viernes, 22 de diciembre de 2017

Sebastián Vizcaíno. Navegante, Embajador en Japón, explorador de la Baja California


Comerciante, marino, explorador y diplomático, que es recordado por haber realizado un viaje para cartografíar las costas del océano Pacífico de la actual California y haber sido el primer embajador de España en el Japón.

Sebastián Vizcaíno nació, probablemente, en Extremadura en 1548, aunque también se le considera vasco o cántabro por algunos historiadores; su origen no está claro, se dice que posiblemente fue hijo natural del Virrey Luis de Velasco y Castilla.


Aportó sus propios criados y caballos en la campaña contra Portugal en 1580. Después buscó nuevas aventuras, primero en Nueva España (1583) y luego en Manila (1586) en Filipinas, donde se dedicó al comercio y sirvió en la milicia. A su retorno a México en 1589 (allí fallecería en 1628, a la edad de 80 años) prosperó como comerciante, se casó con Magdalena Martínez Orejón, y tuvo dos hijos: Juan y Lorenzo y una hija: Ana. Ansioso de nuevas aventuras, y dados sus conocimientos náuticos, partió al mando de una expedición organizada por el virrey de Nueva España (actual México) Luis de Velasco y Castilla, con el que estaría emparentado, pues favoreció su carrera de manera notable, cuyo fin era la exploración de la costa norteamericana, en busca del estrecho de Anian y de puertos de refugio para las naves que venían de Filipinas.

En 1593 le fue concedida la disputada concesión para la pesca de perlas en el mar de Cortés, en la orilla occidental del golfo de California. Logró navegar con éxito, entre junio y noviembre de 1596, con tres naves hasta La Paz (hoy en Baja California Sur). Le dio el nombre actual (fue conocido por Hernán Cortés como Santa Cruz) e intentó establecer allí una colonia y desde ella explorar el litoral del golfo. Sin embargo, los problemas de reabastecimiento, la disminución de la moral y el fuego pronto forzaron su abandono.


Nota. Es importante hacer notar que el primer navegante europeo que recorrió las aguas de las costas del océano Pacífico de las Californias, hasta llegar a la parte norte del actual estado californiano, había sido el navegante español (se creía que portugués) al servicio de la Corona española Juan Rodríguez Cabrillo en 1542. Vizcaino hizo un mapa detallado de la costa de California y renombró muchos de los lugares que Cabrillo había descubierto 60 años antes.

Mapa de la bahía de San Diego, en base a la cartografía de Vizcaino
En marzo de 1602 el virrey conde de Monterrey lo nombró general para dirigir la exploración del litoral californiano en busca de puertos de refugio para los galeones de Manila. Explorar y dominar la costa californiana era esencial para preservar el tráfico mercantil de Manila, frente a los ataques de los piratas que tenían su base allí. Desde el 5 de mayo de ese año hasta el 21 de febrero de 1603 guió tres navíos (llamados San Diego, Santo Tomás y Tres Reyes) desde Acapulco hasta más al norte del cabo Mendocino, y descubrió la bahía que llamó de Monterrey, en honor del virrey de México y que, tras el viaje de Gaspar de Portolá en 1769, sería sede de la Alta California, en compañía de los cosmógrafos Gerónimo Martín Palacios y Gaspar de Alarcón, el piloto mayor Toribio Gómez de Corbán, y el fraile carmelita Antonio de la Ascensión; fijaron la toponimia permanente, levantaron planos y prepararon derroteros y diarios detallados de la costa entre cabo San Lucas y cabo Mendocino, los cuales servirían para la navegación hasta fines del siglo XVIII.

Fue nombrado general de los galeones de Manila en 1603, privilegio que se le cambió en 1604 por la alcaldía mayor de Tehuatepec, donde terminó el camino iniciado por Cortés entre Coatzacoalcos y el Pacifico. En 1607 recibió la encomienda vacante de la provincia de Ávalos, con rentas anuales de 2.000 pesos y una pensión vitalicia de 10.000 pesos.


Años más tarde, en 1611 se le designa una importante misión en el Pacífico Norte, la de descubrir las llamadas islas de Rica de Oro y Rica de Plata de las que tanto se hablaba. También se le había encomendado el establecer relaciones diplomáticas con el Japón por lo que fue nombrado embajador extraordinario y plenipotenciario del rey Felipe III ante la Corte, para lo cual partió el 22 de marzo de dicho año llegando a su destino el día 10 de junio. Llegó al Japón acompañado del séquito de caballeros, de frailes franciscanos y del intérprete Josuquidono. Allí ofreció ricos presentes a Yyegas y a su hijo Hidetada, sus protectores, entre aquéllos un soberbio y moderno reloj construido en Madrid que sirvió de modelo para fabricar otros y que se guardó en un templo cerca de Shizouca.  Se trataba de convencer a los japoneses de que expulsaran a los holandeses de sus puertos, que amenazaban la ruta Manila-Japón, pero holandeses e ingleses lograron que la misión no triunfara y convencieron al emperador que lo que realmente pretendían los españoles era preparar la invasión de su país, lo que creó cierta desconfianza y falta de apoyo a los planes de Vizcaino.

Así, pues, no habiendo logrado establecer las relaciones apetecidas salió del Japón el 27 de octubre de 1612 llegando a Sayula (Jalisco) a comienzos de 1613 para administrar sus bienes, y en octubre de 1615 encabezó una tropa en la costa colimense que rechazó a los corsarios holandeses de Joris van Spilbergen, quienes intentaron tomar agua y provisiones en Salagua. Debido a estos servicios, se le designó alcalde mayor de Acapulco; ahí donó 4.000 pesos para la construcción de una iglesia, y en 1619 se retiró a la ciudad de México, dejando la administración de sus bienes en Sayula a sus hijos.

La expedición al Japón también se tradujo alguna actividad cartográfica, aunque fue un fracaso en la medida en que Vizcaíno esperaba hallar las islas "Rica de Oro" y "Rica de Plata" (1611-1614), lo que resultó una quimera, ya que no existían. No obstante, su conocimiento de la cuenca del Pacífico Norte fue apreciado en su época.

Son admirables, por su exactitud, los planos que realizó sobre la costa de California. Las relaciones de sus viajes fueron publicadas por Martín Fernández de Navarrete (Colección de las navegaciones y descubrimientos de los españoles de fines del siglo XVI) y por Jerónimo Martín de Palacios (Derrotero de la navegación desde el puerto de Acapulco al Cabo Mendocino y boca de las Californias).

Una extensa lista de los textos y mapas procedentes de la expedición de Vizcaíno a California, todos ellos debidos a Henrico Martínez, figura en la obra de Michael Mathes, Vizcaíno and Spanish Expansion in the Pacific Ocean, 1580-1630 (San Francisco: California Historical Society, 1968).

La península de Baja California y el golfo de California o mar de Cortés habían sido recientemente descubiertos por los exploradores Francisco de Ulloa, Fernando de Alarcón y el piloto Domingo del Castillo. Con esos viajes se había demostrado que la península de Baja California no era una isla, sino que estaba unida a tierra firme y rodeada de agua por un golfo (golfo de California) y la mar del Sur (océano Pacífico).

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