martes, 15 de noviembre de 2016

Antonio de Herrera y Morón. Criado de los pobres


Ocupó el cargo de hermano mayor de la Hermandad de la Santa Caridad de Sevilla en 1763, a la que dedicó gran parte de su vida e hizo grandes donativos para los más necesitados acogidos en ella.

Hijo de don José Cipriano de Herrera, presidente de la Real Audiencia de Charcos, Bolivia, y de doña Ana de Morón; contrajo matrimonio con doña Rosa Quijano Loizaga. Se le devolvió el impuesto de la Blanca de la Carne* como hijosdalgo notorio e ingresó en la Ilustre Hermandad de las Doncellas** (fundada en 1521) el año 1769.

*La devolución de la Blanca de la Carne en Sevilla es una de las pruebas nobiliarias andaluzas más características. En Sevilla todos pagaban la blanca de la carne, aunque después los hidalgos que querían hacer valer su derecho, reclamaban esa blanca, y su concesión era una especie de reconocimiento público de sus privilegios. Lo que ocurría era que la nobleza de alto rango despreciaba esa devolución, mientras que los más interesados en que se les reconociese el privilegio eran aquellos cuya condición nobiliaria era menos clara, lo cual dió lugar a innumerables pleitos. Por contra, en Castilla existían carnicerías especiales para hidalgos y ello respondía a la necesidad de satisfacer el privilegio de los nobles de no pagar el impuesto de la sisa (una blanca por cada libra de carne).

**La Hermandad de las Doncellas, fundada por Micer García de Gibraleón en 1521, situada inicialmente en la Capilla de la Asunción (ahora Capilla de las Doncellas, también llamada de las Vírgenes.). Su fin no era otro que proporcionar dote a las doncellas “pobres y honestas” que carecieran de medios económicos a la hora de casarse. Recordemos que en esos tiempos las mujeres eran “una carga”, por lo que debían compensar económicamente a sus futuros maridos para poder casarse debidamente.

Miguel de Mañara lee la regla de la "Hermandad de la Caridad” (1681)
Fue el desdichado protagonista de un grave suceso acaecido la noche del 7 de mayo de 1800, cuando asaltaron su casa, el número siete de la calle ancha de San Martín. Los ladrones robaron cuanto pudieron y no contento con ello dieron muerte a tan piadoso hombre. Los asesinos fueron detenidos y ejecutados en la horca, salvo uno de ellos que, por gozar el fuero de noble, se le dio garrote honroso. Sería enterrado en la entrada del Hospital de la Santa Caridad, en el mismo lugar que fuera sepultado el venerable don Miguel Mañara, junto el sepulcro de su sobrino, don Eusebio Antonio de Herrera, general de los Reales Ejércitos y gobernador de Sevilla.

Hospital de la Caridad (Sevilla)
El orador designado para predicar el sermón fúnebre en las exequias de tan importante personaje fue nada menos que fray Diego José de Cádiz, quien por desgracia no pudo cumplir el encargo pues fallecería poco después de la terrible epidemia de fiebre amarilla que asolaba toda Andalucía por esos días.

Nota: Información extraida en parte de: xyzediciones  por Fernando de Artacho

En su lápida sepulcral se lee la siguiente inscripción:

AQUÍ ESPERAN LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS

LAS CENIZAS DEL MÁS TIBIO CRIADO DE LOS POBRES

E INDIGNO HERMANO DE ESTA HERMANDAD: RUEGUEN

A DIOS POR ÉL

ES PROPIO DEL BUENO EL OCULTAR SUS OBRAS CON LA CENIZAS DEL SEPULCRO EL SEÑOR DON ANTONIO DE HERRERA Y MORÓN QUIEN POR SÍ MISMO DICTÓ EL SIGUIENTE EPITAFIO.

EN EL TIEMPO DE 34 AÑOS QUE FUE HERMANO MAYOR

DE ESTA SANTA CASA ACREDITÓ, EL MAS ACTIVO CELO

SIRVIENDO A LOS POBRES CON LA MÁS FERVIENTE CHARIDAD.

LA QUE RATIFICÓ DEXANDO PARA SU ALIMENTO UNA COPIOSA DONACIÓN, Y CON SU EJEMPLO UNA PERPETUA EDIFICACIÓN: MURIÓ EL 9 DE MAYO DE 1800 A LOS 83 AÑOS DE SU EDAD.

R.Y.P.A.

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