miércoles, 24 de abril de 2019

Sancho de Urdanibia. Marino. Se enfrentó a piratas y corsarios en las Armadas Reales de España y las Indias



General de la Real Armada que estuvo 35 años al servicio de la Monarquía española durante los reinados de Felipe III y de Felipe IV, especialmente en la Flota de la Carrera de Indias. Pasó su vida luchando con piratas y corsarios.
 
Sancho de Urdanibia nació en la localidad de Irún (Guipúzcoa), en torno a 1585. Procedía de una poderosa y enriquecida familia nobiliaria, siendo sus padres Sancho Topalda y Magdalena de Urdanibia. Tomó el apellido de la madre, porque desde la Edad Media era un linaje influyente en Irún, que formó parte de la llamada Casa Urdanibia. Siendo joven se instaló en la ciudad de Cádiz para desarrollar en ella su carrera como marino, donde murió en 1644. Fijó su residencia en Cádiz, en la calle San Francisco, cerca de la iglesia de San Agustín, donde los vascongados de la época tenían su capilla.

 
Armas de Urdanibia: Cuartelado 1º y 4º , de oro, con la torre de piedra, incendiada, medio partidos del mismo metal, con el espino de sinople y el jabalí de sable, pasante al pie del tronco, y 2º y 3º, cuartelados a su vez; los cuarteles 1º y 4º, de oro, con tres bandas de azur y los cuarteles 2º y 3º, también de oro, con dos lobos, andantes, de sable, puestos en palo; medio cortados de gules, con un grifo de oro

En 1608, Sancho ya aparece como maestre en la nave de aviso Nuestra Señora del Juncal. Y en 1614, fue ascendido a capitán, y desde entonces tuvo una relevancia importante en las misiones marítimas de la Monarquía española, especialmente en las relacionadas con el comercio americano.

En 1622, el gobernador de Salinas de Araya, situada en el Virreinato de Nueva Granada (Venezuela), solicitó a la Corte española la construcción de una fortaleza militar en la ciudad con la intención defenderse los continuos asedios que las armadas holandesas estaban realizando. Poseían una explotación de sal, un bien muy preciado en la época. Se ordenó al capitán Sancho de Urdanibia zarpar desde el Puerto de Sevilla al mando de una embarcación dotada de maestre, piloto, contramaestre, grumete, condestable, 96 soldados de infantería, 6 artilleros y 23 pajes. Cuando llegaron a Salinas de Araya, derrotaron a las embarcaciones holandesas que intentaron sitiar la ciudad, y posteriormente, construyeron la fortaleza, hoy en día en estado de ruinas.

Después de regresar a Cádiz, partió de nuevo hacia el Virreinato de Nueva España al mando de una nave de aviso. Durante la singladura, fue sorprendido por una nave holandesa a la altura de la isla Tercera (islas Azores), pero superó con éxito el encuento. Era habitual encontrar en estas aguas flotas enemigas o embarcaciones de corsarios con la intención de apoderarse de los barcos que hacían la Carrera de Indias y sus mercancías, ya que la isla era un punto de repostaje en la ruta atlántica.

En 1638, en plena Guerra de los Treinta Años, la Monarquía hispánica estaba muy mermada, teniendo como enemigos a potencias como Inglaterra, Holanda y Portugal. Ese año, Sancho de Urdanibia se hallaba en el Virreinato de Nueva Granada. Desde  Cartagena de Indias tomó parte del viaje de vuelta de la Flota de la Carrera de Indias con destino a Sevilla y Cádiz. La flota estaba compuesta de 7 galeones, uno de ellos capitaneado por Sancho de Urdanibia, el galeón Nuestra Señora del Carmen. Durante la travesía por el mar Caribe encontraron presencia embarcaciones enemigas de España, pero la peor parte la encontrarían en la bahía de Cabañas (isla de Cuba), cuando fueron atacados por una imponente armada holandesa. Esta flota, compuesta de 24 naves, había partido de Brasil al mando de Cornelius Jol, alias Pie de palo.

Sancho participó en el combate de Cabañas, primero en una defensa y posteriormente intentando el contraataque. tras ocho horas de dura lucha, los contendientes establecieron una tregua para reparar los desperfectos de las naves. De vuelta al ataque, el barco de Sancho quedaba inutilizado y para que no caiga en poder enemigo, ordenó quemarlo y su tripulación trasladada a otros galeones.


En 1940, de nuevo en el Departamento marítimo de Cádiz se hizo cargo de la Flota de la Carrera de Indias. Al salir de la bahía gaditana, sufría el acoso de una potente armada francesa de 36 naves. Pero pudo esquivarlos y tras semanas de intense persecución, consiguió llegar al destino americano sin abrir fuego contra sus perseguidores. Este fue el último viaje de Sancho de Urdanibia a América.

La llamada Carrera de Indias tenía por objeto la organización de expediciones comerciales que traían las riquezas de los virreinatos y requería flotas preparadas para proteger las mercancías y evitar los ataques de los enemigos.

De nuevo en Cádiz, le ordenaron dirigirse a Cataluña para frenar el ataque francés. Sancho de Urdanibia participó en la defensa de Barcelona de 1642. Al término de la misma fue ascendido a almirante general por el rey Felipe IV. Era la culminación a una exitosa carrera de 35 años al servicio de la Real Armada española, salvaguardando las mercancías de la Flota de la Carrera de Indias y entablando combates contra embarcaciones corsarias y armadas enemigas.

Tras regresar a Cádiz, moría dos años después, en 1644, habiendo realizado testamento el 23 de septiembre de ese mismo año. Su cuerpo fue enterrado en el convento de San Francisco.

Palacio de Urdanibia en Irún
Urdanibia pertenece al grupo de marinos y cargadores vascos que en los primeros años del siglo XVII impulsa la creación de la cofradía de los vascos en Cádiz.

En su testamento, fechado  el 23 de septiembre de 1644, dejó en herencia una dote monetaria para la reconstrucción del hospital de Santa Margarita de Irún, destruido por las tropas francesas en 1638. En la fachada principal se halla el escudo del linaje de Urdanibia. También, legó varias aportaciones caritativas en Cádiz, para la fábrica y reforma de gran número de iglesias y conventos de la ciudad, siendo la más significativa la dote a la iglesia de San Agustín. En su fachada principal existe una obra esculpida en mármol con la inscripción: "Esta portada mando hacer el General Sancho de Urdanivia que Dios haya. Años 1647".

Nota: Información extraida de Patriotas Vascongados

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