viernes, 1 de septiembre de 2017

Luis Vicente de Velasco. Héroe olvidado en la defensa del castillo del Morro


Marino y comandante de la Armada Real Española. A lo largo de su carrera militar destacó por su valentía y destreza al mando de varios buques. Alcanzó su mayor gloria defendiendo La Habana de la invasión inglesa de 1762, y al igual que otros héroes, como Blas de Lezo (el héroe de Cartagena de Indias) o Bernardo de Gálvez. (el héroe de la Guerra de Independencia de EE. UU.), sus méritos han sido poco reconocidos y valorados  hasta ahora. 
 
Por todos sus méritos y en recuerdo suyo, en 1763, e creó el Marquesado de Velasco para su hermano mayor Ïñigo José de Velasco de Isla, con la denominación de "Velasco del Morro", con cuatro mil pesos de renta anuales.

Luis Vicente de Velasco e Isla nació en la villa cántabra de Noja, el 9 de febrero de 1711, y ese mismo día fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol, en la que fundaron una capilla sus antepasados. Sus padres pertenecían a la nobleza rural de la montaña y eran descendientes de guerreros, nobles y cortesanos destacados a los largo de toda la Reconquista. Hijo de don Pedro de Velasco Castillo Santelices, natural de Noja y Caballero del Hábito de Santiago, y de doña María Antonia (Fdez.) de Isla y Poves, natural de la villa de Isla. Falleció en combate en La Habana (Cuba), el 31 de julio de 1762.

Luís Vicente de Velasco (Museo Naval)

A la edad de quince años, en 1726, sentó plaza de guardiamarina en la compañía del departamento de Cádiz. Con su paisano Antonio de la Colina, recibió el bautismo de fuego en los ataques a Gibraltar. También coincidieron los dos en su destino en la escuadra del general Cornejo, que llevó a la conquista de Orán al ejército del duque de Montemar.

Velasco prestó servicios en aguas de América y en las del Mediterráneo, combatiendo contra los berberiscos; con el grado de teniente de navío en 1739 al romperse las hostilidades contra el Reino Unido; al principio de la guerra tomó parte en algunos encuentros, ascendiendo a capitán de fragata hacía el año de 1741. Al mando de una fragata, pasó a América con los refuerzos que en el año siguiente se enviaron a las Antillas.

En marzo de 1754 fue ascendido a capitán de navío el rey Fernando VI le concede el mando del navío de línea "La Reina". Durante la paz que siguió, continuó Velasco navegando e hizo viajes entre América y Europa, en las escuadra de los generales Regio y Spínola. En junio de 1762 seguía Velasco con el navío Reina, formando parte de la escuadra del general Gutierre de Hevia, marqués del Real Transporte.

Tras el Pacto de Familia entre España y Francia de 1762, los ingleses, en el marco de la Guerra de los siete años, atacan Cuba con una escuadra de 23 navíos, 24 fragatas y 150 barcos menores y de transporte llevando 14.000 hombres de asalto (que después reforzaron con otros 4.000), al mando del almirante George Pocock, quien se presentó en La Habana el amanece del 6 de junio de dicho año. El intrépido Velasco, al que la junta de guerra le encargó su mando, tuvo un papel muy destacado en la defensa del Castillo del Morro, antiguamente llamado “de los Tres Reyes”, que cerraba el puerto de La Habana. A los otros comandantes de los buques sw les adjudicaron otros castillos con el mismo objeto, ya que se desistió de efectuar una salida por ser las fuerzas navales enemigas muy superiores a las españolas, que sólo consistían en ocho navíos de línea a flote más otros menores.

Castillo del Morro, en la Habana
 La flota atacante embocó el Canal Viejo de Bahama, lleno de bajerío, por donde no se esperaba se atreviese tan nutrido convoy, de unas doscientas velas: con veintisiete navíos de línea, quince fragatas, nueve avisos, tres bombardas y ciento cincuenta transportes.2 Aún se dudaba de su actitud hostil, suponiendo fuese un convoy mercante anual entre Jamaica y el Reino Unido. La entrada del puerto de La Habana estaba guarnecida por el castillo del Morro, y la junta de guerra encargó de su mando al intrépido Velasco.

Los atacantes toman con facilidad las alturas dominantes, pese a que antes el gobernador de La Habana, Juan de Prado, hizo transportar a mano piezas de artillería para defenderlas. Pero Velasco resiste en el Castillo del Morro e intenta salidas. Deja al mando de las baterías a Bartolomé Montes y se va a dirigir en persona el fuego de los 30 cañones de las fortificaciones de Santiago, contra las 286 piezas que barrían las posiciones españolas desde los buques Stirling, Dragon, Marlborough y Cambridge. Tras seis horas de combate se retiraron los barcos británicos. Sólo el Stirling lo hizo ileso, y el Cambridge resultó muy averiado. Mientras, las baterías dirigidas por Montes también rechazaron a los ingleses.
Escudo de Armas en su ciudad natal (NOJA)
Armas del marquesado de Velasco del Morro, por Carlos Vidriales
El castillo, al mando de Luis Vicente de Velasco, resistió heroicamente dos meses en unas notorias condiciones de inferioridad. Se contó que el fuego que cayó sobre el castillo, le hacía parecer un volcán y que en esos últimos días de resistencia, Velasco parecía un espectro por su delgadez y cansancio, pero que desplegaba una energía sobrehumana y dormía unas pocas horas antes del amanecer con su sable en la mano. Los fuegos de los atacantes eran seis veces superiores a los de la defensa; Velasco llevaba 37 noches sin desnudarse y sin apenas dormir, era incansable y daba a todos el aliento de su elevado espíritu.

Asalto al castillo del Morro, tras la explosión de una mina que abre un boquete
Recibió una fuerte contusión y, por orden terminante del marques del Real Transporte, hubo de retirarse a la plaza el día quince de julio, acompañado del capitán de fragata Ponce y del sargento mayor de la fortaleza Montes, siendo sustituidos por Francisco de Medina y Diego de Argote, comandantes del navío “Infante” y de la fragata “Venganza”.

La feroz resistencia termina cuando Velasco es abatido por un balazo en el pecho. El jefe de las fuerzas de asalto, sir Reppel, permite el traslado de Velasco a La Habana. Los médicos ingleses intentan salvarle la vida, pero todo resulta inútil y muere a consecuencia de la herida el 31 de julio de 1762, rodeado del marqués del Real Transporte, del de la Colina, de su sobrino el alférez de navío Muñoz de Velasco, herido antes en el Morro, y de otros amigos.

Navíos ingleses, frente a El Morro, maltrechos y desarbolados

Ingleses y españoles pactan un alto el fuego de 24 horas para enterrar al héroe. El día doce, conquistados la Cabaña, el Morro y la loma de Arostegui, privada la ciudad de agua potable y alegando falta de pólvora, la junta se vio en precisión de rendirse y los ingleses se apoderaron de La Habana (la cual volvería a la Corona española por el tratado de París del 10 de febrero de 1763, a cambio de la península de La Florida).

Nota. Los ingleses le rindieron honores, levantaron un monumento en su memoria en la abadía de Westminster y en la Torre de Londres se guardó un estandarte hispánico capturado en El Morro. Hasta principios del siglo XX la marina de guerra británica disparaba salvas de honor en su nombre al pasar ante su villa natal.

Sir Rippel, el general británico, en su informe de lo ocurrido habla de Velasco como

El capitán más bravo del rey católico
Estatua de Velasco en Meruelo
El Rey Carlos III concedió a su hermano mayor, Iñigo José de Velasco, el título nobiliario de Marqués del Morro de La Habana, después Marqués de Velasco, y vizcondado de Torre Castillo. 

El rey también mandó erigir una estatua del primero en el pueblo de Meruelo*, cercano a Noja, y en ella se le representa como cayó: con la espada en la diestra y llevándose la otra mano al costado izquierdo. Mandó también el rey que hubiera siempre en la real armada un navío llamado "Velasco".


*La Villa de Noja, junto a los lugares de Ajo, Arnuero, Bareyo, Castillo, Güemes, Isla, Meruelo y Soano, formaba la Junta de Siete Villas, una de las que componía con las Juntas de Cudeyo, Ribamontán, Cesto, Voto, y las Dos Villas (Argoños y Escalante), la Muy Noble y Siempre Leal Merindad de Trasmiera, parte importante del Distrito de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar de Cantabria, hoy Comunidad Autónoma de Cantabria. La Casa Consistorial y de Audiencia de la Junta de Siete Villas estaba situada en el actual barrio de la Audiencia, perteneciente al Valle de Meruelo, desde donde un Alcalde Mayor administraba justicia y gobernaba la Junta.

5 comentarios:

  1. Os esperamos el dia 23 de septiembre en la plaza del Ayto de Meruelo, para rendirle honores. Mas informacion en www.rlnecantabria.com

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  2. Os esperamos el dia 23 de septiembre en la plaza del Ayto de Meruelo, para rendirle honores. Mas informacion en www.rlnecantabria.com

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  3. No puedo ir el 23 de septiembre a rendirle el homenaje, pero estuve en el que se le rindió el día que inauguraron su estatua en Meruelo, en el ayuntamiento, hace unos 4 años. Incluso los reservistas de la Marina le rindieron ese homenaje.

    El mismo día, el autor Luis de Escallada González, presentó su libro:

    “LA JUNTA DE SIETE VILLAS Y EL CAPITÁN DE NAVÍO DON LUIS VICENTE DE VELASCO E ISLA. LA TOMA DEL CASTILLO DEL MORRO POR LOS INGLESES EN 1762 (LA HABANA)”

    Libro del que tengo en mi poder un ejemplar adquirido ese mismo día.

    Saludos
    Javier

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  5. ANTIGVA E YLVSTRÍSIMA CASA DE VELASCO
    FamiliaVelasco saludos Arequipa-Perú.
    Luis Vicente deVelasco, Grande entre los Grandes.

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