Economista y político español. Defensor
acérrimo del librecambismo comercial y de la libertad de reunión y de imprenta,
fue crítico con la desamortización de Mendizábal. Publicó Curso de economía
política (1828), tratado que refleja las opiniones de los economistas clásicos
ingleses y que es considerada como la obra más importante de teoría económica
del siglo XIX en España.
Álvaro
Flórez Estrada nació en Pola de Somiedo (Asturias) el 27 de febrero de 1766,
siendo hijo de Martín de los Santos Flórez Estrada y Ramona Pola y Navia, ambos
de origen hidalgo, siendo él el primogénito de once hermanos.
Estudió
derecho en la Universidad de Oviedo y pasó dos periodos en Madrid; en el
primero de ellos, en 1795, Manuel Godoy
le desterró a Asturias como consecuencia de sus simpatías hacia la
Revolución Francesa, y en el segundo se hizo cargo de la Tesorería de Rentas de
la Corte, cargo que abandonó para retornar de nuevo a Asturias. Al iniciarse la
Guerra de la Independencia (1808-1814), la Junta General de Asturias le nombró
procurador general del Principado, puesto desde el que, además de reclamar la
insurrección contra el ejército napoleónico, Álvaro Flórez Estrada reivindicó
la necesidad de convocar Cortes Generales y de promulgar una Constitución.
Posteriormente
se trasladó a Sevilla, donde se había reunido la Junta Central, en la que
presentó un proyecto de Constitución y
unas Reflexiones sobre la libertad de imprenta. En 1810 viajó desde Sevilla
a Gran Bretaña, donde publicó tres importantes textos: Constitución para la
nación española presentada a la Junta Suprema de España e Indias (1810),
Introducción para la historia de la revolución española (1810) y Examen
imparcial de las disensiones de la América con la España, de los medios de su
recíproco interés, y de la utilidad de los aliados con España (1811).
Palacio
de los siglos XIII-XIV con añadidos del XVII y XVIII. En él nació en 1766 el insigne economista y
político liberal que le da nombre. Fue bautizado en la capilla del propio
palacio y en ella contrajo nupcias con Juana Queipo de Llano, sobrina de los
Condes de Toreno.
A
su vuelta a España en 1812, se instaló en Cádiz, donde fundó y dirigió la
publicación El tribuno del pueblo español, periódico que se convirtió en el
portavoz de los sectores liberales exaltados. Las Cortes de Cádiz lo nombraron
intendente del ejército de la provincia de Sevilla. La restauración del absolutismo llevada a cabo por Fernando VII le
obligó a exiliarse a Gran Bretaña en 1814, etapa en la que fundó el
periódico El Español Constitucional y publicó el folleto Representación a S.M.
Fernando VII en defensa de las cortes (1818), en el que acusaba al monarca de
abuso de poder y proponía como alternativas la conclusión de la política
represiva, la convocatoria de Cortes de acuerdo a las reglas fijadas por las
Cortes extraordinarias y la declaración de libertad de imprenta.
El
triunfo del alzamiento del general Rafael del Riego en Cabezas de San Juan, con
el que se inició el Trienio Constitucional (1820-1823), le permitió retornar a
España. En el periodo constitucional salió elegido diputado por Asturias y
recuperó la intendencia de Sevilla.
La
amenaza de una intervención armada organizada por la Santa Alianza con el
objetivo de acabar con el régimen constitucional determinó el traslado del
Gobierno y del rey a Sevilla en marzo de 1823. Poco después, el 7 de abril, los Cien Mil Hijos de San Luis,
ejército francés enviado por la Santa Alianza y dirigido por el duque de
Angulema, iniciaba la ocupación del territorio español. La estancia del
Gobierno en Sevilla fue aprovechada por el presidente de las Cortes, Flores
Calderón, para convocar una reunión a la que asistieron un grupo de diputados,
entre los que se hallaban Evaristo San Miguel y Agustín de Argüelles, en la que
se decidió desautorizar a Álvaro Flórez Estrada y a sus ministros al considerar
que carecían del prestigio y representación suficientes para garantizar la
gobernabilidad del país.
Los
diputados eligieron presidente del Gobierno a Calatrava, cuya misión
prioritaria era lograr conciliar las diversas tendencias del Parlamento
(exaltados, doceañistas y absolutistas), tarea que la invasión francesa impidió
realizar. El restablecimiento del
absolutismo obligó a Álvaro Flórez Estrada a emigrar de nuevo a Gran Bretaña,
país en el que publicaría la que es considerada su obra fundamental, Curso de
economía política (1828). En 1830 marchó a París, atraído por las expectativas
creadas por la revolución de julio. Regresó a España en 1834, tras la muerte de
Fernando VII, y ese mismo año recuperó su condición de diputado.
Álvaro Flórez Estrada se opuso al
sistema de subasta pública utilizado para vender las tierras desamortizadas a
la Iglesia por Juan Álvarez Mendizábal
(la llamada desamortización de Mendizábal, 1836), argumentando que favorecía
claramente a las clases adineradas, cuya capacidad adquisitiva les permitía
comprar las tierras subastadas y aumentar sus ya de por sí extensas
propiedades. Como alternativa, planteó que el Estado conservara la propiedad de
las tierras desamortizadas y las cediese en arriendo a los colonos que las
trabajasen. Flórez Estrada fue nombrado
senador vitalicio en 1845.
En
sus últimos años se retiró a vivir en el palacio de Miraflores, en Noreña
(Asturias), donde falleció el 18 de diciembre de 1853.
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