Impulsor de la primera red nacional
permanente de telegrafía óptica en España, Brigadier de Infantería, Ministro
interino de la Guerra, Director General de caminos, puertos, faros y
telégrafos, senador por la provincia de Lugo, y consejero real extraordinario.
Primer historiador del Arma de Ingenieros, y fundador con sus propios bienes,
del Premio "Español Incógnito".
Retrato de Manuel Varela Limia |
Manuel
Varela Limia nació en Malpica de Bergantiños (A Coruña) el 17 de agosto de de
1796. Era el tercero de los hijos del hidalgo de Malpica, en la costa de la muerte gallega en cuya isla se erguía el remoto Pazo
de los Limia, a un día a caballo de Santiago de Compostela. Regía entonces el
mayorazgo que determinaba que sólo el mayor heredaba, por lo que los demás
hijos normalmente se orientaban hacia el clero o las armas. Falleció en Madrid,
en noviembre de 1853.
Estudió
en Santiago las humanidades básicas desde niño. La guerra de Independencia (1808-1814)
marcó sin duda su adolescencia por lo que la educación de Manuel transcurriría
en la Galicia liberada de una España todavía en guerra.
Manuel
queda huérfano de padre a los 4 años de edad, y de madre a los 14, con lo que
será su hermano mayor Ramón, quien realice la función de tutor. A los 15 años
de edad ingresa interno como cadete en Santiago, en el Colegio Militar del IV
Ejército (en Santiago), que estaba dirigido por el Teniente Coronel de
Ingenieros D. Francisco Serrallach y Ribas, autor del famoso "Tratado de
fortificación". Allí obtuvo las mejores
calificaciones, impartiendo durante algún tiempo clases de matemáticas.
En 1819 es destinado al Ejército
Expedicionario que se organizó para reprimir las sublevaciones americanas, y que debería embarcar en Cádiz, pero dicho
ejército se subleva con Rafael de Riego en 1820 y nunca llegará a partir. Se
inicia el trienio liberal y en 1821 Varela Limia es ascendido a capitán 2º y
destinado a Madrid a las inmediatas órdenes del ministro de la Guerra. Cuando
los cien mil hijos de San Luis, al mando del Duque de Angulema invaden España
en 1823, Varela Limia participa activamente en la defensa de Cádiz y en la
Batalla de Trocadero que pone fin al trienio constitucional.
Tras
la derrota del Trocadero, es confinado en la Isla de Leon, Cádiz, pero se las
arregla para ganarse la confianza del ejército francés realizando un extraordinario
levantamiento topográfico de la isla y sus fortalezas. Antes de que finalice su
expediente de purificación, ya es nombrado comandante de Ingenieros de la Isla
de León. En 1826 es destinado a Ceuta como ingeniero de detall a las órdenes de
coronel Mariano Carrillo de Albornoz.
En
1832 regresa a Madrid para ser secretario de la junta superior facultativa, y
va ascendiendo por diversos méritos en el ministerio de la guerra. El 10 de
abril de 1835 es ascendido a coronel de Infantería y acompaña al ministro
Jerónimo Valdés, al Ejército del Norte en donde en la primera guerra carlista
participa en la acción de Artaza, teniendo un papel fundamental en el Convenio
de Lord Elliot, el cual evitaría el fusilamiento de los prisioneros de ambos
bandos.
Por
todos estos servicios es ascendido a
Brigadier en 1839. En 1840 acompaña al ministro de la Guerra Conde Clonard
a Barcelona donde éste dimite. Es allí donde se le nombra ministro Interino de la Guerra en la transición hacia la regencia del
General Baldomero Espartero. Durante la regencia de Espartero forma parte
de las filas de los liberales moderados, siendo elegido varias veces senador
por Lugo.
El coronel Mathé |
Finalizada
la regencia, cuando los moderados retoman el poder con Ramón María Narváez,
Varela Limia es nombrado Director
General de Caminos, Canales y Puertos, dentro del ministerio de Gobernación,
y es entonces cuando impulsa la titánica red nacional de telegrafía óptica. Para
ello convoca un concurso público que sería ganado por el telégrafo óptico del coronel José María Mathé Aragua, más seguro
que el eléctrico, ya existente, pues los cables de este último podían ser
destruidos. Varela Limia desde los despachos y Mathé sobre el terreno, crearían
una red de 196 torres distribuidas en varias líneas que desde Madrid llegaban a
Irún, Cádiz y Barcelona, coordinando al detalle con el Ministerio de la
Gobernación y los jefes políticos de las provincias todo lo referente a la
seguridad, permisos, y utilización de las fincas y propiedades necesarias para
semejante infraestructura.
A
partir de junio de 1845, se puede decir que Mathé, dirigido por Varela Limia,
no paró de viajar para intervenir personalmente en la determinación de los
lugares de emplazamiento de las torres y resolver sobre el terreno los mil
problemas que se planteaban. En febrero de 1847 Varela Limia presentó
voluntariamente la renuncia del cargo por haberse creado el nuevo Ministerio de
Obras Públicas que luego sería de Fomento. Su testigo como impulsor de la red
óptica nacional lo toma el coronel Mathé que con igual tesón continuaría
implantando la red óptica nacional.
Torre del telégrafo óptico de Mathé |
Los mensajes, que podían tardar 6 horas en recorrer la línea que unía Madrid con la frontera francesa, se enviaban cifrados y solo el denominado Comandante de Línea tenía autorización y posibilidad de descifrarlos, ya que era el único que disponía del libro de códigos con las claves que permitían descodificar los mensajes. La línea Madrid-Irún, que recibió el nombre de Línea de Castilla, inicialmente contó con Comandancias en Madrid, Valladolid, Burgos, Vitoria y Tolosa.
El éxito de la telegrafía óptica en España es debido sin duda a su fe en esta empresa cuando ocupaba el puesto de director general de caminos, impulsando su despliegue con tesón imparable desde el ámbito político, guiando y apoyando al técnico, el coronel Mathé, en todo cuanto necesitaba. No se casó ni tuvo descendencia conocida. Negociador incansable, y hábil político. Como científico e intelectual, es autor de importantes obras como el resumen y primera historia del Cuerpo de Ingenieros, y escritos de gran relevancia que tuvieron gran influencia en la organización y administración del Estado y del Ejército.
General Zarco del Valle |
No hay comentarios :
Publicar un comentario