martes, 1 de octubre de 2024

Diego de Pantoja. Jesuita, misionero, científico y músico. Evangelizó en la Corte de la dinastía Ming

2024 marca el 453 aniversario del nacimiento de este jesuita cuyo espíritu dialogante le llevó a conversar con el emperador de China. Diego de Pantoja fue el primer español en sobrepasar las murallas de la Ciudad Prohibida, hogar del entonces emperador Wan Li de la dinastía Ming, escéptica con la influencia extranjera.

Su vocación jesuítica le llevó a solicitar partir hacia las misiones que la Compañía tenía en Asia. Destinado en un primer lugar al Japón, terminó en las primeras misiones que los jesuitas tuvieron en la China. Junto al conocido Matteo Ricci, desarrolló todo un sistema de diálogo cultural para acercar la fe cristiana a la milenaria civilización china.

Diego de Pantoja nació el 24 de abril de 1571, de linaje hidalgo, en Valdemoro, pueblo de Castilla la Nueva, siendo hijo de Diego Sánchez y de su mujer Mariana Pantoja. Terminados sus estudios secundarios, a sus dieciocho años ingresó en el noviciado de los jesuitas de Toledo. Ordenado ya sacerdote, Pantoja se ofreció para las misiones del Oriente. Destinado por el Padre General de la Compañía de Jesús, Claudio Acquaviva el 10 de abril de 1596 salió de Lisboa para la India. Tras seis meses navegando la nave fondeó el 25 de octubre en la ciudad de Goa, entonces emporio portugués y centro de irradiación cristiana en Asía Oriental.

El joven Pantoja permaneció allí otros seis meses practicando la lengua portuguesa, hasta que el 23 de abril del siguiente año 1597 se hizo a la vela para Macao, llegando el 20 de julio al puerto de Macao. Esperando allí nave para el Japón, adonde estaba destinado, el padre Pantoja terminó sus estudios de teología y su formación ascética.

En agosto de 1599 le sobreviene al Padre Diego un inesperado cambio en su vida misionera: el Padre Lázaro Cattaneo (1568-1640), quien desde 1594 era el compañero del Padre Ricci en Chaochou, llegó a Macao en agosto del 1599, pidiendo otro jesuita para acompañar al Padre Ricci, que estaba solo en Nanking; entonces el Padre Dias, Superior de Macao, cambió de destino de Pantoja, enviándole a Nanking con Cattaneo. Ambos llegaron a la Capital del Sur hacia el mes de marzo de 1600. A sus 25 años Diego Pantoja iba a iniciar una nueva vida junto al gran apóstol de la evangelización, adaptada a la cultura china.

A principios del siglo XVII Pantoja era el primer jesuita que practicaba en China una nueva metodología para el aprendizaje del chino. El Padre Ricci, también dispuso que el Padre Cattaneo diera lecciones de música a Pantoja, quien tenía buen oído, y le enseñara a tocar y templar el manicordio o clavicordio, instrumento que con los relojes y otros valiosos objetos se ofrecerían al emperador en Pekín. El Padre Ricci y sus tres compañeros salieron de Tienchín el 20 de enero de 1601, y el 24 llegaron a Pekín.


Los Padres Ricci y Pantoja, durante el primer decenio del siglo XVII, atendían a los mandatos del emperador, visitaban frecuentemente a los mandarines notables, y aumentaban sus amistades. Pero su actividad principal fue el promover el conocimiento del cristianismo, dando la catequesis a hombres y mujeres de Pekín. También escribieron varios libros en el estilo literario, para dar a conocer tanto la ciencia europea como la religión cristiana.

Pantoja intensificó su labor de escritor, en temas históricos, geográficos, bíblicos, catequéticos y apologéticos. Desde 1611 a 1616 publicó en Pekín nueve obras escritas en chino; entre ellas sobresale la titulada “Las siete victorias qikedaquan” (contra los siete pecados capitales), reimpresa en los siglos siguientes y que mereció que el emperador manchú Chien Lung la incluyera en el año 1778 en su gran colección de libros excelentes.

Diego Pantoja fue expulsado de Pekín el 18 de marzo de 1617, retornando al enclave portugués de Macao. Allí, agotado de fuerzas, falleció el mes de enero de 1618, a los 47 años de edad, tras 28 en la Compañía de Jesús, y 21 en China.

Acta de bautismo de Diego de Pantoja