viernes, 26 de mayo de 2023

Poner orden en el Derecho Premial

 

Editorial de la revista La Gacetilla de Hidalgos Nº 573

 

Los pasados días 14 al 16 de marzo se celebró en la sede de la Real Asociación de Hidalgos de España un seminario, organizado por la UNED y la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, con el tema “Introducción al Derecho Premial. La concesión de honores y distinciones”. De lo allí dicho entresacamos algunas ideas que reflejan el estado de esta importante cuestión en España.

El objeto del Derecho Premial son los honores y recompensas, que responden al afán permanente del hombre por obtenerlos, y cuya finalidad es la de estimular y distinguir las actividades de extraordinario valor social. El Derecho Premial, por oposición al Derecho Penal, no regula la imposición de penas, sino la concesión de recompensas. Uno de los medios para evitar los delitos es recompensar la virtud.

En España nos encontramos con un desconcierto generalizado en el Derecho Premial civil, que no en el militar, con un conjunto desordenado de normas jurídicas y una creciente proliferación de distinciones y condecoraciones, sin unos claros y razonados principios que ordenen esta materia. Una abundancia de premios que, inexorablemente, les hace perder su valor y estima en la población, que suele mostrar una absoluto desconocimiento e indiferencia ante ellos, perdiendo estos honores su carácter ejemplarizante. Un Derecho Premial situado en una difusa zona, mezcla de los derechos constitucional, civil, penal y administrativo.

Los honores y condecoraciones se merecen de forma individual, sea una persona física o una institución, por hechos de extraordinario valor, no por la actividad común y obligada de una determinada profesión. Por ello, suponen algo totalmente opuesto a la razón de ser del Derecho Premial la concesión de distinciones genéricas, a grades grupos de población. Dos ejemplos de lo que no se debe hacer son: uno, la concesión de la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort, en noviembre del año 2011, a todos los jueces y magistrados del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, a la carrera fiscal, a la abogacía del Estado, a los secretarios judiciales y a todos los cuerpos del servicio de la administración de justicia; y otro, la concesión de la Gran Cruz del Dos de Mayo, por Decreto 54/2021 del gobierno de la Comunidad de Madrid, a 650.000 niños madrileños, de entre 6 y 13 años, por su comportamiento ejemplar durante la pandemia, lo que les da el tratamiento vitalicio de Excelentísimos.

En un muy valioso afán por poner orden en el Derecho Premial español, la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación ha elaborado una propuesta en la que recomienda que se elabore una Ley o Real Decreto sobre órdenes y condecoraciones civiles del Reino de España, cuyo contenido habría de referirse, entre otros, a los siguientes aspectos: su concesión tendrá carácter graciable y exclusivamente honorífico; S.M. el Rey será el Gran Maestre de todas las órdenes y condecoraciones españolas; el ingreso o promoción en las órdenes y la concesión de condecoraciones civiles serán concedidos por S.M. el Rey en los grados de collar y gran cruz, y en nombre de S.M. el Rey en las demás categorías; se reducirá el elevado número de órdenes y condecoraciones civiles, manteniendo las más prestigiosas, como son el Toisón de Oro, las órdenes de Carlos III, Isabel la Católica, Mérito Agrícola, Alfonso X el Sabio, San Raimundo de Peñafort, Sanidad, Mérito Deportivo, Medalla del Trabajo y pocas más; la Orden del Mérito Civil será la distinción nacional que, aglutinando a otras existentes, premie a los ciudadanos que se hayan distinguido por sus servicios extraordinarios a España; se constituirá una Cancillería de títulos, reales órdenes y condecoraciones, dependiente del Ministerio de Presidencia, presidida por un delegado regio que coordinase todas las propuestas de concesión.

El ingreso o promoción en una Orden y la concesión de condecoraciones civiles tendría lugar dos veces al año, en junio y diciembre, coincidiendo con los aniversarios de la proclamación de S.M. el Rey y de la aprobación de la Constitución Española, con un acto formal de investidura, en un marco y con la solemnidad debidos. Resulta evidente que la participación de S.M. el Rey, entregando distinciones a ciudadanos de toda condición, crearía un fuerte vínculo entre la ciudadanía y la Corona, como ocurre en otras monarquías europeas. No en vano, constitucionalmente corresponde a S.M. el Rey “… conceder honores y distinciones con arreglo a las leyes”, en lo que se deben incluir las tradiciones históricas en la materia, como fuente del derecho.

En sentido opuesto a la concesión vivimos momentos especialmente activos en la retirada de honores y distinciones concedidos a una determinada persona. Un hecho que no podemos calificar de nuevo ya que se dio entre los romanos con la llamada “damnatio memoriae” y, desde las Partidas, con el “juicio de residencia”. Un revisionismo histórico muy presente en la legislación memorialista, una legislación que establece determinadas retiradas de honores y que dice que se hará siguiendo los procedimientos que correspondan. Y siguiendo la ley de procedimiento administrativo, este procedimiento ha de ser la “revisión de oficio”, proceso complejo que exige la intervención del Consejo de Estado, con un dictamen que debe ser favorable a la revisión. Se requieren, además, trámites de audiencia con el despojado de los honores y con otros eventuales interesados, y las pertinentes indemnizaciones.

Más extraña resulta la retirada de honores a quien haya fallecido, ya que la muerte extingue todas las relaciones de índole jurídico. El Código Civil establece que “La personalidad civil se extingue por la muerte de las personas”. Esto impediría, muerto el sujeto, cualquier actuación sobre un derecho personalísimo, como es el derecho al honor.

En fin, es manifiesta la necesidad de proceder a una simplificación, racionalización y ordenación del Derecho Premial en España, que bien gestionado tendrá una función de justicia y de ejemplaridad con una valiosa repercusión en el conjunto de la sociedad.

domingo, 21 de mayo de 2023

Capítulo de la Real y Militar Orden de San Fernando. Aranjuez, 24 de mayo

 

Su Majestad el Rey presidirá en el Palacio Real de Aranjuez, el próximo miércoles 24 de mayo, el Capítulo de la Real y Militar Orden de San Fernando, que se celebra cada dos años. Como Soberano de la Orden expedirá las nuevas Reales Cédulas de las recompensas que integran la Real y Militar Orden de San Fernando.

Don Felipe presidirá la reunión extraordinaria de la Real y Militar Orden de San Fernando, primera Orden española de carácter militar, que tiene por objeto honrar el reconocido valor heroico y el muy distinguido, como virtudes que, con abnegación, inducen a acometer acciones excepcionales o extraordinarias, individuales o colectivas, siempre en servicio y beneficio de España. Dichas acciones tendrán tales consideraciones cuando se produzcan durante intervenciones de sus Fuerzas Armadas, o cuando estas participen en misiones de fuerzas multinacionales, bajo mandato de Organizaciones internacionales o Alianzas de las que España forme parte.

 


SECUENCIA DE ACTOS

09:15 horas.

Se oficiará la Santa Misa en la Capilla del Palacio Real de Aranjuez, con asistencia voluntaria, en sufragio por los fallecidos de la Real y Militar Orden de San Fernando.

10:00 horas.

Formación de la Agrupación.

Breve reseña histórica de la Real Militar Orden de San Fernando.

Incorporación del Estandarte de la Real Y Militar Orden de San Fernando, portado por un Caballero Gran Cruz de la Orden de San Hermenegildo, perteneciente a la Asamblea.

Incorporación, con los honores reglamentarios, de las Enseñas Nacionales

10:30 horas, Parada Militar.

Llegada de S.M. el Rey.

Rendición de honores y revista por S.M. el Rey.

Saludos a autoridades civiles y militares.

Reseña histórica de las Banderas Laureadas presentes y las acciones por las que fueron condecoradas.

Reseña de las acciones por las que les fueron concedidas, la Cruz Laureada de San Fernando al Brigada D. Francisco Fadrique Castromonte y la Medalla Militar Individual al Sargento D. Juan Moncadas Pujol. Entrega de un recuerdo a sus familiares.

Acto de Homenaje a los que dieron su vida por España.

Desfile y dislocación de Unidades.

11:20 horas, Reunión extraordinaria de la Real y Militar Orden.

Presidida por S.M. El Rey, Soberano de la Real y Militar Orden de San Fernando.

Para el resto de invitados no participantes en la reunión extraordinaria, concierto por la Unidad de música de la Guardia Civil.

12:00 horas, Acto social.

Acto del año 2023. Honores a S.M. el Rey

Algunos de los asistentes de la RAHE y RCNM

Su Majestad el Rey es el Soberano de la Real y Militar Orden de San Fernando
y presidirá el Capítulo y expedirá las Reales Cédulas de las recompensas militares que integran la Orden. Su insignia es el Collar de Soberano, que ostentará en las solemnidades de la Orden.


Son componentes de la Real y Militar Orden de San Fernando los Caballeros y Damas con Grandes Cruces Laureadas, los Caballeros y Damas con Cruces Laureadas y los Caballeros y Damas con Medallas Militares. También, pertenecen a la Orden las Unidades, Centros y Organismos militares, cuyas Banderas y Estandartes ostenten la Corbata de la Laureada, o de la Medalla Militar, o que tengan concedidos los Guiones-Enseña de las Laureadas o Medallas Militares Colectivas.

La Real y Militar Orden de San Fernando fue instituida por Decreto número LXXXVIII de las Cortes de Cádiz, de 31 de agosto de 1811 y refrendada por Real Decreto de Su Majestad el Rey Don Fernando VII, de 28 de noviembre de 1814. A través de su dilatada historia se ha ido produciendo, mediante diversas disposiciones, un proceso de adaptación de su Reglamento a la realidad social de las Fuerzas Armadas, pero manteniendo siempre fidelidad absoluta a la finalidad para la que fue establecida la Real y Militar Orden. Y dicho proceso culminó con la aprobación, mediante Real Decreto 899/2001, de 27 de julio, del hasta ahora vigente Reglamento de la Real y Militar Orden de San Fernando.

 https://www.casareal.es/ES/Actividades/Paginas/actividades_actividades_detalle.aspx?data=15729 

viernes, 19 de mayo de 2023

Giovanni Muto, ganador de la V Edición del Premio Internacional de Historia

 

Giovanni Muto es el ganador de la V Edición del Premio Internacional de Historia por su "larga trayectoria docente e investigadora" y por sus trabajos y publicaciones, un galardón que le entregará Felipe VI el próximo 29 de mayo a las 11:30 horas en el Palacio del Pardo.

El napolitano Giovanni Muto (Nápoles-Italia, 1946), historiador y profesor, ha desarrollado su actividad principalmente en la Universidad de Milán y en la Universidad Federico II de Nápoles, donde es catedrático desde 2001.


El objeto del Premio de Historia Órdenes Españolas, dotado con 60.000 euros, es distinguir al investigador cuyo trabajo haya alcanzado general reconocimiento por la importancia de sus estudios, el rigor de su documentación y el alcance de sus conclusiones, y que alguna parte de su obra esté relacionada con lo hispánico y su proyección en el mundo.

En él concurren varios atributos que lo hacen único y que transmiten la excelencia con la que ha sido concebido: su vocación internacional, distinguir toda una trayectoria investigadora, la altura científica de las entidades que proponen candidatos y de los miembros del Jurado, así como la dotación económica.

El Premio es gestionado por la FUNDACIÓN ÓRDENES ESPAÑOLAS, que a su vez desarrolla numerosas actividades sociales y culturales de las Órdenes Españolas, y cuenta con el apoyo de la Fundación Talgo, Fundación Ramón Areces, Fundación Talgo, Ramón Pérez-Maura y la Real Asociación de Hidalgos de España.


El jurado está presidido por Pedro de Borbón Dos Sicilias y de Orleans, duque de Calabria, presidente a su vez del Real Consejo de las Órdenes de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa.

Giovanni Muto

Catedrático de Historia Moderna. Ha impartido enseñanzas en la Facultad de Artes de la Universidad de Milán y de Historia Económica en la Universidad de Nápoles. Ha desempeñado de forma regular y permanente las actividades de investigación en los más importantes archivos y bibliotecas de Europa y especialmente en España e Inglaterra. Ha participado en varios proyectos de investigación financiados por el CNR y MURST. Ha colaborado en la investigación financiada dal l'Ecole Francesa de Roma, la Fundación Europea de la Ciencia en Estrasburgo, por el Instituto Universitario Europeo de Florencia, de la Fundación Duque de Soria Salamanca. Sus temas de investigación se han desarrollado sobre la gestión de los mecanismos financieros en los Estados del Antiguo Régimen, los tipos y las actividades económicas en el sur de España en la edad Moderna y la estratificación social y cultural en Nápoles del siglo XVII. Es miembro de varias sociedades históricas en Italia y en el exterior. Es miembro del Comité Científico de la Revista de Estudios Históricos y el Comité Asesor revista Cuadernos de Historia Moderna. Es miembro de la junta de directores del Centro Interdepartamental de Estudios de italiano-español. Fue elegido en noviembre de 1998 miembro de la Junta del Departamento de Historia.

 Para saber más: https://premioordenesespañolas.es/es/

domingo, 14 de mayo de 2023

El marqués de Casa López y su fábrica de chocolate

 

El marquesado de Casa López es un título nobiliario pontificio creado por el papa León XIII el 8 de mayo de 1896 a favor de Andrea de Andrés y Sánchez, casada con Matías López López, senador del Reino. Matías, como empresario, llega a producir un producto de calidad −chocolate− al que da su mismo nombre, y emplea unas técnicas de marketing revolucionarias para la época.

Sus chocolates, considerados unos de los mejores del mundo, llegaron a recibir más de 40 premios y medallas a nivel nacional e internacional. Matías reflejaba todos estos premios en los anuncios y envoltorios de sus productos como recurso publicitario.

El actual titular, Manuel de Cendra y Aparicio, arquitecto, ha obtenido la preceptiva autorización de S.M. el Rey para usar legalmente en España este título. «ORDEN JUS/2523/2002, de 18 de septiembre, por la que se autoriza a don Manuel de Cendra y Aparicio para usar en España el título pontificio de Marqués de Casa López». Boletín Oficial del Estado (246). Madrid. 14 de octubre de 2002. p. 36164.

"Los gordos y los flacos"
Cromolitografía de F.J. Ortego Vereda, ca. 1871

Cuando Matías López López (17 de mayo de 1825, Sarria, Lugo; 18 de junio de 1891, El Escorial) dejó su pueblo natal con 19 años en busca de un futuro mejor en Madrid, nunca pensó que se convertiría en uno de los empresarios más importantes del siglo XIX, no solo de España, sino de toda Europa, consiguiendo, incluso, que Alfonso XII le ofreciera un título, que rechazaría.

En Madrid, el destino hizo que encontrase empleo en el obrador de cacao de Francisco Arnáiz. En 1851 se independizó de este para abrir su propio establecimiento "Chololates y Dulces Matías López). Mientras era aprendiz había forjado un sueño: fabricar el mejor chocolate y crear una gran industria. Como él mismo relata en su libro El chocolate, su origen, fabricación y utilidad (1875), "para lograrlo tendría que prescindir de los obradores artesanales y crear una gran fábrica a vapor". Esta simple idea produjo una auténtica revolución social.

Fábrica de chocolate en El Escorial
 

A mediados del siglo XIX, la aparición de las primeras tabletas de chocolate en Inglaterra favoreció el desarrollo industrial de este producto alimenticio… un tren que Matías López no dejaría pasar.

Sus primeros años en Madrid fueron difíciles. De 1840 a 1849 trabajó de sol a sol, y dice la leyenda familiar que durmiendo bajo el mostrador del establecimiento de Arnáiz para ahorrar, y consagrando al estudio sus pocas horas de asueto. Analfabeto, fue a la escuela nocturna progresista, donde recibió enseñanzas de francés, dibujo y matemáticas. Una vez que abrió su propia chocolatería, en la calle de La Palma, primero en el nº 35 y después en el  nº 8, donde antes se había ubicado la Real Fábrica de cera, en un edificio diseño del arquitecto Joaquín María Vega Mauge y llegó a producir 5.000 kilos de chocolate al día… ¡el 80% del consumo total de chocolate en España! viajó a Francia y se embebió de los principios de Economía Política de John Stuart Mill. López amplía la venta al café, dulces, té, canela, tapioca, etc. 

Fue el año 1865 cuando López abrió una primera tienda elegante y lujosa en la Puerta del Sol, esquina con la calle de la Montera (el mismo local donde se encuentra un conocido establecimiento de paraguas, mantones y abanicos: Casa de Diego). Su magnífico alumbrado de gas y las alegorías de su decoración producían una vistosa perspectiva del más agradable efecto.

Palacio de la marquesa de Casa López

De este modo, monta una red en la que aglutina hasta 2.000 distribuidores y sucursales de norte a sur. Su carrera social fue ascendiendo en paralelo a la financiera: en 1872 fue elegido diputado a Cortes por Sarria con un número de votos aplastante. Repite el cargo en 1876 y, un año después, es nombrado senador. En 1883, el entonces rey Alfonso XII le concede el título de duque de Sarria, que López rechaza diciendo: "Majestad, prefiero ser el primer empresario que el último de los duques". Recibió la Medalla de Plata de Fomento de las Artes, la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica y fue nombrado Caballero de la Legión de Honor de Francia.

Armas del marqués de Casa López
por Manuel Pardo de Vera

Póstumamente, el Papa León XIII le otorga, en virtud de los méritos realizados, y por su labor filantrópica, el título nobiliario de marqués de Casa López, que recaería en su mujer Andrea de Andrés y Sánchez. En la década de los 70, López era ya uno de los mayores contribuyentes del Estado. Poseía ocho casas, además de solares en Madrid, El Escorial y su Sarria natal. Liberal convencido, su lucha política fue acabar con los aranceles que pesaban sobre el chocolate y las materias primas que lo componían. Afirmaba que el éxito de su actividad era el trabajo duro e hizo de la siguiente frase, su máxima: "Siempre hay que estudiar porque nunca se sabe lo bastante".

Fue un genio del marketing. Utilizó técnicas revolucionarias para la época. Hacía que su esposa y empleados pidiesen en las tiendas de ultramarinos los chocolates Matías López y no tenían. Cuando llegaba él ofreciéndolos se los quitaban de las manos. Como la mayoría de la población era analfabeta, usó dibujos. «Los Gordos y los Flacos» fue el primer cartel publicitario de España en color.


Anuncio de 1880 y envoltorio de las tabletas


Tal fue el éxito de la marca que aquel establecimiento, en la calle de La Palma, se le queda pequeño. En 1874 compra la antigua refinería de azúcar Alianza Industrial en El Escorial, que por aquel entonces era poco más que una aldea de 136 habitantes. En 1930 crecería hasta los 1.300 ciudadanos. Gasta una fortuna en su remodelación e invierte dos millones de francos en la adquisición de una máquina de vapor que le permite cuadruplicar la producción. Además, trae a dos maestros chocolateros ingleses, Carlos Bavit y James Allford, para hacerse cargo de la parte técnica.

Matías López y López
A su alrededor crea una auténtica ciudad: una barriada de casas para los trabajadores que contaba con una cooperativa de alimentación (llamada la Cope), una escuela para sus hijos, médico propio, una capilla dedicada a San Matías y hasta un puesto de la Guardia Civil. Además, introdujo novedades laborales revolucionarias para la época, como el establecimiento de una jornada laboral de ocho horas y un sistema de pensiones. En sus mejores tiempos, llegó a emplear a 500 trabajadores, produjo 30.000 libras de chocolate, unos 13.600 kilos diarios, y alcanzó una facturación anual de ocho millones de pesetas.

Tras la muerte de su fundador en 1891, la dirección empresarial recae en manos de su hijo, Matías López Andrés. Con la segunda generación al frente, la compañía pasa por distintas vicisitudes, como el cambio de sociedad limitada a sociedad anónima. Terminó cerrando en 1962 a causa de la mala gestión. 

En 2014 su tataranieto recuperaba la marca y la ponía de nuevo en el mercado, como homenaje a aquel humilde gallego que, a fuerza de tesón y trabajo, llegó a construir en uno de los más importantes y revolucionarios imperios comerciales del siglo XIX. Así que hoy, el olor a chocolate ha vuelto a El Escorial de la mano de Manuel de Cendra Aparicio, actual V marqués de Casa López, (1943, Madrid), artífice del resurgimiento de la empresa familiar. 

Su web  https://www.chocolatesmatiaslopez.es/

 Vídeo sobre la fábrica de El Escorial  https://youtu.be/wUu_pk9u4xA

Fuente primaria: http://fueradeserie.expansion.com/2015/03/18/gastroteca/1426671497.html