El 4 de marzo de 1744, en el seno de
una familia de hidalgos de Letur, vino al mundo Francisco García de Espinosa y
López de Luna García Almagro, quien estaba llamado a desempeñar importantes
funciones dentro de la marina española, en una época de extremas dificultades
para el país. Caballero de Carlos III.
Hijo
de Ignacio García de Espinosa (Regidor de Letur por el Estado Noble) y de
Antonia López de Luna Honrrubia. La villa de Letur (Albacete), contaba entonces
con una población de algo más de 1.300 habitantes, de donde fueron naturales todos
los ascendientes paternos de Francisco. El hecho de gozar éstos de la condición
de hidalgos de ejecutoria les permitía poder participar en la elección de
oficios honoríficos que, generalmente, se repartían por mitad entre el Estado
General y el Estado Noble, en los lugares donde había distinción de estados.
Este es el motivo por el que su
bisabuelo Francisco García Escobar se encuentre incluido en el libro de
elección de oficios por el Estado Noble correspondiente al año 1705 como
“Hijodalgo de Ejecutoria” en el que se hacía distinción entre los
contribuyentes pertenecientes al Estado General, es decir, los pecheros que
eran los que pagaban y los del Estado Noble que estaban exentos. En 1714
ejercería de Alcalde de la Santa Hermandad.
Lo mismo ocurrió con su abuelo y su padre como atestiguan los referidos libros de elección de oficios por el Estado Noble que nos muestran cómo ocuparon en diversas ocasiones el oficio de regidor de la villa.
Lo mismo ocurrió con su abuelo y su padre como atestiguan los referidos libros de elección de oficios por el Estado Noble que nos muestran cómo ocuparon en diversas ocasiones el oficio de regidor de la villa.
Generalmente,
los hidalgos eran considerados como la
clase baja de la nobleza, es decir, eran nobles sin título, aún así, esta
condición que se transmitía por línea directa de padres (agnada) a hijos legítimos
les reportaba, en el marco del Antiguo Régimen, una serie de privilegios como
la exención de quintas, el alojamiento de soldados y el pago de repartimientos
ordinarios y extraordinarios por citar algunos, privilegios cuyo goce les estaba vedado a los componentes del
Estado General, también conocidos como “pecheros”. Francisco no tuvo
oportunidad de ejercer estos oficios honoríficos en Letur, pues en el año 1764,
cuando contaba con 20 años de edad, ya se encontraba ausente de la villa, ocupando
puestos al servicio de su Majestad en varios destinos.
Trayectoria en la Armada.
Hay
noticias puntuales sobre los destinos en los que desplegó su actividad dentro
de la marina. Es muy posible que, sin alejarse del reino de Murcia, la
actividad marinera de la cercana Cartagena hubiera influido en su futura
formación, lo cierto es que ésta debió realizarla precozmente lejos de su villa
natal, facilitando su partida el hecho de pertenecer a una familia destacada
económicamente, lo que posibilitó, como hemos visto, que en 1764 un jovencísimo
Francisco ya se hubiera marchado de Letur. En 1792 consta, por algunas
declaraciones de vecinos, entre los que se incluye el procurador síndico
general y personero del común y el alcalde ordinario de la villa, a raíz de la
obtención de unas “informaciones” de
testigos sobre su vida y costumbres, cómo ya desempeñaba el cargo de Comisario de Guerra de los Reales Ejércitos,
residiendo en la ciudad y puerto de Mahón, en Menorca.
El
3 de Mayo de 1801, cuando contaba con 57 años de edad, toma posesión como Intendente General del Departamento de
Marina de Cádiz, en la Isla de León (Cádiz), cargo que desempeñaría durante
los siguientes 11 años. Durante los años transcurridos en el ejercicio de su
nuevo destino se vio en la necesidad de solicitar licencias prolongadas por
motivos de salud, dejando constancia escrita de ello. En este cargo cesaría en
agosto de 1812 para incorporarse como Ministro
del Supremo Consejo del Almirantazgo, en la práctica, el segundo poder
fáctico de dicho ramo, lo que le obliga a desplazarse a la villa y corte de
Madrid.
Este Consejo
Supremo del Almirantazgo (compuesto por tres Oficiales Generales de la Real
Armada, un Intendente General de la Armada, un Auditor General, un Secretario,
un Contador y un Tesorero. Fernando VII en 1815 modificó por Real Decreto su
composición y atribuciones) fue creado por Carlos IV en 1807 para asistir al príncipe
almirante D. Manuel Godoy a quien el rey había concedido todos los derechos y
prerrogativas de Almirante General de España e Indias. El Consejo entendería en las causas de Marina que
anteriormente eran competencia del Supremo Consejo de Guerra. Sus miembros
pasarían a denominarse Ministros.
Cesaría de este cargo en
1820, continuando como miembro del Tribunal Especial de Guerra y Marina hasta 1821,
prolongando su carrera como consejero honorario de Estado durante el año 1822-23
en que se jubilaría, no constando la fecha de su fallecimiento, que sería algo
posterior.
Caballero de la Real y Distinguida Orden de CARLOS
III
El reconocimiento a su labor
le llegaría a Francisco García de Espinosa cuando vivía en la Isla de León (Cádiz)
desempeñando el cargo de Intendente General del Departamento de Marina de
Cádiz, concediéndosele: “…por Decreto de 24 de diciembre de 1805 se sirvió el
Rey Ntro. Sr. de hacer merced de la Cruz y Pensión de la Real Orden Española de
Carlos III a D. Francisco García de Espinosa, Intendente de Marina del
Departamento de Cádiz. En su consecuencia ha presentado este agraciado el
proceso de sus pruebas de legitimidad, nobleza y limpieza de sangre con el
árbol genealógico…”
Árbol genealógico. Archivo
Histórico Nacional. Estado. Carlos III. Exp. 1.329.
Aprobado en 8 de diciembre
de 1806
La concesión y nombramiento
de caballero de esta orden se consideraba desde su creación como la más
distinguida condecoración civil que se
podía otorgar en el reino de España, aunque desde su creación tuvo categoría de
orden militar, más tarde, se transformaría en civil.
Texto extraído de: http://blogdepedrojosejaen.blogspot.com