Militar, político y filántropo, de ideas
ilustradas y liberales. Corregidor de Madrid desde el 22 de septiembre de 1834
hasta el 16 de agosto de 1836, reinando Isabel II. Realizó muchas mejoras y Fundó la Caja de Ahorros y
Monte de Piedad.
De
familia hidalga natural de Vicálvaro (Madrid), nació en La Coruña el 21 de
agosto de 1790, donde su padre estaba destinado. Hijo de Vicente Vizcaíno
Pérez, fiscal de la Real Audiencia de Galicia, y María Antonia Martínez Moles
Valdemoros.
En
1816 entró en la Orden de Santiago.
Al año siguiente se casó con Mariana de
Pontejos y Sandoval (1762-1834), IV Marquesa de Casa Pontejos, accediendo
así al marquesado. Mariana era casi 20 años mayor que él y había enviudado dos
veces.
Participó
en la Guerra de Independencia y
obtuvo el puesto de Capitán de Dragones (soldados de infantería y caballería de
los siglos XVI a XIX). Se afilió a la Milicia Nacional de Caballería durante el
Trienio Liberal y tuvo que irse de
España en 1823, mientras duró la época absolutista, lo que le permitió conocer
otras ciudades europeas y estudiar su urbanismo. Vivió en París y en Londres.
Este
hecho, unido a su amistad con Mesonero
Romanos, le preparó para su cargo como corregidor, convirtiéndole en uno de
los mejores y más eficaces alcaldes de Madrid. De 1834 a 1836 fue alcalde de
Madrid y revolucionó totalmente la ciudad, dejándola organizada. Por esto, se le considera uno de los
mejores corregidores de la villa, junto con Carlos III.
Plaza de Pontejos (Madrid) |
Mientras fue alcalde encargó al arquitecto municipal Custodio Moreno el levantamiento de un minucioso plano topográfico de la Villa. Mandó numerar las calles partiendo de la Puerta del Sol, colocando los números pares a un lado y los impares a otro. Rotuló las calles, poniendo un cartel con su nombre a la entrada y salida de la misma. Para mayor seguridad una vez que se iba el sol, mandó instalar alumbrado público por toda la ciudad. La fraccionó en 5 distritos y 50 barrios. Empedró las calles y mandó elevar las aceras, así se conseguía evitar el barrizal cuando llovía y la polvareda en verano. Aunque se ganara críticas al principio, estableció los primeros baños públicos.
Así
mismo, ordenó plantar gran cantidad de árboles. Creó un reglamento para la policía urbana y los serenos, otro para
los mataderos y los mercados e inauguró el Mercado de los Mostenses, así como
el Paseo de las Delicias de Isabel II, y estableció el primer gasómetro para
iluminar la calle del Príncipe y la Carrera de San Jerónimo. Mejoró las
cárceles y los hospitales. Para todo ello contó con la ayuda de Mesonero
Romanos, que le inspiró en muchas de las cosas que hizo. Todo esto se hacía con
el fin de sanear Madrid.
En
1838, dejó la política y comenzó a preocuparse por los más necesitados,
iniciando su labor de beneficiencia. Fundó
la Escuela de Párvulos y el Asilo de San Bernardino, con el que quería
acabar con la mendicidad urbana. Colaboró en la fundación del Ateneo. En lo que puso más empeño y más
quería, fue la creación de la Caja de
Ahorros y Monte de Piedad, en 1838, por el que consiguió grandes apoyos. Su
fin era benéfico y lo dirigía una junta encabezada por el Marqués.
Caja de Ahorros y Monte de Piedad (Madrid) |
Las
cajas llegaron a España en la primera mitad del siglo XIX, por Real Decreto de
María Cristina de Borbón, unidas a los Montes de Piedad para conseguir una
doble función benéfica y financiera.
Senador por la provincia de La Coruña 1837-1838, 1838-1839, 1839, 1840. Joaquín Vizcaíno
falleció el 30 de septiembre de 1840, con 50 años. Madrid le recuerda con una
calle y una plaza cerca de la Puerta del Sol,. Además tiene un paseo en el
Retiro y un busto en la fuente de la Plaza de Pontejos.
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