miércoles, 27 de diciembre de 2023

Valentín Ferraz. Militar y político, ocupó importantes cargos en la España Isabelina



Es, posiblemente, el aragonés que más cargos de proyección política y relevancia institucional ha desempeñado a lo largo de la Historia: Combatió en la Guerra de la Independencia y luego en la del Perú. Fue ministro de Guerra y jefe del Gobierno, además de diputado y senador del Reino. Se retiró de la política a partir de los sucesos de 1843 que derrocaron a Espartero.

Regenerador de la Caballería Española y el precursor de la creación de la Academia de Caballería.

Valentín Ferraz y Barrau nació en Anciles (Huesca), en febrero de 1792, en el seno una familia infanzona, documentada en el Valle de Benasque desde el siglo XII, a la que han pertenecido ilustres clérigos, políticos, juristas y militares. Su padre fue Tomás Ferraz y Subirá (nacido en Casa Faure de Benasque), hijo segundón de la familia que se casó con Teresa Barrau y Lisa, heredera de Casa Barrau de Anciles, con la que había contraído matrimonio el día 15 febrero 1779.
 
Pertenecía a una familia noble asentada en dicha población del valle de Benasque desde el siglo XII, entre cuyos miembros hubo clérigos, políticos, juristas y militares.

Era sobrino de Antonio Cornel y Ferraz, ministro de la Guerra de Carlos IV; y primo hermano de José Ferraz y Cornel, ministro de Hacienda en 1840, y de Francisco Javier Ferraz y Cornel, teniente general y presidente del Tribunal Supremo de Guerra y Marina.

En 1808 sentó plaza como cadete en el Regimiento de Dragones del Rey al comienzo del Segundo Sitio de la ciudad de Zaragoza, durante la invasión napoleónica; fue hecho prisionero tras la rendición de la plaza, pero durante su traslado a Francia logró fugarse y reintegrarse al ejército, lo que le valió el ascenso a alférez en 1809. Ese mismo año hizo la campaña de Valencia, amenazada por el ejército francés del mariscal Louis Gabriel Suchet, participando en los combates y escaramuzas que se sucedieron hasta la caída de la plaza; sin embargo, la retirada de la mayor parte de las tropas francesas para la campaña de Rusia y la ofensiva de Wellington desde Portugal, permitieron a los aliados expulsar a los franceses de España, encontrándose el regimiento de Ferraz en los campos de la Mancha donde tuvo ocasión de distinguirse en los combates que precedieron a la expulsión francesa y la firma de la paz. Finalizada la contienda con el grado de teniente, solicitó destino en América donde los ejércitos reales se enfrentaban a los independentistas.

Sitio de Zaragoza
En 1815 Ferraz fue destinado al regimiento Cazadores del Rey, que había sido destinado al Depósito de Ultramar y debía partir para el Perú con el objeto de formar la escolta del nuevo General en Jefe del Ejército del Alto Perú, el brigadier José de la Serna, en cuya compañía se embarcó en Cádiz el 8 de mayo de 1816 a bordo de la fragata La Venganza. Ascendido a capitán y al mando de 4 oficiales y 46 soldados de su regimiento desembarcó en el puerto peruano de Arica en septiembre, y tras reunir los caballos y suministros necesarios para la campaña pasó al frente de guerra altoperuano para reunirse con el ejército real en su cuartel de Cotagaita. Sobre la base de esta tropa europea sería creado en 1817 el escuadrón de Granaderos de la Guardia con una fuerza original de 78 hombres de la que Ferraz era jefe y a cuyo mando hizo las campañas de Tarija, Jujuy y Salta, recuperando los territorios que habían sido ocupados por los independentistas argentinos. El buen desempeño del cuerpo de Ferraz haría que este dejara de ser uno de escolta para convertirse en un regimiento de línea que llegó a tener cuatro escuadrones y dos compañías de batidores y tiradores con un total de 600 hombres. 

Nombramiento como Sargento Mayor de Caballería
Con motivo de la invasión del general José de San Martín al corazón del virreinato peruano en 1820, los granaderos de Ferraz abandonaron el Alto Perú para dirigirse a Lima; durante el trayecto tuvieron que atravesar 700 leguas muchas veces por provincias sublevadas como Huamanga, Huancavelica y Tarma, sufriendo el constante acoso de las guerrillas y montoneras locales. Reincorporado al ejército del bajo Perú el ya comandante Ferraz tuvo ocasión de distinguirse en la incursión que el general Canterac dirigió sobre la sitiada fortaleza del Callao y en los demás hechos de armas que tuvieron lugar esos años durante los cuales ascendió a Brigadier. En septiembre de 1823 el virrey la Serna lo nombró Comandante General de la Caballería del Ejército del Sur. El más significativo hecho de armas que protagonizaría sería el combate de Arequipa donde al mando de sus granaderos derrotó a la caballería independentista superior en número y mandada por veteranos oficiales de la guerras napoleónicas, el francés Pedro Benigno Raulet y el inglés Guillermo Miller. Este combate no solo permitió la recuperación de la importante plaza de Arequipa sino que también reanimó al resto de la caballería realista que se encontraba desmoralizada tras haber sido batida en la batalla de Zepita por los húsares de la Legión Peruana. Por esta intervención Ferraz recibiría años más tarde la más preciada de las condecoraciones militares españolas: la Laureada de San Fernando de 4ª clase.

El regimiento de Ferraz no tendría sin embargo la oportunidad de participar en la importante batalla ocurrida a orillas del lago Junín, esto debido a que la sublevación del ejército altoperuano de Olañeta obligó al virrey a mandar contra él al ejército del sur al mando de Valdés, tras sangrientos combates en los cuales el regimiento de Ferraz fue diezmado, la campaña hubo de ser abandonada para volver al Cuzco donde el virrey reunía a su ejército para la lucha final contra Sucre.

 

El 9 de diciembre de 1824 el brigadier Ferraz comandó a la caballería realista en la batalla de Ayacucho. La carga que realizó no logró impedir la derrota y dispersión del ejército del virrey. Comprendido en la capitulación de Ayacucho, que logró la independencia del Perú, se embarcó para la península, acompañado de unos pocos subalternos con los que había llegado al Perú nueve años atrás.

Batalla de Ayacucho
Regresó a España en 1825, impulsando su carrera profesional a la sombra del general Baldomero Espartero hasta las más altas instituciones, fiel siempre a sus ideas liberales: teniente general de los Ejércitos, director general del arma de Caballería, inspector general de la Milicia Nacional, vocal de las juntas consultivas de Guerra y Ultramar, diputado y senador del Reino por la provincia de Huesca, alcalde de Madrid (1855), ministro de la Guerra en cuatro ocasiones y presidente del Consejo de Ministros en las últimas semanas de la regencia de María Cristina de Borbón.

Especialmente reseñable es el periodo en que estuvo al frente de la Dirección General de Caballería. Su tarea fue una auténtica demostración de iniciativa, actividad y dotes de mando, circunstancia que, unida a la creación de una academia estable para el Arma en Alcalá de Henares, le ha hecho merecedor del sobrenombre de Regenerador de la Caballería española. Por Real Cédula de 18-11-1828 es nombrado Caballero de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo. Gran Cruz de la Real Orden Americana de Isabel la Católica y la Gran Cruz de la Orden de San Fernando en 1837. .

En 1865, un año antes de su fallecimiento en El Escorial, el 31 de agosto de 1866,  la madrileña calle de San Marcial, comprendida entre la plaza de España y el paseo de Moret, pasó a denominarse Ferraz (hoy día, alberga la sede del PSOE).

Publicó Memoria de los trabajos ejecutados para obtener la elevación y repartimiento de las aguas llamadas de la Fuente de la Reina, presentada al Excmo. Ayuntamiento Constitucional de esta M.H. Villa por su Alcalde 1º Constitucional D...., como especialmente autorizado para realizar este pensamiento (Madrid, imprenta, fundición y librería de D. Eusebio Aguado, 1856).

Para saber más:
 “Valentín Ferraz y Barrau (1792-1866). Un militar altoaragonés en la corte isabelina”, por Fernando García-Mercadal y Fernando Martínez de Baños. CAI / Zaragoza, 2010.

miércoles, 20 de diciembre de 2023

Escudo de armas de la Familia Rothschild

 

La familia Rothschild es una dinastía europea de origen judeoalemán, algunos de cuyos integrantes fundaron bancos e instituciones financieras a finales del siglo XVIII y que acabó convirtiéndose, a partir del siglo XIX, en uno de los más influyentes linajes de banqueros y financieros del mundo.

A cinco hermanos de la rama austríaca de la familia se les otorgaron baronías hereditarias del Imperio de los Habsburgo por el emperador Francisco I de Austria en 1816. La rama británica de la familia fue elevada a la nobleza por la reina Victoria.

En 1743, Amschel Moses Bauer, orfebre de profesión, que completaba sus ingresos ejerciendo de cambista, abrió una tienda de monedas en el gueto judío de Fráncfort del Meno, en Alemania. Sobre la puerta de entrada de su casa, cuya planta baja quedaba reservada para el negocio y el resto para la familia, colgó un cartel en el que se representaba un águila romana en un escudo rojo. La tienda llegó a ser conocida como la tienda del «escudo rojo», en alemán Rothschild —Rot (rojo) y Schild (escudo)—; con el tiempo, esta palabra pasó a convertirse en su patronímico.

Escudo de armas de la familia Rothschild

La patente del primer escudo de armas de los Rothschild se concedió en 1817, la concesión de armas inglesa fue de 1818 y la Baronía de Austria se concedió por Decreto Imperial en 1822. El escudo de los Rothschild ha tenido ligeras variaciones a lo largo del tiempo e incluso tenía cuatro flechas en sus inicios. Sin embargo, pronto aparecieron las importantes cinco flechas representadas en el escudo, que representan a los cinco hermanos Rothschild que fueron dispersados por Europa por su padre Mayer Amschel Rothschild para hacer crecer los intereses bancarios familiares.

Debajo del escudo aparece el lema familiar:
Concordia, Integritas, Industria (Armonía, Integridad, Industria).

Patent for the first Rothschild coat of arms, 1817     

Source: https://www.rothschildarchive.org/family/the_rothschild_name_and_arms/the_rothschild_coat_of_arms

The title of nobility granted to the Rothschilds by Austria permitted the use of the 'von' in the name and stems from an Order in Council of Francis I of 21 October 1816.  The design submitted by the brothers for their Arms was accompanied by a letter of explanation in Salomon's hand. The proposed design included:

Escudo de armas concedido a los barones Rothschild por emperador Francisco I de Austria

First quarter, an eagle sable surcharged in dexter by a field gules (referring to the Imperial and Royal Austrian Coat of Arms); Second quarter, gules, a leopard passant proper (referring to the English Coat of Arms); Third quarter, a lion rampant (referring to the Hessian Electoral Coat of Arms); Fourth quarter, azure, an arm bearing five arrows (a symbol of the unity of the five brothers). In the centre of the coat a shield gules. Right hand supporter, a greyhound, a symbol of loyalty; left supporter, a stork, a symbol of piety and content. Crest: a coronet surmounted by the lion of Hesse. 

The Rothschilds asked for separate patents of nobility for each of the four brothers as they lived in different countries. The separate patents were granted, but the design was considered too grand.  The response to the application had a 'suitable' design attached to it, without the coronet, heraldic animals supporting the shield, or the lion and leopard.  Also, the arm grasped just four arrows.  A letter in the Archive from Amschel to Salomon and Nathan in November 1816 reads, ".....James and Carl received the nobility.  It is a pity that Nathan did not want it." 


English grant of arms, 1818

The grant to Nathan and his heirs, and also to his brothers and their heirs, refers to Nathan's brothers as 'de' Rothschild. It was accompanied by the following armorial design:

Azure, a lion passant guardant erminois grasping five arrows the pheons downwards, or, and for the crest on a wreath of the colours, out of a crown vallery gules a demi lion erminois holding between the paws five arrows as in the arms.

Champagne "Barons de Rothschild"_2012


Austrian Barony granted by Imperial Decree, 1822

The design for the arms was modified at this stage: the seven-pointed coronet was restored, the lion was granted, there were five arrows, the lion and unicorn as supporters, three helmets and a latin motto. The lion was an important concession as far as the brothers were concerned, and they felt that its inclusion in the English Arms was a triumph which helped in the negotiations with the Austrian Heralds.  The Barony was granted to the five brothers and their heirs and descendants of both sexes. The description of the Arms is as follows:

Arms: A pointed gold and blue quartered shield with a red central shield, in the middle of which is a right-facing shield; above right on a golden shield is a simple black eagle with open jaws, red outstretched tongue, wings spread, taken from the Arms; above left and below right in the two blue fields comes out of each edge of the shield a bare arm, the hands of which hold five white-feathered arrows with the points downwards; below left on a golden field is an upright natural Lion with open jaws, red outstretched tongue.

Crest: The shield is surmounted by a baronial crown, wound round with small pearls and decorated with five large pearls, topped with three crowns which are surrounded with, on the right, black and gold and on the left blue and silver covering, on top of noble "tournament-style" helmets; from the crown positioned above the visor of the helmet in the centre stands the eagle as described above, the helmets on the right and left are turned towards one another, from the crown on the right helmet floats a golden star between two alternately coloured gold and black buffalo horns, from the crown on the left helmet come three ostrich feathers, viz. two blue and one silver.

Supporters: In the foreground as supporters are, right, an upright golden lion with open jaws, red outstretched tongue, and holding the shield with the forepaws; left a silver unicorn, likewise supporting the arms with front feet.

Motto: Beneath the shield are written on a flowing red and white band the Latin words: 'Concordia, Integritas, Industria' (Harmony, Integrity, Industry).