Fundador de la Ciudad de Todos los
Santos de la Nueva Rioja, en Argentina.
Su
nombre completo era Juan Ramírez de la Piscina y Velasco y Ábalos de la Calle.
Nació hacia 1535, en Estollo, en el valle de San Millán de la Cogolla (La Rioja), de una familia hidalga (divisero de la Casa y Solar Real de la
Piscina) que provenía de las villas de Jubera y de Ocón. Sus padres fueron Juan
Ramírez de la Piscina y Ábalos (1510-1559) y María de Velasco de la Calle. Hacia
1563 se casó, en Sevilla, con Catalina Ugarte de Velasco, de la cual tuvo tres
hijas y dos hijos.
Escudo de los Ramírez de Velasco,
realizado por el Heraldista Luis Mc Garrell Gallo
A
los 16 años se enroló en el ejército que marchaba a Italia, participando
después en las guerras en Flandes. Tomó parte en el asalto de Roma y en las
batallas de Siena y Milán, para luego prestar servicio durante más de una
década en los Tercios de Flandes. Combatió al lado de Don Juan de Austria en la
Guerra de las Alpujarras.
Atravesó cuatro veces el Atlántico al mando de galeones, custodiando flotas mercantes,
y llegó a ostentar el cargo de general de tierra y mar.
En 1535 Felipe II le designó, por sus
muchos y apreciables servicios, gobernador de Tucumán, abandonando España el 30 de septiembre. Durante la
travesía el convoy sufrió un ataque de piratas ingleses del cual salió
victorioso. Tras una larga travesía por el continente suramericano llegó a
Santiago de Estero, sede del gobierno de Tucumán, en junio de 1586, donde
permaneció como gobernador hasta marzo de 1593.
El 20 de mayo del año 1591 fundó la
ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja, llamada La Rioja y capital de la
provincia argentina del mismo nombre.
Según las
crónicas, al frente de un convoy integrado por medio millar de soldados y
aborígenes, 750 caballos de guerra y carga, y de 4000 cabezas de ganado,
Ramírez de Velasco eligió una zona con agua, pasto y leña.
Seguidamente,
y en nombre de la Corona española, ordenó pasear el estandarte real por la zona
donde se levantaría la plaza mayor, clavó en ella el rollo y declaró fundada la
ciudad, a la que bautizó con el ya citado nombre de Ciudad de Todos los Santos
de la Nueva Rioja.
En
1592 fundó la efímera ciudad de Nueva
Madrid, y, en 1593 por medio de don Francisco de Argañarás y Murgía, la
ciudad de San Salvador de Velasco en
el valle de Jujuy.
La
reconocida gestión en el Tucumán y el talante conciliador que mostró tener
Ramírez de Velasco fue lo que seguramente decidió al virrey del Perú, García
Hurtado de Mendoza, a designarle como gobernador
de Paraguay en 1595, donde era necesario un mandatario de sus
características para tratar de apaciguar las continuas pugnas que surgían entre
los españoles. Ramírez de Velasco falleció en la actual ciudad de Santa Fe en
1597, mientras viajaba desde Charcas con destino a Buenos Aires.
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