Empresario montañés, que intentó
diversificar la industria regional y modernizarla, colaboró activamente en la
creación e impulso de fábricas y en la construcción de buques.
Juan
Fernández de Isla y Alvear nació en mayo de 1709 en la localidad cántabra de
Isla, perteneciente al municipio de Arnuero; hidalgo montañés –figura en
padrones de 1765 y años posteriores–, heredó los privilegios y mayorazgos que
sus antecesores acumulaban desde la Edad Media, siendo sus padres Juan
Fernández de Isla y Francisca Rosa Alvear. Se casó con Doña Luisa Magdalena de
Velasco e Isla, hermana del Capitán de Navío Luis Vicente de Velasco e Isla,
muerto heroicamente en 1762 en la defensa del Castillo de los Tres Reyes del
Morro de La Habana contra los ingleses, con la que tuvo dos hijos: Joaquín y
María.
Estudió Humanidades, Idiomas y Ciencias y su
aplicación sobre la industria y la agricultura. Siendo joven aún, empezó a
administrar los bienes que había heredado de su padre y en poco tiempo la
hacienda mejoró. Su mayor empeñó fue impulsar la vida industrial en la Montaña,
que en aquellos momentos vivía casi exclusivamente de la agricultura y la
ganadería. Empezó por relanzar la ferrería que su madre poseía en Marrón.
Además, instaló otras ferrerías y martinetes en Cereceda y Ampuero, dos
fábricas de harinas en Santander, una de loza en Isla y otra de cordobanes,
suelas y vaquetas en Marrón. El campo también fue objeto de la atención de Juan
de Isla, que impulsó las plantaciones de viñedos, de diversas clases de árboles
madereros, como nogales, castaños, naranjos, limones, avellanos; de cultivos de
azafrán y hortalizas, etc.
Palacio de los Condes de Isla-Fernándezen (Cantabria) |
Estuvo
ligado al Real Astillero de Guarnizo (Santander) y al Marqués de la Ensenada, cabeza de las secretarías de Hacienda,
Marina e Indias, Estado y Guerra que se apoyó siempre, a su vez, en Fernández
de Isla para desarrollar en la Montaña importantes planes encaminados al
fomento de la Marina Española,
Coincidiendo
con el proyecto de Ensenada de crear una escuadra que pudiera
competir con la de Francia e Inglaterra, De Isla fue elegido para acelerar la
terminación de la misma, dándosele en contrata la construcción de los
navíos de que fuera capaz el astillero de Guarnizo. El resultado fue excelente;
los navíos construidos con madera de los montes cántabros y hierro de La Cavada
y Guarnizo no admitían comparación con los anteriores.
Bien supo Isla de ser
llamado “Nerón”, “hombre de duro corazón” o “faraón” por pretender implantar un
nuevo y estricto orden laboral. Partidario, como Ensenada, de disciplinar la
mano de obra, buscó romper las inercias y los tiempos reguladores de la jornada
de trabajo de la sociedad tradicional, lo que generó más de una situación de
amotinamiento.
Además
de la construcción de buques, el Marqués de la Ensenada le encargó la
administración del comercio de lana de las dos Castillas y la habilitación del
puerto de Santander para tal propósito. También se le encomendó la
administración de varias factorías de Santander, Bilbao, Cádiz, Murcia, Madrid,
Valencia y Lisboa, además de la provisión de víveres a El Ferrol, el comercio
de cereal de Castilla y la construcción de carreteras, caminos e ingenios
fluviales para la conducción de madera de los bosques del interior a la costa.
Con
la destitución del marqués de la Ensenada* cayó igualmente en desgracia,
recayeron sobre él múltiples acusaciones y le fueron embargados todos los
bienes. Pasó el resto de su vida en contenciosos con el Estado, hasta que murió
en Madrid en 1788. Después de su muerte la justicia se puso de su parte y Carlos IV nombró a su hijo, Joaquín
Fernández de Isla, Conde de Isla-Fernández por los servicios prestados a la
nación, por sí mismo y por su padre; el 20 de julio de 1791. También recibió el hábito de la Orden de
Santiago en el año de 1769.
*Ensenada,
Isla y Guarnizo, trinomio pleno de vigor hasta que, parece ser que un día de
julio de 1754, la reina Bárbara de Braganza retiró su sonrisa al marqués. El
día 20 del mismo mes Ensenada era apartado del gobierno y se le preparaba el
destierro a Granada.
La decadencia de Santander fue unida
a la desgracia de Isla, y fue un golpe del que no se recuperó hasta bien
entrado el siglo XIX, con el resurgir del comercio gracias a las colonias de
Ultramar.
ESCUDO DE LOS CONDES DE FERNANDEZ -ISLA
El
escudo del obispo Juan de Fernández de Isla y Fernández de Isla, Obispo de
Cádiz en 1676 y Arzobispo de Burgos en 1680 donde falleció, que es el que mandó
construir en el barrio de Novales de Isla este palacio, con su capilla y
restauró la Iglesia parroquial de Isla. De familia acomodada, naturales y
residentes en el pueblo, fue subiendo socialmente, gracias a el. Le sucedió
Juan Fernández de Isla y Alvear, nieto de Pedro Fernández de Isla y Maria de
Llano Isla, sobrino del padre del arzobispo.
GENEALOGIA
I .- Juan Fernández de Isla
y Vivero . Nació ~ 1490. Casado con Maria Fernández de Villallave, nacida ~
1495
II .- Pedro Fernández de
Isla, Nació en Isla ~ 1555. Casado con Maria Fernández del Mazo, nacida en Isla
~ 1560. Le sucede en su segunda rama.
III .- Juan Fernández de
Isla , natural de Isla , casado con Maria Fernández de Isla Fernández de Isla. Creador
del astillero de Guarnizo y de numerosas fábricas en Cantabria, bajo el reinado
de Fernando VI.
IV .- Juan Fernández de Isla
y Fernández de Isla .ARZOBISPO y creador del Palacio. Nombró como heredero a Juan
Fernández de Isla y Alvear, nieto de Pedro Fernández de Isla y Maria de Llano
Isla, sobrino del padre del arzobispo.
V .- Juan Fernández de Isla Alvear. Poseedor del mayorazgo principal y del segundo con
su Palacio. Nació en Isla en 1709 y falleció en Madrid en 1788. Casado con
Luisa de Velasco e Isla, nacida en Noja.
VI .- Joaquín Fernández de
Isla y Velasco. I Conde de Isla Fernández, concedido por Carlos IV el 20 jul.
1791. Casado con Simona de Oruña y Quintana, hija de los Sres. de la Casa de
Oruña en Agüero.
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