El marquesado de Casa López es un título nobiliario pontificio creado por el papa León XIII el 8 de mayo de 1896 a favor de Andrea de Andrés y Sánchez, casada con Matías López López, senador del Reino. Matías, como empresario, llega a producir un producto de calidad −chocolate− al que da su mismo nombre, y emplea unas técnicas de marketing revolucionarias para la época.
Sus chocolates, considerados unos de los mejores del mundo, llegaron a recibir más de 40 premios y medallas a nivel nacional e internacional. Matías reflejaba todos estos premios en los anuncios y envoltorios de sus productos como recurso publicitario.
"Los gordos y los flacos" Cromolitografía de F.J. Ortego Vereda, ca. 1871 |
En Madrid, el destino hizo que
encontrase empleo en el obrador de cacao de Francisco Arnáiz. En 1851 se
independizó de este para abrir su propio establecimiento "Chololates y Dulces Matías López). Mientras era aprendiz
había forjado un sueño: fabricar el mejor chocolate y crear una gran industria.
Como él mismo relata en su libro El chocolate, su origen, fabricación y
utilidad (1875), "para lograrlo tendría que prescindir de los obradores artesanales
y crear una gran fábrica a vapor". Esta simple idea produjo una auténtica
revolución social.
Fábrica de chocolate en El Escorial |
A mediados del siglo XIX, la aparición de las primeras tabletas de chocolate en Inglaterra favoreció el desarrollo industrial de este producto alimenticio… un tren que Matías López no dejaría pasar.
Sus primeros años en Madrid fueron difíciles. De 1840 a 1849 trabajó de sol a sol, y dice la leyenda familiar que durmiendo bajo el mostrador del establecimiento de Arnáiz para ahorrar, y consagrando al estudio sus pocas horas de asueto. Analfabeto, fue a la escuela nocturna progresista, donde recibió enseñanzas de francés, dibujo y matemáticas. Una vez que abrió su propia chocolatería, en la calle de La Palma, primero en el nº 35 y después en el nº 8, donde antes se había ubicado la Real Fábrica de cera, en un edificio diseño del arquitecto Joaquín María Vega Mauge y llegó a producir 5.000 kilos de chocolate al día… ¡el 80% del consumo total de chocolate en España! viajó a Francia y se embebió de los principios de Economía Política de John Stuart Mill. López amplía la venta al café, dulces, té, canela, tapioca, etc.
Fue el año 1865 cuando López abrió una primera tienda elegante y lujosa en la Puerta del Sol, esquina con la calle de la Montera (el mismo local donde se encuentra un conocido establecimiento de paraguas, mantones y abanicos: Casa de Diego). Su magnífico alumbrado de gas y las alegorías de su decoración producían una vistosa perspectiva del más agradable efecto.
Palacio de la marquesa de Casa López |
Armas del marqués de Casa López por Manuel Pardo de Vera |
Fue un genio del marketing. Utilizó técnicas revolucionarias para la época. Hacía que su esposa y empleados pidiesen en las tiendas de ultramarinos los chocolates Matías López y no tenían. Cuando llegaba él ofreciéndolos se los quitaban de las manos. Como la mayoría de la población era analfabeta, usó dibujos. «Los Gordos y los Flacos» fue el primer cartel publicitario de España en color.
Anuncio de 1880 y envoltorio de las tabletas |
Tal fue el éxito de la marca que
aquel establecimiento, en la calle de La Palma, se le queda pequeño. En 1874 compra la antigua refinería de
azúcar Alianza Industrial en El Escorial, que por aquel entonces era poco más
que una aldea de 136 habitantes. En 1930 crecería hasta los 1.300 ciudadanos.
Gasta una fortuna en su remodelación e invierte dos millones de francos en la
adquisición de una máquina de vapor que le permite cuadruplicar la producción.
Además, trae a dos maestros chocolateros ingleses, Carlos Bavit y James
Allford, para hacerse cargo de la parte técnica.
Matías López y López |
Tras la muerte de su fundador en 1891, la dirección empresarial recae en manos de su hijo, Matías López Andrés. Con la segunda generación al frente, la compañía pasa por distintas vicisitudes, como el cambio de sociedad limitada a sociedad anónima. Terminó cerrando en 1962 a causa de la mala gestión.
En 2014 su tataranieto recuperaba la marca y la ponía de nuevo en el mercado, como homenaje a aquel humilde gallego que, a fuerza de tesón y trabajo, llegó a construir en uno de los más importantes y revolucionarios imperios comerciales del siglo XIX. Así que hoy, el olor a chocolate ha vuelto a El Escorial de la mano de Manuel de Cendra Aparicio, actual V marqués de Casa López, (1943, Madrid), artífice del resurgimiento de la empresa familiar.
Su web https://www.chocolatesmatiaslopez.es/
Vídeo sobre la fábrica de El Escorial https://youtu.be/wUu_pk9u4xA
Fuente primaria: http://fueradeserie.expansion.com/2015/03/18/gastroteca/1426671497.html
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