viernes, 17 de marzo de 2017

Juan de Grijalva. Descubridor del imperio azteca

Participó en la exploración y conquista de Cuba (Fernandina) con el adelantado Diego Velázquez de Cuéllar, de quien fue capitán. 

Participó en la exploración a las costas mexicanas en la que destacaron la exploración de Yucatán y de Tabasco; en la exploración de Francisco de Garay de las costas y territorios del Norte en el actual Estado de Veracruz y golfo de México y en la conquista de Honduras con Pedrarias Dávila. Gracias a su testimonio los españoles conocieron la existencia del Imperio azteca. 

Juan de Grijalba o Grijalva, de origen hidalgo, nació en Cuellar (Segovia) en 1490.

Acompañó, en su juventud, a su tío Pánfilo de Narváez a La Española (Santo Doningo), desde donde partió en la expedición de su paisano Diego Velázquez de Cuellar a Cuba, que algunas fuentes citan como su tío. Intervino en el proceso de conquista y colonización de la isla desde 1511 y, dos años después, a las órdenes de Narváez, recorrió y sometió el interior del territorio. Según la crónica de Herrera, cuando Velázquez partió para celebrar su boda le dejó a cargo de la colonia de Santiago de Cuba, donde residían fray Bartolomé de Las Casas y cincuenta españoles.

En 1514 participó en la fundación de la villa Trinidad, en la que permaneció en calidad de poblador y encomendero hasta que Diego Velázquez le puso al frente de una expedición que tenía la misión de completar las exploraciones que, a lo largo del Golfo de México, entre la Península del Yucatán y la de Florida, había realizado infructuosamente Francisco Hernández de Córdoba* (1517).

*En 1517, Diego Velázquez del Cuellar, gobernador de la isla de Cuba, patrocinó la desafortunada expedición de Hernández de Córdoba que llegara a la península de Yucatán; los pocos sobrevivientes que regresaron relataron que se trataba de una región densamente poblada donde abundaban los objetos de oro. Entusiasmado, el gobernador se dispuso a organizar inmediatamente otra expedición.

Así, el 25 de enero de 1518, una expedición comandada por Grijalva partió de Santiago de Cuba para explorar la costa del Golfo de México.

Entre los integrantes de la expedición figuraron Pedro de Alvarado, Francisco Montejo, Alonso Dávila y un futuro historiador de la conquista de México: Bernal Díaz del Castillo. Antón de Alaminos que había integrado la expedición de Hernández de Córdoba era el piloto mayor, Juan Díaz el capellán, y los acompañaban unos 200 hombres, cañones ligeros y perros de guerra en 4 navíos.

Inician el viaje bordeando la costa norte de la isla, en el puerto más tarde conocido como Matanzas tienen una parada prolongada durante la cual sustituyen una de las naves. Parten hacia el cabo San Antonio-, cruzan el Canal de Yucatán** y el 3 de mayo desembarcan en la isla de las Golondrinas o Cozumel, a la que Grijalva dio el nombre de Santa Cruz, antes de avistar el continente americano.

**La necesidad de reparar algunos desperfectos de las naves obligó a la flota a cruzar un estrecho situado entre tierra firme y una “isla” que antes les había pasado desapercibida. El piloto mayor de la escuadra, Antón de Alaminos, creyó que Yucatán era una isla y la llamó Isla Rica.

Posteriormente recorrieron la costa este del Yucatán y entraron en contacto con distintas poblaciones de origen maya y nahua, herederas de la antigua magnificencia de la cultura maya, en decadencia desde el siglo anterior. Hallaron las bocas de los ríos Usumacinta, Tabasco, Coatzacoalcos y Papaloapan, y establecieron relaciones con los indígenas que poblaban sus márgenes.

Más tarde alcanzaron la desembocadura de otro río, denominado Banderas por Grijalva, donde tuvieron la primera noticia de la existencia del imperio azteca, al recibir a una embajada enviada por Moctezuma II. El 19 de junio los españoles desembarcaron en las cercanías de la actual Veracruz, en las playas de San Juan de Ulúa, y tomaron posesión de aquel puerto, al que dieron el nombre de Santa María de las Nieves. Pese a la insistencia y presión de algunos de sus capitanes, Grijalva no se atrevió a fundar una colonia, debido a que no tenía instrucciones específicas de Diego de Velázquez

Después de enviar a Alvarado a Cuba con parte del botín obtenido para informar al Gobernador y en busca de refuerzos, Juan de Grijalva continuó su exploración costera hacia el norte, pero, al verse acosado por nativos hostiles en las cercanías de la desembocadura del río Panuco, tras más de cinco meses de viaje y con las provisiones escaseando, siguió el consejo del piloto Antón de Alaminos, decidió regresar, ante la oposición, entre otros, de Montejo y Dávila, llegando a Santiago de Cuba el 21 de septiembre de 1518. Cristóbal de Olid, ante su tardanza, había salido en su busca sin conseguir hallarlo.  Tras su regreso a Cuba, fue destituido por Diego Velázquez***, que, condicionado por el informe de Pedro de Alvarado, criticó su falta de decisión colonizadora y envió a Hernán Cortés a conquistar las nuevas tierras descubiertas (1519), circunstancia que lo llevó a ponerse a las órdenes del gobernador Pedrarias Dávila.

*** " ... nos embarcamos y vamos la vuelta a Cuba, y en 45 días, unas veces con buen tiempo y otras en contrario, llegamos a Santiago de Cuba. donde estaba Diego Velázquez, y él nos hizo buen recibimiento: y desde que vió el oro que traíamos, que serían cuatro mil pesos, y lo que trajo primero Pedro de Alvarado, sería por todo veinte mil; otros decían que era más ..." (Bernal Díaz del Castillo). Sin embargo el Gobernador, descontento con la actuación de Grijalva, según los informes recibidos por Alvarado, había dispuesto ya sustituirlo por Hernán Cortés, que saldría de Cuba al año siguiente y conquistaría México-Tenochtitlan.

En 1523 participó como jefe de escuadra, a las órdenes de Francisco de Garay, en un fallido intento de conquistar el Pánuco, que no fructificó al enviar Cortés varios de sus hombres para impedirlo. Firme partidario de la sumisión pacífica de los indios, murió víctima de un ataque indígena en el transcurso de una exploración que dirigió Pedrarias Dávila por América Central, en Olancho (Honduras), el 21 de enero de 1527, en que fue capturado y sacrificado por los indios, junto con el capitán Hurtado. 

Sus armas: de oro, cinco claderas de sable puestas en sotuer

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