viernes, 12 de mayo de 2017

Álvaro Navia Osorio y Vigil. Fundador del Regimiento de Asturias


Vizconde de Puerto y Marqués de Santa Cruz de Marcenado, autor de las «Reflexiones militares», fue el tratadista militar más importante de su época.

 
Álvaro nació en Puerto de Vega, (parroquia perteneciente al concejo asturiano Navia / Asturias), el 19 de diciembre de 1684. Hijo primogénito de Juan Antonio Navia Osorio de Qiñones (Caballero de Santiago) y de Jacinta Antonia Vigil de la Rúa. Habitó la Casa de la Rúa, frente a la Catedral, en Oviedo. Estudió Gramática, Retórica y Filosofía en el colegio de Santo Domingo y, en 1702, inicia estudios de Filosofía y Lógica en la Universidad de Oviedo, llegando a aprender ocho idiomas. Casó en Avilés, en 1701, con Francisca de Navia Arango, oriunda de Castropol.





En julio de 1703, con apenas 19 años, fue nombrado primer Maestre de Campo del tercio que habían organizado para luchar en la Guerra de Sucesión a favor de Felipe V, era el “tercer tercio de Asturias” y que, bajo su bastón, se convertiría en regimiento. Con éste participa en la decisiva toma de la ciudad de Barcelona en 1714, último baluarte del pretendiente austriaco, tras haber tomado Tortosa, en 1708, a las órdenes del duque de Orleáns, y participado en diversas operaciones en Cerdeña y Córcega.

En 1715 presentó ante el rey las quejas de la Junta General del Principado* por el mal gobierno del regente de la Audiencia Antonio José Cepeda (Memorial dirigido al rey), resolviéndose favorablemente para el bando defendido por Navia.

*El Principado representó en varias ocasiones contra los abusos y arbitrariedades que suponía en la administración dura y violenta de este Magistrado. Entre las exposiciones que sobre el particular se dirigieron a S. M. es muy notable la que a nombre de la Diputación suscribieron el año de 1718 el Brigadier Vizconde del Puerto, y D. José Valdés. Con aquel atrevimiento que solo puede ser hijo de la convicción, y con el tono resuelto y decisivo del que no teme ser desmentido y se apoya en la verdad y la justicia, acusaban al Sr. Cepeda, de haber infringido las leyes; de promover la discordia entre los naturales del país; de perseguir y calumniar su nobleza, de atacar la propiedad particular, de abrogarse la jurisdicción ordinaria, de proceder arbitrariamente en sus fallos, de abrir de nuevo juicios ya fenecidos, de no cobrar como debiera los derechos Reales en el Puerto de Vega, y en fin de otros atentados que habían ocasionado al país considerables males. Al exponerlos a S. M. los apoderados del Principado no sólo pretendían una justa reparación, sino que le suplicaban se sirviese nombrar otro Regente para la Audiencia de Asturias en vez de D. Antonio Cepeda, y dotarla con los fondos de la Real Hacienda. Fuente:

En 1718, a los 34 años de edad, ya convertido en marqués de Santa Cruz de Marcenado, título heredado de su madre, ocupó los cargos de inspector de la guarnición de Cerdeña y gobernador de Sicilia, hasta 1720, en que se abre para él un largo período de ejercicio de la diplomacia, al ser nombrado embajador de España en Turín, donde se encontraba la Corte de Víctor Amadeo de Saboya, siendo su casa centro de reunión para escritores y artistas. Es allí cuando al fin tiene tiempo libre para ordenar sus notas y redactar sus mejores obras:

Su obra cumbre, es: “Reflexiones Militares” (1724-1727). Otras obras suyas son: “Rapsodia económico político monárquica” y “Comercio suelto, y en compañías general, y particular, en Mexico, Peru, Philipinas, y Moscovia” (publicadas en 1732). Además, pensó en escribir un “Diccionario Universal”, a modo y manera de la Enciclopedia de Diderot y D'Alambert, unos cuantos años antes que éstos.

Las «Reflexiones militares» estuvieron presentes en las mejores bibliotecas de le época. Libro de referencia para militares italianos, ingleses, norteamericanos, alemanes y franceses, incluyendo al mismísimo Napoleón, Federico de Prusia y José de San Martín.

En 1731, se le tiene en cuenta para ser designado Secretario de Guerra del Consejo Real, pero las corruptelas típicas de Palacio impiden este nombramiento y es designado Gobernador de Ceuta y ascendido a Teniente General. En tal cargo tuvo que efectuar personalmente acciones militares para recuperar la ciudad de Orán, invadida por los musulmanes desde 1708.

Mandada por Blas de Lezo, una gran flota partió de Alicante rumbo a Orán. Como fuerza embarcada, unos 27.000 hombres de infantería y caballería dispuestos para el combate. Orán fue reconquistado, pero en las operaciones subsiguientes, el Marqués de Santa Cruz de Marcenado, al intentar socorrer a un destacamento acosado por el enemigo, fue hecho prisionero y decapitado el 21 de noviembre de 1732. El lugar se conoce desde entonces como "El barranco de la Sangre"

El regimiento tiene su origen en el primer Tercio de Asturias. Su creación fue acordada por la Junta General del Principado el 3 de febrero de 1663, como consecuencia de una real cédula por la que Felipe IV pidió al Principado la aportación de «Quinientos infantes para la guerra contra el rebelde de Portugal».

Las arcas reales vistieron y armaron el regimiento, pero correspondió al Principado aportar la cantidad de cinco mil escudos, suma que recaudaron con el arbitrio de dos reales en cada fanega de sal. Su primer maestre de campo, Sancho de Miranda y Ponce de León, partió con 53 oficiales y 470 cabos y soldados hacia Galicia, donde quedó de guarnición agregado a la Armada, en cumplimiento de otra real cédula en la que se especifica: «He mandado que este tercio se aplique a la Armada que está aprestada para resguardo de las cosas de aquel reino», misión que desempeñó hasta el 1669 con heroísmo y buena práctica militar. 

El segundo Tercio de Asturias fue creado en 1690, siendo su primer maestre Francisco Menéndez de Avilés y Porres. Su primera acción militar es en Cataluña, adonde fue enviado para hacer frente al ejército francés que ocupaba esa región, en la que permaneció hasta derrotar a los franceses. 

El tercer Tercio de Asturias fue constituido en el Principado en 1703 para luchar en la Guerra de Sucesión a favor de Felipe V. Fue su primer maestre de campo Álvaro de Navia Osorio y Vigil, que recibió este mando a pesar de tener sólo 19 años. Este regimiento se creó, como los anteriores, con vocación profesional pero esta vez como unidad permanente. Como los dos tercios anteriores, fue enviado desde el primer momento fuera de Asturias y se cubrió de gloria en la toma de Ciudad Rodrigo, donde por su actuación fue recibido con honores militares por el enemigo.

A lo largo de su historia el número de sus batallones fueron variando desde uno en su comienzo hasta tres en el siglo XIX. El Regimiento «Asturias» es una de las pocas unidades del Ejército español que desde su creación hasta la actualidad mantuvo a lo largo de la historia el mismo nombre con el que fue fundado: «Asturias».

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