaleza, hija del contador Cristóbal de Cuéllar. Poco duró el matrimonio, pues ella falleció una semana después de contraer matrimonio.

Contó con el apoyo del obispo Rodríguez de Fonseca y colaboró con el gobernador Nicolás de Ovando (1501-1509) en la pacificación de La Española. El gobernador Diego Colón (1509-1515) le puso al frente de una expedición para conquistar y poblar Cuba en 1511, primero como capitán y más tarde como teniente de gobernador y gobernador de la isla. Ese mismo año de 1511, en la región de Maisí (zona oriental), derrotó a Hatuey, cacique de los indios siboneys, pero pronto dejó las tareas conquistadoras en manos de Pánfilo de Narváez y sus otros capitanes para dedicarse a la colonización y a la fundación de ciudades. Fundó Baracoa, la primera ciudad de Cuba, en 1512; y después Bayamo, Santiago, donde fijó la capital, Trinidad, Sancti Spíritus y Puerto Príncipe. 

Moneda conmemorativa, emitida en Cuba (1991)
En 1514 fundó La Habana, que sería la futura capital de la isla. Logró en 1516 el reconocimiento por parte de la Corona de sus títulos de adelantado y gobernador. Se mostró partidario de la sumisión pacífica de los indios, castigó los excesos y durante su gobierno comenzó la entrada de esclavos negros en la isla. Patrocinó la expedición de Hernández de Córdoba a Yucatán en 1517 y la de Juan de Grijalva y Pedro de Alvarado a las costas de México en 1518. Ese año formó una compañía con Hernán Cortes para organizar una expedición a Culúa, en la que Velázquez era el armador y Cortés el capitán general, pero pronto surgieron desavenencias entre ellos. Tras la partida de Cortés, envió una expedición al mando de Narváez para intentar detenerlo, pero fracasó tras la victoria de Cortés en Cempoala y la prisión de Narváez en 1520. Más tarde, incitó a Cristóbal de Olid a rebelarse contra Cortés en 1524, pero no lo logró. Murió ese mismo año en Santiago de Cuba. Al morir dejó, entre sus propiedades: 19 estancias, 3.000 cerdos y 1.000 reses.

Mapa de la isla de Cuba publicado en Leiden (1707)
Los Velázquez de Cuellar tienen su origen en esta villa segoviana con Pero González Dávila, o Pero Puerco, como fue llamado por una leyenda que dice “dio muerte con su lanza a un jabalí o puerco montés que no sólo destrozaba las cosechas, sino que también atacaba a los caminantes; por esta razón algunas líneas de su linaje tomaron por armas un jabalí, a veces acompañando a los 13 roeles, otras solo, guarnecido de 4 medias lunas". Procedía D. Pero de la ciudad de Ávila, y era descendiente de los repobladores de aquella ciudad; casado con doña Elvira Blázquez, sus hijos fueron Blasco Pérez, Fernán Blázquez y Gómez Blázquez.  El apellido Velázquez deriva del de Blázquez.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Rodrigo de Triana, el marinero que fue el primero en divisar el Nuevo Mundo


Fue el primer español que avistó el nuevo continente desde su puesto de vigía en la carabela La Pinta. Este hecho es narrado por el propio Cristobal Colón en el diario que, de su primer viaje, recogió Fray Bartolomé de las Casas… pero Colón le robó el protagonismo al afirmar que fue él quien avistó tierra, lo que impidió que recibiera la recompensa prometida. 
 
Rodrigo de Triana, (1469 - ?), fue un marinero andaluz de finales del siglo XV, que acompañó a Cristóbal Colón en su primer viaje del descubrimiento de América. Existen dudas acerca de su lugar de nacimiento. Dependiendo de la hipótesis, también varía la creencia de su verdadero nombre. Se cree que pudo nacer en Los Molinos (Sevilla) y residiera en el barrio de Triana. También se baraja que naciera en Coria del Río o en la localidad onubense de Lepe como apuntan otras versiones. 

Escudo actual de Lepe

Corona: Corona real española de la casa de los Borbones. Tiene un doble significado: por una parte, acatamiento al Estado español, por otra, atributo de jerarquía.

Castillo: Representa la pertenencia de Lepe al señorío de Alonso Pérez de Guzmán.
Dragón: Relata un episodio fabuloso que le sucedió a Alonso Pérez de Guzmán estando en la ciudad de Fez, Marruecos, donde luchó contra éste dándole muerte.
Adelfa: Se ha mantenido en el escudo actual porque venía haciéndose desde siglos atrás.

Marinero vigía: Rodrigo Pérez de Acevedo, más conocido como Rodrigo de Triana, vecino de Lepe.


El único documento histórico del que se tiene constancia de él es el diario de a bordo de Cristóbal Colón (se encuentra en el Archivo de Indias, Sevilla). Una de las hipótesis afirma que su nombre era Juan Rodríguez Bermejo**, hijo de un hidalgo morisco (expresión utilizada para referirse al musulmán convertido al cristianismo), llamado Vicente y dedicado al comercio de la alfarería, que fue quemado en la hoguera por comerciar con judíos mientras él realizaba el viaje del descubrimiento del Nuevo Mundo, y de Serení Betancour. También fue martirizado y posteriormente muerto el moro Mudarra (previamente había instruido en su lengua árabe a Rodrigo de Triana), por intimar con la familia del navegante, a pesar de que se habían convertido ya al cristianismo como mandaban las normas de la época. Otra de las hipótesis es que se llamase Rodrigo Pérez de Acevedo*.

Fue el primer español que avistó el nuevo continente desde su puesto de vigía en la carabela La Pinta, de 60 toneladas, construida en Palos y capitaneada por Martín Alonso Pinzón. Este primer avistamiento es narrado por el propio almirante (Cristobal Colón) en el diario que de su primer viaje recogió Fray Bartolomé de las Casas. Así, al relatar los hechos ocurridos durante la madrugada del 12 de octubre de 1492, escribió Cristóbal Colón:"... Y porque la carabela Pinta era más velera e iba delante del Almirante, halló tierra y hizo las señas que el Almirante había mandado. Esta tierra vido primero un marinero que se decía Rodrigo de Triana...".

Corte de una carabela  de la época
Se dice que Cristóbal Colón (otras fuentes nombran a los Reyes Católicos) prometió una recompensa de algunos miles de maravedíes al primero que avistara tierra, pero Rodrigo de Triana no percibió nada, o lo percibido no se acercaba a la prometida recompensa, debido a que Colón dijo haberla visto antes. Sintiéndose burlado y engañado por Colón, y totalmente decepcionado por esto, Rodrigo se alistó en otras expediciones (a las Molucas en 1525 junto a García Jofre de Loaisa) y luego  fue al Africa donde finalmente murió convertido al islamismo, haciéndose pasar por hijo bastardo del moro Mudarra.
Supuesto retrato de Cristobal Colón
El primer volumen de La historia de las Indias y conquista de México (el nombre de la obra varía según la edición), publicado en 1552 y escrito por Francisco López de Gómara posee información referente al origen del marinero.

En el capítulo XVI: El descubrimiento de las Indias que hizo Cristóbal Colón, se lee:

    Prosiguió su camino, y luego vio lumbre un marinero de Lepe y un Salcedo. A otro día siguiente, que fue 11 de octubre del año de 1492, dijo Rodrigo de Triana: "Tierra, tierra", a cuya tan dulce palabra acudieron todos a ver si decía verdad; y como la vieron, comenzaron el Te Deum laudamus, hincados de rodillas y llorando de placer. Hicieron señal a los otros compañeros para que se alegrasen y diesen gracias a Dios, que les había mostrado lo que tanto deseaban. Allí viérades los extremos de regocijo que suelen hacer marineros: unos besaban las manos a Colón, otros se le ofrecían por criados, y otros le pedían mercedes. La tierra que primero vieron fue Guanahaní, una de las islas Lucayos, que caen entre la Florida y Cuba, en la cual se tomó luego tierra, y la posesión de las Indias y Nuevo-Mundo, que Colón descubría por los Reyes de Castilla.

En el capítulo X: La honra y mercedes que los Reyes Católicos hicieron a Colón por haber descubierto las Indias, se aprecia otra referencia al origen de Rodrigo de Triana:

    De donde sospecho que la reina favoreció más que no el rey el descubrimiento de las Indias; y también porque no consentía pasar a ellas sino a castellanos; y si algún aragonés allá iba, era con su licencia y expreso mandamiento. Muchos de los que habían acompañado a Colón en este descubrimiento pidieron mercedes, más los reyes no las hicieron a todos. Y así, el marinero de Lepe se pasó a Berbería, y allá renegó la fe, porque ni Colón le dio albricias ni el rey merced ninguna, por haber visto él primero que otro de la flota lumbre en las Indias.

Rutas seguidas por Colón en su primer viaje
Se barajan dos hipótesis sobre su nombre de pila:


Monumento a Rodrigo "de Triana"
 *Rodrigo Pérez de Acevedo

El autor Gonzalo Fernández de Oviedo, en su obra Historia general y natural de las Indias, islas y tierra-firme del mar océano, de 1535, y Francisco López de Gómara en Historia General de las Indias, de 1552, afirman que este marinero era natural de Lepe. De ahí se extrae que su apodo "de Triana" fuera debido a que se trasladara y pasara gran parte de su vida en el barrio de Triana, en Sevilla.

*Juan Rodríguez Bermejo

El nombre de Juan Rodríguez Bermejo se le atribuye por un testigo de una de las carabelas, llamado Fernando García Vallejos, que es interrogado por un fiscal en 1515 y que declara:


       
 En esto aquel jueves en la noche aclaró la Luna, y un marinero que se decía Juan Rodríguez Bermejo, vecino de Molinos, de tierra de Sevilla, como la luna aclaró, del dicho navío de Martín Alonso Pinzón vido una cabeza blanca de arena, e alzo los ojos e vido la tierra, e luego arremetió con lombarda e dio un trueno: ¡Tierra! ¡Tierra! 

Otro testigo, llamado Manuel de Valdovinos, se explica del siguiente modo en el interrogatorio con el fiscal: 
        [...]e yendo navegando al cuarto vido la tierra un Juan Bermejo de Sevilla, e que la primera tierra fue la isla de Guanahani