Dueño de la casona de Quintela en Catasós (Lalín), que había heredado
de su madre, hija de Miguel Pérez, administrador del Conde de Lemos. De
ideología carlista y de familia hidalga, poseía abundantes bienes y rentas.
José (Fernando) Quiroga Pérez de
Deza nació en Santa Eulalia de Banga (Orense) en 1848; era hijo de Pedro
Antonio Quiroga Hermida, y María Asunción Pérez de Deza y Pinal.
El origen de la familia y
patrimonio de José Quiroga procede del siglo XVI. Su padre era dueño por
herencia de sus antepasados de las
casas
hidalgas de Santa María de Oleiros y de San Tirso de Mabegondo, en La
Coruña; de Redondelle en San Ginés de la Peroxa, y de Osebe en San Miguel de
Lebosende en Leiro, ambas en Orense. Era hermano de
Antonio Quiroga Hermida, militar y político que destacó en los
movimientos revolucionarios de 1820, ya que encabezó, junto al general
Riego, el levantamiento de Cabezas de San Juan (Sevilla), durante el reinado de
Fernando VII, y llegó a ocupar la vicepresidencia de las Cortes. La madre era
dueña de las
casas hidalgas de Banga
y Cimadevilla en San Juan de Cabanelas, ambas en O Carballiño; de Corneda en O
Irixo, y de la casa grande de Quintela en Santiago de Catasós, en Lalín.
José Estudió la carrera de
abogado y
se licenció en Derecho Civil y
Canónico en la Universidad de Santiago. Siendo estudiante de Derecho en
Santiago, cuando tenía 20 años se
casó
con Emilia Pardo Bazán, que tenía 16, el 10 de julio de 1868, en la capilla del
Pazo de Meirás. El matrimonio no se separó de su familia, y durante años
vivieron con sus padres y viajaron por Europa. En 1869 se trasladaron a vivir a
Madrid, cuando su padre, José Pardo, es elegido diputado a Cortes tras la
Revolución Gloriosa (sublevación militar que supuso el destronamiento y exilio
de Isabel II e inicio del Sexenio Democrático). Tuvieron tres hijos, Jaime,
María de las Nieves y Carmen.
José Quiroga era un gran
caballero, un hombre tranquilo y reservado que residió la mayor parte del tiempo
en sus posesiones de La Coruña, principalmente en el restaurado castillo de
Santa Cruz de Oleiros, a unos 20 km de la capital gallega. Se separó de Emilia Pardo Bazán, en 1844, como consecuencia de una
serie de artículos publicados por la novelista en la revista “La Época”,
inspirados en el naturalismo puesto de moda por Émile Zola; artículos que
serían reunidos posteriormente en el volumen “La cuestión palpitante” (1883)
con un prólogo de Leopoldo Alas, Clarín, acreditando así a la escritora gallega
como una de los principales defensores del naturalismo en España.
Se interesó por la política y se cree que tomó parte activa en la
campaña clandestina contra Amadeo I y más tarde contra la República. Fue
presidente del Círculo de Artesanos de la Coruña, Maestrante de Ronda y compartió con su mujer el título de Conde
de Pardo Bazán.
Cuando la Guerra de Melilla de
1909, quiso estar cerca de su hijo Jaime, que había ido como voluntario, y en
los hospitales se dedicó a dar socorro y consuelo a los soldados heridos y
enfermos. Murió en Carballiño (Orense) el 12 de noviembre de 1912.
Fuente: Historia de la Tierra deDeza
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