lunes, 24 de marzo de 2025

Jerónimo Sánchez de Carranza. Militar y escritor. El padre de la esgrima española

 

Famoso esgrimidor, fue considerado el inventor de la ciencia de la esgrima por muchos autores, esgrimistas y maestros de este arte, de su época y posteriores a ella.


Jerónimo Sánchez de Carranza nació en Sevilla hacia 1539/1540, en el seno de una familia hidalga. En Sanlúcar tuvo como pareja a Catalina Pérez de Aguilar, con la que tuvo varios hijos pero nunca contrajo matrimonio. Dos de sus hijos lo acompañaron a Honduras: Gil Sánchez de Carranza, el mayor, que murió regresando de Filipinas en 1606; y Jerónimo Sancho de Carranza.

La historiadora Mary Dill Curtis, afirma que la familia Carranza, formada por Juan de Carranza y María Ortiz habían llegado a Sevilla provenientes del valle vasco del mismo nombre, estableciéndose en Sevilla en la parroquia de San Román, aunque otros afirman que era una familia originaria de “la Montaña”.

Carranza cursó estudios universitarios en esta ciudad y en Salamanca. Aunque en Sevilla se relacionó con los principales nobles, sobre 1566, la condesa de Niebla Leonor de Zúñiga y Sotomayor, regidora de la casa de los Medina Sidonia ante la minoría de edad de su hijo, se lo trajo como criado para su corte en la villa de Sanlúcar de Barrameda. Así fue como entró al servicio del VII Duque de Medina Sidonia, Alonso Pérez de Guzmán, en Sanlúcar de Barrameda.

Retrato del VII Duque de Medina Sidonia

Participó junto al Duque en la invasión del Algarve, parte de la campaña militar que llevó a Felipe II de España al trono portugués. Por sus servicios, Carranza fue nombrado comendador de la Orden del hábito de Cristo. En 1584 se trasladó a Madrid para probar suerte en la Corte. Cinco años más tarde fue nombrado gobernador de la provincia de Honduras, uno de los territorios más conflictivos de las Indias. En Honduras se enfrentó con el tesorero Gregorio Santiago, al que acusó de corrupto, y con el obispo de Comayagua, Gaspar de Andrada. En 1595 derrotó a un contingente de corsarios franceses que habían desembarcado cerca de Puerto Caballos. Terminado su mandato en 1596, pasó a ocupar el cargo de justicia en la ciudad de Santiago de Guatemala, donde probablemente murió hacia 1608.

Obra literaria

«Compendio de la filosofia y destreza de las armas de Geronimo de Carrança»

Esta obra tuvo tal importancia, que ya en el Siglo XVII ser “un Carranza” significaba ser diestro con la espada. De esta manera, la fama de Carranza como maestro fue tal, que hasta el propio Miguel de Cervantes lo citó en sus obras, elogiándole en el Canto de Calíope.

Su obra principal, De la Filosofía de las Armas y de su Destreza y la Agresión y Defensa Cristiana, publicada en Sanlúcar de Barrameda en 1582, tras varios años de redacción, sienta las bases de un sistema teórico y filosófico de esgrimir las armas que fue posteriormente condensado y ampliado por Luis Pacheco de Narváez, denominado Verdadera Destreza.

Carranza fue quien dotó a la Destreza de unos principios técnicos, tácticos y metodológicos, por su forma de concebir este nuevo arte, así como que por la manera en que estableció sus teorías hizo que la Destreza que se practicaba en España disfrutara de una estructura interna coherente que perduró a través de los años.


Dicho tratado de esgrima consta de cuatro diálogos, tratando el primero de los fundamentos, el segundo de la hipocresía de los bravos, el tercero de las causas y efectos naturales de la destreza y el cuarto del estudio del honor, de su ganancia y de su pérdida, así como las doctrinas de la defensa y la ofensa.

Según Carranza, la ciencia está en las cosas, el conocimiento precede al amor, el entendimiento humano es un espejo de las cosas reales; pero la verdad y el error no se hallan en el objeto, sino en el sujeto. La verdad es la propiedad del ser natural relacionada con el entendimiento, se refiere a lo universal, no a lo particular, y reside primordialmente en Dios. Los versos de su autoría que se incluyen en su trabajo, dirigidos al Duque de Media Sidonia, demuestran su capacidad como poeta. 


Discípulo aventajado suyo fue Luis Pacheco de Narváez. Nacido en Baeza, en 1570, cursó la carrera de las armas, llegando a ser sargento mayor en las islas Canarias, más concretamente en Fuerteventura y Lanzarote. En 624, se convierte en maestro mayor de esgrima de Felipe IV.

La Verdadera Destreza será impulsada en el siglo XVI principalmente por Pacheco de Narváez en su obra Libro de las Grandezas de la Espada, cuya doctrina se caracterizó por la introducción de principios científicos y la escasa o inexistente adopción de nociones extranjeras, y ya, en el XVII, por:

 

Francisco Antonio de Ettenhard y Abarca (Madrid, 1650-1701) fue un noble y militar. 

Considerado como uno de los cuatro grandes maestros de la escuela de la Verdadera Destreza de las armas española. Publicó en 1675 el Compendio de los fundamentos de la verdadera destreza y filosofía de las armas. Además, escribió el Diestro italiano y español, impreso en 1697.

Fue caballero de la Orden de Calatrava, sirvió desde sus primeros años al rey Carlos II como Capitán Teniente de su Real Guardia Alemana hasta que dicha guardia fue reformada por el monarca Felipe V. Desde entonces se dedicó completamente a las artes que hasta ese momento había cultivado como aficionado, la pintura y la esgrima, disciplina esta última que dominó hasta el punto de tener una academia en su casa.

Para saber más 

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