viernes, 1 de diciembre de 2017

José de la Puente Peña. De hidalgo a Marqués de Villapuente de la Peña



Marqués de Villapuente de la Peña (RD 24 de febrero de 1703), Caballero de la Orden Militar de Santiago (1696), Gentilhombre de Cámara de SM, Maestre de Campo de los Reales Ejércitos, gran benefactor de La Compañía de Jesús.

Palacio del Marqués de Villapuente (Muriedas / Camargo)
El palacio fue construido en 1727 por iniciativa de D. José de la Puente y Peña, caballero de Santiago y Marqués de Villapuente. Es una mezcla de palacio señorial y reducto militar.

José de la Puente Peña Castejón y Salcines nació en Muriedas, en el Valle de Camargo (norte de Cantabria), en marzo de 1670, de origen hidalgo, fue el tercero de los hijos de Don Juan de la Puente y Castejón, Alcalde de la Santa Hermandad de los hijosdalgo y Regidor Perpetuo de Muriedas, y de María de la Peña y Salcines, ambos naturales de Muriedas.

Su padre figuraba en los registros de moneda forera de 1664 y 1681 como hidalgo y con calidad de tal había desempeñado los empleos de alcalde de la santa hermandad y regidor en Muriedas. Por parte materno la hidalguía y nobleza de la familia había quedado suficientemente acreditada en 1688 cuando su tío Francisco había ingresado como caballero de la Orden militar de Calatrava. 

Los de la Puente asentados inmemorialmente en Camargo, tendrían su origen en las Encartaciones, Vizcaya y más concretamente en Balmaseda, donde existe un famoso puente del siglo XIII. Otras fuentes, de muy improbable documentación, remontan su origen al caballero legendario y heroico, que en solitario, defendió “la puente” antigua de la Ría de Solía, frente al invasor musulmán.

Con apenas 12 años de edad, José de la Puente, pasó a al Virreinato de Nueva España (México) reclamado por su tío materno, don Francisco de la Peña y Salcines, casado con Josefa de Rueda y Esquivel el 8 de julio de 1663, Capitán de las Reales Guardias de la Ciudad de México, Alcalde Ordinario y un importante mercader de la misma.

Aprendió el uso de las armas de su primo político don Francisco Lorenz de Rada, natural de Laredo (Cantabria), Marqués de las Torres de Rada, Caballero de Santiago, Maestre de Campo, Gobernador de lo político y militar de la Plaza de la Veracruz, y tratadista del arte de la Espada. Bien parecido, magnífico jinete que gustaba del juego de lanzas, y de carácter fogoso y algo pendenciero, mantuvo algún lance de espada por “asuntos de faldas”, así como otro muy sonado, como fue el duelo con Don Antonio Fernández de Juvera, Caballero de Santiago, con el que tuvo un desafío el 30 de diciembre de 1699 y al que dejó herido del mismo, lo que le costó ser suspendido temporalmente por el Virrey de su cargo de Alcalde Ordinario de la Ciudad de México (1700).


 José de la Puente sentó plaza de soldado en la Armada de Barlovento (1684) en la que sirvió por espacio de más de ocho años, participando en numerosas acciones de guerra contra piratas y corsarios. En 1692, acudió con sus armas, caballo, con otras personas y criados suyos, a la defensa de la Ciudad de México, más en concreto del Palacio Virreinal, Casas del Cabildo y la Plaza Mayor, atacada por el motín de los indios de 8 de junio, resultando herido en el combate.

El Virrey, Gaspar de la Cerda Sandoval Silva y Mendoza, Conde de Galve, nombro a José de la Puente, Capitán de Infantería (1695) de una de las Compañías del Tercio miliciano, compuesta por 80 Infantes. Al año siguiente (1696) se le concedió el hábito de Caballero de la Orden de Santiago, sin él solicitarlo. El 5 de agosto de 1698, fue nombrado por el Virrey, don José Sarmiento de Valladares, conde de Moctezuma, Capitán de una de las Compañías de Infantería Española y de las dos que se levantaron en la Ciudad de México para la guarda y Guarnición del presidio que se formó en la provincia de la Florida, sito en el Puerto y Bahía de Santa María de Gálvez enfrentándose a la Armada francesa al mando del General Conde de Chaternau, a la sazón, en guerra con España en la llamada guerra de los nueve años (1688–1697).

Fue miembro del Cabildo colonial, Regidor y Alcalde Ordinario de México (1700) y Alcalde de la Mesta (1701). Llegando noticias a Nueva España del aviso del Rey, del gran armamento que holandeses e ingleses hacían para invadir y conquistar los reinos de Indias –aprovechando la Guerra de Sucesión española–, José se presentó al servicio del Virrey, ofreciendo acudir a la defensa del Puerto de Veracruz, lo que hizo con una Compañía de 50 hombres (montados, vestidos, armados y mantenidos a su costa), acción que le valió ser nombrado Capitán de Caballos y Corazas Españolas.

Armas del Marqués de Villapuente
En 1703, volvió a la península, en cuya Corte fue nombrado Gentilhombre de Cámara de SM (Caballero de llave entera Dorada) y Maestre de Campo de los Reales Ejércitos (4 de noviembre de 1703). Acudió a su pueblo natal para ser padrino de su sobrina Rosa María de la Puente y Velarde, antepasada directa del héroe del dos de Mayo don Pedro Velarde Santillán, sobrino tataranieto del Marqués de Villapuente. Por Real Decreto de 24 de febrero de 1703, recibió merced de título de Castilla con la denominación de Marqués de Villapuente de la Peña, con el Vizcondado previo de Miralmar y Sebrón (despacho Real de 22 de abril de 1704).

En ese mismo año de 1703, el ya Maestre de Campo, José de la Puente, al servicio del Gobernador y Capitán General Domenico Pignatelli Marqués de San Vicente, levantó un Tercio de 560 hombres, montados, armados, vestidos, mantenidos y pagados a su costa, durante más de año y medio que duró la amenaza de las Armadas inglesa y holandesa en las costas de Galicia. Le fue ofrecido por el Rey Felipe V, el nombramiento de Virrey de Nueva España, cargo que insólitamente rechazó, pues no tenía necesidad de nuevas mercedes –ya era inmensamente rico–, poseía minas de oro y de plata, y numerosas Estancias y Haciendas (algunas de las cuales destinaría como sustento del Fondo Piadoso de las Californias), además de una ingente cantidad de cabezas de ganado, llegando su número a más de 230.000. Entre los años 1702 y 1714, siendo Virreyes los Duques de Alburquerque (Francisco V Fernández de la Cueva y de la Cueva) y de Linares (Fernando de Alencastre Noroña y Silva), remitió cuantiosas sumas a Felipe V de España, para los gastos de la guerra que sostuvo el primer Borbón con la Casa de Austria.

Misión San José de Comondú
Tuvo el Marqués de Villapuente carácter emprendedor y aventurero, recorriendo en numerosos viajes, gran parte de las posesiones del todavía Imperio español de su tiempo. Mitad fraile mitad soldado, hizo suya la obra y el espíritu de la Compañía de Jesús, de la que junto con su mujer y prima, Doña Gertrudis de la Peña y Rueda (1670-1738) que habían contraído matrimonio en 1717, marquesa viuda de las Torres de Rada (había contraido primeras nupcias en 1700, en México, con Don Francisco Lorenzo de Rada y Arenaza), hija de Francisco de la Peña y Salcines y de Josefa de Rueda y Esquivel, fue sin duda el principal benefactor del primer tercio del siglo XVIII (tanto él como su esposa hicieron muy cuantiosas donaciones para las misiones de California. El Marqués donó, además, a los jesuitas para la casa de Ejercicios, que se convirtió luego en hospital de San Andrés, una suma muy importante). Falleció en Madrid el 13 de febrero de 1739. 


Escudos en la Iglesia de la Anunciación o de La Compañía como más se la conoce (en Santander), del primer marqués de Villapuente de la Peña, José de la Puente Peña (El primer escudo se corresponde con los los apellidos "De la Puente y Castejón" y el segundo, con los apellidos "Peña y Salcines"), gracias a cuya generosa contribución y a la de su esposa, pudo acabarse el edificio. La fundación de esta Iglesia corresponde a doña Magdalena de Ulloa, tutora de don Juan de Austria y esposa del mayordomo de Carlos V, don Luis de Quijada.

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