Uno de los grandes exponentes del Comercio de Indias en el XVIII. Hizo fortuna y sus buenas relaciones con la Corona le reportaron un título nobiliario (Marquesado de Atalaya Bermeja, por RD de 24 de julio de 1776) y el permiso para fundar la ciudad de Algar.
Su gran obra fue la fundación de la villa de Algar, en terrenos adquiridos a la ciudad de Jerez de la Frontera. En 1766 solicitó a Carlos III licencia para establecer allí 90 colonos. y en 1773 consiguió privilegio de nueva población y el señorío jurisdiccional sobre la villa de Santa María de Guadalupe de Algar y Mesa de Sotogordo.
Escudo de Algar (Cádiz) |
Domingo López de Carvajal Novoa y Freire. Natural de Santa María de Duancos, en Castro de Rei (Lugo). Fue bautizado el 9 de marzo de 1697, siendo hijo legítimo de Antonio López Carvajal y Mariana Novoa Freire.
Primogénito de varios hermanos, emigró a la muerte de su padre, en 1717, a Nueva España, donde haría una gran fortuna con las minas de plata, y en la década de los 30 del siglo XVIII vuelve y se establece en la bahía de Cádiz -su hermano Juan seguiría sus pasos y también triunfaría como comerciante-, y vivió en Cádiz y en el Puerto de Santa María, donde es recibido como hijodalgo por el Cabildo, y se casa a los 42 años, en 1739, con Margarita Carrión-Dávila y Benavides, hija de José Antonio Carrión, caballero de Santiago, y de la palermitana Teresa de Benavides, con la que tuvo cinco hijos.
Domingo orientó sus pasos hacia el comercio con América y logró hacer fortuna como Cargador a Indias -era comerciante al por mayor, a él se le atribuyó la tercera cifra en beneficios del sector, con unos 100.000 reales de vellón anuales en rentas-. Importaba y exportaba de Nueva España (México). Compró inmuebles y tierras. Tenía 13 casas en Cádiz y cinco en el Puerto de Santa María, y muchas fincas rústicas, entre las que destaca la compra al Concejo de Jerez, en venta pública con licencia real, de la Dehesa de Algar y Mesa de Soto Gordo. Abonó 155.200 ducados por unas 5.220 aranzadas -medida de superficie agraria-, en 1757. En 1773, por Real Provisión de 13 de octubre, funda Santa María de Guadalupe de Algar, tras obtener el permiso de Carlos III, a imitación de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena. Según cuenta la leyenda, cumplía así una promesa hecha a la Virgen de Guadalupe de México -representada en el escudo de Algar- por salvar el navío en el que llevaba una valiosa carga de una violenta tormenta.
Carlos III, en agradecimiento a sus contribuciones a la Corona -aportaría al menos 500.000 pesos para la guerra contra Inglaterra- también le concedía en 1776 el marquesado de Atalaya Bermeja, con el vizcondado de Carrión y el señorío de Algar asociados. Su hijo Buenaventura heredó el título, que legó a su hijo José María. Tras un tiempo sin uso, la línea de sucesión se rompió, al vendérselo el Estado, en época de Alfonso XIII, a María de los Ángeles Santamarina, si bien el título volvería a la línea original con el violonchelista Juan Ruíz-Casaux.
Domingo fue un gran benefactor de su pueblo natal, donde fundó una escuela y una capilla. Falleció en 1789, ya nonagenario, en El Puerto de Santa María. En la foto siguiente: Casa do Colexio dotada por el Marqués de Atalaya Bermeja
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