viernes, 18 de mayo de 2018

Nuño Beltrán de Guzmán. Presidente de la audiencia mexicana, conquistador de Nueva Galicia y fundador de Guadalajara


Gobernador de Pánuco y primer presidente de la Audiencia de Nueva España, dio un trato inhumano a los indígenas, lo que le atrajo la enemistad del obispo Zumárraga y de Cortés. Fue sujeto de las peores atrocidades cometidas por los españoles durante los primeros años de la conquista.

Sometió a juicios de residencia a Hernán Cortes y a Alvarado, y emprendió la conquista de Nueva Galicia, de la que fue nombrado gobernador. Fundó las ciudades de Culiacán, Espíritu Santo (actual Compostela) y Guadalajara.


Nuño Beltrán de Guzmán
Nació en Guadalajara, hacia 1485, en una ilustre familia hidalga (linaje de los Guzmanes). Era hijo de Hernán Beltrán de Guzmán "el viejo" quien fue nombrado por los Reyes Católicos como Alguacil de la Santa Inquisición, y probablemente fuera descendiente de Pedro de Guzmán, quien fue nombrado por Enrique IV de Castilla como primer corregidor de la ciudad de Guadalajara. Hernán se casó con su prima Magdalena de Guzmán con quien tuvo siete hijos: Juan Beltrán de Guzmán (electo arzobispo de México), Gómez Suárez de Figueroa (quien tomó el nombre de un bisabuelo y fue embajador en Génova), Nuño Beltrán de Guzmán, Luis Suárez de Guzmán, Hernán Beltrán de Figueroa, Isabel de Guzmán y Violante de Figueroa

Previo a su llegada a Nueva España, Nuño Beltrán de Guzmán estudió leyes, y participó en una serie de campañas militares del emperador Carlos V. En 1523 estuvo al servicio de Francisco de los Cobos; en ese mismo año se le encargó la misión de tomar la Villa de Pareja, la cual estaba a cargo del obispo Diego Ramírez de Villaescua, que fue destituido y Nuño recibió las llaves y armas de la villa.


Entre marzo de 1524 y diciembre de 1525 estuvo en las ciudades de Valladolid, Madrid y Toledo, en esta última donde decide su traslado a las Indias, como multitud de hidalgos de la época, para probar fortuna en los nuevos territorios americanos, tras haber sido nombrado, en 1525, gobernador de Pánuco (actual estado de Veracruz), el territorio que Hernán Cortés había arrebatado a su descubridor Francisco de Garay. Guzmán fue a su gobierno y según acusación del prelado Fray Juan de Zumárraga esclavizó allí a miles de indígenas, que vendió luego.

El emperador Carlos V le nombró presidente de la primera Audiencia creada en Nueva España. Beltrán de Guzmán fue a México desde Pánuco y se posesionó del cargo, que ocupó desde 1528 hasta 1530. Su actuación como presidente fue muy perjudicial para la colonización, pues cometió toda clase de atropellos contra los indios, explotándoles y buscando oro a toda costa. Hizo un nuevo repartimiento de indios e inició un proceso contra Hernán Cortés, que en esos momentos se encontraba en España, y a quien odiaba profundamente.

Se enfrentó también con la Iglesia, especialmente con Zumárraga, que era protector de los indios. El obispo terminó por denunciarle y excomulgarle. El Consejo de Indias renovó a los oidores y nombró a Hernán Cortés capitán general de la Nueva España, por lo que regresó a México. Nuño comprendió que su futuro estaba en entredicho, abandona su cargo de Presidente de la Audiencia, y decide emprender una nueva conquista en el noroeste de México.

Nuño partió a su conquista con unos 300 españoles (muchos de ellos a caballo), unos 6.000 indios, algunos esclavos negros y una abundante artillería (12 cañones). Llevaba como lugarteniente a Cristóbal de Oñate y a Antonio de Villarroel como maestre de campo. Se hizo acompañar además de algunos indios ilustres, como Sinsicha, rey de Michoacán, a quien hizo torturar para que le revelara donde escondía su tesoro y mataría más tarde, quemándole vivo. Salió de México en diciembre de 1529 y se dirigió a Michoacán, donde capturó miles de indios de carga.

En enero de 1530 fundó Santa María de la Purificación, a orillas del río Lerma. A partir de ahí se adentró en el territorio chichimeca que comprendía una gran confederación con los territorios de Colima, Jalisco, Tepic, Tonalá, Chiametla y Culiacán. No halló metales preciosos y los indios, muchos de ellos sometidos a torturas, le orientaron hacia otros más ricos en las orillas del Pacífico.

Expedición de Nuño de Guzmán , 1530 (Lienzo de Tlascala)
Llegó a Guanajuato, donde encontró una región muy fértil y poblada, pero Nuño, en su campaña de devastación cometió infamias inenarrables y verdaderas atrocidades incendiando o destruyendo los pueblos por los que pasaba, como táctica militar. Llegó hasta Aztatlan, donde las inundaciones y la peste habían causado estragos en los indios. Pasó por Chuametla y llegó a Culiacán, en Sinaloa, donde se detuvo, mientras uno de sus capitales alcanzaba por el norte hasta el río Sinaloa o Petatlán. Siguieron las matanzas y la esclavitud de los indios, acciones en las que secundó a Guzmán su maestre de campo Gonzalo López. Allí dio por terminada la conquista y volvió al sur. El balance de sus fundaciones en 1531 fue grande: Villa de San Miguel en Sinaloa (pronto destruida y trasladada a Culiacán); Espíritu Santo en Tepic (luego Compostela); y otra villa del Espíritu Santo en Chiametla (desaparecida). Su fundación más importante fue, sin embargo, la primera Guadalajara* en 1532, que estableció en Jalisco, en el emplazamiento de Nochistlan.

Así Nuño de Guzmán asoló toda la Nueva España aún no colonizada por Cortés; fundó villas efímeras y destruyó cuantas poblaciones indígenas encontró a su paso, vengando ferozmente su falta de éxito como descubridor de tesoros y riquezas. Una cédula de 1531 reconoció el país que había conquistado con el nombre de la Nueva Galicia, con capital en Compostela, y con Nuño como su gobernador, que procedió entonces a erigir solemnemente la gobernación y la capital.

En 1536 fue llamado a México para hacer frente a su juicio de residencia, ya que las acusaciones de Zumárraga habían sido tenidas en consideración y Hernán Cortés había vuelto de España. Se le embargaron sus bienes y fue enviado a España en 1538, donde se le siguió un largo proceso. Apoyado por sus influyentes amigos y parientes evitó caer en desgracia, aunque fue confinado durante algún tiempo en el castillo de Torrejón de Velasco (Madrid). Debió morir allí hacia 1549, cuando aún seguía detenido en dicho pueblo, o quizá en Madrid al año siguiente.

Imagen de Nuño Beltrán de Guzmán, en el Códice Telleriano.


1 comentario:

  1. Información muy puntual respecto a Nuño Beltrán de Guzmán. Muchas gracias.

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