Uno de los grandes historiadores del reinado de Carlos V. Más allá del escenario americano considerado en “La Historia de las Indias y conquista de México”, publicada en Zaragoza en 1552, Gómara escribió sobre la política mediterránea del emperador en las “Guerras de mar de nuestro tiempo”.
Su gran capacidad de síntesis quedó demostrada en los “Annales del emperador Carlos Quinto”, en los que recogió los acontecimientos más relevantes de su siglo desde el nacimiento de don Carlos hasta 1556.
Francisco López de Gómara, escritor e historiador español, nacido en Gómara (Soria) en febrero de 1511 y fallecido en el mismo lugar hacia 1562, que fue profesor de letras clásicas en Alcalá “un clérigo y hidalgo muy honrado y virtuoso y por tal está tenido”. Sus padres fueron Juan López y Mari Rodríguez, naturales y vecinos de Gómara.
Se ordenó sacerdote y viajó a Roma; obtuvo el hábito de religioso (freile) de la Orden de Alcántara* en el año de 1543. Fue el secretario y capellán de Hernán Cortés. Su gran obra, redactada con datos suministrados por Cortés y otros exploradores, es La historia de las Indias y conquista de México (1552).
El
Inca Garcilaso de la Vega hizo anotaciones a su Historia General de las Indias, cuyo primer tomo fue publicado en Zaragoza en 1552. La
segunda parte, titulada Crónica de la conquista de Nueva España, por su
concepción caudillista de López de Gómara, fue punto de partida para la visión
distinta de Bernal Díaz del Castillo, en su Historia verdadera de la conquista
de la Nueva España.
*La Orden de Alcántara exigía a los aspirantes al hábito de religioso probar su condición de hidalgos a fuero de España o, cuando no lo eran, «ser bachilleres en Teología o Cánones, o al menos en Artes, o que, por lo menos, supiesen gramática». Para ser admitido también era preciso que el aspirante acreditase limpieza de sangre, que era cristiano viejo, hijo de legítimo matrimonio o que había sido legitimado.
Aunque Francisco nunca viajó al Nuevo Mundo, su inmensa curiosidad lo llevó a indagar y a preguntar a gentes relacionadas de una u otra manera con aquel escenario, sin desdeñar la mera conversación con quienes habían realizado anteriormente aquella navegación. De su método de trabajo dio cuenta en sus escritos y también al responder a las preguntas del interrogatorio que trataban sobre las condiciones de la travesía y las distancias que había que salvar navegando hasta alcanzar las Indias.
*Nota: Información reproducida en su mayor parte de mcnbiografías , del autor José Mª López Piñeiro, y publicada posteriormente por D. Alfredo López Ares en el blog de la Casa Troncal de Los Doce Linajes. ¡Mi reconocimiento!
*La mayor parte de los llamados “cronistas de Indias” asocian el relato histórico propiamente dicho, la “historia moral” o descripción etnográfica y la historia natural, pero su interés desde el punto de vista de la ciencia es muy diverso. Hay un grupo muy numeroso que apenas incluye referencias a las cosas naturales. Pueden servir como ejemplos los libros de Bernal Díaz del Castillo, Juan Ginés de Sepúlveda e, incluso, la Historia de las Indias de Bartolomé de Las Casas que, como dice Esteve Barba, “relata fundamentalmente los sucesos, sin pararse demasiado a describir el escenario en que se desarrollan“. Un segundo grupo está integrado por textos también consagrados básicamente a la narración histórica, pero con una atención hacia la naturaleza considerable, aunque no llegue a la de auténticos naturalistas. Es el caso de la obra de personajes como Gonzalo Fernández de Oviedo y José de Acosta; y a dicho grupo pertenece también la Historia General de las Indias (1552) de Francisco López de Gómara.
*La primera parte de la obra trata del descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo, excepto de México, hasta 1552. La segunda parte está dedicada a México,
ensalza la figura de Cortés y está escrita con un estilo sencillo. Frente a Las Casas, que continuaba empeñado en que América formaba parte de las Indias orientales, Gómara contrapone el Nuevo Mundo al viejo, formado por Europa, África y Asia. En la línea abierta por Cristóbal Colón, tiene una actitud admirativa ante su naturaleza y se esfuerza por subrayar las diferencias de un mundo que "también se puede llamar nuevo por ser todas sus cosas diferentísimas de las del nuestro". Afirma, sin embargo, su unicidad básica, tanto en el aspecto físico -"los elementos (son) una misma cosa allá y acá"- como en el antropológico, ya que los indios "de otra manera, bestias y monstruos serían, y no vendrían, como vienen, de Adán". Sobre la base, casi siempre, de noticias procedentes de Fernández de Oviedo o Pedro Mártir de Anglería, describe animales, vegetales y minerales.
ensalza la figura de Cortés y está escrita con un estilo sencillo. Frente a Las Casas, que continuaba empeñado en que América formaba parte de las Indias orientales, Gómara contrapone el Nuevo Mundo al viejo, formado por Europa, África y Asia. En la línea abierta por Cristóbal Colón, tiene una actitud admirativa ante su naturaleza y se esfuerza por subrayar las diferencias de un mundo que "también se puede llamar nuevo por ser todas sus cosas diferentísimas de las del nuestro". Afirma, sin embargo, su unicidad básica, tanto en el aspecto físico -"los elementos (son) una misma cosa allá y acá"- como en el antropológico, ya que los indios "de otra manera, bestias y monstruos serían, y no vendrían, como vienen, de Adán". Sobre la base, casi siempre, de noticias procedentes de Fernández de Oviedo o Pedro Mártir de Anglería, describe animales, vegetales y minerales.
*Al ocuparse de La Española, dedica un capítulo a dos insectos -el cocuyó y la nigua- y otro al manatí. Expone las demás tierras descubiertas de norte a sur, comenzando por el Labrador, donde "dicen que hay grifos y que los osos, con muchos otros animales y aves, son blancos". Muchas veces se limita a ilusiones de este tipo. Otras, en cambio, ofrece una descripción con cierto detalle e incluso una figura, como las que dedica al "guayabo" y a la "vaca corcovada". El guayabo "es árbol pequeño, de buena sombra y madera; envejecer presto. Tiene la hoja laurel, pero más gorda y ancha. La flor parece algo de naranjo, y huele mejor que la de jazmín. Hay muchas diferencias de guayabos y, por consiguiente, de la fruta, que es como camuesa. Una son redondas, otras largas, mas todas verdes por fuera, con unas coronillas como níspolas. Dentro son blancas o rosadas y de cuatro cuartos, como nuez, con muchos granillos en cada uno. Sazonadas son buenas, aunque agrillas; verdes restriñen como servas; maduras pierden color y sabor y crían muchos gusanos". Las "vacas corcovadas" o bisontes "tienen una gran jiba sobre la cruz y más pelo de medio adelante que de medio atrás, y es lana. Tienen como crines sobre el espinazo y mucho pelo y muy largo de las rodillas abajo. Cuélgales por la frente grandes guedejas, y parece que tienen barbas, según los muchos pelos del garguero y varillas. Tienen la cola muy larga los machos y con un fleco grande al cabo; así que algo tienen de león y algo de camello. Finalmente, es animal feo y fiero de rostro y cuerpo; huyen de los caballos por su mala catadura o por nunca los haber visto".
Historia General de las Indias fue la obra de Francisco López de Gómara en la que se relatan los acontecimientos sucedidos durante la conquista de México de la Nueva España, su primera impresión se realizó en diciembre 1552, en el taller de Agustín Millán en Zaragoza, con el nombre completo de "Primera y segunda parte de la Historia General de las Indias con todo el descubrimiento y cosas notables que han acaecido desde que se ganaron hasta el año de 1551.
*La obra se reimprimió en 1553 en Medina del Campo y en 1554 en Zaragoza y Amberes. Fue prohibida porque contenía críticas hacia algunas decisiones de Carlos V, y esto hizo que cayera en olvido hasta 1717, año en que fue impresa de nuevo en una edición de Andrés González Barcia. Hubo después otras ediciones posteriores y fue traducida al italiano (1560), al inglés (1578) y al francés (1606). López de Gómara escribió también unos Anales de Carlos V, obra inédita hasta 1912, y De los hechos de los Barbarrojas, sobre la conquista española de Argel.
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