jueves, 26 de noviembre de 2020

OCSSJ. Basílica del Santo Sepulcro de Calatayud

 

La Santa Sede comunicó ayer, 25 de noviembre, al obispo de Tarazona, Mons. Eusebio Hernández Sola, la decisión favorable de la Sagrada Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, en nombre del Papa, para conceder este título a esta iglesia, Casa Madre de la Orden del Santo Sepulcro en España.

De esta manera, la Real Colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud pasa a ser la primera iglesia de la diócesis turiasonense en ostentar el título de Basílica. Fue el pasado 9 de noviembre cuando se firmó, con la autoridad del Papa Francisco, el decreto de concesión del título, siendo ayer 25 de noviembre cuando el obispo de Tarazona recibió la comunicación.

Real Colegiata de Calatayud

A finales de 2019, el Cabildo del Santo Sepulcro solicitó a Mons. Eusebio Hernández Sola, obispo de Tarazona, la petición del título de basílica para la Colegiata dado su carácter histórico (es casa madre de la Orden del Santo Sepulcro en España, y la primera fundación del mundo fuera de Jerusalén) y artístico (es un edificio único por su recorrido iconográfico exclusivamente dedicado a la Pasión, Muerte y Resurrección), además de ser un centro de peregrinación para la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén.

Una vez aceptada la propuesta por el obispo, se comenzó a trabajar un amplio cuestionario donde se solicitaban datos que permitiesen ver que se trata de una iglesia donde se cuida el culto y la liturgia, se ofrecen posibilidades de formación a los fieles, hay especial esmero en la atención caritativa y social, y se fomentaran las distintas actividades pastorales. Además de todo esto, hubo que “dedicar” el templo, un rito litúrgico que llevó a cabo el propio obispo el día 23 de febrero de este año.

Con el confinamiento de marzo, abril y mayo también se ralentizaron los trabajos documentales que se requerían, pero en septiembre se pudo enviar a la Santa Sede todo lo que se solicitaba. Tras las últimas modificaciones en los espacios litúrgicos que hubo que hacer, el día 9 de noviembre se firmó el decreto en el Vaticano.

Una vez recibido el decreto se llevará a cabo el acto de proclamación solemne de la basílica, aunque todavía no hay fecha, debido a la situación que atravesamos. No obstante ya se puede afirmar que Calatayud cuenta con una basílica.

Entre los privilegios de los que podrán disfrutar los fieles, está la obtención de la indulgencia plenaria en varios días señalados cada año, así como en uno que ellos mismos elijan.


                              José M. Huidobro. Caballero de la OCSSJ en Calatayud

Los caballeros españoles de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, por privilegio papal, son "Canónigos Honorarios" de la Colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud y es por ello que tienen el privilegio de llevar la cruz patriarcal colgada del pecho, así como vestir el hábito de coro y el birrete, una prerrogativa que no se da en otros países donde la Orden está presente, cuyos caballeros visten capa y toco.

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Alonso de Quintanilla. Contador Mayor del reino. Promotor de la Santa Hermandad



Fue el artífice fundamental de la financiación del proyecto de Colón. Propuso la formación de un ejército permanente (en 1493) al servicio de la corona y llevó a cabo la realización del primer catastro de España.

Su vida estuvo ligada a la Corte de los Reyes de Castilla, con Juan II para seguir con Enrique IV y, muy especialmente, con los Reyes Católicos, al servicio de los cuales puso de manifiesto su talento de gobernante.


Alonso nació en el coto señorial de Paderni, situado a media legua de Oviedo, hacia 1420, en el seno de una familia noble. Hijo de Luis Álvarez de Paderni (hidalgo) y de Orosia Álvarez de Quintanilla, de la que alonso tomó el apellido, labradores acomodados que poseían muchos bienes en el Concejo de Siero, cuya memoria quiso honrar mandando reparar y ampliar las instalaciones del monasterio de Santa Clara, extramuros de la ciudad de Oviedo, dándoles en él sepultura junto con su hermano Luis, fallecido en 1436, extinguiéndose con él esta línea de los Quintanilla en Asturias, ya que Alonso nunca volvió a su tierra natal. Alonso casó con Aldara de Valdés, señora de la casa de Ludeña, hija de Luís Fernández de Grado y de Sancha Fernández de Valdés.


Alonso decía ser descendiente de la casa de Bobes (y ésta lo era de la de Noreña) por lo que usaba sus armas: De gules, los veros de la casa de Noreña -dos órdenes de veros de plata y azur- en una cruz llana, y bordura de plata.

Lo pondera Lebrija en su Historia. La Santa Hermandad se instituyó por consejo de dicho D. Alonso, en las Cortes de Madrigal de 1476, y contribuyó a que marchase Colón al descubrimiento de América con el empeño que puso en persuadir a los Monarcas y más altos personajes de la Corte del éxito que tal empresa alcanzaría. Así lo refieren Marineo Sículo y otros autores. También influyó para establecer el Tribunal de la Inquisición.
 
No hay constancia de que tuviera una formación reglada pero se trataba de una persona con enorme cultura e inteligencia. En 1440 se traslada a Valladolid, acompañado de su hermano Juan*, como doncel de la corte de Juan II, siendo más tarde el preceptor del príncipe Enrique, por lo que tuvo relación muy cercana con Juan Pacheco, privado del monarca, que le encomendó tareas de su hacienda en la próspera ciudad mercantil de Medina del Campo. Con Enrique IV en el trono escaló en la Corte, existiendo un documento de 1453 que le menciona ya como «poder habiente» del rey en un acto oficial celebrado en Medina del Campo. En 1460 fue nombrado «criado, guarda y vasallo militar» del rey, y de 1462 a 1464 se encargó de las finanzas reales como «contador de acostamientos». Con frecuencia aparece él mismo como prestamista o garante de la Corona en la anárquica corte de Enrique IV, pero fue destituido al apoyar al infante Alfonso como sucesor en el trono en lugar de apoyar a Juana “la Beltraneja”.

*Éste, pasó de Valladolid a Burgos, y fundó un coto, cerca de Aranda de Duero, con la denominación de Quintanilla de los Caballeros, en donde vivió hasta el año de su fallecimiento en 1456.

Una vez fue proclamado rey Alfonso, Quintanilla pasó a ser Contador mayor del reino y alcaide mayor del adelantamiento de Castilla. Al morir el rey en 1468, Quintanilla pasó al servicio de la princesa de Asturias, hermana de Enrique IV y futura reina Isabel, la Católica, velando fielmente por el patrimonio de ésta en sus primeros años de matrimonio con Fernando, el Católico. Al morir Enrique IV, Quintanilla se ocupó personalmente de la ceremonia de coronación de Isabel en 1474.

Ante la escasez de recursos económicos de Isabel y Fernando, agravada por los gastos de la guerra, Quintanilla propuso a los reyes que pidieran subsidios a la Iglesia y a los magnates, como se hizo en las Cortes de Medina del Campo, en las que el clero castellano concedió la mitad de la plata de las iglesias, por valor de 30 millones de maravedís, a reintegrar en tres años, con otros subsidios aportados por los magnates opuestos a la Beltraneja, que hicieron posible la formación del ejército que rindió Toro y condujo al fin de la contienda, aunque esta aún prosiguiera algunos meses en Extremadura, donde Quintanilla participó en la rendición de Candelada.

Castillo de la Mota (Medina del Campo)

Participó con sus propios fondos en diversas incursiones militares como fue la conquista de Canarias en 1480, y organizó el reclutamiento y la partida financiera para la toma de Granada, así como en la creación de un ejército permanente en Castilla. Apoyó  moral y económicamente a Cristóbal Colón en su propuesta de descubrimiento, e impulsó la realización de un primer censo de población, el llamado “censo» de Quintanilla”

Rúbrica de Alonso de Quintanilla

Falleció en Medina del Campo siendo consejero real hacia 1497, donde creó un mayorazgo en Burgos y ante Fernando Alfonso de Llanos, el 11 de mayo de 1490, en la persona de su primogénito, Luis, uno de los líderes del movimiento de los Comuneros.  Alonso de Quintanilla fue enterrado con su mujer y sus padres en el Convento de Santa Clara de la ciudad de Oviedo, del que fue constante bienhechor, según consta del epitafio de su sepultura.  Descendientes suyos y sucesores en la casa y bienes fueron los condes de Quintanilla, que en la segunda mitad del siglo XVIII residían en Salamanca.

viernes, 20 de noviembre de 2020

Honorable Order of Kentucky Colonels

 

Kentucky Colonel es el título de honor más alto otorgado por la Commonwealth de Kentucky y uno de los títulos honoríficos de Coronel conferidos por los estados de EE. UU.

Las comisiones para los coroneles de Kentucky son otorgadas por el gobernador y el secretario de estado a individuos en reconocimiento de logros notables, contribuciones a la sociedad de Kentucky, hechos notables y servicio sobresaliente a una comunidad, estado o nación.

 

Algunos dicen que el título "Coronel de Kentucky" se formalizó en 1813, pero anteriormente se usaba informalmente para referirse a personas con una reputación honrada, a menudo relacionada con el servicio militar en la Revolución Americana.

 Diploma otrogado al autor de este blog: José Manuel Huidobro (Octubre, 2020)

El honor se ha otorgado a una amplia variedad de personas notables, incluidas varias celebridades, artistas, escritores, atletas, artistas, gente de negocios, políticos estadounidenses y extranjeros y miembros de familias reales extranjeras, algunos de los cuales no tienen una conexión obvia con Kentucky. 

La Honorable Orden de Coroneles de Kentucky (HOKC) es la organización más grande y conocida de coroneles de Kentucky. Una vez que una persona recibe una comisión, automáticamente se convierte en miembro honorario vitalicio de la organización, que tiene su sede en Louisville.

Entre las filas de los Coroneles de Kentucky se encuentran líderes distinguidos como los presidentes Lyndon B. Johnson y Ronald Reagan y el primer ministro inglés Winston Churchill, bomberos voluntarios y maestros, personas de todos los ámbitos de la vida que se han desempeñado de manera extraordinaria.

“In the Commonwealth of Kentucky, commissioned Kentucky Colonels are considered members of the Governor’s Staff and his honorary aides-de-camp, and as such are entitled to the style of ‘Honorable’ as indicated on their commission certificates. The commission and letters patent granted by the Governor and Secretary of State bestowing the title of Kentucky Colonel refers to the honoree as ‘Honorable (First Name + Last Name)”.

sábado, 14 de noviembre de 2020

Heráldica Asturiana. Un nuevo artista

 

Xon de la Campa. Artista heráldico

Hace algo más de un año, en agosto de 2019, dediqué una entrada del blog a Artistas heráldicos internacionales. En ella presentaba una selección de pintores, doradores, iluminadores y calígrafos, trabajadores en piedra, telas, esmaltes, madera, metales preciosos, grabadores de vidrio y sellos, pintores de cerámica, miniaturistas y escultores  heráldicos.

Hoy quiero mencionar a un magnífico dibujante a mano, y si bien sus dibujos terminados son dignos de admirar, sus bocetos hechos a lápiz cautivan al observador. ¡Bienvenido!


Aunque lo acabo de descubrir no hace muchos meses, según él mismo indica en su página web, “He estado leyendo, estudiando y dibujando heráldica durante casi 30 años, haciendo encargos para mecenas y clientes de todo el mundo. Mientras tanto, he realizado ilustraciones para muchas editoriales en libros, juegos y cómics que no tenían nada que ver con la heráldica.

Sin embargo, de la misma manera que las leyes básicas de la heráldica han influido en mi trabajo diario, mis estilos de ilustración y cómic se han abierto paso en mi arte heráldico.”


El artista realiza dibujos a mano, ex-libris y también digitales. A continuación una muestra de ellos:






También está presente en Facebook:
https://www.facebook.com/xondibuxante

y en Twitter

viernes, 13 de noviembre de 2020

Alonso de Salazar y Frías. Inquisidor, fiscal y consejero de la Suprema



Inquisidor cuya fama se debió principalmente a su participación en el tribunal de la Inquisición que juzgó, en Logroño, el caso de las brujas de Zugarramurdi en 1610. En, aproximadamente, un año consiguió desactivar aquel proceso de delaciones y acusaciones en cadena. Dejó escrito: "No hubo brujos ni embrujados hasta que no se empezó a tratar y escribir de ellos".

Alonso de Salazar y Frías nació en Burgos, en el año de 1564, en el seno de una familia hidalga de comerciantes y abogados. Su padre y abuelo paternos fueron letrados, con antecedentes familiares de mercaderes de lana en el Consulado de la ciudad, una de sus instituciones más importantes.

Estudió derecho canónico en Salamanca y Sigüenza y se ordenó sacerdote en 1588. Fue destinado a las diócesis de Jaén y Toledo donde trabajó a las órdenes del obispo de ambas, Bernardo de Sandoval y Rojas, tío del Duque de Lerma, valido de Felipe III.
Tras muchos años al servicio de Sandoval, adquiere una muy merecida reputación de abogado brillante y honrado. En el año 1609 ingresó en el Santo Oficio, y pocos meses después entró en contacto con el caso de las brujas de Zugarramurdi, una pequeña localidad navarra, de poco más de 200 habitantes que se dedicaban a la ganadería y a la agricultura, fronteriza con la zona vasco-francesa. Era un momento muy sensible en una Europa, especialmente en Francia y Alemania, donde se había desencadenado una persecución y caza a las consideradas como brujas.

Al llegar a Logroño, encontró iniciado el que se conoce como “proceso de las brujas”. La Inquisición había detectado una secta de brujas en Zugarramurdi, en el Pirineo vasco-navarro, y pronto surgieron enfrentamientos entre Salazar y los otros dos inquisidores: Alonso Becerra Holguin y Juan del Valle, en la manera de llevar el proceso, que terminó en el famoso auto de fe de 1610.

El origen de las denuncias viene tras el regreso a Zugarramurdi, a finales de 1608, de una joven que había emigrado cuatro años atrás a Labort, la región del territorio vasco-francés, donde escuchó historias de brujas, e impresionada por ellas, en una ocasión dijo que había visto en uno de los aquelarres a María de Jureteguía, vecina del pueblo, algo que en principio negó la acusada, pero que, acosada, acabó confesando haber sido una bruja desde niña, Y no sólo eso, sino que afirmó que su tía María Chipía de Barrenechea le había introducido en las artes de la brujería, y continuó dando más nombres de brujas y de brujos. Como era de esperar, lo sucedido en Zugarramudi llegó al conocimiento del tribunal del Santo Oficio de Logroño, con jurisdicción sobre Navarra, que ordenó el arresto de cuatro de las supuestas brujas, las cuales fueron encarceladas en prisión y que, tras un duro interrogatorio, confesaron que eran brujas y denunciaron a otros, detuviéndose a 40 personas.

Un año y dos meses más tarde, durante el 7 y el 8 de noviembre de 1610, se celebró en Logroño el auto de fe. Dieciocho personas confesaron sus culpas y apelaron a la misericordia del tribunal. Las seis que se resistieron fueron quemadas vivas y cinco más fueron quemadas en efigie porque habían muerto en prisión. Dos fueron absueltas.

Sin embargo, Alonso de Salazar, desde el principio, tuvo serias dudas de que todo fuera verdad y su opinión consiguió imponerse a la del resto de sus compañeros, por lo que solicitaron al Consejo de la Suprema Inquisición, sito en Madrid, que enviara a Zugarramurdi a una persona que investigara “desapasionadamente los hechos”.El elegido para tal investigación fue el propio Alonso de Salazar.

Durante ocho meses, de mayo a diciembre de 1611, recorrió el norte de Navarra, Guipuzcoa y Vizcaya. “A medida que fue observando los casos, interrogando a los acusados y haciendo hablar a la gente de modo liso y llano, su criterio fue perfilándose más, hasta que llegó a dar como falsas la mayoría de las actuaciones atribuidas a los brujos en aquel caso concreto”, escribió Julio Caro Baroja en “Las brujas y su mundo”.

Así, en marzo de 1612 Salazar redactó un primer informe y luego un segundo, que remitió a la Suprema en octubre de 1613. En dichos documentos Salazar afirmaba haber absuelto a 1.384 niños y niñas (entre seis y catorce años, los niños, y entre seis y doce, las niñas) y a 41 adultos y reconciliado a 290. De todas estas personas, 81 revocaron sus confesiones anteriores.


Salazar prestó una atención especial a los testigos, y constató que muchos de ellos “nombraron indebidamente a muchos que con certidumbre sabían que no eran culpados” por “sobornos, enemistades o respetos indebidos” y concluyó que los fenómenos de brujería eran historias inverosímiles.

Las conclusiones a las que llegó Salazar fue que los fenómenos de brujería investigados eran historias inverosímiles y ridículas y “todo lo que la relación de Logroño da como cierto, cayó como embuste y patraña”. Sus opiniones coincidieron con las del Obispo de Pamplona, Antonio Venegas de Figueroa, el humanista Pedro de Valencia y el jesuita Hernando de Solarte, que atribuían las confesiones a la superstición y a la incultura. En 1614, la Suprema siguió sus consejos y dictó instrucciones en las que ordenaba actuar con la máxima cautela.

Desde ese momento, para la Inquisición española los aquelarres eran cosa de perturbados y no de demonios y un fenómeno contagioso, por lo que el Santo Oficio se abstuvo de fomentarlo dando pábulo a las denuncias o a los rumores. A partir de entonces, gozó Salazar de prestigio entre los miembros del Consejo, que le encomendó varias visitas de inspección a tribunales entre 1617 y 1622. A continuación pasó a ocupar el cargo de fiscal en el Consejo y, posteriormente, el de consejero en tiempos del inquisidor general fray Antonio de Sotomayor. Falleció el 9 de enero de1636.

sábado, 7 de noviembre de 2020

Nueva Junta de la Real Asociación de Hidalgos de España

Finalizado el proceso electoral para la renovación de la mitad de los cargos de la Junta Directiva de la Real Asociación de Hidalgos de España, han resultado electos:

       Vicepresidente : Don Cristóbal Colón de Carvajal y Gorosabel, Duque de Veragua, G. de E.

        Secretario General: Don Fernando González de Canales y Ruiz

        Fiscal: Don Mario Jaramillo Contreras

        Vocales:

        Don Eduardo Pardo de Guevara y Valdés

        Don Daniel González de la Rivera y Grandal

        Don Miguel Ángel Hermida Jiménez

        Don José Manuel Huidobro Moya

        Don Jaime Travesedo y Juliá, Conde de Paredes de Nava, G. de E.

Tomarán posesión de sus cargos en la Asamblea General a celebrar el próximo mes de diciembre.

La Junta Directiva, con diez vocales, queda constituida por:

Los componentes de la Junta Directiva se eligen por un periodo de cuatro años por votación de los Nobles Asociado en Asamblea General y de acuerdo con las normas establecidas en los Estatutos de la Real Asociación.

viernes, 6 de noviembre de 2020

Pascual de Andagoya. Descubridor del imperio incaico


Participó en las conquistas de las actuales repúblicas de Panamá, Colombia y Perú, y fue nombrado adelantado y gobernador del San Juan. Desde los tiempos de Vasco Núñez de Balboa, Andagoya es la figura de mayor relieve del siglo XVI en Panamá.

Precursor del descubrimiento y conquista del imperio incaico. Es el hombre que primero trae la noticia de la existencia de un fabuloso imperio, el que señala la ruta a seguir y el que, sin proponérselo, le da el nombre.

Pascual nació en Andagoya del valle de Cuartango que, desde 1468, había pasado a ser de la Hermandad de Álava de Castilla la Vieja, y que a su vez formaba parte de Corona castellana, en 1498, hijo de un hidalgo llamado Juan Ibáñez de Arza. Pasó al Darién con Pedrarias Dávila, muy joven, en 1514, quien le favoreció concediéndole un repartimiento y casándolo con una doncella de su mujer, de apellido Tovar. El convoy lo formaba un ejército de 2.000 hombres y 22 naos con el objetivo de colonizar América Central.

Cuando Vasco Núñez de Balboa volvió del descubrimiento del Océano Pacífico, Andagoya le ayudó, hasta con dinero, a construir sus primeras naves, preparándole los materiales que transportaron por tierra hasta la otra orilla. Le acompañó hasta las islas de las Perlas a donde llegaron con apuros pues la madera de las naves fue atacada por un parásito que acabó con ellas. Con esta experiencia debieron elegirse otras maderas y hacer las embarcaciones en la misma orilla del Pacífico.

En su ya clásica Relación de los sucesos de Pedrarias Dávila, Andagoya nos cuenta concisamente estos pormenores. El gobernador Pedrarias había casado a una hija suya con Balboa pero no fue obstáculo para que lo ajusticiara en Acla, celoso de su nombradía. Después de esta injusta ejecución Pedrarias se trasladó al Pacífico y tomó posesión en nombre del rey (1519), adueñándose también de la flota de Balboa. Andagoya estuvo presente y firmó como testigo. Durante el mismo año fue uno de los fundadores de Panamá, siendo más tarde regidor y alcalde. Tomó parte en las dos expediciones de Gaspar de Espinosa a Costa Rica y Nicaragua registrando en sus crónicas los sucesos más notables y noticias sobre aquellas regiones y sus habitantes.

El 15 de agosto de 1519 asistió con Pedrarias a la fundación de Panamá, ciudad de la que fue nombrado regidor en 1521. En 1522, siendo aún gobernador de Panamá Pedrarias Dávila, comienza sus exploraciones de América meridional. Organiza la expedición a su costa, con varias naves, como lo dice él mismo en su Relación. Andagoya era entonces visitador general de indios y en esta función llegó a la provincia de Chochama, de la tribu y lengua de los Cueva, cuyos habitantes se quejaron de los ataques que les infringían los indios de la provincia del Birú o Pirú, que llegaban en canoas. Los visitadores en Indias eran jueces pesquisidores comisionados por el monarca o las autoridades coloniales para revisar la actuación de los funcionarios del Nuevo Mundo. Por el carácter de su visita se dividían en visitadores de indios, de religiosos, de armadas y fortalezas, de las Órdenes militares, etc.


Andagoya pidió gente al Panamá. Con este refuerzo y guiado por el cacique de Chochama llegó al Birú, remontó un caudaloso río -el San Juan-, tomó una fortaleza y aquietó a los naturales. Fue allí donde tuvo noticias del fabuloso imperio Tahuantinsuyo que abarcaba desde las actuales Colombia hasta Chile, siendo por ello el más extenso que jamás existió en la América prehispánica. Herido por un accidente volvió a Panamá, donde relató sus aventuras en el Birú y difundió las noticias que traía sobre el imperio incaico. Con el beneplácito de Pedrarias, la empresa apenas iniciada de Andagoya pasó a manos del triunvirato Pizarro, Almagro y Luque. Andagoya, enfermo, con una prolongada convalecencia de tres años, y sin poder montar a caballo, solo pudo informar sobre lo que él había conocido y oído.

Pizarro le invitó a unirse financieramente al consorcio que había hecho con los citados Almagro y Luque pero el vasco rechazó la oferta por considerar que la empresa resultaría demasiado onerosa para su economía. Ni imaginaba que esa decisión le costaría quedar al margen de los fabulosos beneficios que supuso el rescate de Atahualpa (conceptuado como uno de los botines más fabulosos de la historia), por ejemplo, además de caer en un olvido parcial como precursor de la conquista del Perú.
 
 
Los historiadores Oviedo, Herrera, Zárate, Gómara, Garcilaso el Inca, Péreira, Prescott y otros tratan de las exploraciones de Andagoya y de su trascendencia. A pesar de los méritos regateados a Andagoya queda éste en la historia como el precursor del descubrimiento y conquista del imperio incaico. Es el hombre que primero trae la noticia de la existencia de un fabuloso imperio, el que señala la ruta a seguir y el que, sin proponérselo, le da el nombre.


En 1529, siendo alcalde de Panamá, fue atropellada su autoridad por el violento gobernador Pedro de los Ríos. Por este tiempo murió su mujer. Desterrado en Santo Domingo, casó allí por segunda vez con Mayor Mejía. En 1534 vuelve a Panamá como teniente del gobernador Francisco de Barrionuevo y vuelve a dedicarse a la construcción de embarcaciones. Su espíritu disciplinado y constructivo se manifiesta en todos sus actos. En virtud de su cargo envió refuerzos a Pizarro y Almagro.

Llegó a ser gobernador interino de Castilla del Oro (Panamá) durante el viaje del titular al Ecuador a causa del desembarco de Pedro de Alvarado en Puerto Viejo, que violaba la jurisdicción de Pizarro y Almagro. Fue en este periodo cuando recibió las reales cédulas expedidas el 20 de febrero de 1534 por el rey Carlos I al gobernador. En la primera de ellas se interesaba el rey por hacer lo más factible posible la navegación por el río Chagre y mejorar las comunicaciones de Panamá con el Caribe atendiendo al considerable tránsito proveniente del Perú. En la otra se pedían informes precisos sobre la posibilidad de «abrir la dicha tierra y juntar la mar del Sur con aquel río y las dificultades que tendría, así por el menguante de la mar como por la altura de la tierra». Andagoya contestó cumplidamente con una larga e interesantísima carta en la que describe la vida de Panamá de aquel tiempo, denuncia ciertos abusos y sugiere remedios prácticos.

A pesar de su enorme labor organizadora y de su probada honradez fue residenciado y enviado a España. Pero en 1539 regresa a Panamá con el título de gobernador y adelantado del Río San Juan, desde el límite del Darién al Perú, y permitiéndole usar el Don antes de su nombre. En 1540 llegó a la bahía de la Cruz, al sur del río San Juan. Fundó Buenaventura y dejó de teniente a Juan Ladrillero. Andagoya se internó hasta Cali y socorrió a sus habitantes, que le reconocieron como gobernador en esta ciudad así como en Popayán. Fundó varias poblaciones y chocó con Benalcazar, provisto también de poderes reales sobre aquellas tierras. Benalcazar lo prendió y procesó, pero la llegada de Cristobal Vaca de Castro, en viaje al Perú, salvó a Andagoya que fue enviado preso a España. Había muerto su segunda mujer de malaria, perdido 70.000 pesos y dejado a su hijo Juan por capitán en Buenaventura, y a su cuñado Alonso Peña. En 1546 volvió con Pedro de Lagasca, quien salía para el Perú con plenos poderes del emperador Carlos V para pacificar las luchas intestinas que siguieron a la muerte de Pizarro; militó en el bando realista, fue herido en la batalla de Xaquijaguana y murió en Cuzco en septiembre de 1548..


Nota: La Relación de Andagoya permaneció inédita en el Archivo del Museo Naval de Madrid hasta que fue encontrada y copiada por Martín Fernández de Navarrete en 1794, que la publicó en su Colección con el título de Relación de los sucesos de Pedrarias Dávila en las provincias de Tierrafirme o Castilla del Oro, y de lo ocurrido en el descubrimiento de la Mar del Sur y costas del Perú y Nicaragua (Madrid, 1829), en la que relató la conquista de Perú y los hechos acaecidos con este gobernador, y proporcionó numerosas noticias sobre los indios, obra que ha sido reeditada muchas veces y traducida a otros idiomas.

Descubrió y hasta les dio nombre a las tierras que por entonces dominaban los Incas del Cuzco y que más tarde serían el Virreynato del Perú, o sea lo que hoy son las repúblicas de Ecuador, Perú, Bolivia y buena parte de Chile y Colombia.

martes, 3 de noviembre de 2020

Juan Fernández de Isla. Empresario; constructor de buques



Empresario montañés, que intentó diversificar la industria regional y modernizarla, colaboró activamente en la creación e impulso de fábricas y en la construcción de buques.

Juan Fernández de Isla y Alvear nació en mayo de 1709 en la localidad cántabra de Isla, perteneciente al municipio de Arnuero; hidalgo montañés –figura en padrones de 1765 y años posteriores–, heredó los privilegios y mayorazgos que sus antecesores acumulaban desde la Edad Media, siendo sus padres Juan Fernández de Isla y Francisca Rosa Alvear. Se casó con Doña Luisa Magdalena de Velasco e Isla, hermana del Capitán de Navío Luis Vicente de Velasco e Isla, muerto heroicamente en 1762 en la defensa del Castillo de los Tres Reyes del Morro de La Habana contra los ingleses, con la que tuvo dos hijos: Joaquín y María.

Estudió Humanidades, Idiomas y Ciencias y su aplicación sobre la industria y la agricultura. Siendo joven aún, empezó a administrar los bienes que había heredado de su padre y en poco tiempo la hacienda mejoró. Su mayor empeñó fue impulsar la vida industrial en la Montaña, que en aquellos momentos vivía casi exclusivamente de la agricultura y la ganadería. Empezó por relanzar la ferrería que su madre poseía en Marrón. Además, instaló otras ferrerías y martinetes en Cereceda y Ampuero, dos fábricas de harinas en Santander, una de loza en Isla y otra de cordobanes, suelas y vaquetas en Marrón. El campo también fue objeto de la atención de Juan de Isla, que impulsó las plantaciones de viñedos, de diversas clases de árboles madereros, como nogales, castaños, naranjos, limones, avellanos; de cultivos de azafrán y hortalizas, etc.

Palacio de los Condes de Isla-Fernándezen (Cantabria)
Estuvo ligado al Real Astillero de Guarnizo (Santander) y al Marqués de la Ensenada, cabeza de las secretarías de Hacienda, Marina e Indias, Estado y Guerra que se apoyó siempre, a su vez, en Fernández de Isla para desarrollar en la Montaña importantes planes encaminados al fomento de la Marina Española,

Coincidiendo con el proyecto de Ensenada de crear una escuadra que pudiera competir con la de Francia e Inglaterra, De Isla fue elegido para acelerar la terminación de la misma, dándosele en contrata la construcción de los navíos de que fuera capaz el astillero de Guarnizo. El resultado fue excelente; los navíos construidos con madera de los montes cántabros y hierro de La Cavada y Guarnizo no admitían comparación con los anteriores.

Bien supo Isla de ser llamado “Nerón”, “hombre de duro corazón” o “faraón” por pretender implantar un nuevo y estricto orden laboral. Partidario, como Ensenada, de disciplinar la mano de obra, buscó romper las inercias y los tiempos reguladores de la jornada de trabajo de la sociedad tradicional, lo que generó más de una situación de amotinamiento.

Además de la construcción de buques, el Marqués de la Ensenada le encargó la administración del comercio de lana de las dos Castillas y la habilitación del puerto de Santander para tal propósito. También se le encomendó la administración de varias factorías de Santander, Bilbao, Cádiz, Murcia, Madrid, Valencia y Lisboa, además de la provisión de víveres a El Ferrol, el comercio de cereal de Castilla y la construcción de carreteras, caminos e ingenios fluviales para la conducción de madera de los bosques del interior a la costa.

Con la destitución del marqués de la Ensenada* cayó igualmente en desgracia, recayeron sobre él múltiples acusaciones y le fueron embargados todos los bienes. Pasó el resto de su vida en contenciosos con el Estado, hasta que murió en Madrid en 1788. Después de su muerte la justicia se puso de su parte y Carlos IV nombró a su hijo, Joaquín Fernández de Isla, Conde de Isla-Fernández por los servicios prestados a la nación, por sí mismo y por su padre; el 20 de julio de 1791. También recibió el hábito de la Orden de Santiago en el año de 1769.

*Ensenada, Isla y Guarnizo, trinomio pleno de vigor hasta que, parece ser que un día de julio de 1754, la reina Bárbara de Braganza retiró su sonrisa al marqués. El día 20 del mismo mes Ensenada era apartado del gobierno y se le preparaba el destierro a Granada.

La decadencia de Santander fue unida a la desgracia de Isla, y fue un golpe del que no se recuperó hasta bien entrado el siglo XIX, con el resurgir del comercio gracias a las colonias de Ultramar.


ESCUDO DE LOS CONDES DE FERNANDEZ -ISLA

El escudo del obispo Juan de Fernández de Isla y Fernández de Isla, Obispo de Cádiz en 1676 y Arzobispo de Burgos en 1680 donde falleció, que es el que mandó construir en el barrio de Novales de Isla este palacio, con su capilla y restauró la Iglesia parroquial de Isla. De familia acomodada, naturales y residentes en el pueblo, fue subiendo socialmente, gracias a el. Le sucedió Juan Fernández de Isla y Alvear, nieto de Pedro Fernández de Isla y Maria de Llano Isla, sobrino del padre del arzobispo.


GENEALOGIA

I .- Juan Fernández de Isla y Vivero . Nació ~ 1490. Casado con Maria Fernández de Villallave, nacida ~ 1495

II .- Pedro Fernández de Isla, Nació en Isla ~ 1555. Casado con Maria Fernández del Mazo, nacida en Isla ~ 1560. Le sucede en su segunda rama.

III .- Juan Fernández de Isla , natural de Isla , casado con Maria Fernández de Isla Fernández de Isla. Creador del astillero de Guarnizo y de numerosas fábricas en Cantabria, bajo el reinado de Fernando VI.

IV .- Juan Fernández de Isla y Fernández de Isla .ARZOBISPO y creador del Palacio. Nombró como heredero a Juan Fernández de Isla y Alvear, nieto de Pedro Fernández de Isla y Maria de Llano Isla, sobrino del padre del arzobispo.

V .- Juan Fernández de Isla Alvear. Poseedor del mayorazgo principal y del segundo con su Palacio. Nació en Isla en 1709 y falleció en Madrid en 1788. Casado con Luisa de Velasco e Isla, nacida en Noja.

VI .- Joaquín Fernández de Isla y Velasco. I Conde de Isla Fernández, concedido por Carlos IV el 20 jul. 1791. Casado con Simona de Oruña y Quintana, hija de los Sres. de la Casa de Oruña en Agüero.