Militar y encomendero. Famoso protagonista de un caso de bigamia en el Nuevo Mundo
Francisco
Noguerol de Ulloa nació hacia 1510, probablemente en Simancas (Valladolid).
Hijo
del hidalgo Mendo Noguerol, célebre alcaide de la fortaleza de Simancas
(Valladolid), que fue asesinado por uno de los reclusos en 1524, y de su esposa
Constanza de Espinosa. En 1530 Francisco casó con Beatriz de Villasur, vecina
de Saldaña, y se alistó en las milicias de Carlos
I en Fuenterrabía (Guipúzcoa), después en la comitiva del conde de
Benavente y, finalmente, en la del duque de Medina Sidonia, a la que pertenecía
cuando embarcó rumbo a América en 1534.
Se
asentó en el Perú; partió de Cuzco el 3 de julio de 1535 en la expedición de
Diego de Almagro a Chile, una empresa que fracasó y que regresó el 18 de abril
de 1537 a Cuzco, gobernada ahora por Hernando Pizarro, hermano de Francisco.
Dado que Almagro consideraba que Cuzco era parte de su gobernación, se inició
el enfrentamiento entre almagristas y
pizarristas. Cuando en el puente del río Abancay Hernando Pizarro fue apresado,
a él se le encargó su custodia.
Pronto,
el capitán Noguerol se convirtió en uno los colonizadores más influyentes del
valle del Colca, donde es considerado
fundador de Arequipa en 1540. Gracias a su sagaz política de alianzas con
almagristas y pizarristas, gestionó las importantes encomiendas de Los Ubinas
(1540) y la de Los Collaguas (1548).
Tras
el designio de Cristóbal Vaca de Castro como gobernador de Perú (1540-1542), formó parte de la oligarquía colonial
arequipeña ostentando diferentes cargos: alcalde, fiel ejecutor, regidor,
alférez general y mayordomo del hospital. Con la llegada del primer virrey
del Perú, Blasco Núñez de Vela, y la implantación de las Leyes Nuevas (1542),
por las que se reformaba el sistema de la encomienda, Gonzalo Pizarro sublevó a
los encomenderos en 1544. Francisco, que había sido nombrado procurador de
Arequipa en 1546, se unió al bando realista bajo el mando de Diego Centeno para
luchar en la batalla de Huarina (20/octubre/1547) y en la decisiva de Jaquijagua
(9/abril/1548). Fue apresado por el enemigo, pero pudo escapar y llegar hasta
Lima.
Restablecida
la normalidad, Noguerol de Ulloa aumentó su fortuna y estatus social recibiendo
las encomiendas de Yaque Collaguas y Collaguas, con 10.000 pesos de renta
anual, y fue elegido alcalde ordinario de Arequipa en 1552.
Creyéndose
viudo de su primera esposa, contrajo
segundas nupcias con Catalina de Vergara —Arequipa, 1549—, hecho por el que
fue acusado de bigamia (1554),
situación que motivó un litigio que le obligó a regresar a Valladolid (1556),
donde fue condenado por orden de Felipe
II. Después de presentar las alegaciones, el pleito se resolvió el 28 de
julio de 1558 cuando, por mandato del pontífice Pablo IV y tras algún soborno, se corroboró el segundo matrimonio
de Francisco Noguerol. En 1557 se asentó
en Medina del Campo, donde fallecería en 1581, manteniendo las posesiones
peruanas hasta 1575, fortuna que invirtió en censos en Medina del Campo, Nava
del Rey, Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), Carmona (Sevilla), etc.; además,
gozaba de los beneficios de las rentas reales de Medina del Campo y tenía
propiedades en varias provincias, circunstancias que avalaron importantes
transacciones. Fundó un mayorazgo en el año de 1576 y, en su testamento, hecho en Medina del Campo, se acordó de los indios que tenía en Perú, y les dejó la mayor parte de su gran fortuna (para ellos, sus esposas e hijos).
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