En 1789, como segundo comandante llevó
a cabo la llamada Expedición Malaspina, que finalizó en 1794. En 1796 fue
nombrado Gobernador de Montevideo y Comandante General de los bajeles del Rio
de la Plata.
Josef Joaquín Antonio de Bustamante
y Guerra nació en Ontaneda (Santander) el 1 de abril de 1759. Descendía de los
Bustamante de Toranzo y de los Guerra de Ibio, familias hidalgas; su padre fue
Joaquín Antonio de Bustamante y Estrada, natural de Alceda, y su madre Clara Ignacia
Guerra de la Vega y Cobo, natural de Santander
Ingresó como guardiamarina
en Cádiz el 7 noviembre de 1770 (Exp. Nº 1.135), alcanzando el grado de Alférez
de fragata en 1774, con ¡tan solo 15 años!
Participó
en algunos combates con los berberiscos e hizo un viaje a Filipinas en la urca
Santa Inés. A su vuelta fue hecho prisionero por los ingleses, que le llevaron
a Cork. Volvió a Cádiz en 1780, embarcado en el navío Triunfante. Tomó parte en
el combate de 20 de octubre de 1782 con la escuadra de Howe, en el estrecho de
Gibraltar. Viaja a Veracruz en 1783 con el navío Septentrión. Y en 1784, al mando de la Atrevida, formó parte de la Expedición Malaspina.
En septiembre de 1788, Alejandro
Malaspina, junto con su colega José Bustamante y Guerra, proponen al gobierno
español la organización de una expedición político-científica, con el fin de
visitar casi todas las posesiones españolas en América y Asia. Este viaje se
conocería como expedición Malaspina.
Fragata "La Mercedes" |
Capitán
de navío en 1791 y brigadier en 1795, se le confió en 1796 el gobierno militar
y político del Uruguay y la jefatura de las fuerzas navales del Plata. En agosto
de 1804, al mando de una división formada por 4 fragatas –Nuestra Señora de las Mercedes, la Clara, La Medea y La Fama–, condujo 4,7 millones de pesos a la Península, pero,
atacado, el 5 de octubre de 1804, por los ingleses –no obstante hallarse España
en paz con Inglaterra– tuvo que rendirse a la escuadra británica al mando del
Comodoro Graham Moore.
Se entabló
un combate naval conocido como la batalla del Cabo de Santa María, en la costa
portuguesa del Algarve. Dos fragatas, entre ellas La Mercedes, alcanzada de
lleno en su santabárbara, fueron voladas
con un cargamento de casi cinco millones de pesos de caudales de comerciantes
de Lima y Buenos Aires. Perecieron 249 tripulantes y comerciantes con sus
familias. Vista la inferioridad de su flotilla y herido, el Brigadier
Bustamante rindió las fragatas que resistían, que fueron apresadas y
transportadas al puerto de Gosport en Inglaterra.
En total
llevaban 1.089 personas, muchos de ellos familias de civiles y sus posesiones
que, tras haber acumulado riquezas en el Nuevo Reino, se retiraban a España a
vivir el resto de sus vidas. Como cargamento, 34.292.064 reales en monedas de
oro y plata, 150.000 lingotes de oro, 1.666 barras de estaño y otras materias
primas preciadas como cobre y pieles.
Este
ataque fue un acto de piratería por parte de los ingleses en tiempos de paz. Algo,
por otro lado, que llevaban siglos haciéndolo, o al menos intentándolo. Tan
clara fue la ilegalidad del ataque que la propia prensa inglesa arremetió
contra su armada por ello, considerándolo un delito vergonzoso en tiempos de
paz. No fueron estas las únicas consecuencias. Dos meses más tarde, España
declaró la guerra a Inglaterra, con lo que el recién coronado José Napoleón
ganó un aliado en su guerra contra los británicos. Al año siguiente, y como
consecuencia, sucedió Trafalgar.
Al
llegar a España, fue sometido al dictamen de una Junta de Generales, cuyo
veredicto favorable fue aprobado por S.M. por Real Orden de 10 de enero de
1806. En 1807 se le nombró vocal de la Junta de fortificaciones y defensa de
las Indias.
En
1808, no obstante las seductoras propuestas que le hacía el teniente general de
la Real Armada José de Mazarredo, se negó a jurar al rey intruso José
Bonaparte. Salió de Madrid el 25 de julio de 1808, y se presentó en Sevilla a
la Junta Central, que le nombró Presidente de la Audiencia de Charcas y luego
de la de Cuzco, cargos que no llegó a desempeñar, pues recibió el nombramiento
de Capitán General de Guatemala en 1810
(tomó posesión el 24 de marzo de 1811). Allí se ganó fama de ilustrado, con sus
reformas en la ciudad y en la administración, con el establecimiento de un
Colegio de Cirugía, y su lucha contra el alcoholismo, a medias, ya que los
dueños del aguardiente eran en su mayoría españoles.
Preparó la defensa de Guatemala contra
la revolución de Hidalgo y Morelos
en México, y creó unidades de Voluntarios llamados de Fernando VII. Aunque hizo
proclamar la Constitución, resistió ponerla en práctica, y se vio enfrentado
rápidamente con los constitucionalistas locales.
A
partir de 1812 se habla en América Central del "terror bustamantino".
Denunciado ante las Cortes, éstas en enero de 1813 decepcionaron a los
guatemaltecos, pero el Consejo de Estado decidió su remoción en 1814. Para
Bustamante esta política implicaba la Independencia, no dándose cuenta de que
el negar todo derecho a los americanos forzosamente tenía que llevarlos a la
separación. El cambio de régimen en 1814 le permitió seguir en su puesto,
convertido en un buen puntal del absolutismo monárquico. Pero sus excesos no
gustaron en Madrid. En agosto de 1817 fue sustituido por Carlos Urrutia,
regresando después a España.
En
1819 ingresó de nuevo en la Junta de Indias. De 1820, y recibiendo el mismo año
la Gran Cruz de la Orden Americana de Isabel la Católica, a 1822 se encargó de
la Dirección General de la Armada. En 1823, vocal de la Junta de expediciones a
América, y en 1824, de nuevo en la Dirección General de la Armada.
Fue
Caballero de la Orden de Santiago desde 1784, y el rey Carlos IV le nombró
caballero gran cruz de la Orden de San Hermenegildo y caballero de Isabel la
Católica. Murió siendo Teniente General, en Madrid, el 10 de marzo de 1825.
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