jueves, 27 de febrero de 2020

XXXIV Congreso Internacional de Genealogía y Heráldica. Octubre 2020



La Real Asociación de Hidalgos de España fue designada en el año 2016 por la Confederación Internacional de Genealogía y Heráldica para organizar el XXXIV Congreso Internacional de Genealogía yHeráldica que se va a celebrar en Madrid entre los días 14 a 17 de octubre de este año 2020, bajo el título “ESTRUCTURAS SOCIALES Y SU MANIFESTACIÓN A TRAVÉS DE LA GENEALOGÍA Y LA HERÁLDICA”.



Organizado junto al Instituto Internacional de Genealogía y Heráldica cuenta además con el decidido apoyo de la Casa Real de España como se refleja en el hecho que S. M. el Rey Felipe VI ha aceptado, mediante Credencial de fecha 7 de marzo de 2019, la Presidencia de Honor. Otras muchas personalidades del ámbito político, social y cultural han aceptado igualmente formar parte de los distintos Comités, dando una dimensión extraordinaria a este Congreso.

El lugar donde celebrar el XXXIV Congreso será la sede del Archivo Histórico Nacional de Madrid, edificio histórico pero adaptado tecnológicamente que permitirá dar cabida a dos conferencias magistrales, 6 ponencias y 76 comunicaciones. Está situado en una de las zonas más céntricas de la ciudad de Madrid, dentro del complejo de edificios del CSIC. La elección de esta sede es por su alto valor histórico y su excelente ubicación en la ciudad de Madrid.


Dentro de la organización del Congreso hay previsto realizar una excursión cultural a la ciudad de Toledo, cuya duración será de día completo. Además habrá una Cena de Gala a celebrar en el Hotel Wellington de Madrid como colofón del mismo.

Los precios del XXXIV Congreso Internacional de Genealogía y Heráldica son los siguientes:
- Inscripción General (incluye asistencia a las conferencias y Cena de Gala):  300 €
- Inscripción para ponentes (incluida Cena de Gala):  200 €
- Cena de Gala: 100 €
- Excursión a la ciudad de Toledo (desplazamiento, comida y visitas profesional):  80 €
- Acceso a las ponencias de los estudiantes universitarios: 100 €   

Los miembros de la Real Asociación de Hidalgos de España cuentan con  una subvención del 50% en cada una de las distintas opciones elegidas.

Toda la información referida al Congreso así como los formularios de inscripción se pueden encontrar en www.congresocigh2020.es  

martes, 25 de febrero de 2020

Ñuflo (Nufrio) de Chaves. Fundador de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia)



Con la expedición del adelantado Alvar Núñez Cabeza de Vaca exploró el curso del río Paraguay y participó en el descubrimiento de las cataratas del Iguazú.

Actuó como lugarteniente de Domingo Martínez de Irala; fundó Nueva Asunción y Santa Cruz de la Sierra, en las tierras bajas bolivianas. Sus fantasías provocaron un éxodo de pobladores de una a otra ciudad, que estuvo a punto de dejar despoblado el Paraguay.

El conquistador Ñuflo de Chaves (hijo de Álvaro Rodriguez de Escobar y María de Sotomayor y García de Chaves), un hidalgo extremeño del linaje de los Chaves, nació allá por el año 1518 en la villa extremeña de Santa Cruz de La Sierra (Cáceres), entonces perteneciente al alfoz de Trujillo. Ñuflo deriva de Nufrio, que según su biógrafo, el historiador boliviano Hernando Sanabria, viene de Onofre u Onufrio.).

De familia acomodada, tanto él como su hermano fray Diego de Chaves (que llegó a ser confesor de Felipe II), recibieron excelente educación. Dado que Ñuflo había optado por la milicia, buscó embarcarse en alguna expedición. Habiendo desembarcado en la Isla de Santa Catalina, en 1542 llegó a los territorios de lo que hoy es Paraguay, formando parte de las tropas del adelantado Alvar Núñez Cabeza de Vaca.

Ñuflo, desde que puso el pie en la nueva tierra, se señaló como un conquistador audaz, desaprensivo y emprendedor, realizando diversas exploraciones y conquistas. En la marcha terrestre emprendida por el Adelantado desde la costa atlántica brasileña hasta Asunción, éste confió los enfermos y heridos al capitán Ñuflo de Chaves, al cruzar el Río Paraná, y Chaves los transportó en balsas hasta el término del viaje librando violentos y constantes combates con los indios comarcanos. En octubre de 1542, participó en la expedición de Irala al descubrimiento del puerto de Los Reyes; al año siguiente en la de Cabeza de Vaca al Chaco; en 1546, dirigió otra hasta San Fernando en la cabecera del río Paraguay, con el objeto de encontrar el camino de la Sierra de la Plata, y al año siguiente salió a explorar el río Pilcomayo buscando por esa vía el camino al Perú. También realizó varias expediciones al Guairá.

Fue uno de los conjurados para el derrocamiento del adelantado Alvar Núñez. Irala lo mandó hasta Lima, con cuatro españoles, entre ellos el Capitán Marcos Victoria, y cien indios amigos, llevando pliegos para el pacificador Pedro de La Gasca, ofreciéndole ayuda en la guerra contra Gonzalo Pizarro y pidiéndole el nombramiento de gobernador del Río de la Plata, regresando de aquella comisión a Asunción, el año 1549, con el grupo de conquistadores peruleros venido al Paraguay. La Corona había nombrado un nuevo gobernador para el Río de la Plata, Don Juan de Sanabria (tercero de dicha Gobernación, tras don Pedro de Mendoza y Alvar Núñez Cabeza de Vaca); Irala envió a Chaves para encontrarle y recibirle. El lugarteniente de Irala bajó por el río Paraná (1551), pero no pudo encontrarle, pese a haber bajado hasta el mismo Río de la Plata, pues la expedición de Sanabria se había detenido en Brasil y no llegó a su destino hasta el año 1556.
Contribuyó eficazmente a la persecución de Diego de Abreu porque había casado con Elvira de Mendoza, hija de Francisco de Mendoza, ajusticiado por Abreu.

Sus extraordinarias dotes lo convirtieron en el brazo derecho de Irala y a él le eran encomendadas las acciones más difíciles e importantes. Ñuflo de Chaves fue el primer conquistador del Chaco. Muerto Irala y durante el gobierno de su yerno Gonzalo de Mendoza, Chaves levantó bandera para una expedición a los Xarayes, en 1558, donde debía poblar. Pero, torciendo su derrota, se internó hacia el noroeste con parte de la gente que se prestó a seguirle, en busca de "la tierra rica". Fundó la ciudad de “La Barranca” o Nueva Asunción en la orilla del Guapay, en territorio de los indios “chiquitos”.

La "Tierra del Rey Blanco" fue el imán que atrajo a los navegantes españoles de los siglos XV y XVI hacia el Nuevo Mundo. Y razón por la que Nufrio de Chávez, desde Asunción, armó una expedición para que navegando por el río Paraguay fundara un puerto en los Xarayes. En ese mismo lugar, los nativos le informaron sobre la existencia del "metal amarillo" en los arroyos de las sierras situadas más al norte. Continuó entonces la expedición hasta cruzar el río Parapití y fundar, a orillas del Guapay, Nueva Asunción el 1 de agosto de 1559.

Fundación de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia)
Ante la oposición que hacía Andrés Manso a la expansión de su conquista en aquellos territorios que reputaba suyos, Chaves consiguió del virrey del Perú -pariente de su esposa- que se crease allí una nueva provincia cuya gobernación concedió el virrey a su hijo García de Mendoza. Chaves, nombrado teniente general de ella por el hijo del virrey, se puso en campaña nuevamente y, tras apresar a Andrés Manso que le estorbaba, fundó Santa Cruz de la Sierra, a orillas del arroyo Sutó, el 26 de febrero de 1561, tras una expedición integrada por 158 españoles y unos 1500 nativos que marcharon desde Asunción, Paraguay, siendo hoy día una de las principales ciudades de Bolivia.

Escudo del Departamento de Santa Cruz
El mismo día -era miércoles- se organizo el Cabildo, con los Alcaldes ordinarios: Pedro Téllez Girón y Juan Agreda Garcés; Alguacil Mayor: Cap. Hernando de Salazar; Regidores: Fernán Campos, Jorge de Herrera, Juan de Garay y Bartolomé de Moya; Factor y Veedor: Alonso de Cañizares; Contador: Antón Cabrera; Capellán: Fr. Francisco Pérez; y Escribano: Francisco Gallego. Como homenaje a este acontecimiento, debe izarse en este día la bandera cruceña en los edificios públicos y particulares del Departamento de Santa Cruz.


En el año 1564, regresó a la Asunción en busca de su familia. Aquí arregló su situación ilegal con el Cabildo, por desobediencia en la proyectada fundación de los Xarayes, y logró arrastrar a mucha gente a su propia conquista. Convenció al gobernador Francisco Ortiz de Vergara de que le convenía viajar al Perú provocando así el éxodo de 1564 que estuvo a punto de despoblar Asunción. Llegado a Santa Cruz, maniobró para impedir la prosecución del viaje a Ortiz de Vergara y su gente asuncena. Como al fin pudieron hacerlo, renovó sus tentativas de absorción con Felipe de Cáceres, cuando éste volvía con los restos de aquella malgastada expedición, como teniente gobernador del quinto adelantado Ortiz de Zárate. Al separarse de ellos, el 3 de octubre de 1568, fue sorprendido por los indios mientras descansaba en un poblado indígena y muerto traidoramente a golpes de macana, por los indios itatines, en suerte similar a la de Juan de Garay.

Estatua en Santa Cruz de la Sierra
Chaves se casó en 1550 con Doña Elvira de Mendoza y Manrique de Lara, hija de don Francisco de Mendoza, gobernador del Río de La Plata, y de doña María de Angulo y Manrique. Sus hijos fueron: Francisco de Chaves y Álvaro de Escobar, ambos militares; María, Catalina de Chaves y Elvira Manrique de Lara; las dos menores monjas y la mayor se casó en 1574 con un soldado de apellido Ossorio; esta última fue la única que dejó probada descendencia en Santa Cruz de la Sierra.

Para saber más:

sábado, 22 de febrero de 2020

Martín García Óñez de Loyola, Militar y Gobernador del Reino de Chile. Capturó a Túpac Amaru



Conquistador y funcionario colonial que participó en importantes acciones militares y ejerció altos cargos políticos en el Virreinato del Perú. Fue Gobernador en Potosí y Chile, y murió en este último país en los combates contra los araucanos (mapuches).


La fama, el prestigio y la riqueza le llegaron gracias a su actuación militar en contra de una sublevación indígena en 1572, en la que capturó a Túpac Amaru, por la cual se le premió con un repartimiento de indígenas y la designación como corregidor en varios pueblos del virreinato.

Martín nació en 1549 en Azpeitia (Guipúzcoa), en el seno de una rica familia hidalga vizcaína, y murió en 1598 en Curalaba (Chile) en los combates contra los araucanos. Sus padres fueron Martín García de Loyola y Araoz, caballero de Santiago, y María Nicolasa de Oyanguren. Al crear su abuelo el mayorazgo de Oñaz y Loyola, dejó toda la fortuna al primogénito, Beltrán de Oñaz, tío de Martín.

Martín y su esposa la princesa inca Coya
 Martín era sobrino-nieto de San Ignacio de Loyola (Santo y fundador de la compañía de Jesús, abrazó pronto la carrera militar y fue caballero de la Orden de Calatrava. A los 19 años marchó al Perú como acompañante de otro tío suyo famoso, don Francisco Álvarez de Toledo, nombrado Virrey de dicho territorio, en calidad de capitán de su guardia. Allí llevo una vida de soldado hasta el año 1572, cuando formó parte de la tropa de don Martín Hurtado de Arbieto, enviada por el Virrey a Vilcabamba para someter al inca rebelde Túpac Amaru, sucesor de Tito Cusi Yupanqui, el último descendiente de los incas que mantenía resistencia a la dominación extranjera.

Los españoles cayeron sobre la ciudad indígena, pero Túpac Amaru logró escapar y buscar refugio en los montes. Allí le sorprendió un pequeño destacamento mandado por Martín Óñez de Loyola. El famoso Inca fue apresado y conducido a Cuzco, donde se le ajustició ante una aterrorizada multitud de indios. Esta acción le valió gran renombre y el Virrey permitió, en recompensa, su matrimonio con la sobrina del propio Túpac Amaru, que fue bautizada como doña Beatriz Clara Coya, heredera del señorío de Urubamba. La ceremonia se celebró en Cuzco, posiblemente en la iglesia de la Compañía de Jesús, donde se conserva un cuadro colonial sobre dicho asunto. De su matrimonio con la princesa tuvo una sola hija, Ana María Lorenza García Sayri Túpac Óñez de Loyola, quien tras su matrimonio con Juan Enríquez de Borja, hijo del marqués de Alcañices, recibió en 1614 el título de Marquesa de Santiago de Oropesa.

Entre el señorío de Urubamba heredado por su nueva esposa y las tierras y los bienes que le fueron concedidos por sus servicios, el matrimonio acumuló una gran fortuna, sustentada y ampliada además porque García Oñez de Loyola fue nombrado gobernador de Potosí en 1578, cargo que desempeñó a la par que se ocupaba de sus propios negocios.

En 1591 se le otorgó el cargo de gobernador y adelantando del Río de la Plata, que requería la presencia de un militar, pero postergó el inicio de esa actividad por retrasos en la aprobación eclesiástica de su matrimonio. Poco después, el rey Felipe II le confirió el mando de la difícil capitanía general de Chile y hacia allí marchó, para recalar en Santiago en septiembre de 1592 después de partir del puerto de El Callao y seguir la ruta marítima marcada con anterioridad por el piloto Juan Fernández. Nombró secretario a Domingo de Eraso, sargento mayor a Miguel de Olaverría, y obispo electo de Santiago a fray Pedro de Arzuaga, todos ellos de origen vascongado.

La Guerra de Arauco y la aparición de corsarios ingleses entre ellos Richard Hawkins, que fue capturado en 1594  y enviado a España para cumplir condena, lo que detuvo por un tiempo la navegación corsaria por estos mares, en las costas de Chile fueron las principales preocupaciones del nuevo Gobernador.

Por otra parte, la situación de la guerra de Arauco** era insostenible y el nuevo Gobernador decidió, consciente de sus escasas fuerzas, afrontarla mediante una campaña pacificadora con los mapuches o araucanos, consistente en devolver a todos los indígenas que apresaba con regalos, a cambio de prometer que no volverían a tomar las armas contra los españoles. La paz aparente de Arauco le permitió realizar algunos avances. En mayo de 1594, estableció el fuerte de Santa Cruz, cerca de la confluencia del río Bío Bío con el Laja, con el objetivo de controlar la zona de Catirai y Mareguano. Este establecimiento fue elevado más tarde al rango de ciudad (1595) dándosele el nombre de Santa Cruz de Oñez. A fines de 1594 fundó en la ribera norte del Bio-Bío, el fuerte Jesús. Sin mucha resistencia pudo levantar también un fuerte en Purén con el nombre de San Salvador de Coya.



**Los mapuches, o araucanos (nombre dado por los españoles a los indígenas que habitaban región de Arauco o Araucania) son un pueblo amerindio que habita principalmente en el sur de Chile y Argentina.

Pero el conflicto araucano seguía inacabable, sobre todo tras la rebelión del cacique o toqui Pelantaro, al que siguieron muchos naturales. Aunque era muy difícil, Martín recibió el refuerzo de un par cientos de soldados del Perú, al que sumó otros del propio Chile. Se encontraba el gobernador en La Imperial*, Chile, cuando le llegó la noticia de que en Angol los mapuches habían reanudado sus ataques, por lo que partió el 21 de diciembre de 1598 con 300 hombres, entre ellos 50 jinetes, al lugar, dispuesto a terminar con la insurrección

Al segundo día de marcha encontraron un sitio llamado Curalaba (piedra partida), a orillas del río Lumaco, encajonado en este lugar por altas barrancas, donde descansaron, confiados en su superioridad militar, sin tomar ninguna medida de precaución para evitar un ataque. En la noche del 23 al 24 los indígenas se acercaron al campamento, y al trueno de sus gritos y cuernos se lanzaron al ataque de los españoles. Óñez de Loyola y dos de sus soldados que estaban a su lado, se defendieron con valor, pero sucumbieron traspasados por las picas de los guerreros mapuches. En el combate murieron casi todos los españoles, con excepción del clérigo Bartolomé Pérez, hecho prisionero, y Bernardo de Pereda, soldado que quedó tirado en el campo de batalla con 23 heridas en el cuerpo. Los mapuches iniciaron entonces un levantamiento general que terminó con todas las ciudades al sur del río Bio-Bio. Guardaron la cabeza de Óñez de Loyola y entregaron el cráneo (utilizado como recipiente ceremonial) años más tarde al gobernador Alonso García de Ramón.

La magnitud de levantamiento, la destrucción causada y las medidas que se tuvieron que adoptar, marcaron, en definitiva, el término de la Conquista de Chile. A excepción de Valdivia, ninguna de las ciudades y fuertes fundados más al sur del Bio-Bío sobrevivió, y los españoles renunciaron a establecerse en aquella región. A principios del siglo siguiente, un nuevo Gobernador, Alonso de Ribera, lograría el establecimiento de una zona de frontera y la creación de un ejército permanente para custodiarla.


* Esta ciudad, destruida pocos años después por la rebelión indígena iniciada en 1598, se encuentra situada en una especie de altiplanicie escalonada que domina la cuenca del río Imperial por el sur y la cuenca de su tributario, el río Damas, por el norte. La meseta presenta paredes relativamente escarpadas, particularmente por la fachada norte, que hacen de ella un lugar con excelentes condiciones defensivas.

martes, 18 de febrero de 2020

Presencia de la nobleza no titulada en la historia de España. Tesis Doctoral



Tesis doctoral elaborada por José Manuel Huidobro Moya, para el grado de Doctor en Derecho. Calificación Sobresaliente Cum Laude, por la UNED (17-2-2020)


El 17 de febrero de 2020 realicé la lectura y defensa de mi tesis doctoral, titulada "Presencia de la noblezano titulada en la historia de España", que realiza una aproximación a un tema poco tratado hasta hoy por los historiadores, como es el de la influencia ejercida por la nobleza no titulada, básicamente hidalgos a fuero de Castilla (o infanzones según la denominación recibida en otras regiones, básicamente en Aragón y Navarra), en distintos ámbitos.

En la tesis doctoral se pone de manifiesto como muchos hidalgos jugaron un papel importante y destacaron en sus respectivas áreas de actividad, a la vez que se desmontan algunos de los tópicos sobre los hidalgos pobres y ociosos, muchos de ellos surgidos a partir de la literatura y el teatro del Siglo de Oro.

La metodología ha consistido en plantear el estado de la cuestión, con un estudio de lo que es y significa la nobleza y, dentro de esta, distinguiendo entre la titulada y la no titulada, tanto desde el punto de vista jurídico como el social. Se analiza lo que es la hidalguía, sus presencia geográfica, sus clases y privilegios, las pruebas exigidas por la Reales Chancillerías de Valladolid y de Granada, y por las audiencias del Reino de Aragón en los pleitos de infanzonía, así como el caso particular de Navarra, para demostrar su condición y cómo se obtenían y certificaban; también, el cambio que supuso el paso del tiempo en la percepción de su consideración social, tanto en la Península como en Indias, con las leyes que más les afectaron, teniendo en cuenta la particularidad de Vizcaya y Guipúzcoa, en donde se concedió la Hidalguía Universal en el siglo XVI.

Portada. Más de 700 páginas,
500 referencias bibliográficas  y 1.500 notas.
Para el acceso a ciertos puestos del ejército, la armada, la administración pública, o ciertas instituciones docentes, se exigían pruebas de nobleza –hidalguía– y, durante bastante tiempo, además, pruebas de “limpieza de sangre”, una manera de discriminar entre cristianos viejos y nuevos. Eso hizo que solo los hidalgos y limpios de sangre pudieran optar a ciertos puestos, muchos de ellos segundones que tuvieron que salir del solar familiar para buscarse una manera de vivir, bien emigrando al Nuevo Mundo, ingresando en el ejército, en el clero, o acudiendo a la universidad para después optar a los puestos que se ofrecían en la Administración Real y, en algunos casos ser recompensados con un título del Reino, mientras que aquellos pertenecientes al tercer estamento, el pueblo llano, los buenos hombres pecheros, se vieron relegados a permanecer en sus oficios tradicionales; agricultura, comercio o artesanía, sin posibilidades apenas de progresar, aunque algunos lograron, por su riqueza, alcanzar un estatus superior.

A finales del siglo XVIII, dado el alto porcentaje de hidalgos, que no pagaban pechos y despreciaban los trabajos manuales, impropios de la nobleza, el rey ilustrado Carlos III, el 18 de marzo de 1783, publica una Real Cédula sobre la habilitación para obtener empleos de república, en la que declara que es honrado y honesto ejercer oficios artesanos, hasta entonces considerados viles.

Por otra parte, aún existe una serie de tópicos que pocas veces se correspondía con la realidad, pero muy extendidos ente la población acerca de la hidalguía y los hidalgos, quizá influida por la literatura y el teatro satíricos del Siglo de Oro, en donde El Quijote (el hidalgo por excelencia, pobre pero honrado), de Cervantes, es la obra más representativa, pero también en otras, que promovieron el estereotipo del hidalgo pobre en muchos casos, dedicado al ocio pero presumiendo de nobleza, sin ningún otro beneficio ni interés que el de pavonearse de su hidalguía. Esto, se demuestra que no fue así, se desmontan los tópicos, y se muestra que los hidalgos, que en algunos momentos supusieron casi el 8% de la población, han sido fundamentales y pieza clave en la historia y desarrollo social y económico de España en los cinco últimos siglos.

A mediados del siglo XIX, con la desaparición de la Sociedad Estamental, tras las Cortes de Cádiz, y la llamada Confusión de Estados, la nobleza pierde los privilegios de que gozaba, como estar exentos de pagar impuestos y ser jueces en sus tierras, lo que vino a marcar, como efecto colateral, el declive de la pequeña nobleza; se expone el estado actual en que se encuentra la nobleza.

Tras ello, se estudian una serie de hidalgos, clasificados en nueve categorías: militares; conquistadores; marinos; descubridores y exploradores; religiosos y teólogos; cortesanos, políticos y gobernadores; juristas; escritores e historiadores; científicos, artistas y empresarios (una categoría amplia en la que se incluyen inventores, arquitectos, médicos, ingenieros, y pintores, entre otros), resaltando sus logros más importantes, además del contexto en los que estos tuvieron lugar. Algunos de ellos promocionaron socialmente, escalando puestos y llegando incluso a obtener títulos nobiliarios, bien por méritos de servicio, o venalmente, por compra directa, buscando su consolidación social, de ellos y de sus familias

Calificación del Tribunal: "Sobresaliente Cum Laude"
Se puede afirmar que, casi con toda probabilidad, en un alto porcentaje, cualquiera que alcanzase un puesto destacado, era de origen hidalgo, pues estos eran los que tenían más posibilidades, disposición, formación e influencias para alcanzarlo. 

Se pone de manifiesto que, en un momento histórico pasado, los hidalgos dieron a la nación española momentos de gloria y heroísmo, y demostraron con sus actos y vida, con su valor y su honor, con su trabajo y esfuerzo, ser verdaderos ejemplos para la sociedad del momento, contribuyendo al desarrollo económico y social, así como a la expansión de nuestra cultura por el mundo, manteniendo un gran imperio durante varios siglos.

En la actualidad, la hidalguía sigue existiendo (de hecho, la vía jurisdiccional ha reconocido expresa o implícitamente la existencia y vigencia de la nobleza de sangre en varios casos), aunque no es reconocida oficialmente por la Administración Pública; y la Nobleza Titulada (que si lo es), como tal, es una mera condición honorífica, sin ningún otro privilegio.

viernes, 14 de febrero de 2020

Isidro Casado de Acevedo y Rosales. Diplomático. I Marqués de Monteleón



Biznieto del pintor Diego Velázquez. Representó a España en las negociaciones del Tratado de Utrecht. Nombrado I Marqués de Monteleón con el vizcondado previo de Alcázar Real, por Felipe V.


Isidro nació en Milán (Italia), en 1663. Por ambas líneas, paterna y materna, pertenecía a familias nobles, de origen peninsular, establecidas en el Milanesado desde el siglo xvii: Su padre, el hidalgo Pedro Casado y Acevedo, nacido en 1640 y muerto en 1707, había sido cuestor togado del Estado (1691), su madre María Teresa Martínez del Mazo y Velázquez (1677-1709), nieta del famoso pintor Diego Velázquez, que tuvo a Francisca Velázquez y Pacheco fruto de su matrimonio con Juana Pacheco, que en 1643 casaría con Juan Bautista Martínez del Mazo, retratista real y discípulo de Diego Velázquez, matrimonio del que nacería en 1648 María Teresa, esposa de Pedro Casado y Acevedo.

El joven Isidro empezó su carrera como cuestor togado supernumerario (1687), hasta que, al cumplir veinticinco años, entró en posesión de una plaza efectiva (1691). La llegada del príncipe de Vaudemont al gobierno general del ducado (1698) marcó una etapa decisiva en la carrera de Isidro.

Isidro, en 1698, contrajo matrimonio con María Francisca de Velasco, hija natural de Francisco Antonio Fernández de Velasco y Tovar, 64.º Virrey de Cataluña de 1696 a 1697, y tuvieron un hijo en 1703 al que llamaron Antonio, nacido en Madrid, pero que al poco tiempo marchó a La Haya, donde se casaría con Enriqueta Margarita Huguetau, condesa de Gyldenstein.

En 1701 Isidro fue el enviado de Felipe V al Duque de Mantua, el cual a la sazón se encontraba en Venecia, del que supo ganarse la estima y al que alentó a tomar partido por Felipe V; Por haber convencido al último Duque de Mantua de que admitiera guarnición francesa, fue creado vizconde de Alcázar-Real, Marqués de Monteleón por Real Decreto de 11-VI-1701, miembro del Consejo de Indias y gentilhombre de Cámara para premiar los servicios que prestó a la causa franco-española, y gratificado, además, con una pensión de 3.000 escudos.


Fue después en calidad de ministro a Génova, y en 1712, en calidad de segundo plenipotenciario, al congreso de Utrecht, donde firmó la paz con Inglaterra, Holanda, Portugal y Savoya. En 1713 partió para Inglaterra como embajador de España, permaneció allí hasta 1720, en que salió para La Haya, para desempeñar el mismo cargo. En 1726 aparece nombrado plenipotenciario en Italia, de parte del Rey de España. Falleció en Venecia, donde se hallaba como embajador, el 1 de noviembre de 1733.

martes, 11 de febrero de 2020

VI Jornadas de Formación. Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge



Por sexto año la Real Comisión para España, junto con la Delegación de los Antiguos Reynos de Valencia y Murcia, organiza unas Jornadas de Formación dirigidas a los Caballeros, Damas y Eclesiásticos de la Sacra Milicia, así como de todos aquellos que desean ingresar en un futuro próximo en el seno de la SMOCSJ.



Las Jornadas están pensadas para favorecer un encuentro anual de todos los miembros de la Orden en España, fomentando la convivencia y la identidad colectiva de sentirse miembros de la Orden Constantiniana.

Como en años anteriores las Jornadas de Formación tendrán lugar en un fin de semana completo, los días 21 y 22 de Marzo en Valencia. Las Jornadas tienen como objetivo, profundizar en la identidad y sentido de la Orden, y descubrir la importancia de evangelizar la cultura de nuestro tiempo, desde nuestras posibilidades al servicio de una nueva humanidad.


Las jornadas serán presididas por S.A.R. Don Pedro de Borbón Dos Sicilias y de Orleans, Duque de Calabria, Gran Maestre de la Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge.

Los Exmos. Sres, Don Carlos Bárcenas y Portolés, Embajador del Reino de España y Gran Canciller de la Orden y Don Álvaro Zuleta de Reales y Ansaldo, Duque de Linares, Presidente de la Real Comisión, y Delegados.



21 de Marzo

10.30. Recepción de Caballeros, Damas e Invitados de la SMCOJ en el Campus Jorge Juan de la Universidad Católica de Valencia. (Calle Jorge Juan nº 18)

11.00. INAUGURACIÓN DE LAS JORNADAS a cargo de SAR. D. Pedro de Borbón Dos Sicilias y de Orleans y Excmo Sr. Don Álvaro Zuleta de los Reales y Ansaldo.

11.20. LA ORDEN CONSTANTINIANA: Los Duques de Calabria y su Perspectiva Histórica. (Ilmo y Rvdo Sr. D. Miguel Navarro. Superior del Colegio del Patriarca, Catedrático de Historia de la Iglesia en la Facultad de Teología de Valencia.

12.00. Descanso (coffee break)

12.30. LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN AL SERVICIO DE LA EVANGELIZACIÓN
(Ilmo. Sr. Alejandro Sánchez Raimundo, Jurista experto en derecho laboral, procesal y asesoría empresarial. Es miembro del Consejo del Seminario de Historia Cisneros, de la Fundación Universitaria)

13.15. FE-CULTURA EN EL SIGLO XXI
(Ilmo y Rvdo Sr. D. José Luis Sánchez, Vicario Episcopal de Cultura y Relaciones Institucionales de la Diócesis de Valencia. Capellán de Mérito de la Orden)

14.30. COMIDA

17.00. MONASTERIO DE SAN MIGUEL DE LOS REYES. Fundado en el Siglo XVI por Doña Germana de Foix, esposa de Fernando de Aragón, Duque de Calabria.
Visita guiada por el Monasterio y ofrenda floral.

18.00. LA REGLA DE SAN BASILIO. (Regla adoptada por la Orden bajo decisión del Papa León I)
(Padre Gabriel Soler, Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona, Licenciado en Filosofía y Teología).

22 de Marzo

10.30. REAL BASILICA DE LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS (Besamanos por SAR. Don Pedro de Borbón Dos Sicilias y de Orleans, Duque de Calabria).

11.00. RECEPCIÓN Cardenal Arzobispo de Valencia, Emmo. y Rvdmo. Sr. Don Antonio Cañizares.

12.00. SANTA MISA (Capilla Privada del Palacio Arzobispal). Concelebrada por el Emm y Rvmo. Sr. Cardenal Arzobispo de Valencia y Sacerdotes de la Sacra Orden.

Clausura de las Jornadas.

13.00. Visita SANTO CÁLIZ DE LA CENA en su Capilla, expuesto en la Catedral Metropolitana de Valencia.


 
Para más información: secretariageneralrc@ordenconstantiniana.es

Sacra y Militar Orde Constantiniana de San Jorge
Real Comisión para España - Vicepresidencia

viernes, 7 de febrero de 2020

Juan Pablo Bonet. El primer “logopeda” de la historia

Pionero de las técnicas de enseñanza a niños sordos y sordomudos

Un gran erudito, pues tenía amplios conocimientos de historia, sociología, filosofía, literatura, gramática, lenguas clásicas, francés e italiano. Sobre todo, destacó por ser un excelente pedagogo y el primer “logopeda” de la historia.

Juan de Pablo Bonet nació el 5 de enero del año 1573 en la pequeña localidad de Castellar (Zaragoza). Hijo del soriano Juan de Pablo Cierreta y de la aragonesa María Bonet Guerguet, su familia fue una de las últimas que abandonó definitivamente la villa en 1574, asentándose, junto con otras, en Torres de Berrellen, la última aldea productiva de aquel señorío. Al morir su madre en el año 1580, se trasladó a Madrid, donde vivió la mayor parte de su vida. El matrimonio tuvo un segundo hijo en 1579, Juan Martín, que falleció niño en 1583.



En las postrimerías de 1604, entró como secretario al servicio de Juan Ramírez de Guzmán y Toledo, marqués de Ardales, en aquel momento capitán general de Orán-Argelia. Al regresar a Madrid en el año 1607, se convirtió en secretario del condestable de Castilla Juan Fernández de Velasco, a quien acompañó en varias ocasiones a Italia. Como secretario del condestable se encargó, entre otras cosas, de la educación de su hijo Luís, sordomudo, algo que le marcó profundamente. Su experiencia como secretario de tan notables casas le catapultó para, acabar siendo consejero del rey Felipe IV –Felipe III de Aragón- y secretario del Consejo Supremo de Aragón.


En 1626 fue investido con el hábito de la Orden de Santiago. Ser miembro de la Orden era todo un honor y una de las máximas aspiraciones de los hombres del siglo XVII, pues había que demostrar no sólo que eras cristiano viejo, sino que también lo eran tus ancestros; y que los ingresos no procedían del trabajo manual. Ese mismo año fue elegido en las cortes de Barbastro y Calatayud como presidente del Brazo de los caballeros, hijosdalgo e infanzones, participando de esta manera en la política del momento.

Pero por lo que es reconocido y ha pasado a la historia, es por su labor como logopeda. Los años en los que se ocupó de la educación del hijo sordomudo del condestable de Castilla fueron su mejor escuela. En esos años aprendió cómo enseñar a leer, hablar y escribir a los sordomudos y compartió esos conocimientos con el mundo, escribiendo “Reduction de las letras y Arte paraenseñar á ablar los mudos”, el primer tratado sobre fonética, que fue traducido a las principales lenguas del momento. Es un manual de cómo enseñar cualquier lengua a personas sordas, sordomudas y oyentes también. Contiene el primer alfabeto de signos para sordomudos de la historia. Y por último, por si fueran pocas contribuciones a la historia de la logopedia y pedagogía, las ideas que aparecen en este libro son tan novedosas y avanzadas que se adelantaron a su tiempo, muestra de ello es que llega a pronunciarse contra el deletreo en la enseñanza de la lengua, porque considera que ralentiza y dificulta el aprendizaje de la lectura


La publicación de Juan Pablo Bonet contenía no sólo uno, sino más bien dos libros: el más extenso de ellos es un tratado de Fonética  castellana, y el segundo, una serie de  instrucciones acerca de la enseñanza del habla a los “mudos”. Este segundo tratado es el origen de las discusiones acerca de nuestro personaje, pues se afirma que las ideas planteadas allí no se deben a él, sino que Pablo Bonet en realidad plagió los métodos de trabajo de quien es considerado el primer maestro español de sordos, fray Pedro Ponce de León.

Falleció en Madrid, el 2 de febrero del año 1633, cuando trabajaba en el reclutamiento de tropas para las campañas del Cardenal Infante.

martes, 4 de febrero de 2020

XVI Seminario anual de Nobiliaria, Heráldica y Genealogía. UNED-RAHE




“EL MUNDO DEL CABALLERO Y VISIONES DE LA CABALLERÍA”

El curso se realiza en recuerdo de Faustino Menéndez Pidal de Navascués, Académico de Número de la Real Academia de la Historia, de la que fue su Director. La inscripción es gratuita, pero las plazas son limitadas.

Organizado por: UNED y RAHE

Lugar de celebración:

REAL ASOCIACIÓN DE HIDALGOS DE ESPAÑA
C/ General Arrando, 13 bajo, Madrid

Fecha:
4, 5 y 6 de marzo de 2020

Directores:

Dr. D. Feliciano Barrios, Catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha, Académico Secretario de la Real Academia de la Historia y Director del Master de Nobiliaria, Heráldica y Genealogía de la Universidad Nacional de Educación a Distancia .

Dr. D. Javier Alvarado, Catedrático de la Universidad Nacional de Educación a Distancia y Director del Master de Nobiliaria, Heráldica y Genealogía de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
 
El curso estudia los orígenes de la caballería como función y estatus social y su promoción a la nobleza. Las diferencias que hay entre caballería y nobleza, dado que hay caballeros nobles y otros que no lo son y millares de caballeros que jamás han montado un caballo. También se analizarán las ceremonias de ingreso en la caballería, la formación del noble y del caballero y sus estrategias para consolidar su estatus social. O los ideales de la caballería mostrados, por ejemplo, en la literatura artúrica. También se abordarán temas a veces preteridos pero importantes para comprender cabalmente el universo de la caballería; por ejemplo, la formación de la mujer noble, o la caballería en el Islam. Finalmente, se tratará el problema de las órdenes de caballería de fantasía y la falsa nobleza en los tiempos actuales. 


 PROGRAMA

Miércoles 4 de marzo

17,30: A modo de introducción: en torno al mundo del caballero y de la caballería, por D. Feliciano Barrios, Catedrático de Historia del Derecho y de las Instituciones de la UCLM y Académico-Secretario de la RAH.
18,30: Diferencias entre nobleza y caballería, por D. Jaime de Salazar y Acha, profesor Asociado de la UNEDistancia y Académico de la RAH.
19,30: Orígenes de la ceremonia de armar caballero, por D. Javier Alvarado Planas, Catedrático de Historia del Derecho y de las Instituciones de la UNED.

Jueves 5 de marzo

17,30: La imagen del caballero en los documentos oficiales: sellos y monedas, por el Dr. D. José María de Francisco Olmos, Profesor Titular de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la UCM y Director Académico de la Escuela de Genealogía, Heráldica y Nobiliaria de la RAHE.
18,30: Imágenes de la caballería en al-Andalus, por D.ª María Jesús Viguera Molins, Catedrática de Estudios Árabes e Islámicos de la UCM y Académica de la RAH.
19,30: Los caballeros del rey Arturo, por D. Luis Alberto de Cuenca, Profesor de investigación del CSIC y Académico de la RAH.

Viernes 6 de marzo

17,30: La educación de la mujer noble en la Edad Moderna, por D.ª Carmen Sanz Ayán, Catedrática de Historia Moderna de la UCM y Académica de la RAH.
18,30: La formación de nobles y caballeros en la Edad Contemporánea: el gran tour, por D. Antonio Manuel Moral Roncal, Profesor titular de Historia Contemporánea de la UAH.
19,30: La falsa nobleza en la España del siglo XX, por D. Carlos Nieto Sánchez, profesor Asociado de Historia Contemporánea de la UCM.

Más información

Secretaría
Real Asociación de Hidalgos de España
C/ General Arrando nº 13, bajo dcha.
28010 MADRID
Tel.: 91 542 81 46 / Fax: 91 542 85 23

sábado, 1 de febrero de 2020

Manuel Antonio Flórez Maldonado. Marino y Político. Virrey de Nueva Granada y de Nueva España



Durante sus dos virreinatos llevo a cabo grandes mejoras para la población; se ocupó de promover infraestructuras y cambios en la agricultura e impulsó la educación de la población. Fortificó las zonas defensivas más importantes, reorganizando la milicia y reforzando plazas como la de Cartagena de Indias.

 
Manuel Antonio Flórez (o Flores) Maldonado Martínez de Angulo y Bodquín; nació en Sevilla, siendo bautizado el 29 de mayo de 1723, hijo de don Antonio Flórez Villarroel y Maldonado, diputado del Hospital de Santa María la Blanca de Salamanca, que exigía estatuto de nobleza para ejercer ese cargo, ciudad de la que era natural, y de doña María Josefa Martínez de Angulo Bodquín y Moro, que se habían casado en la Iglesia de Santa Catalina en Pozoblanco (Córdoba). Sus abuelos paternos fueron don José Flórez Villarroel, diputado del mismo hospital salmantino, y doña Francisca Maldonado. Manuel Flórez casó con Juana María Pereyra y González de Peralta, con la que tuvo por hijos a Jose Antonio Flórez Pereyra, primer Conde de Casa Flórez y Luis de Flórez Pereyra.

Sus armas: En campo de azur, cinco (tres) lises de oro, puestos en aspa. 
Bordura con ocho cruces de San Andrés

Se alistó en la Real Compañía de Guardiamarinas de Cádiz, sentando plaza en noviembre de 1736 (Expediente Nº 213), cuando contaba tan solo trece años de edad, y protagonizó una meteórica ascensión que le llevó al cargo de capitán general de la Armada. En sus primeros años en la armada se distinguió por su labor contra los piratas en el Mediterráneo y en los mares de América. Ascendió a alférez de fragata en 1740, a alférez de navío siete años más tarde, a teniente de fragata en 1749 y a teniente de navío en 1751, a capitán de fragata en 1753, a capitán de navío en 1760, a jefe de escuadra en 1769. En 1771, se le otorgó la comandancia general del departamento de El Ferrol y en 1774 asciende a teniente general.

En 1776 fue nombrado virrey de Nueva Granada en reemplazo de Manuel Guirior, territorio que comprendía los actuales estados de Colombia, Panamá, Venezuela y Ecuador, y presidente de la Audiencia de Santa Fe. Durante los años iniciales de su mandato se preocupó por la mejora en las comunicaciones entre el interior y la costa: se construyeron los caminos de Antioquía y Chocó y, por orden del secretario de despacho de Indias, José de Gálvez, se abrieron al tráfico los puertos de Santa Marta y Riohacha. Se fundaron además varias instituciones benéficas, como el Hospicio y la casa-asilo para los desamparados, y se estableció la primera imprenta pública. Su política económica se caracterizó por el fomento de la industria y de la agricultura, así como por la aceptación del libre comercio.

La guerra contra Inglaterra, sin embargo, hizo necesario un aumento de los recursos fiscales. En 1779 Manuel Antonio Flores tuvo que trasladarse a Cartagena ante el peligro de un ataque de las tropas inglesas. Ese mismo año Carlos III envió como visitador a Gutiérrez de Piñeres, quien en ausencia de Flórez revocó muchas de sus decisiones económicas, aumentó el valor de los artículos estancados y estableció impuestos sobre la sal y el algodón hilado. Estos hechos fueron una de las causas del estallido de la insurrección de los comuneros de Nueva Granada (1781-1782), dando lugar a conatos independentistas, que fue reprimida con dureza por Manuel Antonio Flores. Antes de dimitir de su cargo a mediados de 1782, Carlos III indultó a los comuneros que prometieran someterse, volviéndose con la familia a España vía La Habana .



Al concluir su mandato, lo sucedió fugazmente el entonces gobernador de Cartagena de Indias Juan de Torrezal Díaz Pimienta, mariscal de campo de los reales ejércitos, quien falleció apenas llegado a la capital. El arzobispo de Santa Fé Antonio Caballero y Góngora asumió inmediatamente en su reemplazo, en virtud de nombramiento regio contenido en pliegos reservados que reposaban de tiempo atrás en la Real Audiencia de Santa Fé, para total sorpresa de los oidores que ignoraban su contenido.

Manuel A. Flórez (Museo Naval)
Tras unos años en España, en agosto de 1787, asumió el virreinato de Nueva España. Durante su mandato recobró las atribuciones de la Hacienda que habían sido encomendadas a un superintendente; reorganizó el ejército, creando tres nuevos regimientos (llamados de la Nueva España, Puebla y México), y mandó construir el Real Estudio Botánico. En octubre de 1789 abandonó su cargo por motivos de salud y regresó a España.

Al volver a España fue nombrado consejero de Estado y el Rey, en agradecimiento, le otorgó el título de Conde de Casa Flórez, pero él rechazó tal dignidad en vida, por lo que fue concedida a su primogénito don José A. Flórez y Pereira; mientras que su benjamín, don Luis, brigadier de la Real Armada, obtuvo la Encomienda de la Orden de Calatrava, que su padre ostentaba (vistió el habito en 1772), y solo aceptó la gran cruz de la Real y Distinguida Orden de Carlos III. También, fue Comendador de Lopera, caballero de la Orden de San Juan, y comandante de la Orden Mayor de Puente de Órbigo.

Habiendo quedado vacante por muerte del capitán general de la armada Antonio González de Arce, el 25 de febrero de 1798, la dirección general de la Real Armada y queriendo el rey que este empleo se uniera a la secretaria de Estado y del Despacho Universal de Marina, que venía desempeñando el teniente general de la armada Juan de Lángara, actual secretario del mismo despacho; y atendiendo el rey a la antigüedad y méritos del teniente general Manuel de Flórez, así como a los particulares servicios de De Lángara y sus méritos de guerra, otorgó a ambos el ascenso a capitanes generales de la Real Armada el 3 de marzo de 1798. Falleció en Madrid al poco tiempo, sin poder disfrutar de su nuevo cargo, en marzo de 1799.

Para saber más

Fue autor de varias obras, sobresaliendo: “Prevenciones para los correos que se dirigen al Río de la Plata y su regreso a España” y “Relación de los trabajos hechos por los comisarios de la tercera partida de límites entre España y Portugal en América”, que fueron publicadas en marzo de 1798.