jueves, 29 de noviembre de 2018

Sebastián de Belalcázar. Conquistador de Quito y fundador de Popayán y Guayaquil



Fue uno de los primeros españoles en llegar a América y, en 1514, con Pedrarias Dávila al Darién, donde fue nombrado capitán. En 1524 participó en la conquista de Nicaragua y fue nombrado alcalde de la ciudad de León.

Tuvo una importante participación en la exploración y conquista de los territorios peruanos, logrando alcanzar altas posiciones en los territorios conquistados por la Corona Española.

Sebastián Moyano y Cabrera nació en la localidad de Belalcázar, posiblemente, en el año 1480, en el seno de una familia humilde, eso sí, pero con limpieza de sangre. En ese momento, esta localidad pertenecía a la Extremadura castellana, que a la vez formaba parte de la provincia de Córdoba, encontrándose bajo el mando de la Corona de Castilla. A pesar de que su padre era de apellido Moyano y su madre Cabrera, cuando partió hacia el nuevo mundo optó por cambiar su apellido, adoptando el nombre de su localidad, y pasándose a llamarse Sebastián de Belalcázar o Benalcázar, nombre por el que sería reconocido en la Historia.

Sebastián de Belalcázar constituye uno de los primeros conquistadores españoles en haber viajado al nuevo mundo* (posiblemente para eludir alguna acción de la justicia o la pobreza que lo azotaba en su tierra natal, y el cambio de apellido fue para no olvidar sus raíces mientras partía hacia lo desconocido), teniendo, según indican algunas fuentes, aunque no ha qeudado constancia, la oportunidad de formar parte de la tripulación de Cristóbal Colón durante su tercer viaje, realizado en 1498, lo cual le convertiría en uno de los primeros marinos en tocar tierra firme en América, al haber acompañado a Colón al navegar por el Orinoco en Venezuela.

Igualmente, la Historia refiere en la vida de este conquistador otro viaje al Nuevo Mundo, el cual habría realizado en el año 1514, bajo el mando de Pedrarias Dávila al Darién. Durante esta travesía, resaltó como un gran militar, marinero y explorador, obteniendo incluso el rango de Capitán, lo que le colocaba en posición de poder tener hombres bajo su mando, o dirigir expediciones en el Nuevo Mundo.

*Algunos sostienen que cuando Cristóbal Colón se encontraba en Sevilla para emprender su tercer viaje en 1498, Belalcázar se alistó con él y consiguió pasaje para radicarse en Santo Domingo. Otros sostienen que tomó lugar en la expedición de Pedrarias Dávila, y que de Santo Domingo fue al Darién, bajo el mando de Vasco Núñez de Balboa. Viajó a Nicaragua en compañía de Francisco Fernández de Córdoba y, como premio a su labor, fue nombrado alcalde de la ciudad de León, recién fundada.

Después de haber participado junto a Francisco Hernández de Córdoba en la conquista del territorio nicaragüense, la cual tuvo lugar en 1524, Sebastián de Berlalcázar recibió una importante recompensa por su labor, siendo nombrado alcalde de la recién fundada ciudad de León. No obstante, permanecería al frente de la naciente ciudad apenas tres años, pues durante 1527, este conquistador tuvo que partir rumbo a Centroamérica, para intentar poner orden en las disputas que se daban en suelo hondureño entre los españoles que ambicionaban el poder.

En el Darién tuvo ocasión de conocer a Diego de Almagro y a Francisco Pizarro, y se unió a ellos en 1530 para conquistar el Perú. Fue enviado a Piura con el cargo de teniente gobernador; en 1533 organizó por su cuenta (invirtió un importante capital en la campaña) la expedición de Quito, ciudad que había sido destruida por el general Inca Rumiñahui, y allí tuvo que hacer frente a la resistencia india.

Sebastián de Belalcázar fundó una nueva ciudad, el 6 de diciembre de 1534, en compañía de Almagro. Según lo que reportan las fuentes históricas, los conquistadores escogieron para este asentamiento, fundado sobre las cenizas de la ciudad inca destruida, el nombre de San Francisco de Quito, como una forma de rendir un homenaje a los misioneros franciscanos que ya comenzaban a poblar el nuevo continente,… aunque también se dice que fue en honor a Francisco Pizarro.

Después de este triunfo en lo que sería el actual territorio ecuatoriano, partió rumbo a las tierras que constituirían el territorio de Nueva Granada. Una vez allí, Belalcázar comandó la batalla de Popayán, en donde al mando de un centenar de soldados, en el año 1535, lograría vencer a cerca de 3.000 indígenas, logrando la conquista del territorio. Un año después atacó, con apenas doscientos hombres, la población de indígenas yanaconas, las cuales según los registros españoles ascendían a unos 6.000 y, nuevamente, los hombres a su mando lograron imponerse, conquistando el territorio y fundando, el 25 de julio de 1536, la ciudad de Santiago de Cali, y Popayán en enero de 1537, situadas en la actual Colombia, además de otros emplazamientos, como Guayaquil en el actual Ecuador

Monumento a Belalcazar en Cali (Colombia)
Durante la colonia Santiago de Cali fue parte de la Gobernación de Popayán, la cual a su vez era parte de la Real Audiencia de Quito. Aunque Cali fue inicialmente la capital de la Gobernación, en 1540 Belalcázar asigna esta función a Popayán debido al clima templado de esa ciudad.


No obstante, Belalcázar también se obsesionó con el mito de El Dorado, organizando varias expediciones, que lo llevaron entre 1536 y 1537 a recorrer gran parte del territorio colombiano, en donde aun cuando no pudo encontrar la ciudad de oro, logró consolidar el poder español sobre lo que se convertiría en el futuro en un virreinato. Junto al conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada, en 1539, cruzó el valle del río Magdalena, lo cual les dio paso hacia los territorios centrales del país, llegando a la meseta en donde actualmente se erige la capital colombiana.

Sus méritos y conquistas fueron recompensadas generosamente por la corona española, consiguiendo que, en 1540, Carlos I le concediera el título de Adelantado, nombrándolo además Gobernador vitalicio de Popayán, un extenso territorio, que comprendía espacios ubicados en los actuales territorios de Colombia y Ecuador.

Sebastián de Belalcázar tuvo que enfrentarse, desde el principio, con las ambiciones de otros iguales, como por ejemplo, Pascual de Andagoya, quien usando su posición de Gobernador, quiso usurpar territorio bajo el mando de Belalcázar; sin embargo, Andagoya no contaba con la experiencia de este conquistador, quien supo revertir el ataque, y por el contrario apoderarse de territorio bajo el poder de Andagoya.

Unos seis años después, en 1546, tras haberse visto involucrado en las grandes contiendas por poder protagonizadas por los Pizarro y los Almagro en Perú, el propio Belalcázar tuvo que atender otras sublevaciones en contra de su poder.

Las denuncias por los abusos cometidos motivaron el envío de Robledo como juez de residencia. Benalcázar ejecutó al juez, siendo condenado a muerte por este delito. Su apelación fue aprobada por lo que emprendió Benalcázar el viaje á España con el objetivo de defenderse; pero la edad y achaques que padecía le obligaron á detenerse enfermo en Cartagena de Indias, donde falleció el 30 de abril de 1551, unos días antes de partir hacia España. Pedro de Heredia, aún gobernador de Cartagena, le dio cristiana sepultura y sobre su tumba escribió un sentido epitafio.

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