miércoles, 8 de enero de 2020

Agustín de Argüelles Álvarez. Abogado, político liberal y diplomático



Apodado “el Divino” por su oratoria durante las Cortes de Cádiz. Fue presidente de las Cortes en 1841 y tutor de la reina Isabel II durante su minoría de edad.


Nació el 28 de agosto de 1776 en Ribadesella (Asturias). Hijo segundón de José Antonio de Argüelles y Uría, que poseía el mayorazgo en Ribadesella, y de Teresa Álvarez y González, su segunda esposa, ambos de familias hidalgas, de no grandes medios pero de cierta influencia social.

Cursó el bachillerato en Oviedo y se licenció en Derecho en la Universidad de esa misma ciudad, destacando por ser un alumno brillante. Tras terminar la universidad, su primer empleo fue el de secretario del obispo de Barcelona, el gijonés Pedro Díaz Valdés (1798), ocupación que dejó en 1800 para dirigirse a Madrid, donde pretendía hacer carrera en la Corte, donde consiguió, gracias a sus conocimientos del inglés, francés e italiano, una plaza en la Secretaría de Interpretación de Lenguas, bajo la jefatura de Leandro Fernández de Moratín y, en 1805, otra, con un sueldo de 10.000 reales, de oficial de la Convalidación de Vales Reales, dependiente del Ministerio de Hacienda, cargo que le permitió entrar en contacto con el mundo político y diplomático, siendo enviado en otoño de 1806 por el Manuel Godoy a Londres en misión diplomática para conseguir la alianza de Londres contra Francia, y frenar los planes de Napoleón, lo que le permitió familiarizarse con la Constitución inglesa.

Al estallar la Guerra de la Independencia, con Godoy fuera del poder, recibió la orden de regresar a España, lo que hizo en noviembre de 1808, dirigiéndose a Asturias y pasando poco después a formar parte de la Junta de esta provincia. A mediados del año siguiente marcha a Sevilla, donde su paisano Jovellanos lo acoge y le ofrece un puesto en la Comisión de Convocatoria a Cortes y, desde Sevilla pasa a Cádiz, donde, tras ser nombrado diputado, participó activamente en las Cortes, que se habían iniciado el 27 de septiembre de 1810, siendo uno de los principales artífices de la redacción de la primera Constitución Española (El 18 de agosto de 1811 leyó el Discurso Preliminar del Proyecto de Constitución, redactado por él, que tuvo una gran acogida por los diputados liberales. El texto es importante porque constituye una justificación sobre la necesidad de una Constitución en España, además de condensar el espíritu liberal que debía inspirar el texto), destacando por ser un gran orador, de ahí que recibiera el apelativo de “el Divino”, y por sus intentos de abolición de la esclavitud.

Fue depurado por Fernando VII tras la restauración absolutista y con el pronunciamiento de Rafael del Riego fue nombrado Ministro de la Gobernación. Después del gobierno liberal se exilió a Inglaterra, regresando a España en 1834.

Después de la sublevación de los Sargentos de La Granja de 1836 y la reposición de la Constitución de 1812, Argüelles fue elegido diputado en las Cortes Constituyentes que elaboraron la Constitución de 1837, siendo uno de sus padres también. En abril de 1841, es nombrado presidente del Congreso. Diputado por Asturias y nombrado preceptor (16-junio-1841) de Isabel II durante su minoría de edad por Baldomero Espartero, tras perder la votación en las Cortes Generales frente a éste para ser elegido Regente de España, cargo al que renunció al producirse el alzamiento contra el regente, siendo elegido diputado por Madrid en las elecciones de 1844.

Agustín Argüelles falleció en su casa de Madrid, de un derrame cerebral, el 26 de marzo de 1844.

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