sábado, 27 de julio de 2019

Luis Figueroa y Casaus. Militar, rico empresario y político



Guardia de Corps en Madrid durante la invasión napoleónica, apoyó al régimen francés y huyó a Francia tras su caída, estableciéndose en Marsella como empresario, donde se convirtió en el hombre más importante de la ciudad. 

Su hijo Ignacio continuó con los negocios familiares y llegó a formar parte de al aristocracia. Padres de Álvaro Figueroa y Torres, I conde de Romanones.

Luis (María José Marcelo Eduardo) Figueroa Casaus nació el 11 de mayo 1781 en la localidad de Llerena (Badajoz), bautizado en su parroquia de Santiago dos días más tarde, en el seno de una modesta familia hidalga. Era hijo de Don Lorenzo de Figueroa y Messía de Monroy, nacido en Llerena 31 de marzo de 1733, Abogado de los Reales Consejos, Capitán de Milicias Provinciales y Regidor Perpetuo de su Casa. Falleció en Llerena el 26 de Febrero de 1789. Estaba casado, 5 julio de 1807, con su prima segunda Teodomira Ignacia de Casaus Castilla y Caraballo del Pozo, nacida en Lora del Río (Sevilla).



Pleito por hidalguía (1583) ante la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería de Granada, Carta de Hidalguía despachada por la citada audiencia en favor de don Lorenzo Majarrés-Figueroa y Delgado, ascendiente de los Figueroa de Llerena.


En su juventud Luis Figueroa se traslada a Sevilla para estudiar leyes, pero pronto abandona esta idea y decide seguir los pasos de otro extremeño, Manuel Godoy e ingresa como cadete en las Reales Guardias de Corps.

Al igual que Godoy consigue convertirse en el primer ministro de Carlos IV, Figueroa asciende gracias a la pertenencia a una unidad militar próxima a la familia real. Tras tres años de aprendizaje, obtiene el grado de alférez de Dragones de la Reina y se instala en la Corte, hacia 1807. Ese mismo año contrae matrimonio en Madrid con Doña María Luisa de Mendieta Ramírez de Arellano, a la edad de 26 años. El matrimonio tendrá un único hijo, llamado Ignacio Figueroa Mendieta, que nace en Llerena el 22 de abril de 1808.

A partir del estallido de la Guerra de la Independencia, Luis Figueroa, de talante liberal y afrancesado se posiciona al lado del rey José Bonaparte y en 1814 acompaña al hermano de Napoleón al exilio de Francia una vez que las tropas españolas logran las últimas victorias.

De firmes convicciones, Figueroa seguirá al emperador hasta el final. Enrolado como comandante en el ejército de Napoleón participa en la batalla de Waterloo, donde el ejército imperial sufre su última y definitiva derrota en junio de 1815.

Luis Figueroa decide entonces establecerse en Francia y aprovechando sus contactos familiares decide establecerse en Marsella, donde vivía un pariente suyo. En ese momento este enclave costero pasa por las precariedades de posguerra al tiempo que un lugar peligroso para los antiguos bonapartistas, vigilados muy de cerca por la policía. Figueroa estuvo a punto de ser expulsado en 1823, sin embargo la orden no llegó nunca a ejecutarse.

Su determinación en el terreno militar contagia su actividad empresarial y comercial. En poco tiempo da una serie de pasos decisivos para consolidarse como uno de los grandes comerciantes de Marsella y para anticiparse al control del comercio del plomo mediterráneo. Falleción en 1853, dejando a su único hijo, (José) Ignacio (1808-1899), un patrimonio valorado en cerca de 4 millones de francos, que continuó con éxito el negocio familiar, siendo un burgués de una inmensa fortuna, y se dedicó a la política, siendo diputado y senador vtalicio.

Ignacio de Figueroa


Ignacio, desde muy joven se interesó por los asuntos empresariales familiares, haciéndose cargo de aquellos ubicados en Adra (Almería, desde donde la familiar logró controlar el monopolio de la extracción y metalurgia del plomo en Andalucía Oriental.

En Adra, su atractivo personal y el gustos y refinamiento del que hacía gala el joven millonario, cautivó a Ana María Martínez, hija del administrador de la casa Figueroa en esta localidad almeriense, entablando una relación de la que nacieron dos hijos (1840 y 1842), que José Ignacio se resistió a reconocer durante más de 40 años, quedando obligado a aceptar su paternidad tras una sentencia del Tribunal Supremo en 1886.

Sus padres no aceptaban esta relación, aconsejándole su traslado a Madrid, donde el joven millonario se estableció en 1845, donde adquirió una rápida ascensión social, gracias a la amistad de la familia con la Reina Madre María Cristina de Borbón, la madre de Isabel II, que por entonces sufría un acomodado exilio en territorio francés.

En Madrid conoció a Ana (Josefa) de Torres, Córdoba, Sotomayor y Romo de Tovar y Bedoya, veinticuatro años más joven que él pues había nacido el 28 de julio de 1832, vizcondesa de Irueste y, a la vez, hija única y huérfana de José de Torres, marqués de Villamejor, que había fallecido en la indigencia. La viuda de este último fue incapaz de afrontar los gastos que conllevaba el mantenimiento de los títulos honoríficos familiares (marquesado de Villamejor, vizcondado de Irueste y señorío de Romanones y Tovar), viéndose forzada a suspender su tenuta por falta de pago a la hacienda real.


La boda de Ignacio con Ana de Torres se celebró en Madrid, el 20 de marzo de 1852, entrando así en el selecto y reducido círculo de los títulos nobiliarios, pues, como medida más inmediata, pagó los derechos reales pendientes de liquidar, rehabilitando y recuperando para sí mismo el título de marqués de Villamejor, además del vizcondado y los señoríos citados, títulos que más adelante ostentarían sus  importantes e influyentes descendientes, elevando el vizcondado y los señoríos al rango de condados (Irueste, Romanones y Tovar). Fueron padres de Álvaro Figueroa y Torres, I conde de Romanones.


El matrimonio trasladó su residencia a París y, al año siguiente, a Marsella, donde se hizo cargo directamente de los negocios familiares. En 1860, cuando Marsella dejó de ser puerto estratégico para el control del comercio del plomo europeo, don José Ignacio tomó la decisión de regresar a España, fijando su residencia en Madrid.

Ya en la capital del reino, trasladó sus negocios a la zona de Linares y La Carolina, donde el marqués se convertiría en uno de los principales empresarios de la minería y la metalurgia del plomo en el continente, participando en importantes operaciones financieras, además de interesarse por el negocio inmobiliario. En efecto, sólo en Madrid adquirió más de 200 fincas urbanas, entre las que destacaba el palacete familiar que se hizo construir en la más selecta zona de la capital, al comienzo del Paseo de la Castellana, cerca de la Plaza de Colón. Más adelante, su propiedad fue transferida al infante don Carlos de Borbón, adquiriéndola después el Estado para dedicarlo a sede de la presidencia del Consejo de Ministros entre 1914 y 1977, y, más adelante, como sede del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.



Palacio de Villamejor, en el Paseo de la Castellana de Madrid. Proyectado en 1887 por José Purkiss Zubiría y Pascual Herráiz Siloy y construido de 1887 a 1890..


Para saber más: Las dinastías españolas de fundidores de plomo de Marsella: don Luis Figueroa y Casaus (1781-1853)

miércoles, 24 de julio de 2019

Cruzamiento e investidura de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén. Toledo.2019



La próximo vela de armas, cruzamiento e investidura de la Orden del SANTO SEPULCRO DE JERUSALÉN, Lugartenencia de España Occidental, Capítulo Noble de Castilla y León, tendrá lugar en Toledo, los próximos días 25 y 26 de octubre de 2019.



  
PROGRAMA DE ACTOS

VIERNES 25 DE OCTUBRE

VELA DE ARMAS Y VIGILIA DE ORACIÓN 

En la Iglesia Parroquial de San Andrés (Plaza de San Andrés, 2-Toledo), se celebrarán los actos de la Vela de Armas y Vigilia de Oración de los nuevos Caballeros y Damas, presididos por S.E.R. el Cardenal Gran Prior de la Lugartenencia
17:00    FORMACIÓN DEL CAPÍTULO

17:30    VELA DE ARMAS Y VIGILIA DE ORACIÓN

19:30    REUNIÓN DEL CAPÍTULO GENERAL

Bajo la presidencia de S.E. el Lugarteniente, se celebrará el Capítulo General en el Seminario Mayor San Ildefonso (Plaza de San Andrés, 3 Toledo), donde el Consejo de la Lugartenencia expondrá un informe detallado de las diversas actividades realizadas durante el presente año.

Durante la reunión del Capítulo, tendrá lugar la presentación de los nuevos Caballeros y Damas. A este acto asistirán únicamente los miembros de la Orden y los Neófitos.

Finalizada la reunión del Capítulo, los Neófitos ofrecerán en los salones del Arzobispado (calle Arco de Palacio, 3 Toledo) una copa de vino español, a la que podrán asistir los invitados y familiares.




SÁBADO 26 DE OCTUBRE

SOLEMNE ACTO DE CRUZAMIENTO E INVESTIDURA 

Se celebrará en la Santa Iglesia Catedral Primada de Nuestra Señora de la Asunción. Oficiará la ceremonia el Gran Prior de la Lugartenencia, Su Eminencia Reverendísima. Fray Carlos Cardenal Amigo Vallejo.

10:30    FORMACIÓN DEL CAPÍTULO

11:00    CEREMONIA DE CRUZAMIENTO

Bajo la presidencia del Gran Prior de la Orden, Su Eminencia Reverendísima Fray Carlos Cardenal Amigo y Vallejo, esta Lugartenencia se reunirá en coro y durante la ceremonia se impondrá la muceta de la Orden a los Caballeros Eclesiásticos; seguidamente, se procederá a armar Caballeros e investir con el hábito de la Orden a los señores y se impondrá el lazo y la capa de Dama de la Orden a las señoras que ingresan este año.

  
La catedral de Santa María, llamada también Catedral Primada de España, es un templo católico de arquitectura gótica en Toledo, considerado como el opus magnum de este estilo en España. Su construcción comenzó en 1226, por orden del Arzobispo Ximénez de Rada, bajo el reinado de Fernando III el Santo y las últimas aportaciones góticas se dieron en siglo XV cuando en 1493 se cerraron las bóvedas de los pies de la nave central, en tiempos de los Reyes Católicos. Destaca la Sacristía Mayor, presidida por El Expolio de El Greco, el Tesoro Relicario con la Custodia de Arfe, la Sala Capitular, el Coro y la Capilla Mayor.

14:00    ALMUERZO DE GALA
Hotel Beatriz Toledo Auditorium (Calle Concilios de Toledo, s/n).

sábado, 20 de julio de 2019

Martín Ruiz de Avendaño. Lanzarote y la “Leyenda de Ico”



La leyenda cuenta que el vizcaíno Martín Ruíz de Avendaño llegó a Lanzarote en 1377, y tuvo una hija, Ico, con la reina Fayna, esposa del rey Majo Zonzamas.

Martín Ruiz de Av(b)endaño y Tovar nació en Urquizu (Vizcaya) hacia 1345, en el seno de una familia hidalga, siendo hijo de Juan de San Juan de Avendaño y Guevara, I Señor de Villarreal en Álava y Avendaño y de Mayor González de Tovar. Murió según algunos historiadores en la batalla de Antequera (1410) y según otros en torno a 1413. Fernán Sánchez de Tovar, su abuelo, capitaneó en 1359 una galera de la flota dirigida contra Pedro I de Aragón en el Mediterráneo y su tío abuelo homónimo, fue almirante de Castilla entre 1373 y 1384.



La historiografía sostiene que Martín Ruiz de Avendaño pudo haber llegado en uno de sus viajes a la isla de Lanzarote a finales del siglo XIV. En 1397, aparece Martín Ruiz de Avendaño al servicio de don Diego Hurtado de Mendoza, almirante de Castilla. Unos años después, en 1405, le designaron capitán de una flota de barcos dispuesta a socorrer a los reyes franceses y a los transportistas y mercaderes que realizaban sus operaciones comerciales a través del Golfo de Vizcaya de las acometidas de los corsarios ingleses. Está documentada su estancia en Harfleur junto a don Pero Niño. Poco antes de su muerte disputó a Fernán Pérez de Ayala sus derechos sucesorios a la casa solariega de Orozco por descender de Sancho García de Zurbano. Se llegó a un acuerdo entre ambos Parientes Mayores. Orozco y Llodio quedaron para la Casa de Ayala, mientras que Arrigorriaga y Marquina de Zuya fueron incorporados por la Casa de Urquizu. Martín Ruiz de Abendaño casó con María López de Gamboa, heredera del solar de Olaso, y tuvieron por hijos a Juan de Avendaño (c.1375), casado con Teresa Manrique de Lara, hija del Adelantado Mayor de Castilla Gómez Manrique, que heredó el solar de Urquizu, y a Ferrando de Avendaño y Gamboa (c.1400) que heredó el solar de Olaso (Elgóibar).



Conflicto dinástico y prueba del humo

Las referencias a este personaje, con respecto a la conquista de Lanzarote, se basan en un relato aportado por el franciscano Juan de Abréu Galindo en su obra Historia de la conquista de las siete islas de Gran Canaria, incluido en la conocida como «leyenda de Ico», En el relato se narra la llegada del marino vizcaíno Martín Ruiz de Avendaño a la isla de Lanzarote hacia 1377 tras ser arrastrada su nave por un temporal. Los aborígenes los reciben de buen grado, auxiliándolos con víveres. El rey Zonzamas invita al capitán europeo a quedarse en su casa —«palacio de Zonzamas»— y a compartir el lecho con su mujer, la reina Fayna, según su costumbre de hospitalidad. De esta relación nacería la princesa Ico, que en palabras de Abréu Galindo era «muy hermosa y blanca, siendo todas las demás isleñas morenas ella sola había salido muy blanca», cuya ascendencia extranjera daría lugar a una lucha dinástica por la jefatura de la isla.
 
A la muerte de Zonzamas le sucedió en el trono su hijo Tinguanfaya. A finales del siglo XIV invadió la isla una armada de conquistadores vizcaínos y sevillanos, que infringieron una severa derrota a los indígenas, llevándose a Castilla como prisioneros al rey Tinguanfaya y a la reina, además de unas cien personas que iban a ser vendidas como esclavos, lo que dio paso al trono al otro hijo del rey, Guanareme.

Ico, princesa Maja, se casó con Guanarame, y de esta unión nació Guadarfía. Pasados unos años, la muerte de Guanarame provocó un conflicto dinástico, pues los nobles aborígenes no aceptaban a Ico como una de los suyos al ser hija de Avendaño. Tras deliberar, someten a Ico a la conocida como «prueba del humo» que consistió en encerrarla junto a tres criadas y darles humo. Según sus creencias si Ico era noble sobreviviría. Esta, gracias al consejo de una anciana que le dice que utilice una esponja húmeda para poder respirar entre el humo, logra superar la prueba, pudiendo acceder a la jefatura de la isla Guadarfía, que sería el último rey o jefe aborigen de la isla de Lanzarote.


EL LINAJE AVENDAÑO.
Causas y consecuencias de su ascenso social en la Baja Edad Media- Anuario de Estudios Medievales, de Ernesto García Fernández, ‎2007, pp. 527-561.

jueves, 18 de julio de 2019

Alonso del Castillo Maldonado. Explorador de Texas y Nuevo México



Posiblemente una de las más grandes epopeyas nacionales, caída como tantas en el olvido. Los cuatro protagonistas de ésta épica historia, entre los que se encontraba Alonso, tuvieron que sobrevivir al naufragio de su barco frente a las costas de Texas, mientras participaban en una fracasada expedición a Florida promovida por el Gobernador Pánfilo de Narváez en el año de 1527.
 
Recorrido de los cuatro naufragos
Alonso Castillo Maldonado, natural de Salamanca, era el hijo de un médico y de Aldonza Maldonado, ambos miembros de la nobleza española. Como hidalgo bien educado pero empobrecido, Castillo buscó la fama y la fortuna en el Nuevo Mundo. Se ofreció como voluntario en 1527 como capitán en la “fracasada” expedición de Pánfilo de Narváez a La Florida.

La flota se hizo a la mar en Sanlúcar de Barrameda el 17 de junio de 1527. Constaba de cinco navíos y seiscientos hombres comandados por Narváez. Después de varias semanas de navegación hicieron escala en la isla de La Española, en donde se aprovisionaron y permanecieron un tiempo. Después de que la expedición abandonó su intento de pasar de la zona de la actual Tampa, Florida, a Tampico, México, por tierra, decidieron hacer el recorrido por mar. Al partir y entrar en aguas del Golfo de México, un navío fue puesto bajo el mando conjunto de los capitanes Del Castillo y Andrés Dorantes de Carranza (paisano suyo). Al poco tiempo, a principios de noviembre, la ligera y frágil embarcación conducida por Dorantes, con unos cuarenta hombres, fue atrapada por las tormentas y naufragó cerca de la isla ubicada frente a Galveston, Texas, en la primavera de 1529. Entre los supervivientes del naufragio estaban Andrés Dorantes, su esclavo Estebanico, Álvar Núñez Cabeza de Vaca y el propio Alonso del Castillo Maldonado. Estebanico, conocido también como Esteban, "el negro" o "el moro", nació alrededor del año 1500 en Azamor, Marruecos.

En la primavera de 1529 un grupo de doce hombres, dirigido por Dorantes y del Castillo, partió hacia el sur a lo largo de la costa; y los supervivientes finalmente llegaron a la bahía de Matagorda, en Texas.

Los cuatro españoles anduvieron por tierras hostiles durante casi siete años hasta llegar a territorios españoles. Durante esos fatigables años se ganaron la amistad de algunas tribus indígenas ya que ejercían de curanderos, incluso ganaron fama por la zona al extraer Cabeza de Vaca, sin ningún tipo de ayuda sanitaria, la punta de una flecha que un indígena tenía clavada cerca del corazón. A Castillo se le atribuye la introducción de curación por la fe entre los indios de la costa. Su ritual consistía en oraciones y palabras de aliento a los indígenas afectados, que muchas veces le daban resultado y fama.

También tuvieron que padecer esclavitud al pasar por tierras dónde no eran bien recibidos como la tribu de los Mariames o los Coahuiltecans. Después de siete años de existencia precaria entre los indios hostiles, del Castillo, Dorantes, Cabeza de Vaca y Estebanico se escaparon, en 1534, hacia el interior, dirigiéndose hacia el oeste. Ellos fueron los primeros europeos en atravesar Texas, viajando perdidos y pasando cerca de lo que hoy es San Antonio, New Braunfels, Austin, Big Spring, y Pecos.

Después de un largo recorrido se desviaron hacia el sur y entraron en lo que llegó a ser Nuevo México, volvieron al norte y dejaron Texas en El Paso a finales de 1535. Caminando hacia el sur a través de Sonora y Sinaloa, Castillo y sus compañeros se reunieron con sus compatriotas españoles al norte de San Miguel de Culiacán en 1536, gracias a encontrarse con otra tribu india que les ayudaron y les guiaron hacia territorios españoles atravesando el Río Grande de México. Desde allí viajaron a la Ciudad de México, adonde llegaron en julio, para una audiencia con el virrey Antonio de Mendoza. Sobre esta aventura Cabeza de Vaca escribió el libro "Naufragios".

Es curioso que el virrey Mendoza no acudiera a él para organizar las expediciones de Marcos de Niza y de Francisco Vázquez de Coronado a las Siete Ciudades en el sur de los Estados Unidos. Posiblemente se encontraba fuera de México en aquella época.

Castillo decidió continuar su carrera en el Nuevo Mundo. Después de una breve visita en España en 1541, trabajó como funcionario del tesoro en Guatemala (1545), y como un encomendero que más tarde disfrutó de una cuarta parte de los ingresos de Tehuacán en la Nueva España. Alonso del Castillo contrajo matrimonio en México y fue beneficiario de la encomienda de su mujer en Tehuacán, Puebla. Castillo apareció como testigo en un juicio en 1547, y se cree que murió a finales de los años 1540.

viernes, 12 de julio de 2019

Jaime Ortega y Olleta .Militar y político. General golpista contra Isabel II



Principal protagonista del fallido levantamiento carlista de 1860

Jaime Rudesindo de Ortega y Olleta nació en Tauste un 28 de febrero de 1817, del matrimonio formado por Ramón Ortega (Gallur / Zaragoza) y Francisca Olleta (natural de Tauste / Zaragoza), en el seno de una familia infanzona por ambas ramas, y que tenía propiedades en ambas poblaciones, muy cercanas una a otra (a unos 8 km). A finales de 1838, en la ciudad de Zaragoza, contrajo matrimonio con Francisca Ballesteros.


En 1833, con 16 años, Jaime Ortega inició su carrera militar, interviniendo ya en acciones bélicas entre 1835 y 1840. En esos años de la Guerra Carlista (1833-1840) pudo conseguir méritos y prestigio con el que ascender en el ejército, así como participar de la política local, primero, junto a su padre, (fue alcalde de Tauste durante la década de 1830) y de la política nacional en los años de la posguerra. Participó, bajo las órdenes del general Evaristo San Miguel, en la toma de Cantavieja el 31 de octubre de 1836, en la memorable jornada del Cinco de Marzo de Zaragoza y en la desastrosa campaña de Morella de 1838.

En 1841, una vez finalizada la guerra, con el retorno de los carlistas, se reprodujo el conflicto político en Tauste. En las elecciones municipales de ese año, ganó la facción contraria a Ortega, ante lo cual denunciaron que los vencedores eran carlistas, y consiguiendo que la Diputación Provincial anulase las elecciones. Sin embargo, es en esos años de posguerra, cuando parece que Jaime Ortega, que había salido electo diputado del Congreso en febrero de 1843, se aleja de los círculos progresistas y acerca a los moderados que conspiraban para derribar al Regente Espartero y la Constitución de 1837. Cuando la rebelión se inició en mayo, Ortega lanzó una hoja volante el 24 de mayo, un manifiesto arengando a los aragoneses para que se levantaran contra la “pandilla anglo-ayacucha”, es decir, Espartero y su gobierno.

Junto a un centenar sublevados, intentaron tomar la ciudad de Zaragoza el 9 de junio de 1843. Consiguieron controlar el palacio arzobispal y el ayuntamiento durante unas horas, hasta que la Milicia Nacional zaragozana se reorganizó en el Paseo de Santa Engracia (hoy Pº Independencia) y les atacó, haciéndoles huir. Algunos compañeros de Ortega fueron fusilados, pero él consiguió huir en una barca por el Ebro.

Tras ello, se aprestó a formar una columna armada y consiguió reunir 2.000 hombres lo que le valió el ascenso a coronel, con los que el 21 de julio de 1843 asaltó Zaragoza, atacando por Torrero y la Puerta de Santa Engracia. En la ciudad se tocó generala y se reunieron la mayor parte de sus 5.000 milicianos nacionales. Entre las 3 y las 5 de la tarde se produjo un intenso fuego de fusilería en las riberas del río Huerva, que acabó con 30 muertos y heridos entre los defensores y un número mayor de bajas entre los asaltantes.

Jaime Ortega se retiró a La Almunia, donde formó una Junta de Gobierno antiesparterista. Allí esperó el desarrollo de los acontecimientos. Espartero fue derrotado y obligado a exiliarse a fines de julio de 1843. A principios de agosto, gracias al general progresista demócrata Narciso Ametller, consiguió que Zaragoza le abriera sus puertas, entrando triunfalmente en la ciudad.

Tras estos hechos, accedió al Congreso como diputado por los distritos electorales zaragozanos de Calatayud y Ejea de los Caballeros y por el turolense de Alcañiz. Así mismo, obtuvo puestos de responsabilidad en la administración militar; ascendió a Mariscal de Campo en 1847, y obtuvo la capitanía general de Baleares en 1859.

Al parecer, por evolución personal se había aproximado al carlismo en 1857. La amistad con la infanta Luisa Carlota de Borbón, que había vivido los acontecimientos previos a la muerte de Fernando VII, despertaron su animadversión hacia los liberales. El fusilamiento de la madre del general Cabrera terminó de introducirle en los ambientes de conspiración carlista contra Isabel II.

Por disponer de tropas a su mando en Baleares, la Comisión Regia, ente carlista presidido por el conde de Cleonard y en el que se encontraba el general Elío (asesor del pretendiente Carlos Luis de Borbón), le eligió para iniciar un pronunciamiento: el general Ortega debía lanzar un manifiesto, dirigirse a Madrid y tomar el poder.

El primer escenario desde donde partir hacia el poder era Valencia, pero finalmente se cambió por Tortosa. Todo empezó a ir mal el 29 de marzo de 1860, pues hubo quien se echó atrás, y cuando el 3 de abril de 1860 el general Ortega llegó a San Carlos de la Rápita con unas fuerzas a las que había engañado diciendo que iban a defender a Isabel II de un complot carlista, se produjo el desastre. En el momento en que los oficiales a su cargo y los soldados conocieron sus verdaderas intenciones se volvieron contra él y lo tomaron preso.
 
Conde de Montemolín (pretendiente Carlos VI)
Nota: El 1 de abril de 1860, don Jaime Ortega, en compañía del pretendiente Carlos VI y el infante don Fernando, embarcó en Palma con 4.000 hombres y arribaron al puerto de los Alfaques, en San Carlos de la Rápita. Sin embargo, el día 3 había fracasado ya el pronunciamiento. Presos el conde de Montemolín y el infante, fueron expulsados de España, tras obligarles a firmar una vergonzosa renuncia a sus derechos, y el general Ortega, que se había retirado a Aragón en busca de ayuda, fue hecho prisionero en Calanda. Trasladado a Tortosa, fue condenado a muerte por un consejo de guerra ilegal según el Código de Justicia Militar, ya que estaba compuesto por militares de inferior graduación al juzgado, argumento que esgrimió, infructuosamente, el abogado defensor, José Antonio de Wenetz.

Condenado a muerte por alta traición en un Consejo de Guerra, el 18 de abril de 1860, en Tortosa, el general Ortega fue pasado por las armas.

domingo, 7 de julio de 2019

Antonio de Nebrija. Autor de la primera gramática española



Uno de los grandes humanistas del Renacimiento. Fue filólogo, historiador, pedagogo, gramático, astrónomo y poeta. Autor de la primera gramática.

Elio Antonio de Cala y Jarana nació el 28 de junio de 1444 en Lebrija (Sevilla), hijo de Juan Martínez de Cala e Hinojosa y Catalina de Xarana y Ojo. Empezó  sus estudios a los 15 años en la Universidad de Salamanca, donde se graduó cuatro años más tarde en Retórica y Gramática en lengua castellana.


Tras recibir su diploma, viajó a Italia y se inscribió en la Universidad de Bolonia, donde fue colegial, alegando que le interesaban, sobre todo, el buen decir y un perfecto aprendizaje de griego y latín, lenguas que él creía que en Salamanca no eran tratadas como merecían.

En 1470, Nebrija volvió a España como portador el humanismo renacentista, «para desbaratar la barbarie por todas partes de España tan ancha y luengamente derramada». Fue por entonces que adoptó el nombre con el cual lo conocemos. Añadió Elio como homenaje al conquistador romano que conquistó la Bética, que era el nombre latino de Sevilla y "de Nebrija", por ser Nebrissa el nombre en latín de su Lebrija natal. Poco más tarde el rey Fernando lo nombra cronista real, y Elio Antonio hubo de trasladarse a la corte.




Ocupa un lugar destacado en la historia de la lengua española por ser el autor de la primera gramática castellana (la Gramática castellana), en 1492, de un diccionario latín-español ese mismo año y de otro español-latín hacia 1494, con relativa anticipación dentro del ámbito de las llamadas lenguas vulgares.
 

Ya en 1508 está pensando abandonar la corte para dedicarse, en lugar tranquilo, a depurar y completar su obra científica. Parece que, por esos mismos años, fue invitado por el cardenal Cisneros a colaborar en el ambicioso plan de la Biblia políglota complutense bien remunerado, y gozando del respeto de los estudiantes, pasó los diez años últimos de su vida. Murió en julio de 1522, a los 78 años de edad.

Referencia. Partida de bautismo y ejecutoria de hidalguía

miércoles, 3 de julio de 2019

Capítulo de la Soberana Orden de Malta. Junio 2019

El Capítulo de San Juan de la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de Malta se celebró el pasado sábado, día 22 de junio, en la Iglesia de la Vera Cruz de Zamarramala (Segovia).

La solemne ceremonia fue presidida por el Excmo. Sr. Don Ramón Álvarez de Toledo y Álvarez Builla, conde de Santa Olalla, Presidente de la Asamblea Española de la Soberana Orden de Malta.


Los actos de la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, comenzaron con una procesión cívica desde el convento de los Padres Carmelitas -donde reposan los restos mortales de San Juan de la Cruz- hasta la iglesia de la Veracruz.


La Santa Misa fue oficiada por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. César Augusto Franco Martínez, Obispo de Segovia, y concelebrada por varios sacerdotes.


En esta celebración religiosa ingresó en la Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta el propio Obispo de Segovia, así como los siguientes caballeros: como Baylío Gran Cruz de Honor y Devoción, S.A.R. Don Pedro de Borbón Dos Sicilias y de Orleans, Duque de Calabria; como Caballeros de Honor y Devoción, el Ilmo. Sr. Don José Ignacio Benjumea y Díez, el Ilmo. Sr. Don Pablo de Palacio y Oriol y el Ilmo. Sr. Don Francisco de Borja Cavero y de Pedro; como Caballero de Gracia y Devoción, el Ilmo. Sr. Don Juan de la Guardia y García-Lomas, barón de Finestrat, y como Caballero de Gracia Magistral, el Ilmo. Sr. Don Eduardo Zúñiga y Pérez del Molino.


Asistieron invitados a tan solemne ceremonia representantes de las Reales Órdenes Militares de San Fernando y San Hermenegildo, de las Órdenes Militares de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa, de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, de la Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge, del Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid y de la Real Asociación de Hidalgos de España, representada esta última por su presidente, Don Manuel Pardo de Vera y Díaz.

Terminados los actos religiosos, los miembros de la Asamblea Española de la Soberana Orden de Malta, acompañados por sus familiares e invitados, compartieron un almuerzo en el Parador de Segovia

La iglesia de la Vera Cruz de Segovia, ubicada en la carretera que lleva desde Segovia a Zamarramala, es probablemente el ejemplo mejor conservado en Europa de una tipología templaria de edificio constituido por un edículo central en torno al cual gira una nave circular


Atribuida tradicionalmente la construcción de la segoviana iglesia de la Vera Cruz a los templarios, las investigaciones modernas prefieren otorgar la autoría a la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, funcionando como una encomienda dependiente de la Colegiata de Toro (Zamora).

Orden de Malta