viernes, 26 de octubre de 2018

Francisco de Aguirre. Conquistador de Chile. Gobernador del Tucumán


Conquistador de Chile junto con Valdivia, Gobernador y Capitán General de Chile, y Gobernador de Tucumán; fundador de la Serena, en Chile y de Santiago del Estero, "Madre de Ciudades", versión definitiva de El Barco, la primera ciudad argentina.

Monumento a F. de Aguirre en Talavera de la Reina
Francisco de Aguirre nació en Talavera de la Reina (Toledo), el año 1508, en el seno de una familia hidalga. Sus padres fueron el onubense Hernando de la Rúa Ramírez, de oficio Contador, y Constanza de Meneses Aguirre, mujer que moraba en el Casar del Ciego (hoy Casar de talavera / Toledo) donde tenía numerosas propiedades, que era bisnieta de don Juan Alfonso Téllez de Meneses, IV conde de Barcelos y I de Ourém. A pesar de la fortuna de sus padres, decidió seguir la carrera militar.

Si bien su padre y abuelo paterno utilizaron el apellido De la Rúa, Francisco siempre utilizó el apellido Aguirre que probablemente habría sido el apellido materno de su padre o el de su madre. Para entonces, era frecuente en España tomar y portar el apellido que se considere más honroso de alguno de sus ascendientes.

Se incorporó muy joven a las tropas imperiales del emperador Carlos V, participando en la toma de Milán (1521), la batalla de Pavía (1525) en la que los soldados de Carlos V derrotaron a los franceses y aprehendieron al rey Francisco I de Francia, y el asalto a Roma (1527). Volvió a Talavera donde casó con doña María de Torres Meneses, su prima hermana, tras obtener dispensa papal de Clemente VII al evitar el asalto a un convento en el saco de Roma, emparentada en Puente del Arzobispo, con la que tuvo cinco hijos.

Era un hombre de gran energía, orgulloso e irascible. Leía y escribía correctamente. No era amigo de la religión, a la que solía referirse con cierta irreverencia, lo que fue excusa para que al final de su vida algunos de sus enemigos urdieran contra él un enredoso y prolijo proceso inquisitorial, que entorpeció algunos años su labor conquistadora y colonizadora. A varios de sus hijos impuso nombres poco usuales en la España de aquella época. Valeriano, Marco Antonio, Florián, Nicolás, Gracián, Eufrasia y Petrona. De su esposa legítima le vivieron 5 hijos. Pero en Las Indias procreó más de 50 mestizos. Su hijo mayor fue Hernando de Aguirre, eficaz colaborador de su padre en las tareas de conquista, litigios y gobernación.

Pasó a Las Indias en 1536, según se deduce de lo que él mismo escribió con altivez de hidalgo al virrey don Francisco de Toledo en 1569: “Pasan de treinta y tres años los que ha que vine a este reino, y no desnudo, como otros suelen venir, sino con razonable casa de escudero y muchos arreos y algunos criados y amigos”.


Aguirre, llegado a Las Indias en 1534, de Cuba pasó al Perú y se puso al servicio de Francisco Pizarro en las campañas del Perú, donde encontró a Pedro de Valdivia, a quien acompañó en su expedición de conquista de Chile en 1540; ayudó al capitán Diego de Rojas a dominar y poblar la Provincia de Charcas, donde fue durante dos años teniente. Hombre de confianza de Valdivia, pronto alcanzó un lugar prominente en la incipiente colonia, siendo protagonista principal de la organización y la defensa y el primer alcalde ordinario del primer cabildo de Santiago (1541, y en 1545 y 1549).



Entre otras cosas refundó La Serena, en Chile, en 1549, que había sido destruida por los indígenas. Teniente general de La Serena, el gobernador le encargó en octubre de 1551 la toma de posesión de Tucumán al otro lado de la cordillera, tras disputar esta zona a Juan Núñez de Prado (fundador del primer asentamiento: El Barco en 1550), que desconocía la autoridad de Valdivia. Dos años más tarde, en 1553, funda el tercerasentamiento de la ciudad Barco III, actualmente Santiago del Estero (del Nuevo Maestrazgo), en Argentina, siendo esta, la provincia y la ciudad más antigua del territorio nacional argentino. Dispuso y ordenó a su sobrino Diego de Villarroel (de Puente del Arzobispo) la fundación de San Miguel de Tucumán.

Pedro de Valdivia
Mientras Aguirre fundaba Santiago del Estero, Valdivia moría en la batalla de Tucapel (Chile) y en su testamento señalaba al talaverano como sucesor en la gobernación. Así pues, Francisco de Aguirre se proclamó Gobernador de Chile, pero la Audiencia de Lima, que tenía que hacer el nombramiento oficial, prefirió nombrar a Francisco de Villagra. Fue el comienzo de una larga disputa y entretanto llegó un nuevo virrey, el marqués de Cañete, Andrés Hurtado de Mendoza, que nombró a su propio hijo García de Mendoza gobernador de Chile (1556). Tuvo varios problemas con la Justicia y con la Inquisición, siendo arrestado y sufriendo prisión por ello.

El 14 de octubre de 1552, el Gobernador de Chile, Pedro de Valdivia, deseando prolongar su obra, dicta una provisión ampliatoria con el fin de fijar su propia sucesión. Establece que, en caso de que Dios dispusiera de su persona, su esforzado vasallo Aguirre dejaría de ser lugarteniente, pasando a ser Gobernador de Barco, La Serena y los territorios que, dentro y aún fuera de los límites establecidos, pudiese conquistar y poblar de cristianos. La eventual gobernación de Aguirre, por añadidura, sería independiente de cualquier futuro Gobernador de Chile.

Encomendero en Santiago, Cachapoal y Copiapó; Aguirre, a pesar de permanecer en Chile, se ocupó de Santiago del Estero; mandó a los vecinos repetidas veces alimentos, municiones y árboles frutales desde su finca de Copiapó, y fueron en su nombre los capitanes Rodrigo de Palos y Juan de Cusio con tropa para protegerles, reducir indios y fundar un pueblo de españoles en el valle de Conando. En cuanto a su situación personal dentro del país, sintiéndose agraviado por la disposición de la Audiencia que anuló el nombramiento de Valdivia, y más aún por la designación hecha por el Virrey del Perú. En 1559, Aguirre regresó a Chile, estableciéndose en La Serena con su familia, y después de numerosas solicitudes, consiguió que el 22 de junio de 1563 el Rey lo nombrara como Gobernador de Tucumán. Dos meses después, aquella provincia sería separada de Chile.

Retrato figurado de Francisco de Aguirre
Indignado por lo que entendía que era burla y usurpación, protestó ante el Virrey y ante la Audiencia de Lima y escribió quejándose a Su Majestad el 6 de abril de 1558. Cuando murió el Virrey Marqués de Cañete, el 14 de septiembre de 1561, Aguirre ganó el pleito y la Audiencia obligaba a Don García de Mendoza a devolverle los bienes secuestrados y además 42.000 pesos en oro. Pero Aguirre nunca cobró la deuda pues el Virrey Mendoza había regresado a España.

Era un hombre de gran aliento. Suya fue la idea y el proyecto de fundar una ciudad en el Puerto de Santa María de los Buenos Aires, pero una conjura de soldados enemigos le ocasionaron un pleito con la Inquisición y encarcelamiento… todo lo cual le amargó los últimos años de su vida. En 1575, Aguirre volvió a la ciudad de La Serena para pasar sus últimos años de vida; ese mismo año, el gobernador de Chile Rodrigo de Quiroga le concedió el señorío del valle de Copiapó. Murió en La Serena, rodeado de tribus indígenas que le veneraban, a los 73 años de edad, en 1581.

  

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