De origen noble, se distinguió en la defensa de la ciudad de Tarifa frente al asedio que le puso el sultán benimerín. Conocido por Guzmán "el Bueno".
Alfonso (Alonso) Pérez
de Guzmán, nació según la mayoría de historiadores, en León, en enero de 1256,
aunque hay alguno que afirma que lo hizo en Sevilla. Era hijo bastardo del
adelantado mayor de Castilla (periodo 1258-1270) y Señor de Toral (León), el hidalgo Pedro
Núñez de Guzmán y de una leonesa, de nombre Isabel. Pedro había casado, en primeras
nupcias, con Urraca Alonso, hermana de padre de Fernando III.
La
casa de Toral y Aviados, de procedencia leonesa, se unió con el linaje de los
Guzmán, pero esto fue una generación posterior al nacimiento de Alfonso. Por
esta unión los de Toral tomaron la alcurnia Guzmán y terminaron asentados en
“las montañas de León” como lo refiere la Crónica de Alfonso XI.
Guzmán el Bueno (Tarifa) |
Estatua de Guzmán el Bueno (León) |
Don Pedro tuvo
por hijos a Fernando Pérez (el
primogénito y heredero) y Pedro Nuñez, así como otro fuera del matrimonio
de nombre Fernán Ruiz, a los que hay que añadir Sancha Gil y Alfonso (El Bueno),
ambos ilegítimos. Fernando Pérez de Guzmán fue nombrado por Sancho IV
adelantado mayor del reino de Murcia. Lo vemos confirmar con tal cargo desde el
año 1285 y como ricohombre desde 1272. Ya en el año 1289 es sustituido por don
Juan, el hijo del infante don Manuel.
Hay que notar que Fernando Pérez de Guzmán estaba
entre los principales nobles del reino, tanto durante el reinado de Sancho IV
como durante el de Fernando IV, lo que se deduce del lugar que su nombre ocupa
en la relación de confirmantes. Antes de él sólo se encontraban los de la casa
de Haro y los de Lara.
Alfonso, a los
veinte años se encontraba luchando en Jaén a las órdenes del Señor de Vizcaya.
En un momento de suerte logra apresar al privado del emir marroquí, lo que
acelera la firma de la tregua castellano-meriní. En un festejo que tiene lugar
para celebrar el acontecimiento, se produce un enfrentamiento, ante el rey
Alfonso X, entre Don Alonso y su hermanastro, el cual proclama su bastardía,
por lo que sintiéndose herido moralmente, decide autoexiliarse, yendo a
Algeciras, donde se encontraba el meriní Abu Yusuf y se pone a su servicio,
pasando ambos a África. En Fez / Marruecos adquirió gran fama, tanta que se
convirtió en uno de los favoritos del emir. Consiguió la libertad de los
cautivos cristianos que había en Marruecos bajo el pretexto de aumentar sus
huestes; doblegó a varios reyes marroquíes convirtiéndoles en vasallos de su
señor; recaudó impuestos a tribus a las que el meriní no lograba poder
cobrarles; y, junto a esta fama, también creció su fortuna.
Fruto de su matrimonio con María Alfonso Coronel
nacieron los siguientes hijos: Isabel, Juan Alonso, (Pedro
Alonso, el asesinado), Leonor y Teresa.
Regresó a Castilla en 1291, llamado por Sancho IV,
quien quería aprovechar su conocimiento y relaciones con los musulmanes en su
lucha contra los benimerines por el control del estrecho de Gibraltar.
Participó en la conquista castellana de Tarifa (1292), plaza de la que fue
nombrado alcaide en 1293.
Se distinguió en
la defensa de la ciudad frente al asedio que le puso en 1294 el sultán
benimerín Ibn Ya'qub (o Abenjacob), al que se había unido el hermano del rey,
el traidor infante Juan. Éstos quisieron acelerar la rendición de la plaza ante
la inminente llegada de una flota aragonesa para romper el cerco, capturando al
hijo de Guzmán y amenazando con matarle si el alcaide no rendía Tarifa; según la leyenda, no sólo no se rindió,
sino que lanzó a los sitiadores su propio puñal para que cumplieran su amenaza,
gesto heroico por el que es más conocido.
El hijo de Guzmán
fue asesinado, pero el asedio fracasó y hubo de ser levantado enseguida. Guzmán
continuó combatiendo en Andalucía contra los musulmanes, hasta que halló la muerte
en la Serranía de Ronda en setiembre de 1309.
Es
todo un éxito para Don Alonso, pero el precio pagado por la victoria ha sido
demasiado alto; la vida de su propio hijo. Sancho IV conmovido por lo sucedido
en Tarifa y entendiendo el nivel de sacrificio asumido por Gúzman le hace
entrega de vienes y prebendas incluso le promete que se le entregará el señorío de Sanlúcar, todo esto fue
dicho de palabra en la reunión que tuvieron los dos tras la batalla, pero por
desgracia nunca se llegó a plasmar en papel ya que al poco fallecía Sancho IV,
el 25 de Abril de 1295 el monarca fue enterrado en la capilla de Santa Cruz de
la catedral de Toledo como el mismo había pedido en su testamento, el siguiente
en ocupar el trono castellano fue Fernando IV llamado el Emplazado, con tan
solo 9 años de edad, la reina Maria de Molina fue la encargada de ejercer la
tutoría del niño, este asesorado por sus consejeros reconoció todo lo prometido
por su padre y hizo entrega a Gúzman del señorío de Sanlúcar, que incluía Sanlúcar de Barrameda, Rota,
Chipiona y Trebujena ,en 1297.
Don Alonso Pérez de Guzmán será el
fundador de una de las casas mas importantes, convirtiéndose en el ducado más
antiguo del reino de España, la casa de Medina Sidonia, las posesiones se fueron incrementando poco a poco
junto a la repoblación de algunas villas como Chipiona o Rota convirtiendo las
posesiones de Don Alonso en uno de los señoríos mas grandes de Andalucía. (Una
curiosidad es el apelativo que tenía Guzmán del Bueno ya que se dice que en un momento
en la que la hambruna hacía mella en la gente de sus villas abrió sus graneros
y paneras para que estos pudiera comer y por eso se le empezó a conocer como
Guzmán el bueno).
La Leyenda
Alonso Pérez de Guzmán, más conocido
como Guzmán el Bueno (apelativo que no recibió en vida, si no mucho más tarde),
fue Señor de Sanlúcar de Barrameda y sin duda un noble muy importante e
influyente en el siglo XIII. Pero por lo que es más conocido es por la leyenda
sobre su heroica defensa del castillo de Tarifa, plaza amenazada por el infante
Don Juan.
En 1295, cuando era alcaide de esta
fortaleza, los musulmanes sitiaron y pusieron cerco al castillo. En realidad
los musulmanes estaban ayudando a Don Juan, hermano del Rey Sancho IV, en una
de las muchas luchas internas durante la Reconquista. Don Alonso Pérez de
Guzmán presentó dura batalla a los árabes y puso todo su empeño en la
protección del castillo y sus moradores. En esta situación, los musulmanes
capturaron al hizo de Guzmán el Bueno y amenazaron con matarle si el alcaide no
rendía la plaza.
Así, estando Don Alonso en el torreón oyendo la amenaza mora, arrojó su propio cuchillo a los musulmanes para que lo asesinaran, lo que efectivamente hicieron
Así, estando Don Alonso en el torreón oyendo la amenaza mora, arrojó su propio cuchillo a los musulmanes para que lo asesinaran, lo que efectivamente hicieron
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