Una de las grandes figuras del
Renacimiento en Aragón además de ser uno de los principales artífices de la
introducción del nuevo lenguaje del Cinquecento italiano en la pintura
aragonesa.
Considerado por sus contemporáneos entre los pintores “más hábiles y aventajados del Reino de Aragón”.
Considerado por sus contemporáneos entre los pintores “más hábiles y aventajados del Reino de Aragón”.
Infanzón
y hombre de armas estuvo al servicio de Hernando de Aragón, arzobispo de
Zaragoza (1539-1577) y notable mecenas a quien le aconsejó en cuestiones
artísticas. Con una notable actividad en Zaragoza capital y provincia, en 1570. Falleció en marzo de 1592.
Nacido,
antes de 1510, y afincado en Zaragoza, era hijo de Juan Vicente, cerero y
especiero, y de Juana López de Vallejo. Su actividad profesional se documenta
entre los años 1527 y 1583 aunque la mayor parte de su producción se concentra
entre 1540 y 1575. Contó con la protección del mecenas más importante de la
época, Hernando de Aragón, arzobispo de
Zaragoza, abad del monasterio de Veruela y virrey de Aragón, quien le
procuró numerosos encargos gracias a los cuales Cósida llegó a gozar de gran
fama y reconocimiento entre sus coetáneos. El artista vivió además un momento
de auge de la pintura que en años anteriores, había tenido un papel secundario
con respecto a la escultura.
El
pintor inició su trayectoria en el campo de la miniatura y desarrolló un extraordinario
dominio del dibujo. Se cree que completó su formación artística fuera de
Zaragoza incorporando a su estilo influencias procedentes de Italia, en
particular del arte de Rafael y de
Leonardo da Vinci. También usó como fuente iconográfica y de modelos
compositivos los grabados de artistas como Durero,
Luca de Leyden, Raimondio Veneziano que circulaban en esta época por los
talleres de los artistas de toda Europa.
San Antonio de Padua acompañado de Santa Úrsula y otras vírgenes mártires
Jerónimo Cósida, ca. 1560. Alcañiz, Teruel. Fundación Quílez Llisterri.
Tras
su vuelta a Zaragoza, Jerónimo Cósida estableció su propio taller en la calle
de san Pablo. En esos momentos, esta ciudad era el centro pictórico más
destacado de Aragón y aquí coincidieron un buen número artistas, algunos
procedentes de Italia y del norte de Europa que contribuyeron en la
implantación de las formas más vanguardistas.
Jerónimo Cósida fue un artista muy
prolífico, aunque gran parte de su producción se ha perdido. Su destreza como dibujante le llevó a emprender
proyectos no sólo pictóricos, sino que además realizó trazas de retablos,
diseñó piezas de escultura y orfebrería e ideó decoraciones arquitectónicas. Su
estilo es muy personal y las obras que realizó, por lo general, están
efectuadas con mucho detalle, destacando en ellas la belleza y la elegancia de
sus figuras femeninas, las composiciones bien jerarquizadas y los ambientes
luminosos.
Retablo de la Virgen con el niño
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Entre sus trabajos más significativos
se encuentran el retablo mayor del monasterio de Veruela, el retablo de la
Virgen de la Cárcel de Manifestación de Zaragoza, la capilla funeraria del
arzobispo Hernando de Aragón y el trascoro de la Seo de Zaragoza.
Con
una notable actividad en Zaragoza capital y provincia, en 1570 Cosida extendió
su actividad a Tudela al contratar el retablo
de la Virgen del Rosario que había de presidir la capilla de patronato de
Martín Miguel de Munárriz, ya fallecido, en el monasterio de Nuestra Señora del
Rosario de Tudela. La obra en la que figuraban pintados todos los misterios del
rosario se asentó para marzo de 1573 y dada su calidad el pintor cobró una
cantidad superior a los cuatro mil sueldos fijados en el contrato.
Desgraciadamente esta obra ha desaparecido.
Uno
de los trabajos más ambiciosos que recibió fue el del retablo mayor y el sagrario de la cartuja de Nuestra Señora de Aula Dei,
último de los que realizó por encargo de su protector y mecenas pues falleció
en 1575. A partir de esta fecha, la producción de Jerónimo Cósida decae
considerablemente debido también en parte, al cambio de gusto que se estaba
produciendo en la sociedad aragonesa y al ascenso de otros artistas, como Rolan
de Moys, con estilos más acordes con las corrientes artísticas del momento.