Camilo García de Polavieja es uno de los dos únicos militares españoles que en los siglos XIX y XX pasó del más bajo escalafón militar, soldado raso, al más alto empleo posible en el Ejército, el de Capitán General. Debido a su religiosidad fue conocido como "el General cristiano".
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Camilo nace el 13 de julio de 1836 en Madrid, según consta en su partida de bautismo en la Parroquia de San Martín. Su educación comienza en Madrid, continuando en Málaga y Alcoy, donde a la edad de 10 años fallece su madre María de los Ángeles del Castillo-Negrete. Prosigue su formación en Inglaterra, de dónde se ve obligado a regresar a la edad de 17 años por la ruina económica de su padre Camilo José García de Polavieja Martí, atrapado en las crisis bursátiles de los años 50. Pese a ello, inicia el curso preparatorio para ingresar en el Cuerpo de Estado Mayor, donde coincide con el futuro general Weyler, que sería teniente a la corta edad de 20 años, pero el destino quiso de nuevo troncar las aspiraciones de nuestro protagonista, con la muerte de su padre por asma, de modo que hubo de sentar plaza de soldado voluntario en el regimiento de Infantería de Navarra el 20 de agosto de 1858. Ese día da comienzo una de las hojas de servicio más espectaculares del Ejército español, en la que Polavieja pasará por todos y cada uno de los empleos militares existentes y dónde la mayoría de los ascensos se producen por méritos de guerra.
Destacó en las campañas de Marruecos y Cuba, y en 1873, de vuelta a la Península, tomó parte en las operaciones militares de Cataluña, enfrentándose a los carlistas.
Con el rango de general de brigada se desplazó, de nuevo, a Cuba, donde se enfrentó a Maceo en la Guerra Chiquita, y se le designó gobernador de Santiago.
En noviembre de 1893 se le confirió el cargo de comandante en Jefe del Sexto Cuerpo de Ejército; en diciembre de 1894 el de Jefe del Cuarto Militar de S.M. la Reina Regente; en octubre de 1896 el de Segundo Cabo, en comisión, de la Capitanía General de las Islas Filipinas y, en diciembre del propio año los de Gobernador General, Capitán General de las mismas islas y General en Jefe de su Ejército. Así, en 1896 fue enviado a las Filipinas con la misión de aplastar a los independentistas, y en el ejercicio de sus funciones procedió al fusilamiento de José Rizal. A pesar de sus éxitos, dimitió de su cargo por sus divergencias con el gobierno.
Tras la pérdida de las colonias, entró en política con un programa de reformas que recibió en principio el apoyo de los industriales catalanes, y fue nombrado ministro de Guerra, aunque terminó por dimitir ante una creciente oposición a su proyecto reformista. El 15 de abril de 1987 embarcó para la península, y el 28 del mismo mes le fue concedida la Gran Cruz Laureada de la Real y Militar Orden de San Fernando, con la pensión anual de 10.000 pesetas. Por Breve de S. S. León XIII, en 5 de marzo de 1895, fue creado Marqués de Polavieja, título extranjero que fue reconocido por la Reina Regente María Cristina de Habsburgo, siendo autorizado a hacer uso del mismo en España desde el 5 de agosto de ese año.
Casó, el 21 de marzo de 1885, con María de la Concepción Castrillo y Medina, con quien tuvo, al menos, dos hijos: Alfonso María (n. 1887, que sigue), y Ángela (n. 1893, esposa de Joaquín de Valenzuela Urzaiz). Le sucedió, por Breve Pontificio del papa Benedicto XV de fecha 24 de septiembre de 1916, su hijo primogénito. Su hija María de los Ángeles García de Polavieja Castrillo 1893-1967 casó el 10 de junio 1917 con Joaquín Valenzuela Urzaiz 1883-1934.
Bustos de Polavieja y de su esposa (RMCZ) |
Fue senador por la provincia de Santa Clara (Cuba) 1896; Senador vitalicio 1899-1911; Senador por derecho propio en 1911.
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