viernes, 3 de abril de 2020

El Príncipe de Aracena y el Príncipe de Villena. Dos excepciones... de cuatro



Continuando con la entrada anterior sobre el Príncipe de la Paz y el Príncipe de Vergara, en esta hablamos sobre el Príncipe de Aracena y el Príncipe de Villena, que son las cuatro excepciones en el Derecho Nobiliario español para la denominación de "príncipe".

Príncipe de Aracena

Se conoce como Principado de Aracena a un señorío jurisdiccional, otorgado en 1640, por el Rey Felipe IV al Conde-duque de Olivares, en premio a sus servicios.

Además de los dos referidos Principado de la Paz y Principado de Vergara, comentados en una entrada anterior, puede hacerse referencia lo que se conoce como el “Principado de Aracena”, un señorío jurisdiccional otorgado en 1640 por el Rey Felipe IV al Conde-Duque de Olivares, como premio por su labor realizada en el sitio de Fuenterrabía, de 1638, llevado a cabo por las tropas francesas. Su nombre se refiere al municipio andaluz de Aracena, actualmente en la provincia de Huelva.

Felipe IV regaló al Conde-Duque de Olivares, don Gaspar de Guzmán, “la dicha villa de Aracena, con todas sus aldeas, término y jurisdicción, que es el dicho partido de Andalucía” (Pérez-Embid, Aracena y su Sierra, Huelva, 1995, p.266). De esta forma se creó el señorío de Aracena, luego convertido en principado de Aracena bajo la casa de Altamira, que duró hasta su abolición por las primeras cortes de Cádiz en 1812.


Aunque no fue un principado en sentido estricto sino un señorío jurisdiccional, se le dio dicha denominación tanto en documentos reales (concretamente en el privilegio de villazgo de Castaño del Robledo, dado por Carlos II el 27/III/1700 y fechado en San Lorenzo el 19/IV/1700)  como en la lista de títulos de sus sucesivos propietarios. Y después de la muerte del Conde-Duque, en 1645, pasó a pertenecer su pariente, el Conde de Altamira, don Gaspar de Moscoso Osorio y Sandoval, que también poseía en aquellos momentos los títulos de Marqués de Astorga y Marqués de Ayamonte.

Después de ser confirmada en su posesión a Castilla por el tratado de Alcañices, Aracena se constituye en Real Priorato durante el siglo XIV, dependiente de la corona, hasta que un avance de la jurisdicción señorial en los siglos XVI y XVII, la enajenan del patrimonio real. En 1640, Aracena y sus aldeas forman parte, en calidad de señorío, de la jurisdicción del Conde Duque de Olivares para depender durante el siglo XVIII del Conde de Altamira quien se intitula Príncipe de Aracena.
Nota: El Conde de Altamira confundió, no se sabe si por error o con “sana” intención, la descripción de Priorato, “que es el distrito o territorio en que tiene jurisdicción el Prior”, con un Principado, que tiene otra, y se convirtió por intitulación en Príncipe de Aracena, y por lo tanto Aracena ya no era un Priorato, sino un Principado.


Memorial Histórico Españo. RAH, Tomo XXXI. 1984, pp. 74-75

Este titulo de Príncipes de Aracena, lo mantuvieron los Condes de Altamira hasta que desapareció en 1812 y, en 1833, con la nueva división administrativa que tuvo todo el País, Aracena fue segregada de Sevilla, para pasar a formar parte de la provincia de Huelva.


Príncipe de Villena

Otro título de príncipe, no heredero de la Corona de España, es el de "Príncipe de Villena", título, que dio en 1334 el Serenísimo Rey Don Alfonso II de Valencia y IV de Aragón a Don Juan Manuel (1282-1384), nieto del Rey Don Fernando el Santo de Castilla, título que le fue confirmado el 15 de marzo de 1336 en Zaragoza, constituyéndose así en el primer principado que se erige en España.


Don Juan Manuel






A primeros de 1334 el señor de Villena solicitó a Alfonso de Aragón aproximarse a las fronteras del reino de Valencia para tener vistas con él, que se celebraron el 3 de marzo en Castellfabib. En ese encuentro entre ambos, al que asistieron importantes consejeros del rey –el infante Pedro, conde de Ribagorza, Jaime y Pedro de Jérica, Ramon Cornel, Gonçalvo Díaz de Arenós y Bernat de Sarrià– se cerró una alianza entre ellos sobre la base de un acuerdo matrimonial de nuevo entre Constanza Manuel y el infante Fernando, hijo de los reyes de Aragón.



La maniobra política, sin duda, vendría avalada por la ambiciosa reina Leonor, que tras vincular a su hijo el título de marqués de Tortosa, el señorío de Albarracín y la práctica totalidad de las tierras incorporadas a la Corona de Aragón tras los acuerdos de 1304, con esta alianza conseguía la tranquilidad de su hermano en Castilla y la posibilidad de un incremento patrimonial de su hijo en ese ámbito fronterizo, perjudicando con ambas cosas los intereses del primogénito de Alfonso IV. El colofón a ese acuerdo fue la concesión hereditaria a Juan Manuel del título de príncipe de Villena, en atención a su regio origen y a su relación con la casa de Barcelona y con él mismo. El título convertía en principado los dominios manuelinos bajo jurisdicción del rey de Aragón, con Villena como capital.

Juan Manuel,hijo de Juan Manuel Infante de Castilla y León, señor de Escalona y de Peñafiel y su segunda esposa Béatrice de Savoir, se mostró muy agradecido de poder nominarse daqui delant principe de Villena e de la otra tierra que jo he en el vuestro senyorio, reconociendo que tal honor no llevaba implícito, como seguramente había pretendido, fazer ninguna moneda en la dicha nuestra tierra del vuestro senyorio.

Armas del Infante don Juan Manuel


El conde Lucanor es una obra narrativa de la literatura castellana medieval escrita entre 1331 y 1335 por Don Juan Manuel, Príncipe de Villena.

El señorío de Villena, se forma entre 1252, año en que muere Fernando III de Castilla, y 1256, a favor de su hijo el Manuel de Castilla, i señor de Villena, con las poblaciones de Tierra de Jorquera. Hellín, Tobarra, Almansa, Yecla, Sax y Villena, lo que fue conocido como Tierra de don Manuel.

El sector norte del señorío, la llamada Tierra de Alarcón e Iniesta, que era tierra de realengo, fueron posteriormente incorporadas al señorío de Villena por su hijo y sucesor el infante Don Juan Manuel, ii señor de Villena. 

El infante don Juan Manuel, ejerció su señorío como un auténtico príncipe soberano, intitulándose sucesivamente señor, príncipe y duque de Villena.

Aunque solo el título de señor, tenía un fundamento jurídico y territorial, en Castilla, y el único que se le ha reconocido históricamente, el hecho de intitularse también príncipe y duque de Villena, tuvo su origen en que, en el año 1333, el rey de Aragón Alfonso IV le otorgó el privilegio y rango de principado a su señorío de Villena, y posteriormente Pedro IV de Aragón, le otorgó el título de duque en 1336.

Para saber mas
 

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