Político que figuró en los grupos avanzados del liberalismo y fue elegido por primera vez diputado en 1809. Fue uno de los diputados clave en el debate sobre la igualdad de las personas ante la ley que se sustanció en las cortes constituyentes de Cádiz en 1812.
Joaquín Díaz-Caneja, ministro de Gracia
y Justicia durante el gobierno de Istúriz y senador del reino, descendientes
por línea paterna de la familia del Arcediano de Villaviciosa Don Pedro Díaz de
Oseja.
Joaquín
(Florián) Diaz-Caneja y Sosa nació en Oseja de Sajambre (León), en agosto de
1777. Era hijo Tomás Díaz de la Caneja y Martino (1717-1795) empadronado como
hidalgo en Sajambre en 1780, casado en 1750 con María de Sosa y Tovar. María
había llegado a Oseja acompañando a su hermano, Joaquín de Sosa y Tovar, cura
párroco de Oseja y Soto.
Hermano
del Obispo de Oviedo Ignacio Díaz-Caneja y tío del que sería Alcalde de Oviedo
y Diputado Domingo Díaz-Caneja y Bulnes, estudia la carrera de Derecho en
Valladolid donde se doctora en 1803 para ejercer la abogacía en la Corte hasta
1809 en que es elegido diputado por su León natal a las Cortes de Cádiz. En
1812 es designado Secretario de las mismas y donde recibe, en 1813, la
certificación de haber desarrollado la práctica forense a manos de Caballero de
La Plaza. Al regreso de Fernando VII es detenido y juzgado, exiliándose a Portugal
y, después, a Francia e Italia.
En 1820 con el Trienio liberal ocupa una plaza de Oficial de la Secretaría de Despacho de Gracia y Justicia. En 1823 asciende a Oficial Mayor de esa misma Secretaría, aunque con la restauración absolutista es removido e inhabilitado por 4 años;
se traslada a Cádiz, donde ejerció la abogacía. Tras la muerte del Rey en 1833 es nombrado Subsecretario de Gracia y Justicia y, en 1835 Ministro del Consejo Real de España e Indias. El 5 de abril de 1846 alcanzará el cenit de su carrera al ser nombrado ministro de Gracia y Justicia, cargo que ocupará hasta el 28 de enero siguiente. Tras su cese ejerció de nuevo la abogacía de modo privado hasta su fallecimiento 4 años después.
En 1820 con el Trienio liberal ocupa una plaza de Oficial de la Secretaría de Despacho de Gracia y Justicia. En 1823 asciende a Oficial Mayor de esa misma Secretaría, aunque con la restauración absolutista es removido e inhabilitado por 4 años;
se traslada a Cádiz, donde ejerció la abogacía. Tras la muerte del Rey en 1833 es nombrado Subsecretario de Gracia y Justicia y, en 1835 Ministro del Consejo Real de España e Indias. El 5 de abril de 1846 alcanzará el cenit de su carrera al ser nombrado ministro de Gracia y Justicia, cargo que ocupará hasta el 28 de enero siguiente. Tras su cese ejerció de nuevo la abogacía de modo privado hasta su fallecimiento 4 años después.
El
debate de la igualdad suponía la ruptura con el antiguo régimen en tanto en
cuanto suponía la pérdida de privilegios para la nobleza y el clero. Díaz Caneja defendió la abolición de los
señoríos de nobles y alto claro y su incorporación a la nación porque no
pagaban tributos y además podían cobrarlos.
Por sus posiciones liberales fue declarado enemigo de la iglesia, a pesar de que él se manifiesta «católico ferviente». Como secretario de las Cortes de Cádiz, su firma rubrica la Constitución de 1812.
A
su regreso del exilio «amaina» sus posiciones y acaba su carrera política, cuyo
culmen fue el cargo de ministro del Consejo Real de España e Indias, en el
partido conservador.
Falleció
en Madrid, el 1 de enero de 1851. En el
año 1902 sus restos y los de su hermano, el obispo de Oviedo, Don Ignacio,
fueron depositados en la capilla de Santo Domingo de la iglesia parroquial de
Oseja de Sajambre.
Su
hermano Ignacio nació en Oseja de
Sajambre (León), en julio de 1779. Sacerdote
que llegó a ser obispo de Oviedo.
Ignacio
se traslada a vivir a Valladolid, viviendo en el monasterio de San Benito, y
estudia Teología y Filosofía doctorándose en la primera y obteniendo una
cátedra en la segunda. En el mismo Valladolid desempeñó la cátedra de Filosofía
en la Universidad, hasta que fue llamado por el obispo cuadrillero a León con
destino al Seminario Diocesano de San Froilán, donde permaneció de 1796 a 1802.
Más
tarde obtuvo por concurso el traslado a un pueblecito de León (Villabalter)
donde ejerció treinta y tres años (hasta 1834) el curato. A pesar de no haber
entrado en asuntos políticos, fue detenido por las autoridades, al ser hermano
de Joaquín Díaz Caneja (diputado en Cádiz durante 1812). Recluido en San
Raimundo de Potes y más tarde en San Francisco de León.
Catedral de San Salvador (Oviedo) |
Al terminar su condena, tras la muerte de Fernando VII, es propuesto para chantre de la catedral de León en 1834, sin haber tomado posesión y desde donde pasará al deanato de la catedral de Oviedo hasta 1836 (ese año fue elegido para el puesto de gobernador eclesiástico de la misma diócesis), siendo desterrado después a La Coruña por diferencias entre el cabildo y el gobierno. Más tarde sería promovido como obispo de Oviedo el 17 enero de 1847, tomando posesión de su cargo el 22 de julio 1848. Falleció el 20 de noviembre 1856.
Iglesia de Oseja de Sajambre |
Entre el legado que dejó D. Ignacio destaca la fundación del Seminario Diocesano de Oviedo en 1851 y la construcción de iglesia parroquial de Oseja, terminada en 1855 y costeada por él y su hermano Joaquín con unos 300.000 reales. De igual forma dejó para Sajambre 6.000 reales y una renta anual que se repartía periódicamente entre los vecinos, así como una gran cantidad de dinero destinado a la conservación de los caminos del municipio.
Su completa genealogía y otros datos se pueden consultar en:
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