viernes, 30 de diciembre de 2016

Padrón de hidalgos de la ciudad de Ávila. Siglos XV al XVII


Recomendación del libro PADRÓN DE HIDALGOS DE LA CIUDAD DE ÁVILA S. XV AL XVII, de don José María García-Oviedo Tapia, cuya referencia nos ha ofrecido en Facebook el Grupo Biblioteca Genealogica Heráldica y Nobiliaria.

EL REDACTOR DE ESTE BLOG DESEA UN 
¡FELIZ AÑO NUEVO! A TODOS SUS LECTORES

Se puede descargar gratuitamente, en formato PDF.   Link de Descarga

Reproduzco literalmente algunos párrafos, referidos a la hidalguía, seguidamente.
Se dice que aunque todos los hombres por nacimiento son iguales, sus hechos y circunstancias en el transcurso de sus vidas les hace diferentes; unos están marcados por sus buenos servicios a la sociedad en hechos nobles con sus congéneres y reconocido su valor en las armas, la política, la iglesia, las letras etc. 


En este proceder en ciertos casos eran recompensados con privilegios de hidalguía, que conllevaba la exención de impuestos reales y las facultades, en algunos casos, de trasmitirla a sus descendientes “hijos de algo” en recuerdo de los hechos notables de sus ascendientes, después denominados hijosdalgo o hidalgos.

La calidad de hidalgo se otorga por medio de una carta ejecutoria concedida por el Rey a través de las Chancillerías o Reales Audiencias. Después provistos de esta documentación, tenían que mostrarla ante el Concejo, para que tuviera efecto y fuera tenido por tal y eximido de los impuestos que se aludiera en la misma. Creo que es muy acertada la definición que hace de la nobleza el Duque de Tovar (Alfonso de Figueroa y Melgar, IV duque de Tovar, Grande de España, genealogista, historiador y escritor) en su obra Hidalguía, Honor, Hispanidad: “Nobleza es la calidad de aquellos que por sus méritos se hicieron acreedores a una buena reputación, y la de sus descendientes, que emulando las virtudes de sus pasados, prosiguen en la práctica de ellas”...

También tenemos otro ejemplo en el escudo gallego de la familia A Picoña*, en el cual figura una leyenda que define igualmente el carácter hidalgo, dice así: “El hijo que conservare de sus padres la nobleza, merece mayor grandeza, del que por sí la ganare”.

Leyenda en el Pazo Moreira (de la Casa de la Picoña)
En San Martiño de la Picoña (comarca de Vigo / Pontevedra) se encuentra el Pazo conocido como “Casa Grande”, que constituye la mejor muestra del esplendor de los señores de la Picoña, de gran relevancia en la comarca. Fue fundado en el año 1543 por D. Morguete Rodriguez y su jurisdicción fue otorgada por Felipe II.

Heráldicaen la Casa Grande de Picoña
*Uno de los dos lemas de las raíces Troncoso, en Galicia, labrado a cincel en una de las fachadas del pazo de la Picoña, dice: “El Hijo que conservare de  sus  padres  la  nobleza,  merece  mayor  grandeza  del  que  por    la  ganare”.


El otro, situado debajo, como se puede observar en la fotografía, es: “Para poder conservar tres cosas son menester Saver, Virtud y Poder y ninguna ha de faltar”

martes, 27 de diciembre de 2016

Ateneo de ILUGO. Ceremonia de ingreso de nuevos ateneistas


José M. Huidobro nombrado nuevo ateneistas del Ateneo de Ilugo (26-XII-2016).

Celebración de la sesión anual de ingreso de nuevos ateneistas del Ateneo Ilugo, en el Salón de Personajes Ilustres del Museo Jacinto Higueras en Santisteban del Puerto (Jaén). Conferencia de ingreso y memoria de actividades.


Este 26 de diciembre, festividad de San Esteban, se celebró, en un concurrido acto cultural, la conferencia de ingreso a cargo de don Antonio Navarrete Orcera, titulada “Santisteban del Puerto en época romana”, y la presentación de la memoria anual por don Francisco Armijo Higueras, Presidente del Ateneo Ilugo, quien mostró en un vídeo las actividades de la asociación durante el último año y los planes para desarrollar en 2017.


Para terminar el acto se impusieron los distintivos y se entregaron las credenciales de pertenencia a esta institución a los nuevos miembros (José Manuel Huidobro, Enrique Muñoz Teruel, Gabriel Carrasco Hurtado, José de Contreras y Saro, Manuel Salas de la Vega, Francisco Juan Manjón Ruíz, Juan Guerreo Olid, Luís Mª Gutierrez Soler y Antonio R. Navarrete Orcera)

Tras la celebración de la misa en la iglesia de San Esteban y la procesión del Santo, tradicional reparto de rosquillas y anís y lumbre para calentarse a la puerta del templo, todos acudieron a celebrarlo en una cena de confraternidad.



Francisco Armijo entrega medalla y diploma acreditativo a José M. Huidobro
Diversos Ateneistas, ingresados en 2016 y 2015
 

En la prensa:  El Ateneo de Ilugo se enriquece con la incorporación de nuevos miembros. Ideal (Jaén) 28-12-2016
Reportaje de la Ceremonia en el blog del Ateneo de ILUGO

Conferencia de ingreso: HIDALGUÍA Y SOCIEDAD. Entre la Guerra y la Ciencia
Conferencia de ingreso (José Manuel Huidobro / 24 Junio 2016)
Museo Jacinto Higueras. Sede Institucional del Ateneo de Ilugo.

La Asociación Cultural Ateneo ILUGO, es una de las asociaciones culturales más antiguas de la provincia de Jaén, fundada en el año 1975 por un grupo de estudiosos comprometidos en la defensa de la cultura y el patrimonio de Andalucía. Su denominación hace referencia al municipio romano (Ilugo)que fué Santisteban del Puerto (Jaén) en donde mantiene su actual sede.

sábado, 24 de diciembre de 2016

Fernando de Valenzuela. El Duende de Palacio


Un personaje procedente de un familia hidalga de Ronda (Málaga), al que por sus permanentes desvelos por conocer todo cuanto sucediese en el entorno de la reina regente Mariana de Austria fuese llamando con el sonoro mote de “El Duende de Palacio” y que, gracias a sus dotes y ambición, desarrolló una carrera en la Corte, llegando a obtener el título de Grande de España.

Fernando de Valenzuela y Enciso, como otros validos antes y después de él, Olivares, Alberoni, Esquilache nació en Italia, concretamente, en la ciudad de Nápoles, el 8 de enero de 1636, desde donde se trasladó muy joven hasta Madrid, la ciudad donde residía la Corte y se concentraba el poder de la monarquía de los Austrias españoles.

Fernando de Valenzuela y Enciso
Su padre fue don Gaspar de Valenzuela, de noble linaje (se dice que eran descendientes del Rey de León Fernando II, que apoyó decididamente la creación de la Orden de Santiago, y eran miembros del Consejo Privado del Rey Don Pedro y Caballeros de la Orden de la Banda; algunos de este linaje estuvieron en las Navas de Tolosa), capitán español con destino en Nápoles, y su madre Leonor de Enciso y Dávila. Abandonó Italia a la muerte de su padre (1640), trasladándose con su madre a España, donde entró como paje al servicio del VII duque del Infantado, don Rodrigo Díaz de Vivar y Hurtado de Mendoza, pasando de nuevo a Italia cuando éste fue nombrado virrey de Sicilia. A la muerte del duque regresó a Madrid en 1659 y dos años después contrajo matrimonio con María Ambrosia de Ucedo, ayuda de cámara de la reina doña Mariana de Austria, lo que le abrió las puertas de Palacio, obteniendo el puesto de caballerizo de la reina. 
La Regente Mariana de Austria

Mariana de Austria, esposa a la vez que sobrina, del rey Felipe IV, a la muerte de éste, fue nombrada regente hasta la mayoría de edad de su hijo Carlos (el futuro Rey Carlos II, el Hechizado). Como Mariana era inexperta en política, Felipe IV dejó constituida una Junta de Gobierno para que la asesorase, en la que estaban representados todos los poderes del Estado: la aristocracia, el ejército, la iglesia y la inquisición. A pesar de que las previsiones del monarca difunto habían tratado de dejarlo todo bien dispuesto, muy pronto surgieron las primeras dificultades al fallecer uno de los miembros de la Junta, el arzobispo de Toledo Baltasar de Sandoval y Rojas, antes de que la misma iniciase sus tareas. Esta circunstancia fue aprovechada por la Regente para introducir en la Junta al jesuita alemán Juan Everardo Nithard, que la había acompañado desde Viena hasta la corte española en 1649 y que, desde entonces, ejercía el cargo de confesor, hecho que provocó un descontento general, debido en parte al xenofobismo de los españoles, pues Nithard empezó a prohibir los festejos y celebraciones, se opuso a las representaciones teatrales, queriendo además extender a toda la población su austero modo de vida.

Retrato del cardenal Nithard

Durante el periodo que gobernó el padre Nithard, Valenzuela gozó de su protección, lo que le valió un atentado del que salió malherido. Su mala situación fue conocida por la reina regente quien, preocupada por su estado, empezó a prodigarle sus favores: introductor de embajadores, primer caballerizo, miembro del Consejo de Italia, superintendente de obras y bosques, alcalde del real sitio de El Pardo, la Zarzuela y Balsaín. Demostró notables virtudes como organizador de fiestas, cacerías, comedias y otras diversiones en la corte, proponiendo la venalidad de los cargos de gobierno para subvenir a los gastos de la corte, vendiéndolos al mejor postor (por ejemplo, el duque de Veragua pagó la suma de 50.000 pesos para hacerse con el cargo de virrey de México), se granjeó las simpatías de las clases populares por las celebraciones de corridas y demás festejos, la toma de medidas para evitar los desabastecimientos de los mercados, así como la moderación de los precios, y promovió las obras públicas para dar empleo a los indigentes, por lo que, a la destitución de Nithard, la regente le convirtió en su nuevo valido, concediéndole (20 de diciembre de 1675) a él y a sus sucesores el título de Marqués de Villasierra.

Desde la muerte de Felipe IV, acaecida el 17 de septiembre de 1665, Valenzuela se había convertido en el confidente de su viuda y la caída de Nithard sirvió para colocarle en primera fila ante los ojos de la regente. Sus continuos cabildeos con doña Mariana y el hecho de que "las puertas de palacio se le abrieron a toda hora, y con preferencia a deshora", le valieron, el apodo de "el Duende de Palacio". Se llegó incluso a sospechar que las relaciones entre ambos iban más allá de lo decoroso, y el mismo cardenal de Aragón tuvo valor para advertir a la reina que, aunque aquellas relaciones no traspasaran los límites de la honestidad, eran contrarias a la sana política y al regio decoro, pero de nada sirvieron aquellas advertencias ya que la reina era cómplice de todos los manejos de Valenzuela.

Su apogeo lo vivió cuando a causa de un accidente de caza en El Escorial, resultó levemente contusionado por un disparo del joven heredero, el cual, para compensarle, le nombró Grande de España. Pero esto se volvió en su contra, pues el resto de nobles lo consideraron una afrenta, por lo que comenzaron a intrigar en su contra, formando un partido opositor al amparo de don Juan José de Austria (en 1642 el rey le había reconocido como legítimo) que decide colaborar con ellos. En 1676 Valenzuela  recibió un hábito de la orden de Santiago.
Don Juan José de Austria
Cansado de las intrigas palaciegas de Valenzuela, don Juan José de Austria tomó cartas en el asunto, rebelándose en Zaragoza con las tropas de que disponía (las que habían luchado contra los franceses en Cataluña) y, dirigiéndose a Madrid, con un ejército de 12.000 hombres, entró en la capital el 23 de enero de 1677, donde la regente le cedió el gobierno mientras el valido, atemorizado y viéndose solo, se refugiaba en el real monasterio de El Escorial, donde pidió protección a los monjes. El duque de Medina Sidonia y don Antonio de Toledo, hijo mayor del de Alba, obedeciendo órdenes, violan la ley de asilo eclesiástico, se introducen por la fuerza en el monasterio y apresan al favorito que, para su desgracia, fue entregado a la justicia del nuevo hombre fuerte de la Corte y se le condenó al destierro tras encontrársele culpable de prevaricación y venta de cargos públicos, a Filipinas –Castillo de San Felipe en Puerto de Cavite– por 10 años, el último rincón del Imperio.

Cortejo de Carlos II saliendo del Real Alcázar (anónimo / 1677)
Allí permaneció, sin acceso a ningún tipo de vida social, política o cultural. En su desesperación, pidió en repetidas ocasiones su traslado a otro rincón menos olvidado, sin conseguirlo hasta el año 1689, cuando posiblemente apiadados por su avanzada edad, se le permitió continuar el destierro en Nueva España (México), en donde murió el 7 de enero de 1692, probablemente a consecuencia de una coz que le propinó un caballo en la cabeza. A su muerte, su viuda solicitaría al Rey la devolución de los bienes, mercedes y títulos que le habían sido arrebatados.

Para saber más:

Fernando de Valenzuela, un valido advenedizo (Parte I)

Fernando de Valenzuela, un valido advenedizo (Parte II)

Fernando de Valenzuela, un valido advenedizo (Parte III)

Fernando de Valenzuela, un valido advenedizo (Parte IV)

Fernando de Valenzuela, un valido advenedizo (Parte V)

Fernando de Valenzuela, un valido advenedizo (Parte VI)

Fernando de Valenzuela, un valido advenedizo (Parte VII)

Fernando de Valenzuela, un valido advenedizo (Parte VIII)

martes, 20 de diciembre de 2016

Cristóbal de Mondragón. Apodado “El Coronel”. MdC del Tercio Viejo


Capitán General del Ejército de Flandes, y de las Provincias de Zelanda y de Limburgo, Consejero de Guerra y Presidente del Consejo de los Países Bajos. 

Merced a su talento como estratega creó varias técnicas militares, como el vadeo de ríos aprovechando las mareas, y el espionaje se deben importantes victorias conseguidas por los tercios españoles en una época de decadencia del dominio español en esta región.

Cristóbal de Mondragón y Otálara de Mercado nació en Medina del Campo en 1514, era un hidalgo medinés. Su padre, Martín de Mondragón y Otálora, había nacido también en Medina, aunque la familia procedía de Mondragón en Guipúzcoa (de ahí el apellido), casado en esa ciudad con Mencía de Mercado, de familia rica y “tan hidalga, que se la consideraba como parte de uno de los siete linajes”, constitutivos del poder medinense. Cristóbal de Mondragón estuvo primeramente casado con Catalina de Hens y en 1572 se casó con su segunda mujer, Guillemette de Chastelet. La estirpe vizcaína del coronel Mondragón se prolongó al casarse su nieta Catalina con Juan de la Barrera y Mondragón, emparentando así sus descendientes con la muy antigua casa nobiliaria vizcaína de Murga, notoria en el señorío desde tiempos medievales.

El bisabuelo de Cristóbal, Ruy Martínez de Mercado, era escribano del concejo de Medina a mediados del siglo XV y un hombre rico, tanto en propiedades rústicas y urbanas como en dinero. Tenía fincas en Medina, Valladolid y Pollos.

Alistado en el ejército en 1532 durante el reinado de Carlos V, sirvió como soldado primero en Italia y después en Túnez, Provenza, Alemania y Flandes, a donde llegó en 1544 para participar en las guerras del emperador Carlos V contra Francisco I (y más tarde con Felipe II), dándose a conocer por primera vez en la batalla de Mühlberg contra los protestantes de la Liga de Esmalcalda en el heroico paso del vado del Elba, que Lope de Vega rememorara en sus versos. Las tropas de la Liga estaban acampadas a orillas del río Elba, el cual suponía una barrera natural infranqueable, en el estado alemán de Sajonia. Los sajones habían destruido los puentes sobre el río y Mondragón tomó la iniciativa del grupo de diez soldados que, en la noche del 24 de abril de 1547, vadearon este río “con las espadas en la boca y el agua por el cuello”, logrando arrebatar varios pontones al enemigo en medio del fuego de mosquete, gracias a lo cual se pudo construir un puente que permitió el paso del grueso del ejército imperial que venía dirigido por el propio Carlos V y el Duque de Alba, cogiendo por sorpresa a las tropas enemigas. Cristóbal de Mondragón fue ascendido a alférez por el emperador, y se ganó además el aprecio y protección del duque de Alba.

En abril de 1559, con la Paz de Cateau-Cambrésis, fue nombrado gobernador de Damvillers en el Ducado de Luxemburgo y coronel de valones de los tercios de España. Como coronel estuvo a las órdenes de Sancho Dávila cuando se produjeron las primeras revueltas de los protestantes en Flandes liderados por el príncipe Guillermo de Orange.

Mosqueteros de los Tercios
En octubre de 1569, con su regimiento de valones, se embarcó en Flessinga, formando la guardia de honor de la princesa Ana, hija del emperador Maximiliano, que viajaba a España para casarse con Felipe II. La expedición desembarcó en Laredo y de allí marchó a la Corte. Visitó después Mondragón, antes de regresar a Flandes.

Al estallar la guerra de los Ochenta Años con motivo de la segunda rebelión de los protestantes de Holanda, en la primavera de 1570 el Duque de Alba le encargó la defensa de Amberes y de las ciudades de Middelburg y Goes en Zelanda. Estas ciudades habían quedado completamente rodeadas por los protestantes después del levantamiento, por lo que su defensa suponía un importante reto. Por su papel en esta defensa fue reconocido por el Duque de Alba ante Felipe II.

Episodio destacado fue el socorro de Goes (en Zelanda), que en agosto de 1572 había sido sitiada por el ejército protestante y por los mendigos del mar (piratas) que, dirigidos por Guillermo de Orange, habían cerrado las dos bocas del Escalda. Cristóbal de Mondragón y Sancho Dávila tuvieron la idea y el valor de vadear el imponente río en la noche del 20 de octubre de 1572 aprovechando la bajamar pero en medio de fuertes corrientes. Mondragón fue a la cabeza de los 3.000 infantes que vadearon los 15 kilómetros de mar. Al amanecer tomaban tierra en la isla de Zuid-Beveland, cogiendo por sorpresa a los 7.000 holandeses, que huyeron en masa. En el año 1574, en Middeburg resistió más de un año de asedio, hasta que tuvo que rendir la ciudad ante la imposibilidad de tener refuerzos y víveres para mantenerla.


A primeros de 1575 sofocó un levantamiento en Amberes, siendo nombrado Gobernador de Gante. Ese mismo año Mondragón recuperó la isla de Schouwen gracias a la repetición de la táctica del vadeo, la cual llegó a hacerse muy famosa en las guerras de Flandes. En 1578 tomó Limburgo y el castillo de Dalhem. En junio de 1579 Maastricht fue ocupada por las tropas de Alejandro Farnesio después de 4 meses de asedio, victoria en la que Mondragón tuvo un destacado papel y que permitió a España recuperar el sur de los Países Bajos. Mondragón viajó a España para dar cuenta a Felipe II de la situación general en Flandes. En el período 1580-1581 fue miembro del consejo de Alejandro Farnesio, a la cabeza del cual estaba el Conde Pedro Ernesto de Mansfeld.
 
Aportación de José. L. Calvo Pérez
 
La forma de las banderas de los Tercios, tanto de las compañías del Maestre de Campo como las de los capitanes de las restantes compañías, es y debe ser cuadrada y no rectangular. Generalmente, durante el s. XVI en los cuatro flancos de la bandera de la compañía del Maestre de Campo figuraba repetido el blasón de su linaje, mientras que las enseñas de los capitanes estaban conformadas por listas o franjas de los colores principales de sus armas o blasones. Unas y otras, indefectiblemente, tienen que estar cruzadas por el aspa de Borgoña. A finales de ese siglo y a lo largo de todo el s. XVII el diseño de las banderas se complica con diversas figuras geométricas, jeroglíficos, representación cromática, etc.
 
En 1582 fue nombrado maestre de campo del Tercio Viejo (que era el antiguo Tercio de Sicilia) conocido después como Tercio de Mondragón, aunque entre las tropas se le seguiría conociendo como "el coronel". La mayor de las operaciones militares de esta época fue el sitio de Amberes. El 4 de agosto de 1584 logra tomar esta ciudad, con 20 bajas frente a las 1.600 del enemigo. Merced a estas victorias, en 1585, España volvía a dominar todo Flandes y Valonia.


En 1592 el coronel retoma la lucha en Flandes, pero con un ejército muy escaso ya que el grueso estaba destinado en Francia. En esta época toma los castillos de Verló y Turnahaut. A la muerte de Farnesio ese mismo año le sucede el Conde Pedro Ernesto de Mansfeld como gobernador de los Países Bajos, pero tiene que partir inmediatamente a Francia y nombra a Mondragón capitán general del ejército del Brabante y maestre de campo general de todo el ejército de Flandes.

En octubre de 1595, el escaso ejército de Mondragón se enfrenta en la batalla del rio  Lippe a las tropas de Mauricio de Nassau. Después de varios meses atrincherados, Mauricio trató de tender una emboscada al ejército de Mondragón, siendo él finalmente el sorprendido por el tercio del coronel (gracias a las labores de espionaje), brutal derrota que obligó a Mauricio a retirarse hacia Holanda.


En diciembre de 1595 Mondragón se retiró al castillo de Amberes, donde falleció el 4 de enero de 1596 después de 64 años de servicio en los Reales Tercios de Infantería.

viernes, 16 de diciembre de 2016

Perfiles de nobleza. Hidalgos extremeños en la conquista de las Indias


Dedico la entrada del blog al excelente libro de mi amigo Mario Jaramillo Contreras, publicado ya hace algunos años (3ª edición), pero que por su temática no ha perdido actualidad, sino al contrario.

Nos debemos sentir orgullosos, como españoles, de poner en valor el arrojo, valentía, nobleza y logros de nuestros compatriotas, a lo largo y ancho del mundo, pero muy especialmente en la labor de descubrimiento, conquista y colonización de gran parte del continente americano, en circunstancias muy difíciles para los protagonistas,...una empresa casi sobrehumana, "que nadie estaría dispuesto, hoy en día, a repetirala en las condiciones en que entonces se realizó".

Como se señala en el prólogo "... no está de más recordar el protagonismo de los hidalgos en nuestra historia, pues es común que al hablar de la nobleza se tienda (¡grave error!) a considerar como tal sólo a la nobleza titulada..."
  

Ediciones Hidalguía publicó la tercera edición de este libro “Perfiles de Nobleza”, de Mario Jaramillo, licenciado en Derecho por la Universidad de los Andes, de Colombia, doctor por la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, profesor, decano universitario y escritor (con más de una decena de libros en su haber), actualmente fiscal de la junta directiva de la Real Asociación de Hidalgos de España y miembro de la comisión ejecutiva y del comité científico del Instituto Español de Estudios Nobiliarios, así como miembro del Consejo de Redacción de la prestigiosa revista HIDALGUÍA.

Ya tenemos lectura para estas Fiestas. ¡Muchas gracias Mario, por el libro y por la dedicatoria. De momento, decir que la Introducción, del propio autor, magnífica y un muy buen resumen de lo acontecido, redactada de manera amena..

El interés de esta obra, radica en recordar a aquellos “héroes” diez hidalgos extremeños que emprendieron la conquista de las Indias. Destaca la capacidad narrativa del autor que, con amenidad, recorre la trayectoria de diez conquistadores, todos ellos hidalgos y dignos herederos de aquellos nobles que emprendieron y consolidaron la reconquista de España. Esta tercera edición lleva el prólogo del prestigioso historiador y catedrático Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera, para quien el libro de Jaramillo representa “Historia de la buena” y donde no solo el autor pone en evidencia las múltiples penalidades por las que hubieron de pasar los conquistadores sino descubre el espíritu que les permitió afrontarlas.

Los personajes tratados en la obra, son:

·        Hernando de Soto
·        Hernán Cortés
·        Juan Jaramillo
·        Pedro de Alvarado
·        Vasco Núñez de Balboa
·        Francisco de Orellana
·        Gaspar de Rodas
·        Francisco Pizarro
·        Gonzalo Pizarro
·        Pedro de Valdivia

Código ISBN: 978-84-89851-67-2  158 páginas; Precio:18,7€ IVA inc.

Mario Jaramillo, dedicado durante más de tres décadas a la investigación científica y al tema de la enseñanza, ha sido director y presidente del Instituto Internacional para el Desarrollo de la Innovación Académica, IDIA, un centro creado por LASPAU, organización afiliada a la Universidad de Harvard. Ha sido, además, visiting scholar en la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard y en la Universidad de Gerorge Mason. 

Premio Internacional de Ensayo Ludwig Von Mises, por sus trabajos en el campo de la aplicación de la economía a la educación. Caballero Juris Sanguinis de la S.M.O. Constantiniana de San Jorge.

martes, 13 de diciembre de 2016

Francisco Ortiz de Godoy. Consultor del Santo Oficio en Sevilla


Consultor del Santo Oficio de la Inquisición de Sevilla y abogado más antiguo de la Real Audiencia; llegó a ser uno de los más famosos letrados de su tiempo.* 

La Inquisición ocupa en la historia sevillana, de los siglos XVI y XVII, un lugar muy importante no sólo por su poder, sino por la mezcla de terror y veneración que inspira su nombre y que hace que su presencia se deje sentir en la vida ordinaria. Era, en realidad, una institución independiente de la Iglesia y respaldada por la Corona para perseguir a los falsos cristianos y a los herejes.



Nació el en Sevilla el año 1610 y se bautizó en la parroquia de San Lorenzo. En 1678 figura como hijosdalgo de ejecutoria en la devolución de la Blanca de la Carne, junto a sus hijos don Juan Ortiz de Godoy y don Francisco Ortiz de Céspedes. También aparecen otros parientes, enlazados con principales linajes de la ciudad, ocupando los principales cargos de regimiento de la ciudad y obteniendo hábitos de las órdenes militares. Había ganado la ejecutoria ese mismo año de 1678 en la Real Chancillería de Granada.

Tribunal del Santo Oficio
Entre sus pleitos más importantes se encuentra el mantenido a fines de noviembre de 1659, en el que presenta un alegato oral ante la Sala del Crimen de la Real Audiencia de la ciudad, a favor de sus defendidos don Jorge Bautista Carrafa y sus socios, don Simón Rodríguez Cardoso y don Manuel Rodríguez Isidro, quienes fueron acusados de adulterar el tabaco en polvo, delito que conllevaba severas penas.

Dio a la luz importantes obras jurídicas: Consultorio Jurídico; dos alegaciones en Derecho tituladas Defensa del Convento de San Jerónimo de Buena Vista de Sevilla, contra Doña Mariana de Estrada, viuda de Llanos (Sevilla, 1649) y Por el Sr. D. Miguel Besquer, Canónigo de la Santa Iglesia  de Sevilla, con el Emmo. y Rvmo. Sr. D. Gil de Albornoz y con D. Alonso Verdugo de Albornoz, sobre descuentos de pensión sobre prebenda (Sevilla, 1649). Alegaciones en defensa del Marqués de Brenes**.

Fue miembro de la Ilustre Hermandad de las Doncellas de Sevilla, en la que aparece anotado el año 1666. Murió en 1688, siendo enterrado en la Casa Profesa de la Compañía de Jesús en Sevilla.

 
**Copia (año 1681) de la alegación hecha por el Lic. D. Francisco Ortiz de Godoy, consultor del Santo Oficio de la Inquisición de Sevilla, y abogado mas antiguo de la Real Audiencia de dicha ciudad, en defensa del Marqués de Brenes, Caballero de Santiago ... General que fue de los últimos Galeones ... dicha acusación se reduce en lo substancial ... es de la tardanza del viaje ... Digo que mi parte debe ser absuelto 

Castillo de San Jorge, perteneciente a la Inquisición, en la bahía deTriana (Sevilla)
"..el Santo Oficio de la Inquisición, donde hay de ordinario tres o cuatro inquisidores, un fiscal, un juez de bienes confiscados, seis consultores y teólogos, clérigos y frailes, para calificar las proposiciones; otros tantos y más consultores juristas, que asisten a la vista y determinación de los procesos, cuatro secretarios, un receptor, un alguacil, un abogado del fisco, un alcaide de las cárceles secretas, un notario de secreto, un contador, un escribano del juzgado del juez de bienes, un nuncio, un portero, un alcaide de la cárcel perpetua, dos capellanes; sirven también un médico, un cirujano, un barbero, un despensero y más de cincuenta familiares en esta ciudad, que tienen todos sus privilegios concedidos por los bienaventurados reyes don Fernando y doña Isabel, Reyes Católicos de buena memoria, y confirmadas por los que han sucedido. Viven en el Castillo de Triana los jueces y oficiales deste santo oficio."

Juan de Mal Lara (1570)

viernes, 9 de diciembre de 2016

José María Esquerdo. Padre de la psiquiatría moderna... y político


José María Esquerdo fue uno de los precursores en la atención especializada para los enfermos mentales y los problemas jurídicos que plantean. Ejerció como médico en el Hospital General de Madrid, hoy Gregorio Marañón, ubicado en la calle que lleva su nombre.

Fue uno de los personajes más célebres de su época por su prestigio como médico y por su actividad política. Introdujo en España las técnicas de la moderna psiquiatría, incluida la terapia ocupacional, eliminando el tratamiento coercitivo extremo de los sanatorios de la época, sustituyéndolo por una asistencia a cargo de médicos y enfermeros adecuadamente instruidos.
 

José María Esquerdo Zaragoza nació en Villajoyosa (Alicante) en 1842, siendo sus padres Jaime Esquerdo y Soriano (hidalgo*, lo que viene a corroborar que éstos ejercían todo tipo de profesiones) y Rita Zaragoza Soriano, labradores de muy escasa fortuna. Casó en primeras nupcias con Asunción Barber i Furió, y en segundas con Luisa Sáez Montoya.

*El linaje Esquerdo es de origen aragonés y uno de los más antiguos en Villajoyosa.

Árbol genealógico de José María Esquerdo
Huérfano de padre el año de su nacimiento, se encargó de su educación y de la de otros siete hermanos el presbítero Juan Zaragoza, su tío materno, por el que José María sintió siempre una veneración profunda y un cariño sin límites. Niño aún, pasó a Valencia y allí estudió el bachillerato, al parecer, en medio de grandes privaciones económicas, hasta el punto de no tener durante todo él un solo libro de texto, aprobando los cursos con lo que aprendía de viva voz.

Comenzó sus estudios de Medicina en Valencia, pero los continuó y terminó en la Universidad Central de Madrid Madrid, donde se licenció en Cirugía y Medicina en junio de 1865, con calificación de sobresaliente, en donde conoce al Dr. Pedro Mata, impulsor en España de la Medicina Legal, que le hace interesarse de forma especial en la neuropsiquiatría y en los derechos de los entonces conocidos como "enajenados".

En 1866 es nombrado profesor por oposición en el Hospital General de Madrid, el germen de lo que hoy en día es el Hospital General Universitario Gregorio Marañón, situado en la calle que lleva el nombre de Dr. Esquerdo, como reconocimiento de la ciudad de Madrid a la figura del médico del que estamos hablando. Esquerdo será profesor en el Hospital hasta el año 1900.

 
En septiembre de 1868 comienza el llamado Sexenio Democrático tras el derrocamiento de Isabel II; una de las decisiones del nuevo gobierno es modernizar la educación y la investigación en España y Esquerdo es una de las figuras fundamentales. Pese a rechazar un nombramiento de catedrático ofrecido por el gobierno, comienza a impartir un curso libre de Patología General y Enfermedades Mentales en la Facultad de Medicina de Madrid San Carlos; las clases, voluntarias, unían la vertiente teórica con el tratamiento real de los enfermos mentales, y contribuyeron de forma fundamental al avance de la psiquiatría en nuestro país.

Esquerdo fue uno de los precursores en el reconocimiento del estudio de las enfermedades mentales como una especialización de la medicina y, al tiempo, de las necesidades y particularidades de los enfermos, pidiendo la reforma del Código Penal y defendiendo en el Senado la irresponsabilidad de la persona afectada por problemas mentales. Realizó estudios sobre cómo el tratamiento de la enfermedad mental podía variar su curso y sobre la importancia del entorno en el que vive este tipo de enfermos.


En 1877 creó su propio manicomio para llevar a la práctica sus teorías sobre este tipo de enfermedades y en el que poder tratar y, si era posible, recuperar a los enfermos mentales. Situado en lo que entones eran las afueras de Madrid, en Carabanchel, el manicomio se rodeó de jardines y huertos, y los enfermos podían pasear y disfrutar del entorno sin dejar de ser atendidos. También ubicó una sala de billar y un teatro en el centro, en el que enfermos, sus familiares y el personal interpretaban distintas obras. Los precios para los “pensionistas”, un máximo de 18,  iban entre los 600 y 2.000 reales de vellón según las categorías. Además, Esquerdo fundó un manicomio más pequeño, al que llamó El Paradis, en su Villajoyosa natal.

Manicomio del Dr. Esquerdo, en Carabanchel, antes de la Guerra Civil
Esquerdo fundó y colaboró en distintas revistas vinculadas a la medicina y participó, entre otros, en el XIV Congreso Internacional de Medicina en 1903, que se celebró en Madrid, y en el que coincidió, entre otros, con Santiago Ramón y Cajal, que presidía la sección de Histología, mientras que Esquerdo lo era de la sección de Neuropatías, Enfermedades Mentales y Antropología Criminal.


Además de su vinculación con la psiquiatría, Esquerdo no dejó de colaborar cuando pensaba que su presencia era necesaria en otros campos de la medicina y así, en 1865 atendió como voluntario a las víctimas de una epidemia de cólera y en 1874 se desplazó hasta el País Vasco en plena Guerra Carlista para auxiliar a los afectados por sendas epidemias de viruela, tifus y cólera.

Miembro del Partido Republicano Progresista fundado por Ruiz Zorrilla y Salmerón, fue elegido concejal (1892) y diputado por Madrid (1893), constituyendo lo que se denominó Unión Parlamentaria Republicana, y obteniendo Esquerdo 30.000 votos. Fue nombrado jefe nacional del partido en 1895, a la muerte de Ruiz Zorrilla. En 1897 fundó, junto con otros destacados políticos, la Unión Republicana Nacional y en 1910 volvería al Congreso de los Diputados como miembro de una coalición que agrupaba a republicanos y socialistas, junto con Pablo Iglesias y Benito Pérez Galdós. En año 1905, La Wagneriana le nombra presidente de honor el día de la constitución de la primera junta directiva de esta sociedad. Murió en su casa de Madrid en enero de 1912.