Extremaño, miembro de la hueste de conquista de Hernán Cortes. Esposo de doña Marina “la Malinche”. Fundador de la ciudad de Tepeaca (México).
Juan
Jaramillo nació en el último tercio del siglo XV en la entonces villa de Villanueva
de Barcarrota (Badajoz / Extremadura), hijo del hidalgo Alonso Jaramillo y Mencia de
Matos y viajó, junto a ellos, a Santo Domingo en la flota del Comendador Mayor
Nicolás de Ovando, en 1502.
Su
padre jugó un destacado papel en la represión de las rebeliones de Higüey y
Xaragua, ocurridas entre 1504 y 1505. Pese a la buena posición social lograda
en la Española, la familia Jaramillo decidió marcharse a la isla de Cuba. Allí,
Juan Jaramillo entabló una fructífera y dilatada amistad con Hernán Cortés que
duró prácticamente toda su vida. Desde entonces, se convirtió, al igual que el capitán Gonzalo de Sandoval, en su mano
derecha luchando junto a él tanto en la derrota de la Noche Triste como en la
decisiva batalla de Otumba. En “la noche triste” -el 30 de junio de 1520-, se quedó al cargo de los
españoles llegados a Tacuba
De
él dice Bernal Díaz del Castillo en su libro; “Historia verdadera de la
conquista de la Nueva España”; pasó un Juan Jaramillo capitán que fue de un
bergantín cuando estábamos sobre Méjico 1521; fue persona preeminente, murió de
su muerte”.
Cortés recibe 20 doncellas como presente de los caciques (grabado idealizado) |
Una
vez sometida la capital azteca, en el mismo año de 1521, se dirigió junto a
Pedro de Alvarado a la conquista de la región de Tutepeque donde, por
delegación expresa de Hernán Cortés, fundó la villa de Segura de la Frontera,
estableciéndose temporalmente allí como su primer alcalde mayor.
Originariamente erigió allí una fortaleza para defenderse de posibles
rebeliones indígenas; sin embargo, debido a las circunstancias bélicas del
momento, la villa debió ser abandonada. Cuando, pasado un tiempo se repobló de
nuevo, se decidió cambiar el nombre por el indígena de Tepayacac, actualmente
Tepeaca, en el estado de Puebla (México).
Pero
su actividad no acabó ahí y Jaramillo no tardó en enrolarse, esta vez con el
rango de alférez general, en las operaciones para conquistar las regiones de
Pánuco, Oaxaca y Honduras.
El
agradecimiento de Hernán Cortés a su fiel compañero de tantas batallas fue tal
que, en el año 1523, le asignó la encomienda de Xilotepeque*, un pueblo
indígena ubicado a doce leguas de México, con 18.000 tributarios, lo que le
reportaba 17.000 pesos al año, mucho más que ninguna otra encomienda.
*Xilotepeque era una de las mayores
encomiendas concedidas en América, lo que le convirtió de hecho en uno de los
hombres más ricos de Nueva España, después del propio Hernán Cortés. Además,
éste le cedió a su íntima colaboradora, la india doña Marina, a pesar de que
acababa de tener un hijo con ella, Martín Cortés, nacido en 1522 y legitimizado
por bula papal en 1529, del que se dice que sería el primer mestizo en Nueva
España. Añadido a todo esto, le nombró Regidor de México en 1524.
Así,
en la expedición de Honduras, Doña
Marina se casó con Juan Jaramillo, que al parecer estaba bebido según el
cronista Francisco López de Gomara, en 1524, aceptando resignada a su nuevo marido,
tanto es así que, en 1523, al ver a sus padres que la habían vendido años antes
como esclava, afirmó lo siguiente:"Os perdono y os estoy agradecida
porque, gracias a vosotros, soy cristiana, tengo un hijo del señor Cortés y
estoy casada con un caballero como es mi marido, Juan de Jaramillo".
Doña Marina, fue “gran señora cacica de
pueblos y vasallos” más conocida en aquellas tierras como; “La Malinche”. Los
caciques principales trajeron como presente veinte mujeres para repartir entre
los capitanes, entre ellas estaba la cacica, una tal Malinaalli Tenépatl, que
una vez bautizada se le puso por nombre Doña Marina. Esta quedó con Cortés como
concubina, fue de gran utilidad como “traductora” del idioma maya que no
entendían los españoles al náhuatl. Cortés había prometido a Doña Marina la
libertad y, tras obtenerla, se casó con un hidalgo que se decía Juan Jaramillo.
En
1526 fue nombrado alcalde ordinario de México, y también en 1539, Fundó la
Cofradía del Espíritu Santo. Se le dio casa y jardín en México, también la
nueva encomienda de Olucia y Tetiquepa. Tuvo una hija con Doña Marina: María.
Después de la muerte de Doña Marina se volvió a casar con Beatriz de Andrade, hija
de Leonel de Cervantes, comendador de Santiago, uno de los grandes capitanes
que acompañaron a Cortés en la gesta de la conquista, y nieta de Gonzalo de
Andrade, con la que no tuvo hijos. A su muerte, en la ciudad de México, en
torno a 1550, Jaramillo dejó dos tercios de su inmensa fortuna a su esposa, que
casó con Fernando de Velasco, hermano del virrey, y un tercio a María, que
contrajo matrimonio años más tarde con Luis de Quesada.
**Existe un documento escrito en México
muy importante y poco conocido en el Archivo de Indias (Patronato. Est. 1. Caja
2. Leg.3), de los años 1542 al 1552 en que dura el pleito, que fue recogido en
el capítulo 41 de la Colección de Documentos de Indias (188-191), que nos habla
de la hija que tuvo la Malinche con este capitán. En este pleito que tiene la
hija de la Malinche, doña María Jaramillo y su marido Luis Quesada con su padre
Juan y su segunda mujer “Doña Beatriz” se queja la hija legítima de no recibir
más de una tercera parte de la herencia que la correspondía y de que las otras
dos terceras partes de su herencia “contra toda orden y derecho” fuesen a parar
a su madrastra.
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