Gonzalo Jiménez de Quesada. Conquistador del Nuevo Reino de Granada. Fundador de Bogotá. El Dorado

Explorador y conquistador del territorio colombiano entre 1536 y 1572. Comandó la expedición de la conquista de la Nueva Granada (actual Colombia) y fundó, entre otras, la ciudad de Bogotá en 1538, La última expedición la realizó entre 1569 y 1572 en busca de El Dorado, la cual culminó en forma desastrosa.

Nacido en el arrabal de la Fuensanta, en Córdoba, fue bautizado en la iglesia parroquial de Santiago en el año 1509. Era hijo de don Gonzalo Ximénez quien en la escritura de capitulaciones matrimoniales con su mujer Isabel Quesada, una de las cláusulas era que su suegro costearla la carrera de leyes en Salamanca a su yerno que vuelve a Granada, ya abogado, alrededor de 1533. Su madre: Isabel de Rivera Quesada. El linaje Quesada deriva del de “los Palomeques” de Toledo

Su padre ejerció la carrera de leyes en Málaga y en Granada donde fue juez de los Moriscos y abogado del Consejo. En el famoso pleito de los tintoreros de Córdoba que llegó a la Chancillería granadina ya el hijo era licenciado por Salamanca y como tal defendió los intereses de un tío suyo, Jerónimo de Soria. Perdió el pleito y ésta fue una de las causas de que dejara la carrera y se dedicara a la vida aventurera en América. El padre murió en el año 1557 y dejó nueve hijos de los que Gonzalo era el segundo.

Escudo de Armas de Quesada

Dos de sus hermanos: Hernán Pérez de Quesada, le acompañó como segundo al mando en la expedición del río Magdalena, y Francisco de Quesada, fue uno de los conquistadores de Quito. De regreso a España en 1544, los dos murieron a causa de un rayo que le cayó apenas llegar al cabo de la Vela.

Su  escudo de armas se lo concedió el Rey Felipe II, en mayo de 1546,

A mediados de 1535, Gonzalo, se embarcó hacia el Nuevo Reino de Granada, con la expedición de Pedro Fernández de Lugo y su hijo Alonso Luis de Lugo, quienes habían contratado con la Corona española la gobernación de Santa Marta. Como tenía carrera, viajó con el cargo de teniente de gobernador para administrar justicia, nombrado el 10 de noviembre de 1535. Tres meses después de su llegada al puerto en 1536, organizó una expedición hacia el interior del territorio siguiendo el curso del río Magdalena, con la intención de alcanzar el Perú. En las instrucciones de la expedición que debía emprender Jiménez de Quesada quedó estipulado que el contingente, en su ruta hacia el Virreinato del Perú, debía procurar la paz con los indígenas que hallase en el transcurso y la obligación de pedirles oro para financiar la conquista. Si los aborígenes se negaban a pactar la paz y a colaborar con los españoles, el capitán  general podría emprender contra ellos una guerra a sangre y fuego, que permitiría apropiarse de los bienes de los enemigos y subyugarlos. Esta expedición estaba comandada por Quesada, junto con su hermano Hernán, Juan de San Martín, Juan de Junco (como segundo al mando), Martín Galeano (capitán de infantería) y Lázaro Fonte. La expedición salió el 5 de abril de 1536.

Con un grupo de 670 hombres y 100 caballos por tierra y otro grupo por agua remontando el Magdalena, Jiménez de Quesada, se enteró de que existía un activo comercio de sal entre los indígenas habitantes de las inhóspitas sabanas y los habitantes de la cordillera, donde, según los aborígenes, había una “laguna de sal”, lo cual llamó la atención de los expedicionarios, que decidieron desviarse de la ruta al Perú para buscarla. Tras un largo y penoso recorrido (solo 166 personas habían sobrevivido al viaje), entraron a las tierras del Zipa, uno de los reyes muiscas, en la actual Sabana de Bogotá (ubicada en Cundinamarca), fundaron la ciudad de Santa Fe de Bogotá el 6 de agosto de 1538. Sin embargo, dicha fundación no sería “oficial” hasta el siguiente año, debido a que el título de “conquistador” aun no lo  tenía y el que lo tenía se encontraba en Santa Marta, al norte del virreinato, siendo esta la razón para que se le conociese como el adelantado Quesada. También atacaron al Zaque, rey muisca de Hunza, hoy Tunja, e incendiaron el templo del Sol, el más grande de la región chibcha en el poblado de Suamox, al que llamaron Sogamoso.

 Quesada fundó Bogotá con una iglesia, en donde Bartolomé de las Casas el 6 de agosto de 1538 celebró misa en Santa Fe de Bogotá, fecha tomada como la de la fundación de la ciudad. Quesada y sus hombres permanecieron en la región hasta la llegada en 1539 de las expediciones de Sebastián de Belalcázar que venía desde Ecuador y de Nicolás de Federmán que venía desde Venezuela. Los tres jefes expedicionarios acordaron enviar sus pretensiones territoriales al arbitraje de la corona. Jiménez de Quesada llamó a las tierras conquistadas Nuevo Reino de Granada, en honor a la ciudad de Granada. Desde Cartagena navegaron hasta España, donde Quesada presentó su requerimiento de ser gobernador, sin obtener éxito, mientras que la gobernación de Popoyán fue otorgada a Belalcázar. Quesada regresó en 1549 con el  título honorífico de Gobernador de El Dorado.

Los resultados de la expedición en términos económicos fueron exitosos, contrastando con las pérdidas humanas, pues solo contaba con 178 hombres al final de la expedición; solo en la provincia de Tunja se recogieron 182.536 pesos de oro puro, 29.806 pesos de oro de menor calidad y 1.836 esmeraldas. Se procedió entonces a repartir el tesoro obtenido, el 6 de junio de 1538, entre los 178 sobrevivientes que formaban el ejército comandado por Jiménez de Quesada. Luego de hacer los pagos de deudas: salario al ciudadano, costo de medicinas, plomo, hilo para ballestas, arcabuces, hachas, azadones, clavos, etc., la donaciones a las iglesias de Santa Marta, el pago de misas por los difuntos y la obligatoria erogación del quinto real, se dividió un total de 148.000 pesos de oro puro, 16.964  pesos de oro de menor calidad y 1.455 esmeraldas.

 

Con la idea de llegar a las legendarias y míticas tierras de El Dorado, en 1568, a la edad de 60 años, Jiménez de Quesada, recibió una comisión para conquistar Los Llanos al oriente de los Andes Colombianos. Partió de Santa Fe de Bogotá en abril de 1569 con 400 españoles, 1500 nativos, 1100 caballos y 8 sacerdotes. Finalmente llegaría a San Fernando de Atabajo en la confluencia entre los rios Guaviare y el Orinoco en diciembre de 1571, pero no pudo avanzar, ya que para esto se requería la construcción de barcos, por lo que, tras cuatro años, debió regresar derrotado a Santa Fe de Bogotá en diciembre de 1572, con tan solo 64 españoles, 4 nativos, 18 caballos y dos sacerdotes. La expedición fue uno de los más caros desastres registrados y tras un breve periodo de servicio en el comando de la frontera, Quesada se retiró a Suesca con lo que pudo salvar de su fortuna. 

Estatua yacente de Gonzalo Jiménez de Quesada

 

Falleció en Mariquita (Colombia), el 16 de febrero de 1579, no dejando de su único matrimonio descendencia alguna que perpetuara su apellido; sus restos se encuentran en la catedral Primada de Bogotá.