martes, 11 de abril de 2017

Luís de Barrio, un capitán de Villafáfila al que mataron los indios en México


Los Barrio eran una familia de hidalgos de Villafáfila (Zamora), descendientes de Martín de Barrio, criado del Conde de Benavente, originario de Sanabria, que se casó y asentó en la villa terracampina a mediados del siglo XV, y murió en 1473 y estaba enterrado en una sepultura de bulto en alabastro en la iglesia de San Martín. Sus descendendientes sirvieron a los Pimentel en su casa y en sus campañas militares.
 
 
El capitán Luis de Barrio, era nieto de Martín, hijo de Luis de Barrio y de Leonor de Hormaza, de Zamora. Por parte materna tuvo relaciones con diversos protagonistas de acciones en los primeros años de la colonización americana. Era hija  de Alvaro González Borregán y de María Costilla, vecinos de Zamora y parienta del licenciado Rodrigo de Figueroa, que había sido Alcalde Mayor en Villafáfila y fue nombrado gobernador de la Isla Española en 1518. En 1510 había pasado a las Indias Diego Costillas, hijo de Juan de Ormaza y de Beatriz de Mella, primo de Luís. Por parte de sus hermanos, Martín, casado con María de Ordás, e Inés, casada con Alvaro de Ordás, ambos de Castroverde (Zamora), emparentados con el comendador Diego de Ordás, uno de los primeros conquistadores de México tuvo que tener mucha relación e informaciones de sus aventuras en el Nuevo Mundo.

Todo ello le impulsa a emprender la aventura americana para alcanzar fama y fortuna.  No tenemos referencia de su fecha de embarque para Las Indias, pues no figura en el catálogo de pasajeros a Indias, pero su partida debió de suceder en el año 1525. Antes del 3 de septiembre de 1525, Cortés envía a la provincia de los Zapotecas “tres capitanías de gente que entren en ella por tres partes” (Hernán Cortés. Cartas de la Conquista de México. Carta Quinta), y antes de 1527 ya había muerto (Bernal Díaz del Castillo).

Hay diversas referencias de su origen, de su trayectoria y de su destino por una información que se llevó a cabo en Castroverde de Campos a instancias de un sobrino suyo, Alvaro de Ordás, en 1533, con el objeto de presentarla a en la Corte para obtener algún beneficio eclesiástico en las Indias. Este Alvaro de Ordás era hijo de un Diego de Ordás, un hidalgo vecino de Castroverde, emparentado con el conquistador del mismo nombre, y de Inés de Barrio, natural de Villafáfila, hija de Luis de Barrio, el viejo, por tanto hermana del capitán.

Lagunas de Villafáfila (Zamora)
Debió de nacer en la década de los 90 del siglo XV y sirvió al rey en la guerra de las comunidades “fue capitán en estos reinos en tiempo de las comunidades”, Juan Zapata de 60 años, “sabe e vio que el dicho Luis de Barrio en tiempo de las comunidades hera llamado capitán de çiertos soldados e asy lo vio este testigo venyendo a esta villa [Castroverde]”. Después del conflicto civil de Castilla fue enviado a Flandes como capitán bajo la coronelía de Pizarro, posteriormente sirvió en Perpiñán como maestro de campo, y en el sitio de Fuenterrabía con el oficio de Barrachel Mayor de Campo, hasta que esta ciudad se tomó por las tropas españolas en 1525. También había servido en Italia como recuerda Bernardo de Alija: “conoçió al dicho Luys de Barrio syendo capitán de gente de la Guardas en Ytalia”.

Con esta carrera militar negoció una provisión en la corte para pasar a las Indias “con provisión e liçençia de Su Magestad, que negoçió, se pasó a le servir en las Indias e la Nueva España, donde fue proveido de capitán por Hernando Cortés, gobernador de la dicha tierra” y en ella el rey “le mandava que le diese cargo conforme a la provisión de Su Magestad, e conforme a su persona y a lo mucho que le avia servido en estas partes”, así lo refiere Miguel Rodríguez de 57 años: “vio carta del dicho Luys de Barrio por la que desya como Su Magestad le proveya de poderes para pasar donde estava Hernando Cortés en la Yndias y este tº vyo que en la mesma carta desía que Su Magestad mandava a Hernando Cortés le diese cargo donde su persona toviese que ver, porque acá le avía servido e porque acá no avía a la presente en que le dar cargo”.

En 1526 figura un Luis de Barrio como regidor de la ciudad de México, por lo que es de suponer que la mencionada carta surtiera su efecto. En 30 de noviembre de 1525 figura una obligación “de Luís de Barrio, estante en Tenustitán” de reconocimiento de una deuda contraída, posiblemente para instalarse en la ciudad.

Su estancia en la Nueva España fue breve, pues pronto halló la muerte “el dicho Hernando Cortés le inbió por capitán a la conquista de los Çapotecas e Mijes, que heran montañas e gentes ásperas, donde le mataron saliéndole a resistir unos indios, y por no ser de los suyos tan prontamente socorrido”  “el dicho capitán Luis de Barrio no le dieron otros indios ni repartimiento alguno en la dicha Nueva España, ni otra merced ni remuneraçión alguna por sus serviçios que hizo, ni salario ni acostamiento alguno en las dichas partes por lo que servió en estos reinos y en las dichas islas por anteçiparle la muerte”.

Su presencia en Méjico se rastrea por otros testimonios, uno tan autorizado como el del cronista medinense, Bernal Díaz del Castillo, “[el tesorero Alonso de Estrada, a la sazón gobernador de Nueva España, mientras Cortés estaba en entredicho] envió a conquistar y pacificar los pueblos de los zapotecas e miges, y que fuesen por dos partes para que mejor los pudiesen atraer de paz, que fue por la parte de la banda del norte envió a un Fulano de Barrios, que decían que había sido capitán en Italia y que era muy esforzado, que nuevamente había venido de Castilla a Méjico, no digo por Barrios el de Sevilla, el cuñado que fue de Cortés, y le dio cient soldados, y entre ellos muchos escopeteros y ballesteros; y llegado este capitán con sus soldados a los pueblos de los zapotecas, que se decían los tiltepeques, una noche salen los indios naturales de aquellos pueblos y dan sobre el capitán y sus soldados, y tan de repente dieron en ellos, que matan al capitan Barrios y a otros siete soldados, y a todos los más hirieron, y si de presto no tomaran calzas de Villadiego y se vinieran acoger a unos pueblos de paz, todos murieran allí. Verán cuanto va de los conquistadores viejos a los nuevamente venidos de Castilla, que no saben que cosa es guerra de indios ni sus astucias. En esto paró aquella conquista”.

La muerte del capitán Luis de Barrio debió de acontecer a finales de 1526 y como murió pobre, su sepultura, entierro y misas fueron pagados por el administrador de Diego de Ordás en México, aunque se quedó con sus vestidos como únicos bienes que dejó en aquella tierra a la que fue en busca de honra y riqueza.


El Tesoro de Villafáfila 

El conocido comúnmente como el "Tesoro de Villafáfila", esta formado por tres cruces de planta griega, de origen visigodo. La importancia de este conjunto de orfebrería visigoda estriba en la escasez de este tipo de restos en toda la Península Ibérica, siendo escasos los ejemplos de orfebrería visigoda que nos encontramos, en relación con los diferentes santuarios visigodos. Así por ejemplo contamos con los famosos tesoros de Guarrazar (Toledo) y Torredonjimeno (Jaén).
 
Estas tres cruces, similares a las de Guarrazar, recortadas en láminas, y con diferentes engastes para ser colgadas. Se encuentran depositadas en el Museo Provincial de Zamora. 

Este tipo de manifestaciones nos hablan de la importancia y riqueza de la provincia de Zamora durante el periodo tardoantiguo y visigodo, junto con otros importantes elementos como la iglesia de San Pedro de la Nave, o diferentes núcleos de población como El Cristo de San Esteban (Muelas del Pan), El Castillón (Santa Eulalia de Tábara) y el yacimiento de El Judío en Zamora.

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