Uno de los grandes defensores de
las libertades civiles en España, convirtiéndose en mártir de la represión
política contra el liberalismo. Durante los seis años de gobierno absolutista
de Fernando VII, se unió a la masonería. Posteriormente conspiró junto a otros
liberales para reinstaurar la Constitución de 1812.
Dio nombre al famoso himno de Riego, adoptado por los liberales durante la monarquía constitucional y, más tarde, como nacional de España por la Segunda República (1931-39).
Rafael
(José María Manuel Antonio) del Riego y Flórez Valdés nació en Tuña (concejo de
Tineo / Asturias), el 7 de abril de 1784, en el seno de una familia hidalga, de
nobles apellidos pero de escasos recursos, aunque en ella su padre, don Eugenio
Antonio del Riego Núñez, Administrador General de los Correos del Principado y literato
distinguido, había reunido una gran biblioteca. Su madre: Flórez Valdés
Escudo en su casa natal (en Tuña) |
Como descendiente de la línea varón de
la Casa de Cabo de Río, cosa esta de la que jamás dejaban de hacer alusión a
tan rancia estirpe añadida a lo de "... hijosdalgo notorios de casa y
solar conocidos, armas poner y pintar...", Rafael recibiría una esmerada
educación y seria destinado a formar parte de la Milicia.
Tras
graduarse por «Leyes y Cánones» en la Universidad de Oviedo en 1807, se
trasladó a Madrid, donde se alistó en la Guardia de Corps. Con la invasión
francesa de España, en abril de 1808, el general Murat, por haber desobedecido
sus órdenes, le confinó en Aranjuez, de donde logró escapar sin dificultas. Se
fugó hacia Asturias, donde su padre había sido nombrado miembro de la Junta
Suprema de Asturias.
Iniciada
la Guerra de la Independencia, el 8
de agosto de 1808 ascendió a capitán en la división del general Acevedo y al
poco tiempo fue nombrado su ayudante. El 10 de noviembre de 1808 tomó parte en
la batalla de Espinosa de los Monteros
(Burgos), en la que las tropas españolas sufrieron una importante derrota
y, tratando de proteger y salvar la vida del general, fue hecho prisionero el
13 de noviembre de 1808 y después deportado a Francia, donde conoció las
teorías liberales más radicales. Cuando fue liberado, entró en contacto con la
masonería en Francia. Viajó también por Inglaterra y Alemania, y en 1814 regresó
a España, reincorporándose al ejército con el grado de teniente coronel. Juró
la Constitución de 1812 ante el general Lacy antes de que fuera derogada por
Fernando VII.
En
1819 se reunió en Andalucía un ejército destinado a sofocar la sublevación de
las colonias en América, y restablecer allí el dominio colonial español, que
las rebeliones de los criollos habían eliminado. Riego estaba al mando del 2º
batallón asturiano. Varios oficiales habían decidido aprovechar aquella ocasión
para volver a instaurar la Constitución de 1812 que había sido abolida nada más
volver Fernando VII. Riego, uno de los comprometidos con el movimiento, se alzó
en Las Cabezas de San Juan (Sevilla) el
1 de enero de 1820 y allí arengó a los suyos con una proclama, al parecer
redactada por Alcalá Galiano. El descontento de las tropas por las condiciones
en que iban a ser enviadas a América (en una flota poco fiable) facilitó el
éxito del pronunciamiento. Por esto, fue llamado El Héroe de las Cabezas.
Si
bien el pronunciamiento no fue sofocado, tampoco encontró el apoyo que
esperaba, de forma que el 11 de marzo lo que quedaba de la columna de Riego decidió
dispersarse, buscando refugio en las montañas de Extremadura. Al poco, se
produjeron levantamientos en Galicia: la Constitución se proclamó en La Coruña
y después en Ferrol y Vigo. Los levantamientos se fueron extendiendo por el
resto de España y el 7 de marzo de 1820, el Palacio Real de Madrid fue rodeado
por una gran multitud, por lo que el rey se decidió a firmar un decreto, en el
que declaraba que, de acuerdo con «la voluntad general del pueblo», juraría la
Constitución.
Se
abrió así un periodo de monarquía constitucional (el Trienio Constitucional de 1820-23), difícil por la deslealtad del
rey al régimen que le impusieron los liberales. El nuevo gobierno liberal
nombró a Riego mariscal de campo y poco después capitán general de Galicia, puesto
que no llegó a ocupar, pues fue destituido con motivo de su visita a Madrid,
acusado falsamente de republicanismo. Sin embargo, en noviembre de 1820, por los
vaivenes políticos fue nombrado capitán general de Aragón, y se trasladó a
Zaragoza, ciudad en la que, el 18 de julio de 1821, se casó, por poderes con su
sobrina, María Teresa del Riego y Bustillos. 16 años más joven.
El
4 de septiembre de 1821 fue destituido de la capitanía general y destinado a
Lérida. En marzo de 1822, fue elegido
diputado por Asturias, siendo designado presidente de las Cortes Generales,
bajo un gobierno dominado por los liberales exaltados, que condujeron a los
moderados, dirigidos por Francisco Martínez de la Rosa, a la oposición. Ese
mismo año empezaron las primeras revueltas contra el nuevo gobierno, siendo la
primera fue en Madrid, donde un batallón de la milicia nacional cargó contra
unos seguidores de Riego que le aclamaban. Fue llamada la «Batalla de las
Platerías»; la segunda tuvo lugar en Navarra y Cataluña, que vieron surgir la
aparición de violentas partidas realistas.
Monumetos en Tineo (Asturias) |
Riego
marchó a Cádiz, donde se sumó a la mayoría liberal de las Cortes Generales para
organizar la resistencia y votar la incapacidad del monarca, intentó
reorganizar la resistencia en Andalucía, en calidad de General en jefe del III
Cuerpo de Ejército, e hizo frente a los franceses. El 14 de septiembre, durante
la llamada «batalla de Jódar» (Jaén) fue derrotado y malherido. Al día
siguiente fue traicionado, abandonado por sus tropas y hecho prisionero en La
Carolina (Jaén); trasladado a Madrid se le formó un simulacro de consejo de
guerra. Pidió perdón y clemencia al rey, en una carta publicada por la Gaceta
de Madrid, pero todo fue en vano y fue declarado culpable de alta traición, por
haber sido uno de los diputados que había votado por la incapacitación del rey.
El 7 de noviembre de 1823 Riego, fue llevado en un serón arrastrado por una mula hacia el patíbulo situado en la Plaza de la Cebada y
ejecutado por ahorcamiento, y posteriormente decapitado y descuartizado, algo innoble para tal personaje.
*Fernando VII juró someterse a la Constitución de 1812, abriendo un periodo liberal de tres años, en falso, pues conspiró con los gobiernos más reaccionarios de Europa, agrupados en la Santa Alianza, para acabar con la “monarquía moderada” y restaurar el absolutismo. El 7 de abril de 1823, un ejército francés (los Cien Mil Hijos de San Luís) al mando del Duque de Angulema, y con el apoyo de la Santa Alianza, invadió España y restituyó los poderes conculcados a Fernando VI. El general del Riego, al igual que otros, moriría ahorcado en noviembre de ese año, y con él la Constitución de 1812.
La detención del
general Del Riego se llevó a cabo después de la derrota de Jódar y el general,
con unos veinte de sus hombres, anduvo algún tiempo errante por las montañas
hasta llegar a la Villa de la Torre de Pedro Gil. Allí, un vecino de Vilches, llamado López Lara, lo condujo
al cortijo que hoy lleva su nombre y que antiguamente se llamó
Vaquerizones. Mientras descansaba fue delatado y detenido por los
guardias realistas y autoridades de Arquillos. Desde este lugar fue conducido a
La Carolina y posteriormente le trasladaron a Madrid, donde se le juzgó el día
5, y el 7 del mismo mes de noviembre de 1823 fue ahorcado en la Plaza de la
Cebada de Madrid.
Ejecución de Riego en la Plaza de la Cebada (Madrid) |
*Fernando VII juró someterse a la Constitución de 1812, abriendo un periodo liberal de tres años, en falso, pues conspiró con los gobiernos más reaccionarios de Europa, agrupados en la Santa Alianza, para acabar con la “monarquía moderada” y restaurar el absolutismo. El 7 de abril de 1823, un ejército francés (los Cien Mil Hijos de San Luís) al mando del Duque de Angulema, y con el apoyo de la Santa Alianza, invadió España y restituyó los poderes conculcados a Fernando VI. El general del Riego, al igual que otros, moriría ahorcado en noviembre de ese año, y con él la Constitución de 1812.
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