jueves, 17 de febrero de 2022

Bartolomé Piñera y Siles. Médico ubetense del siglo XVIII

 

Miembro de la Real Academia de Medicina de Madrid. Médico de Cámara de la Real Casa en 1801-1818."Ministro Vocal de la Real Junta Superior Gubernativa de Medicina. Proto-Médico de los Reales Hospitales de la Villa y Corte de Madrid". Escritor.

Bartolomé Piñera y Siles nació en Úbeda (Jaén) hacia 1763. Sus padres fueron Justo y Pastor de la Piñera, natural del valle de Peón, en el principado de Asturias, concejo de Villaviciosa, perteneciente a una familia hidalga, cuyo escudo de armas estaba representado por cuatro piñas, y Luisa de Siles, natural de la villa de Sabiote, villa de señorío, cercana a Úbeda, en el Reino de Jaén. Casó en Madrid con doña Nicolasa Soldevilla y Baringo.


Los orígenes nobiliarios de Bartolomé Piñera facilitaron su ingreso en la Compañía de Jesús. Esta Orden, establecida en Úbeda desde finales del siglo xvi, tenía en la ciudad un importante Colegio de Latinidad, ubicado en la actual calle Compañía. Al amparo de las influencias de los jesuitas, comenzó su formación académica. Tras la expulsión de los jesuitas por Carlos III (1767), orientó su vida profesional hacia la medicina, cursando esta carrera en Valencia y graduándose en las Universidades de Gandía y de Granada. A los diecinueve años ya ejercía como médico.

Bartolomé Piñera se instaló pronto en Madrid, donde obtuvo por oposición la plaza de médico de número del Hospital General, cargo que conservó durante cuarenta y cuatro años. Su vinculación con la Corte le permitió obtener numerosos cargos y reconocimientos públicos: fue médico de cámara del Rey y protomédico de los Reales Hospitales General y de la Pasión y de los Reales Ejércitos. También presidió la Junta Superior Gubernativa de Medicina y ocupó el cargo de director del Establecimiento de Medicina Clínica. Otras responsabilidades y cargos que asumió fueron ser socio de la Academia Médica Matritense, fiscal de pericia del Tribunal del Protomedicato y diputado y censor del Colegio de Medicina de Madrid. Cabe señalar, además, que fue profesor del Instituto Anatómico y miembro de la Real Academia Médica Matritense.


Piñera y Siles escribió y tradujo varias obras de su especialidad. Una de sus aportaciones más originales, a la vez que genial, a la medicina de su tiempo es la referida a las teorías que desarrolló sobre las propiedades curativas de la música, el llamado “tarantismo”, tema al que dedicó algunos escritos. Recomienda el ritmo de la “tarantela” como un remedio terapéutico bastante eficaz en algunos procesos y fundamentados en observaciones de su propia experiencia. Otra de sus obras, publicada en 1793, fue: Narración histórica de las observaciones ó ensayos prácticos que se han hecho en los Hospitales de San Juan de Dios, General y Pasion de esta corte, para examinar y comprobar la virtud anti-venérea de los dos simples americanos agave ó pita, y begónia / [Bartolomé Piñera y Siles], rebatiendo al alicantino Balmis, que a partir de su estancia en la capital novohispana, mostró un profundo interés por el estudio de la botánica, muy especialmente, por el uso de plantas medicinales para la curación de algunas enfermedades.


Murió en Madrid el día 21 de octubre de 1828, después de haber desarrollado una trayectoria profesional muy prestigiosa.

Fuente: https://dbe.rah.es/biografias/38022/bartolome-pinera-y-siles

Polvos de los Cartujos o Kermes mineral

Se trata de viejo remedio secreto formado por una mezcla de sulfuro de antimonio y de sales sódicas de antimonio.

Recibe el nombre de Polvo de los Cartujos porque la comercialización de este medicamento la realizaban sobre todo los cartujos. Citado por Guillermo Cullen, en la versión española de su obra, el médico Bartolomé Piñera describe este producto en los términos siguientes: “El óxido sulfurado rojo antimonial, o Kermes mineral, llamado así para distinguirlo del Kermes vegetal, es un hígado de azufre de antimonio, o una disolución del antimonio por álcali fijo.

Este es un remedio casi nuevo, se le debe al padre Don Simón, boticario de los Cartujos; este boticario supo esta preparación por un cirujano llamado Laligerie, el que la adquirió de un boticario alemán, que fue discípulo de Glaubero. El Duque de Orleans, siendo Regente de Francia en el año 1720, compró este secreto de Laligerie, y lo publicó en el mismo año.

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