viernes, 10 de agosto de 2018

Juan José Nieto Aguilar: II Marqués de Monsalud y VII marqués de Villamarín



Capitán General de los Reales Ejércitos Nacionales, senador del reino, caballero de la Orden de Santiago (1802), caballero de la Orden de San Hermenegildo, Gentilhombre de Cámara de S.M., fue un aristócrata y militar español que destacó durante la guerra de Independencia, en las acciones bélicas que tuvieron lugar en la región de Extremadura.

Juan José Nieto Aguilar Domonte y Santillá vino al mundo en Almendralejo (Badajoz) el 15 de abril de 1769, en el seno de una familia nobiliar que empezaba a mostrar una creciente progresión: los Monsalud. Su padre, Juan Nieto Domonte, el primer marqués y señor de la villa y sierra de Monsalud, caballero de Santiago y regidor perpetuo de la villa, había ido ganando con el tiempo cierta relevancia entre el sector aristocrático de Extremadura durante el siglo XVIII, mientras que su madre era Inés de Aguilar y Santillán Ponce de León, natural de Écija (Sevilla). Juan José era nieto paterno de Juan Nieto Golfín y Josefa María Domonte Ortiz de Zúñiga, natural de Jaén; y nieto materno de Hernando Pedro de Aguilar Ponce de León, de Écija, y Josefa Hernández de Santillán y Villasís, natural de Sevilla, esposa del Conde del Águila.

Su madre falleció cuando Juan José contaba cinco años y su padre no sobrevivió mucho tiempo a su esposa, de tal forma que a los once años quedó huérfano, recibió la herencia paterna y, junto a sus dos hermanas Josefa y Javiera, se trasladó a Écija y a Sevilla (en el palacio conocido como de los Domonte, de Villamarín, y posteriormente de Monsalud), para vivir bajo la tutela de su abuela materna.

Fachada del palacio de Villamarín (Monsalud) en Sevilla
A los títulos que ya poseía su progenitor, más adelante sumó el cargo de Regidor perpetuo de Almendralejo y el título de Señor de la Villa y Tierra de Monsalud por concesión de Carlos III en 1762. Igualmente, a toda esta sucesión de títulos adquiridos por vía paterna, habría que añadir el marquesado de Villamarín, que recibiría por parte materna.

Sin duda, se trata de unas estructuras familiares que se amoldan a los de toda una serie de hidalgos extremeños que constituyen un importante grupo denominado como “nobleza media” o “nobleza de provincia”, surgido en los siglos XVII y XVIII. Estos grupos terminarían por consolidarse y acrecentar su patrimonio mediante la realización de diferentes estrategias, como por ejemplo el desempeño de servicios destacados en la administración o el ejército, o el desarrollo de políticas matrimoniales entre miembros de igual condición.

Sin que existan antecedentes familiares relacionados con la milicia, Juan José sintió afición por el estudio de las ciencias militares. En 1791 el ayuntamiento le nombró alcalde de la Santa Hermandad por el estado noble, aunque no llegó a tomar posesión por encontrarse en Madrid, y en 1792 fue elegido síndico y ejerció el cargo por un año. En 1793 se dirige al rey Carlos IV y le propone armar a su costa un Regimiento de Caballería con el nombre de Carabineros de María Luisa, compuesto de tres escuadrones, a cambio de ciertas concesiones, entre ellas el nombramiento como coronel graduado y comandante, siendo este el inicio de una brillantísima carrera militar que se prolongó durante 54 años. El Regimiento recibe la orden de marchar a Cataluña, interviniendo en campañas militares, incluso en suelo francés, hasta que la Paz de Basilea puso fin a estas escaramuzas.

En 1797 al pasar por Madrid participa en un brillante desfile que fue presenciado por María de la Concepción Solano Ortiz de Rozas, nacida en la isla de Santo Domingo, hija de José Solano y Bote, Capitán General de la Armada y I Marqués del Socorro y de Rafaela Ortiz de Rozas y Villescas, natural de Buenos Aires. Se conocen e inician un noviazgo que concluye en boda, en junio de 1800, en la ciudad de Cádiz.

Con ocasión de la guerra con Portugal, en 1801, el regimiento se traslada a Extremadura y toma parte en diversas acciones en el Alentejo portugués. Por R. O. de 8 de junio de 1802, se le nombra Gentilhombre de Cámara con ejercicio y destino al Cuarto del Infante Francisco de Paula Borbón y, en octubre de este mismo año, se le promueve al empleo de Brigadier. Este destino no pudo hacerse efectivo y sigue con su regimiento, después de estar en Badajoz, Olivenza y Setúbal (Portugal).

Al iniciarse la Guerra de la Independencia y formarse la Junta Suprema de Extremadura, se pone a sus órdenes ocupando el cargo de Vicepresidente y, el 2 de junio de 1808, es nombrado Mariscal de Campo y poco después Teniente General. Recorrió sin descanso toda la región, cooperó con las tropas portuguesas y los mandos ingleses, coordinando la estrategia de defensa en Extremadura, interesándose no sólo por los aspectos militares, sino en la búsqueda de medios económicos, y su dedicación y sacrificio fueron máximos.

El 24 de noviembre de 1811 es nombrado Capitán General del Ejército, obteniendo la presidencia de la Junta Superior y el Gobierno político de la provincia. En 1812, tras la liberación de Badajoz por las tropas inglesas de Wellington juega un papel fundamental en el restablecimiento de la paz. De la documentación existente, se deduce que la figura del marqués fue la más importante en Extremadura y fundamental para la expulsión y derrota de los franceses.

Don Diego Fernández Nieto, de Almendralejo, fue Caballero de la Orden Militar de Santiago y Comendador de Castillejo de la Cuesta. Un nieto suyo, don Juan Esteban Nieto, fue honrado caballero de la Escuela Dorada por el rey don Fernando "el católico". Siendo uno de los que acompañaron al citado rey en todas sus empresas militares contra los moros: halló gloriosa muerte en la batalla de las Lomas (Málaga). Dejó sucesión y por línea directa fue don Fernando Nieto y de Nieto, nacido en Almendralejo, que en el año 1595 fundó, en unión de su esposa doña Juana de Alvarado y Mendoza, el convento de franciscanos de Almendralejo. Muerto sin sucesión, continuó la casa su hermano padre. Don Juan Nieto Becerra fundó tres mayorazgos para sus tres hijos, don Juan, don Fernando y don Francisco. El primero, don Juan Nieto Becerra y Villalobos, fue Regidor Perpetuo de la Villa de Almendralejo y familiar del Santo Oficio de la Inquisición, así como primer Señor de la villa y sierra de Monsalud. Su hijo, Juan Nieto Golfín, fue Regidor Perpetuo de Almendralejo, segundo Señor de Monsalud y Caballero de Santiago en el año 1707. Su hijo, don Juan Nieto Domonte fue creado en el año 1762, Marqués de Monsalud. Por hijo tuvo a don Juan Nieto Aguilar, Capitán General del Ejército, gentilhombre de Cámara del Rey, II Marqués de Monsalud. hay que señalar que de la Casa marquesada de don juan Nieto, de Almendralejo, nació el célebre poeta don Juan de Espronceda.

Entre 1814 y 1823 está en Madrid, como Gentilhombre de los príncipes y Primer Caballerizo. Al trasladarse la corte a Sevilla, en junio de 1823, la sigue y el 13 de junio de 1823 sufre el saqueo de su palacio de Sevilla, que pudo costarle la vida y la de su familia. El marqués fue maniatado y se salvó de un linchamiento gracias a la intervención de un sargento que sirvió a sus órdenes y que estaba entre los asaltantes.

Trasladados a Cádiz, fue detenido por orden de Fernando VII, permaneciendo un año preso en esta ciudad y tres años más en Sevilla, sin que se le pudiera incoar proceso adecuado, pues no existían causas. En 1828 es liberado y se traslada con su familia a Almendralejo, de donde no volvió a salir. En 1831 se le nombra Capitán General de Extremadura, renunciando al cargo, y en 1837 fue elegido Senador por la provincia de Badajoz, pero tampoco llegó a tomar posesión. Colaboró con la Sociedad de Amigos del País de Badajoz y, en 1842, fue elegido presidente de la Sociedad de Amigos del País de Almendralejo. El Marqués de Monsalud falleció en Almendralejo el 28 de febrero de 1851 y dos días después se celebró un multitudinario entierro con asistencia de varias compañías militares que se habían trasladado desde Badajoz.



El 25 de agosto de 1847, en un lugar cercano a Almendralejo, un grupo de jornaleros, labrando la tierra, encontraron el Missorium de Teodosio, disco circular de plata de gran tamaño, en el que figuran el emperador y sus hijos Arcadio y Honorio. Una vez se informa el Marqués de Monsalud, realiza gestiones en Madrid con su cuñado el Marqués del Socorro y el Disco es adquirido por la Real Academia de la Historia en la cantidad de 27.200 reales. El Disco, que estaba casi partido y abollado, fue restaurado por José Navarro.

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