martes, 28 de abril de 2020

Juan Jaramillo. Conquistador con Cortés. Esposo de "la Malinche"


Extremaño, miembro de la hueste de conquista de Hernán Cortes. Esposo de doña Marina “la Malinche”. Fundador de la ciudad de Tepeaca (México).

Juan Jaramillo nació en el último tercio del siglo XV en la entonces villa de Villanueva de Barcarrota (Badajoz / Extremadura), hijo del hidalgo Alonso Jaramillo y Mencia de Matos y viajó, junto a ellos, a Santo Domingo en la flota del Comendador Mayor Nicolás de Ovando, en 1502.

Su padre jugó un destacado papel en la represión de las rebeliones de Higüey y Xaragua, ocurridas entre 1504 y 1505. Pese a la buena posición social lograda en la Española, la familia Jaramillo decidió marcharse a la isla de Cuba. Allí, Juan Jaramillo entabló una fructífera y dilatada amistad con Hernán Cortés que duró prácticamente toda su vida. Desde entonces, se convirtió, al igual que el capitán Gonzalo de Sandoval, en su mano derecha luchando junto a él tanto en la derrota de la Noche Triste como en la decisiva batalla de Otumba. En “la noche triste” -el 30 de junio de 1520-, se quedó al cargo de los españoles llegados a Tacuba

De él dice Bernal Díaz del Castillo en su libro; “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España”; pasó un Juan Jaramillo capitán que fue de un bergantín cuando estábamos sobre Méjico 1521; fue persona preeminente, murió de su muerte”.

Cortés recibe 20 doncellas como presente de los caciques (grabado idealizado)
Una vez sometida la capital azteca, en el mismo año de 1521, se dirigió junto a Pedro de Alvarado a la conquista de la región de Tutepeque donde, por delegación expresa de Hernán Cortés, fundó la villa de Segura de la Frontera, estableciéndose temporalmente allí como su primer alcalde mayor. Originariamente erigió allí una fortaleza para defenderse de posibles rebeliones indígenas; sin embargo, debido a las circunstancias bélicas del momento, la villa debió ser abandonada. Cuando, pasado un tiempo se repobló de nuevo, se decidió cambiar el nombre por el indígena de Tepayacac, actualmente Tepeaca, en el estado de Puebla (México).

Pero su actividad no acabó ahí y Jaramillo no tardó en enrolarse, esta vez con el rango de alférez general, en las operaciones para conquistar las regiones de Pánuco, Oaxaca y Honduras.

El agradecimiento de Hernán Cortés a su fiel compañero de tantas batallas fue tal que, en el año 1523, le asignó la encomienda de Xilotepeque*, un pueblo indígena ubicado a doce leguas de México, con 18.000 tributarios, lo que le reportaba 17.000 pesos al año, mucho más que ninguna otra encomienda.

*Xilotepeque era una de las mayores encomiendas concedidas en América, lo que le convirtió de hecho en uno de los hombres más ricos de Nueva España, después del propio Hernán Cortés. Además, éste le cedió a su íntima colaboradora, la india doña Marina, a pesar de que acababa de tener un hijo con ella, Martín Cortés, nacido en 1522 y legitimizado por bula papal en 1529, del que se dice que sería el primer mestizo en Nueva España. Añadido a todo esto, le nombró Regidor de México en 1524.

Así, en la expedición de Honduras,  Doña Marina se casó con Juan Jaramillo, que al parecer estaba bebido según el cronista Francisco López de Gomara, en 1524, aceptando resignada a su nuevo marido, tanto es así que, en 1523, al ver a sus padres que la habían vendido años antes como esclava, afirmó lo siguiente:"Os perdono y os estoy agradecida porque, gracias a vosotros, soy cristiana, tengo un hijo del señor Cortés y estoy casada con un caballero como es mi marido, Juan de Jaramillo".

La Malinche actuando como traductora de Cortés
 Doña Marina, fue “gran señora cacica de pueblos y vasallos” más conocida en aquellas tierras como; “La Malinche”. Los caciques principales trajeron como presente veinte mujeres para repartir entre los capitanes, entre ellas estaba la cacica, una tal Malinaalli Tenépatl, que una vez bautizada se le puso por nombre Doña Marina. Esta quedó con Cortés como concubina, fue de gran utilidad como “traductora” del idioma maya que no entendían los españoles al náhuatl. Cortés había prometido a Doña Marina la libertad y, tras obtenerla, se casó con un hidalgo que se decía Juan Jaramillo.               
 
En 1526 fue nombrado alcalde ordinario de México, y también en 1539, Fundó la Cofradía del Espíritu Santo. Se le dio casa y jardín en México, también la nueva encomienda de Olucia y Tetiquepa. Tuvo una hija con Doña Marina: María. Después de la muerte de Doña Marina se volvió a casar con Beatriz de Andrade, hija de Leonel de Cervantes, comendador de Santiago, uno de los grandes capitanes que acompañaron a Cortés en la gesta de la conquista, y nieta de Gonzalo de Andrade, con la que no tuvo hijos. A su muerte, en la ciudad de México, en torno a 1550, Jaramillo dejó dos tercios de su inmensa fortuna a su esposa, que casó con Fernando de Velasco, hermano del virrey, y un tercio a María, que contrajo matrimonio años más tarde con Luis de Quesada.

**Existe un documento escrito en México muy importante y poco conocido en el Archivo de Indias (Patronato. Est. 1. Caja 2. Leg.3), de los años 1542 al 1552 en que dura el pleito, que fue recogido en el capítulo 41 de la Colección de Documentos de Indias (188-191), que nos habla de la hija que tuvo la Malinche con este capitán. En este pleito que tiene la hija de la Malinche, doña María Jaramillo y su marido Luis Quesada con su padre Juan y su segunda mujer “Doña Beatriz” se queja la hija legítima de no recibir más de una tercera parte de la herencia que la correspondía y de que las otras dos terceras partes de su herencia “contra toda orden y derecho” fuesen a parar a su madrastra.

viernes, 24 de abril de 2020

Miguel Topete y Venegas. Marqués de Pilares (I). Militar y emprendedor



Militar, comerciante de grano, arrendador de propiedades y otras actividades industriales. Fue el promotor de la Real Fábrica de Hoja de Lata de San Miguel de Júzcar en la serranía de Ronda, que llegó a tener hasta 200 asalariados.



Miguel (Luís) Topete y Venegas Nació el 2 de diciembre de 1680, en el seno de una familia hidalga de Morón de la Frontera (Sevilla). Sus padres fueron García Marcelino  Topete Benjumea y Beatriz Jerónima Venegas Carrasco, casados el 4 de febrero de 1680; en Villamartín (Cádiz); sus abuelos paternos Miguel Topete Terrona y Catalina Carvajal Benjumea, y sus abuelos maternos Luis Venegas Osorio y Elvira Jerónima Carrasco. Pertenecía al linaje Topete, que daría varios ilustres marinos. Fallecería en 1756.


Miguel Topete Terrona 1602- Beatriz Catalina Benjumea Carvajal y Calle 1605- Luis Bernardo Venegas Osorio 1628- Elvira Jerónima Carrasco Topete 1623-
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Marcelino Garcia Topete y Benjumea 1640-

Beatriz Gerónima Venegas y Carrasco 1657

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Miguel Luis Bernardo Topete y Venegas, Marqués de Pilares 1680-1756

En el año 1696 le fue concedido el hábito de la Orden Militar de Calatrava (Exp. 2771). Como miembro del Cabildo Municipal de Morón de la Frontera, fue jurado en 1701, regidor en 1704 y alcalde de la Santa Hermandad en 1705 y 1728.

Siendo joven, inició una breve carrera militar en favor del nuevo monarca, Felipe V, durante la Guerra de Sucesión. En el año de 1702, cuando se produjo el ataque de la armada inglesa y holandesa a Rota y El Puerto de Santa María, sirvió agregado a varias compañías de Caballería que acudieron ante la urgencia de la invasión; tropas que estuvieron bajo el mando del marqués de Villadarias, capitán general del Ejército y costas de Andalucía. Volvería a Morón, hasta que en el año 1705 ingresó como voluntario en el Regimiento de Infantería de las Reales Guardias, estando presente en el asedio de la plaza de Gibraltar, tomada por los ingleses el año antes.

Se casó, el 3 de mayo de 1705, con María Teresa Angulo Topete (1691-1716), en Morón de la Frontera, de cuyo matrimonio tuvo cuatro hijas, Beatriz, que heredaría el título nobiliario, Inés, María y Catalina, y un hijo: Luís Bernardo. Se casó en segundas nupcias con María Jacoba Suelling y Reding, señora de Pelcapelle, Flandes.

Terminada su carrera militar comenzó a gestionar su patrimonio económico. Fue un importante arrendatario del duque de Osuna, del cual llegó a tener arrendados hasta ocho cortijos.Hacia 1719 edificó una casa-palacio en la calle Morenas, con una portada blasonada con dos escudos de armas: Topete y Venegas.


La descripción del escudo de Topete: De plata, una gavia con ocho saetas de azur, cortado de azur con tres fajas de plata

Sus servicios militares fueron determinantes, junto a su posterior actividad emprendedora, para que el Monarca le concediera el título de marqués de Pilares, nombre que tomaría de la principal de sus propiedades, la dehesa de Pilares (adquirida en 1710). La concesión efectiva se produjo mediante Real Despacho, fechado el 15 de marzo de 1739, quedando exento del pago del impuesto de lanzas. El título tenía asociado el del vizcondado de Topete de San Miguel, que quedó cancelado de forma inmediata, sin uso.
 

El marquesado de Pilares, título concedido en el año 1739 a uno de los miembros de la familia Topete, pasaría, al extinguirse el apellido por línea masculina, primero al linaje Villalón a fines del siglo XVIII y, posteriormente, por la misma causa a los Auñón a inicios del XX, para volver de nuevo a los Villalón. En 1976 se expidió carta de sucesión a favor de Diego Villalón Bravo.


En la carta de creación del Título (1739) se recogen sus servicios militares:  “(...) en el año 1702 estando invadiendo las armas enemigas los puertos y costas de Andalucía, llevado de vuestro celo y lealtad a mis servicios os agregasteis a distintas compañías de Caballeros, teniendo ocasiones de cumplir vuestro deber, lo efectuasteis con el valor correspondiente a vuestra sangre, no omitiendo cuantas se habían ofrecido hasta que se retiraron, como me lo representó en 12 de Octubre del citado año el Marqués de Villadarias Capitán General de dichas Costas y así mismo en el sitio de Gibraltar desde su principio, agregado al Regimiento de Infantería de mis Reales Guardias, hallándoos en todos los trabajos y ocasiones que ocurrieron, cumpliendo en todos enteramente con vuestra obligación correspondiente a las que os asisten, como también me lo hizo presente en 20 de Abril de 1705 el Capitán General Conde de Aguilar, Coronel de dicho Regimiento (...)”.       
Recorrió varios países europeos y americanos, con objeto de estudiar los avances y adelantos tecnológicos e industriales del momento. Al volver de ellos, llevó a la práctica la idea de implantar una nueva industria en la serranía de Ronda, para lo cual solicitó al Rey la introducción de la fabricación de hoja de lata, totalmente novedosa en la Península, para lo cual vinieron dos jefes suizos y una treintena de técnicos bohemios.

El Monarca le otorgó merced y privilegio, el 18 de octubre de 1726, para contar con una Real Fábrica de Hojalata, la cual se construyó en el período 1726-1735, con una inversión de 300.000 pesos. Felipe V concedió a la fábrica el monopolio de la fabricación de hojalata en España durante 15 años.


Conocida también como la Fábrica de hojalata de San Miguel se puede considerar, antes que los altos hornos de Marbella (1828), el verdadero comienzo de la siderurgia en la provincia de Málaga. De acuerdo con Alcalá Zamora y Queipo de Llano (1974), se trató del primer alto horno de los doce que se levantaron en España durante el siglo XVIII y la quinta fábrica española de fundición.



La fábrica comenzó a producir a mediados del año 1731 bajo el llamativo nombre de "La nunca vista en España REAL FÁBRICA DE HOJALATA Y SUS ADHERENTES, reinando los siempre invictos monarcas y Católicos Reyes don Felipe V y doña Isabel Farnesio", según figuraba en la lápida del frontón de entrada.

Restos y entorno de la antigua fábrica de hojalata
En el lugar elegido para su ubicación se hallaba una rica mina de hierro. En dicho complejo se realizaba fundición de proyectiles para la artillería, rejas de arado, herraduras, barras, aros para tonelería, etc., y sus buenas perspectivas dieron lugar a que en su entorno se creara una pequeña aldea, conocida como de San Miguel, ya despoblada en el último tercio del siglo XVIII. Tras varias quiebras y cambios de titular, la fábrica fue intervenida por el Estado en 1747...y se construyó una nueva en Fontamena (Asturias) en 1804..

Promotor de la Real Fábrica de Hoja de Lata

“El famoso secreto de la Fabrica de la Hoja de Lata, ignorado por tantos siglos en el Mundo a la reserva del Estado de Saxonia, en donde por tiempo inmemorial se tenia con las mayores precauciones, para que no trascendiese a otros Dominios, estando ya en España establecido se ha tenido por conveniente no defraudar al Publico de noticia tan importante, curiosa y extraordinaria, cuyo hecho pasa de esta suerte:

Don Pedro Meuron y Emerico Dupasquier, de Nacion Suizos, hallandose en Alemania con bastante conocimiento con Mr. Ployer, Maestro Mayor de la Fábrica de la Hoja de Lata y que sabia el secreto, lo persuadieron a venir a España, libertandose de la estrechez en que se hallaba ofreciendole para ello muchas ventajas, por las que ya determinado, tuvieron forma de sacarlo de Saxonia dentro de una cuba, y conducidos a España, y puestos en Madrid el año de 1726, dio Pliego al Rey dicho Meuron ..... Era necesario el hallar un parage en que concurriesen cuatro circunstancias, precisas las tres para la Fabrica, y la otra para su resultado; y todas se encontraron en la Sierra de Ronda en Andalucia, donde se halla aguas para el movimiento de las Maquinas, Minas de hierro para las hojas negras que se debían blanquear, y Monte para el mucho Carbón que necesitaban las Fraguas junto con la cuarta circunstancia de estar solas 4 leguas del Puerto de Estepona.... Se encontraban a primera vista con la dificultad de los muchos caudales que era necesario emplear para la rotura de aquellas cumbres, la union de aquellos rios, y en fin facilitar el establecimiento, y los referidos Meuron y Dupasquier no los tenian, brindaron para aquella empresa a Don Miguel Topete Venegas, Cavallero del Orden de Calatrava, vecino y natural de la Villa de Moron de la Frontera, hombre de caudales muy crecidos y a Don Benito Verbrugghen, de Nacion Flamenco, vecino de Sevilla, bastantemente rico, aunque no con los fondos de Don Miguel, los cuales resueltos de establecer la nueva Fabrica, formaron su Compañía y, prontos los caudales necesarios, por Abril del año de 1727.....informado de la calidad de Don Miguel Topete Venegas, teniendo este su Casa tan ilustre como notoria en la Ciudad de Alcantara en Extremadura donde han obtenido sus antepasados los principales Empleos de aquella tierra, y que actualmente los poseen, ha venido en concederle el titulo de Castilla de Marques de Pilares... y dos mercedes de Avito de las Ordenes Militares para que las aplique a sus nietos o parientes que nombrare." Mercurio histórico y político. 12/1738, páginas 116 a 123


martes, 21 de abril de 2020

El “emblema heráldico” de los ingenieros de Telecomunicación



Este año 2020 se cumple el centenario de la creación del Título de Ingeniero de Telecomunicación

Insignia de José Manuel Huidobro
El 22 de abril de 1920, el Rey Alfonso XIII, a propuesta del ministro de la Gobernación, el conservador Joaquín Fernández Prida, sancionaba el nuevo Reglamento de la Escuela Oficial de Telegrafía, por el cual se transformaban los estudios de ampliación ya existentes en unos estudios superiores conducentes a la obtención del título de Ingeniero de Telecomunicación. 



El antecedente de la creación de la Ingeniería de Telecomunicación se produce el año 1913 mediante el Real Decreto de 3 de junio, que crea la Escuela General de Telegrafía,  a cargo del “Cuerpo de Telégrafos”. En ella se impartía la formación que permitía desempeñar en España los servicios de telecomunicación y es considerada la primera Escuela de Telecomunicaciones.


La Escuela General de Telegrafía se reforma por el Real Decreto de 22 de abril de 1920, que establece tres niveles de formación: elemental, medio y superior.

El Real Decreto de 22 de abril de 1920 crea el título de Ingeniero de Telecomunicación “al objeto de colocar el nivel científico de los Telegrafistas españoles a la altura de los que en otros países europeos ostentan títulos análogos y capacitar a sus poseedores para estudiar, plantear y resolver los más arduos problemas de la Telecomunicación", al que inicialmente sólo pueden acceder los Oficiales del Cuerpo de Telégrafos, tras cuatro años de estudios después de una oposición de ingreso.

El nivel medio permitía obtener la titulación de Técnico Mecánico que vendría a ser equivalente al Ingeniero Técnico de Telecomunicación y el nivel superior corresponde al de Ingeniero de Telecomunicación, denominación que ha llegado hasta el día de hoy y que es específica de España.


Las enseñanzas de la Escuela General de Telegrafía se consolidan con la creación de la Escuela Oficial de Telecomunicación mediante el Real Decreto de 20 de septiembre de 1930.

El emblema del COIT ha sido el emblema de los Ingenieros de Telecomunicación españoles desde 1936. Sin duda, toda una señal de identidad y solemnidad para la profesión y la organización colegial durante el último siglo.

Hilos conductores, poste de antena, crucetas, radiación central, junto con otros elementos propios de la heráldica como corona, rama de Laurel y rama de Palma forman parte de la composición del escudo.

En relación a su historia y contexto, es interesante el siguiente fragmento de la Orden ministerial publicada en la Gaceta de Madrid del 19 de enero de 1936, que dotó a los Ingenieros de Telecomunicación españoles de un emblema equivalente al del resto de las ramas de la ingeniería ya existentes:

“A propuesta del Director de la Escuela Oficial de Telecomunicación, he dispuesto que en lo sucesivo el emblema de los Ingenieros de dicha especialidad estará formado por un poste, radiante en su parte central, del que irradiarán seis líneas en zig-zag, terminadas en punta de flechas, y divididas en dos grupos de a tres formando abanico, y otros dos postes, uno a cada lado de aquél, armados con crucetas y unidas por cuatro hilos o conductores; el conjunto irá envuelto por dos ramas que parten del centro inferior: de laurel, la de la derecha, y de palma, la de la izquierda, con sus troncos entrelazados; en la parte superior llevará la corona mural.

Madrid, 11 de enero de 1936."

Con posterioridad, por Orden de 24 de abril de 1942 se actualiza la corona heráldica del emblema al modelo actualmente vigente.


viernes, 17 de abril de 2020

El linaje de los Fagoaga. Novohispanos




Una de las principales familias de Ia elite novohispana del siglo XVIII

La familia de los Fagoaga podía pretender ser la primera familia minera de México, cuya riqueza provino del comercio con la plata y la extracción de minerales. Sus tentáculos de poder abarcaban tanto el Ayuntamiento de la ciudad de México como los Reales Tribunales del Consulado y el de Minería.

Francisco de Fagoaga fue un hidalgo originario del Valle de Oyarzum, en Guipúzcua, donde nació el 11 de junio de 1679. Su mujer, María Josefa de Arozqueta, criolla de origen vasco, nació en la Ciudad de México el 7 de junio de 1701, hija de Juan Bautista de Arozqueta, quien tenía interés en el negocio de importación y exportación, además de ser poseedor de minas y haciendas en el estado de Zacatecas. A partir de ese momento se inició la tradición de los Fagoaga de casarse sólo entre familias poderosas. El matrimonio tuvo diez hijos, cinco hembras y cinco varones.

De este enlace nació Francisco de F. y Arozqueta, natural de Méjico, Vizconde de San José, por Real despacho de 27 de Agosto de 1772, y primer Marqués del Apartado, que casó con doña María Magdalena de Villaurrutia y López Osorio.



Del Valle de Oyarzun procedió la familia Fagoaga que se estableció en México. Sus antecedentes documentales se remontan al siglo XVI en la persona de Martín Fagoaga, uno de los más importantes ferrerones del Valle, casado con Ana Zuloaga y ambos padres de Juan Pérez de Fagoaga, quien fuese señor de la casa de su apellido en San Estaben del Valle de Oyarzun, y ocupara cargos relevantes en la localidad tales como jurado mayor en 1593, alcalde ordinario en 1597 y 1605 y regidor en 1613.

Las investigaciones nos revelan a los Fagoaga como una familia que ocupó un lugar distinguido entre los caseríos dedicados a la ferrería en el período 1550-1640, pero la crisis del hierro de la segunda mitad del siglo XVII representó para el grupo un drástico descenso en la escala social local, debido a su actividad principal en las ferrerías. Los Fagoaga dice Pescador "dejarían el grupo patricio local pava convertirse en discretos campesinos ocupados de la casa y sus pertenencias".

Francisco de Fagoaga Yragorri pasó a América en 1697 como teniente de navío, acompañado de sus primos Lorenzo y Pedro. Los Fagoaga en Nueva España, a diferencia de la situación en el lugar de origen, constituyeron sin lugar a dudas y durante el siglo XVIII un poderoso clan, desde luego vinculado a otras familias de origen vasco como los Aldaco y los Meave, y crearon un gran imperio económico que abarcaba una casa comercial, una cadena de haciendas (Villachuato, Sambrano, Temeplantla entre otras), un banco de plata, quizá el más importante de la colonia hasta la década de 1780, y el control de importantes zonas mineras como Sombrerete y Vetagrande en Zacatecas.

En los años de 1800, en vísperas de la Independencia de México, los Fagoaga se preocuparon como parte de su actividad dentro del Consulado de México por diversificar los fondos de dicha institución a la par que realizaron en lo personal negocios de menor éxito. Sus intereses rebasaban el ámbito geográfico de la Nueva España pues asimismo fueron activos en la metrópoli y sus inversiones se diversificaron tanto en la minería como en los fondos públicos. A pesar de que la historia de su riqueza no puede trazarse todavía con mucha precisión, es muy claro que sobrevivieron tanto a la reforma borbónica, como a la guerra de Independencia, pues tuvieron una posición más que desahogada en 1770 y en 1850.

Retrato de familia


Esta inusitada y sorprendente imagen de grupo ofrece un registro pormenorizado de la descendencia directa del matrimonio formado por don Francisco de Fagoaga Yragorri y doña María Josefa Arozqueta de la Heras Alcocer. Ambos personajes ocupan sitios de preeminencia genealógica, a izquierda y derecha del centro del cuadro. La madre aparece acompañada por sus hijas, en tanto que el padre encabeza al grupo de la descendencia masculina; el pintor dividió en dos grupos a todos los retratados.

El anónimo pintor situó a los miembros de esta poderosa familia frente del altar del oratorio de su casa de la Ciudad de México. Al centro, en el espacio más importante, aparece un óleo, con rico marco de plata labrada, de la Virgen de Aránzazu, devoción que fue impulsada por los vascos avecindados en México y que sirvió al grupo como elemento de cohesión política.

 Martín Fagoaga Rivera

Ana María Bengoechea Oyarzábal Francisco Iragorri Arburu Zistiaga 1605 Catalina Oyarzábal Portu Juan Arosqueta Nablerua 1632 María Ochanda Zatica Inzaurraga Alonso Heras María Teresa Alcocer Sariñana
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Juan Fagoaga Bengoechea Magdalena Iragorri Oyarzábal 1646 Juan Bautista Arosqueta Zatica 1665-1730 María Teresa Heras Alcocer †1705
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Francisco Fagoaga Iragorri 1679-1736 María Josefa Arosqueta de las Heras 1701-1772
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Francisco Manuel Fagoaga Arosqueta, Marqués Apartado 1724-1799

Blasón y armas de los Fagoaga

Uno de los miembros de la familia Fagoaga alcanzó la calidad de noble titulado (marqués del Apartado, título concedido a Francisco Manuel Cayetano de Fagoaga y Arozqueta, nacido en 1724 y fallecido en 1799, caballero de la Orden de Santiago, el 27 de agosto de 1722) ocupando un lugar destacado en la sociedad novohispana y haber enlazado con familias que poseyeron otros títulos nobiliarios tales como los condes de Alcaraz, los condes de la Torre de Cossío y los de Casa Heras Soto.

El Apartado de Oro y Plata fue un establecimiento industrial dedicado entre 1655 y 1848 a la separación del oro y la plata, primeramente mediante contrato o concesión privada, posteriormente bajo la administración directa de la Corona Española y finalmente del gobierno mexicano.

Armoriales y blasonarios describen las armas de los Fagoaga: en campo de gules cinco palos de oro acompañados de tres flores de lis de plata bien colocadas. No obstante lo anterior Francisco de Fagoaga Yragorri, en un cuadro al óleo blasonado que se conserva en el Museo Nacional de Historia, Cahpultepec México, colocó en el primer cuartel de un escudo cuartelado las siguientes armas correspondientes al apellido Fagoaga: en oro una banda de gules, acompañada de dos cruces de azur, con ocho flores de lis de plata. Estas mismas armas fueron utilizadas por sus hijos Juan Bautista y Francisco según se desprende de los grabados de 1775 al adornar sendas tesis de la Real y Pontificia Universidad de México, en la que fueron mecenas.

Genealogía de los Fagoaga en la Nueva España

Palacio del Marqués del Apartado (Ciudad de México)
Francisco de Fagoaga Yragorri. Nació en el Valle de Oyarzun, Guipúzcoa el 11 de junio de 1679. Fue hijo de Juan de Fagoaga y de Magdalena de Yrragorri. Pasó a Nueva España como alférez de navío en 1697 con 18 años, estableciéndose en la ciudad de México en donde se ejercitó como comerciante y posteriormente como minero y banquero de platas, refaccionando a los mineros en gran escala con fondos y efectos. En 1717 su fama había llegado a su lugar de origen y fue nombrado allí alcalde mayor honorario. Fue en 1717 cuando Francisco de Fagoaga puso los cimientos de la prosperidad de sus descendientes al rentar la oficina del apartado al administrador nominal (1718-1736). Dicha institución –dependencia real que se rentaba a particulares–, tenía la función de separar el oro de la plata en barras que se recibían en la capital del virreinato, por lo que, bien manejada, podía proporcionar ganancias atractivas al dueño. Además, como era más práctico cambiar la plata en bruto por dinero en efectivo a la presentación, la oficina era una base ideal para un banco de plata. Por ello no es de sorprender quehacia 1730 se decía de Fagoaga que junto con Valdivielso eran los dos banqueros de plata más importantes. Ya para entonces había comprado los derechos de alquiler el anterior concesionario en la cantidad de 60 000 pesos. La Corona cobró 36 000 por autorizar la transacción.

Como apartador de la plata estableció un fondo revolvente de cerca de 400 000 pesos, con los cuales compraba metales de los beneficios y adelantaba crédito a las minas más importantes de México. El matrimonio completó el círculo de las empresas de Fagoaga cuando su esposa Josefa heredó la casa mercantil establecida por su padre, el comerciante vasco Juan Bautista de Arozqueta, en el siglo anterior, la cual tenía un valor de 118 464 pesos.

Según la tradición de los inmigrantes, mandó traer a un sobrino, Manuel de Aldaco, de origen vasco para que manejara su negocio, propiciando el casamiento con una de sus hijas. Miembro del Real Tribunal del Consulado (Cónsul 1724-1725, Prior 1733-1735), fuertemente vinculado al grupo de comerciantes vascos, lo que propició protegiese y secundase las iniciativas de asistencia social de la Mesa de Aránzazu. Caballero de la Orden Militar de Santiago (1734), cruzado en la Iglesia de Jesús María de México el 8 de abril de 1736. Escribió la obra Tablas de las cuentas del valor líquido de la plata del diezmo, dedicada al virrey marqués de Casafuerte.

Otorgó testamento en México el 30 de julio de 1734 ante Juan Díaz de Rivera. Falleció en México el 25 de noviembre de 1736 (Entierro: Convento Principal de Religiosos Carmelitas Descalzos de San Sebastián. Casó en México (Sagrario) el 29 de junio de 1716 con María Josefa Arozqueta de las Heras Alcocer, nacida en México el 7 de junio de 1701. Criolla de origen vasco, y matriarca de la poderosa familia, aportó al matrimonio un capital de 209 000 pesos de dote que representaban los intereses en el negocio de importación y exportación de su padre en la ciudad de México, lo mismo que minas, haciendas de beneficio y agrícolas, alrededor de Zacatecas. En nombre de su hijo el marqués del Apartado fundó tres plazas en el Colegio de San Ignacio. Falleció en México el 24 de octubre de 1772.

Texto extraido en parte de: https://www.recorri2.com/

martes, 14 de abril de 2020

Milans del Bosch. Una saga de militares

Milans del Bosch es un apellido de origen catalán que da nombre a una familia de militares, ...que empezaron como guerrilleros y acabaron como golpistas.

El primer testimonio de esta familia de campesinos acomodados data de la segunda mitad del siglo XV, y su entrada en la historia arranca de mediados del XVIII, cuando la hija mayor de la familia se casó en 1755 con Rafael Arquer i Romà, un "ciudadano honrado de Barcelona", nacido en Arenys de Mar (Barcelona). Por las capitulaciones matrimoniales, este pasó a adoptar el apellido Milans del Bosch, apellido que también llevaron sus cuatro hijos. El menor de ellos, Francisco, daría origen a una larga dinastía de militares.

Francisco Milans del Bosch


  • Francisco Milans del Bosch (1769-1834), el fundador de la saga, organizó los migueletes durante la Guerra de la Independencia; casado, en 1796, en primeras nupcias, con Manuela Pujols Pastors y, en segundas, en 1812, con Francisca Mauri y Comás.

  • Lorenzo Milans del Bosch y Mauri (1811-1878), capitán general de Castilla en el Sexenio Democrático; héroe de la Primera Guerra Carlista en el bando “cristino”, caballero Laureado de San Fernando.

  • Joaquín León Milans del Bosch y Carrió (1854-1936), sobrino del anterior, capitán general de Cataluña entre 1918 y 1920, y gobernador civil de Barcelona; casado con María Teresa Núñez del Pino y Quiñones de León (1863-1943). Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo, por el rey Alfonso XIII.

  • Jaime Milans del Bosch y Núñez del Pino (1891-1983), militar hijo del anterior, casado con Consuelo Ussía y Cubas. Teniente General honorífico, Jefe de la Brigada Mixta de Caballería de Marruecos, participó en el año 1932 en la Sanjurjada.

  • Jaime Milans del Bosch y Ussía (1915-1997), Teniente General del Ejército de Tierra y capitán general de la III Región Militar, participó en el golpe de Estado del 23-F Casado en 1976 con Fátima Rodríguez-Ponga y Salamanca.
Francisco Miláns del Bosch Arquer nació en San Vicente de Montalt (Barcelona), el año 1769, siendo hijo de Rafael Arquer i Romá y de Rafaela Milans del Bosch. A los 20 años ingresó como cadete en el Regimiento de Guardias Españolas y participó en la guerra del Rosellón, donde la monarquía española luchó contra los revolucionarios que habían guillotinado a Luis XVI, y después en la Guerra de la Independencia al mando de los migueletes.

La tropa de Milans del Bosch aprendió a combatir como guerrilleros, y creció hasta los 400 voluntarios, en su mayoría miqueletes, soldados catalanes vestidos con chaqueta roja, calzas, alpargatas y sombrero con una pluma alta. Dado que también existían en Cataluña otros milicianos contratados por los corregimientos y los tradicionales somatenes, Francisco reclutó combatientes de los tres tipos.


Compañero de Juan Clarós, de carácter liberal, que cuando Fernando VII subió al poder se dio cuenta del error de este durante la década absolutista una vez que murió ajusticiado Francisco Xavier Mina y su otro amigo de guerrilla, Juan Díaz Porlier, por haberse sublevado contra el rey. Miláns del Bosch y general Lacy decidieron dar un golpe de Estado en Cataluña, pero fracasaron al ser descubiertos.

Francisco y un grupo de conjurados pudieron huir a Francia, desde donde embarcaron para Gibraltar. Él marchó luego a Buenos Aires y sirvió en el ejército argentino durante más de tres años; en cambio, Lacy fue capturado, conducido a Mallorca y fusilado en el castillo de Bellver.

Al cabo de tres años, el pronunciamiento de Riego y Quiroga restableció el sistema constitucional y Francisco Milans del Bosch regresó a España, donde recuperó su grado de mariscal de campo. Ocupó, además, cargos importantes en la masonería y presidió la Sociedad Patriótica de Barcelona. Fue ascendido a Teniente General.

Tras la llegada de los Cien Mil hijos de San Luis, Francisco, junto con Espoz y Mina, decidieron hacerles frente en Cataluña, pero al fracasar se exilió en Francia y en Inglaterra, permaneciendo en Montpellier hasta que, tras la muerte de Fernando VII, por la amnistía general pudo regresar a España, donde falleció en su masia de Sant Vicenç de Montalt, en 1834.


jueves, 9 de abril de 2020

Historia de la Orden Constantiniana de San Jorge. Descarga gratuita



“La Orden Constantiniana de San Jorge (y las familias Angeli, Farnese y Borbón que la gobernaron)”, escrito por el Excmo. Sr. D. Guy Stair Sainty, Vice-Gran Canciller de la Orden Constantiniana.

Esta obra es el resultado de una investigación exhaustiva del autor en diversos archivos de Nápoles, Roma y Madrid, y se presenta como un libro de gran formato (249×318 cm), con 580 páginas a color y tapa dura.


Editado por el Boletín Oficial del Estado.(Colección: Textos Históricos)
STAIR SAINTY, GUY
526 páginas
Materia: Derecho Premial
ISBN: 9788434025059
Precio: 145 €

La obra puede descargarse en formato PDF, gratuitamente, en web del BOE:


Esta publicación puede considerarse la historia más completa de la Orden Constantiniana, ya que abarca desde su fundación hasta el presente, ya que incluye un examen de la conversión de Constantino, de las complejas relaciones entre las dinastías de los Balcanes y de la expansión de la Orden a finales de los siglos XVI y XVII hasta su adquisición por los Farnese.

Infante Carlos de Borbón y Farnesio
También, es digno de mención el minucioso examen que se realiza de la transferencia de la Gran Maestría de los Farnese a los Borbones y la subsiguiente sucesión dentro de la familia Borbón, todo esslo soportado por un gran cantidad de valiosos documentos inéditos.


El libro incluye más de 300 imágenes e incorpora, como apéndices, textos históricos y ensayos claves, junto con una bibliografía detallada y un índice de nombres.

martes, 7 de abril de 2020

Luciano Huidobro Serna. Sacerdote, historiador y arqueólogo



Licenciado en Filosofía y en Teología y doctor en Derecho Canónico, Huidobro fue un sacerdote que, desde su servicio a la Iglesia, dedicó muchos años al trabajo en el archivo diocesano y al estudio e investigación histórica y arqueológica.

Luciano nació en Villadiego (Burgos) el 16 de diciembre de 1874. Se formó como sacerdote y a nivel científico en el Seminario Diocesano de Burgos, entre los años 1886-1901, estos estudios los amplió en Roma con un año de especialización en Arqueología


Recibió la orden sacerdotal en Salamanca el año 1899, fue párroco durante muchos años en su pueblo natal y gran benefactor (sufragó la estatua de su paisano el P. Flórez Setién y Huidobro, -uno de cuyos hermanos, José Antonio Flórez de Setién, capitán de Caballos del Regimiento de Órdenes Nuevo, fue caballero de la Orden de Santiago- y la torre de S. Lorenzo), capellán de las Salesas de Burgos por largo tiempo y archivero diocesano. A la investigación científica y arqueológica dedicó mucho esfuerzo y años, cincuenta, y fruto de ello son los numerosos artículos (hasta 164) de arte, de arqueología... y colaboraciones que publicó en diversas revistas como el Boletín de la Real Academia de la Historia, Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos de Burgos, Vida Eclesiástica, La Hormiga de Oro, Sefarad, Príncipe de Viana y Boletín de la Institución Fernán González y su conocido libro de tres tomos Las peregrinaciones jacobeas, por el que fue galardonado con el premio del Instituto de España.

El Partido judicial de Sedano
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Su ingente labor como investigador fue ampliamente reconocida y así fue nombrado académico de la Real Academia de la Historia, de la Real Academia de Bellas Artes de S. Fernando y de la Academia de las Buenas Letras de Sevilla; académico numerario de la Institución Fernán González de la que llegó a ser vicedirector, presidente de la Comisión Monumentos de Burgos, cronista de la Provincia de Burgos y un largo etc. de reconocimientos; participó y fue socio de numerosas instituciones religiosas, benéficas y culturales. 




Escudos del linaje Huidobro, y enlaces con Arce y Bustillo, en Sedano


Nota necrológica en el diario de Burgos

Falleció en Burgos, tras una rápida enfermedad, el 16 de enero de 1958.