Conquistador de las islas Filipinas,
fundó, entre otras, las ciudades de Cebú y Manila, tomando posesión efectiva
del archipiélago filipino para la Corona de Castilla, después de su descubrimiento
en el primer viaje alrededor del mundo, realizado por Fernando de Magallanes y
Juan Sebastián Elcano (1519–1522).
La personalidad de Legazpi marcó la conquista de Filipinas, poco sangrienta, pues optó por la
vía diplomática. A lo largo de siete años consiguió rendir el
archipiélago, convenciendo más que conquistando y sirviéndose de la hostilidad
que los filipinos sentían hacia los portugueses, más violentos en sus
formas.
Monumento a Legazpi en Zumárraga |
Los
padres de Miguel López de Legazpi Gurruchategui, nacido en Zumárraga (Guipúzcoa)
hacia 1502 (no se conoce la fecha exacta, que pudo ser entre 1500 y 1510), fueron
Juan Martínez de Legazpi, que estuvo a las órdenes del Gran Capitán en las
guerras de Italia y llegó a ser Señor de
la Casa Jauregui Haundia, y Elvira de Gurruchategui. Miguel era el segundo
hijo varón, de la familia más importante que había en Zumárraga en la época de
su nacimiento.
Su
padre también intervino como capitán de tropas guipuzcoanas durante el ataque
de las tropas francesas a tierras guipuzcoanas y navarras, para reponer a los
monarcas navarros de procedencia francesa que habían sido derrotados por lastropass
castellanas al mando del duque de Alba en el año 1512.
Su
casa natal aún se conserva en Zumárraga, y su nombre es Jáuregui Haundia, literalmente
"Palacio Grande", en lengua vasca, también conocida como Casa Torre
Legazpi. El segundo virrey de México (Nueva España), Luis de Velasco, en una de
sus cartas al rey, lo señala como "hijodalgo
notorio de la casa de Lezcano". En 1527 se hizo cargo de la escribanía
de Areria (Guipúzcoa), una de las tres que permanecían en Gipuzkoa en aquella
época, junto con las de Sayaz y Aiztondo, vacante por la muerte de su padre, que
llegó a tener notable influencia en ella, pues fue nombrado Alcalde Mayor de la
misma Alcaldía.
Casa natal de Legazpi |
Miguel,
al ser el segundón de la familia, no tenía muchas opciones, pues el mayorazgo
le correspondía a su hermano mayor Pedro, por lo que pronto decide abandonar la
escribanía y pasar a las Indias en busca de fortuna. Desde que pasó a las
Indias en 1545 se instaló en México
ejerciendo oficios burocráticos. En México fue secretario del cabildo,
alcalde ordinario y alto empleado de la Casa de la Moneda de la capital. Desde
1528 a 1564, en 36 años, había amasado una cuantiosa fortuna. Estuvo casado con
Isabel Garcés de quien tuvo nueve hijos, cuatro varones y cinco hembras. Su
casa era una de las principales de la capital.
Contaba
más de sesenta años de edad cuando aceptó el encargo de desplazarse a colonizar
las Islas Filipinas, acompañado de Fray Andrés
de Urdaneta, quien volvió a Méjico, estableciendo así las coordenadas
precisas para realizar el tornaviaje Filipinas –Nueva España a través del
océano Pacífico, conocido durante mucho tiempo como el “Mar español”. Así, aunque
no era marino, fue puesto al mando de una expedición española a Filipinas,
organizada en 1564-65 por la Audiencia de México, a pesar de saber que dicho
archipiélago caía en la zona de demarcación reservada a Portugal por el Tratado
de Tordesillas (7 de junio de 1494).
Cuando
Legazpi partió con su expedición, el 29 de noviembre del puerto de Jalisco, a
Filipinas era ya viudo y tenía muchos nietos, llevando consigo a uno de ellos.
Felipe de Salcedo, joven que cumpliría importantes cometidos. Debido a la
escasez de recursos para la marcha de la expedición, Legazpi aportó todos sus
bienes, vendiéndolos, excepto su mansión de la capital azteca. En aquella época
de los grandes descubrimientos esto era normal: las jornadas o expediciones
eran generalmente negocios bien montados, donde participaban la corona, los
particulares, los soldados y la iglesia.
Aquella
expedición, cuyo piloto y cosmógrafo era el agustino Andrés de Urdaneta, tío de
Legazpi, tenía como objetivos traer especias y rescatar a posibles
supervivientes del anterior viaje de Villalobos (1542-44), que era quien había
dado a las islas el nombre de Filipinas en honor del rey Felipe II. Legazpi
tomó posesión para España de la isla de Guam (en el archipiélago de las
Marianas) y algunas de las principales islas de Filipinas: Leyte, Samar, Bohol,
Camiguin, Mindanao, Negros y Cebú; en esta última fundó una ciudad que le
sirvió de base para la conquista.
Estatua de Legazpi en Cebú (Filipinas) |
Legazpi estableció relaciones amistosas
con algunos reyes locales, pero en
otros lugares encontró una fuerte resistencia, como reacción de los indígenas
contra los abusos sufridos en el pasado a manos de exploradores portugueses.
Urdaneta (que regresó a México en 1565 para llevar noticias, descubriendo la
ruta de navegación hacia el este por el norte del Pacífico), se opuso siempre a
la colonización del territorio, para respetar los derechos de los portugueses;
éstos reaccionaron con hostilidad a la intromisión española, enviando contra
Legazpi una flota que no consiguió arrebatarle Cebú (1568-69).
Itinerario seguido por Legazpi |
En
1569 Felipe II decidió conservar el dominio español sobre el archipiélago,
envió refuerzos para hacerlo efectivo y nombró
a Legazpi gobernador y capitán general. Éste, que permaneció en Filipinas
hasta su muerte, continuó la conquista con la adquisición de nuevas islas:
Panay (donde estableció su nueva base), Masbate, Mindoro y, por fin, Luzón. En
esta última, la mayor de las Filipinas, hubo de vencer una fuerte resistencia
de los indígenas tagalos, tras lo cual construyó allí la capital del archipiélago, Manila (24 de junio de 571).
Completado el control de Luzón –a la que Legazpi llamó Nuevo reino de Castilla–,
Legazpi organizó la colonización según
el modelo seguido por los españoles en América, a base de conceder encomiendas
a los colonizadores; dejó la evangelización en manos de los religiosos
agustinos; y estableció relaciones comerciales con el continente asiático a
través de la importante colonia de comerciantes chinos establecidos en Luzón
desde antes de su llegada. Miguel López de Legazpi, trasladó su residencia a la
nueva capital, Manila, donde murió el 20 de agosto de 1572. Filipinas permaneció bajo dominio español
hasta 1898.
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