martes, 3 de octubre de 2017

Origen de la actual bandera española


A lo largo de la historia desde tiempo inmemorial, los escudos de armas y las banderas fueron utilizadas como representación de mando de jefes de tribus, de dinastías reales, de monarcas y de unidades militares, por tierra y en el mar.

La bandera “rojigualda” nació como resultado de una pura necesidad práctica de la Armada Española. En 1843, durante el reinado de Isabel II, la bandera aprobada para la Marina, en 1785, por orden de Carlos III, fue oficialmente designada bandera nacional.


El nacimiento de las distintas banderas tal y como la conocemos hoy es un proceso que se inicia en la alta Edad Media y no concluye hasta finales del siglo XIX.. Su origen se encuentra en los símbolos heráldicos de las casas reales que ocupaban el trono, y su evolución discurre paralela a la conformación de los distintos estados nacionales.

 

Los primeros reyes leoneses utilizaban un estandarte con un león rampante coronado, muy similar al que actualmente aparece en el escudo español. Los condes de Castilla utilizaron un castillo sobre un fondo rojo. La unión definitiva de las dos coronas en 1230, lograda por Fernando III el Santo, propició la fusión de ambos escudos.


 
El estandarte  de la Corona de Aragón ya existía en tiempos de Alfonso II (1157-1196), hijo del conde de Barcelona Ramón Berenguer IV, que tras casarse con Petronila protagonizó la unión de los dos territorios (Reino de Aragón y Condado de Barcelona).

Otro de los grandes reinos peninsulares de la Edad Media es el de Navarra. Su origen se remonta al siglo XII con el rey Sancho VI de Navarra. Tras una larga evolución histórica ha quedado con una corona con un blasón de color rojo sobre la que destacan los eslabones de una cadena, que nada tiene que ver con la leyenda de que Sancho VII arrebató las cadenas que defendían al  rey moro en las Navas de Tolosa.

El siguiente cambio fue el originado por la unión de las coronas de Castilla y Aragón durante el reinado de los Reyes Católicos, cuando el pendón real incorpora la señal real de Aragón, el león, el castillo del reino castellano, el águila de San Juan coronada (de la reina Isabel) y la granada que simboliza al reino de este nombre.

La Cruz de Borgoña (o aspa de San Andrés) se introduce en los pendones españoles desde Felipe I El Hermoso, y se mantiene en los distintos escudos hasta que Felipe VI la retira de su guión y escudo. Felipe el Hermoso la utilizó sobre fondo blanco y Felipe II impuso el fondo amarillo, y fue bandera de los tercios durante los siglos XVI y XVII.


En el siglo XVIII, con la llegada de la Dinastía Borbón al Trono español, hubo un cambio renovador en leyes, costumbres, vestuario, etc., y también en materia de insignias, tendiéndose a una unificación de las mismas. Así se estableció la bandera blanca propia de la dinastía Borbón, con el escudo de las armas reales, tanto en los Ejércitos como en la Armada, y que a partir de entonces portaron sus buques en la popa (la llamada «bandera larga de popa»).

En aquella época, además de España, los reinos de Nápoles, Toscana, Parma, Sicilia y Francia, todos ellos de la dinastía Borbónica, e incluso otras naciones, usaban también en sus barcos banderas blancas con sus escudos respectivos, situación quecreaba un gran problema en la mar y este radicaba en el reconocimiento mutuo de unos y otros.

Era muy difícil, sobre todo en tiempos de guerra, intentar otear la bandera del barco oponente y no distinguirlo para saber si era amigo o enemigo hasta estar lo suficientemente cerca, producía a veces enfrentamientos entre buques de la misma armada. Lo mismo sucedía cuando no había viento y la bandera quedaba pegada al asta. Por esta razón tan evidente los comandantes de los barcos que componían la flota española insistieron mucho en tratar de resolver este problema. Concienciados con esta situación, el Rey Carlos III decidió resolver el problema de una vez por todas y para ello tomó la decisión de convocar un concurso de diseño de banderas para los buques de guerra de su «Armada Naval» y demás embarcaciones españolas.

Es de destacar que al monarca se le presentaron hasta doce modelos diferentes y eligió el primero de ellos con la única condición que la faja central fuese el doble de tamaño que las rojas. El resultado de dicho concurso fue una bandera con los colores que actualmente conocemos y el escudo simplificado de los reinos de Castilla y León con la Corona Real encima. Los colores rojo y amarillo tenían ya una tradición milenaria en los escudos de los antiguos reinos hispánicos. Así lo dispuso por Real Decreto de 28 de mayo de 1785 para los buques de guerra y mercantes, ampliándose un año después a las «plazas marítimas, sus castillos y otros cualesquiera de las costas», generalizándose su uso a los «arsenales, astilleros, cuarteles, observatorios, escuelas doctrinales y en otros puntos cualesquiera que dependan de la Marina» ya por las Ordenanzas Generales de la Armada de 1793.

Bocetos presentados a Carlos III


Además de los colores de la bandera española, Carlos III también cambió el escudo borbónico. Optó por un escudo con un león rampante a la derecha y un castillo de color dorado a la izquierda. Todo ello con una corona en la parte superior.




Posteriormente Carlos IV la convirtió también en la enseña del Ejército de Tierra. Durante la Guerra de la Independencia la bandera se popularizó entre la población.

Hubo que esperar hasta el 13 de octubre de 1843, durante el reinado de Isabel II, para que esta bandera, la rojigualda, fuese oficialmente designada bandera nacional. Esta diferencia de fechas explica, por ejemplo, algunos errores en artistas que pintaron cuadros en los que aparecen barcos con la bandera blanca cuando en realidad ya usaban la bicolor desde 1785. La bandera actual fue adoptada en 1981 por Real Decreto.


Es de destacar que los colores de la bandera de España se han mantenido desde entonces, a excepción del breve período de la II República (1931-1939) que sustituyó erróneamente la franja roja inferior por otra en color morado, en homenaje a los comuneros de Castilla; sin embargo, no ha ocurrido lo mismo con el escudo de España, que ha ido cambiando según diversos momentos históricos.

Para saber más: La bandera de España

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