Los tartanes escoceses, conocidos por sus distintivos patrones de cuadros y colores, son símbolos de identidad profundamente arraigados en la cultura de Escocia. Estas telas, tradicionalmente asociadas con clanes y familias, poseen una rica historia que entrelaza elementos de tradición, identidad y, en algunos casos, simbolismo heráldico.
La heráldica, el sistema de identificación mediante escudos de armas y emblemas, comparte con los tartanes un propósito común: representar linajes, territorios y asociaciones. Esta entrada explora las conexiones entre ambos sistemas, destacando cómo los tartanes pueden considerarse una extensión textil de la heráldica.
José Manuel Huidobro (Edimburgo/Escocia) |
El tartán, de lana, tal como se conoce
hoy, se desarrolló durante siglos en las Tierras Altas de Escocia. Aunque los
patrones a cuadros han existido en muchas culturas, el tartán escocés se
caracteriza por su estructura específica: un diseño cuadriculado formado por la
repetición de líneas horizontales y verticales de diferentes colores.
Los registros más antiguos datan del siglo XVI*.
Escoceses de distintos clanes ataviados con tartanes |
Durante los siglos XVIII y XIX, especialmente después de la prohibición de las prácticas tradicionales escocesas tras la Rebelión Jacobita de 1745, los tartanes adquirieron una nueva dimensión simbólica. Con el renacimiento del interés por la cultura escocesa en la época victoriana, se estableció la idea de asignar tartanes específicos a clanes y familias. Este proceso, aunque en gran medida un fenómeno moderno, reforzó la conexión entre el tartán y la identidad familiar, similar a la función de los escudos de armas en la heráldica. El característico tejido con el que se confecciona el kilt es el tartán.
Se dice que dos comerciantes ingleses establecieran la relación
(falsa) de los clanes con el tartán sobre 1840. Los hermanos Sobieski
Stuart afirmaban ser descendientes del derrotado Estuardo (Stuart) y mezclaron elementos reales y otros propios para relacionar cada estampado con un clan, dando lugar a
una floreciente industria gracias a la nostalgia de los descendientes
de escoceses en todo el mundo, que así se vinculaban a su tierra. Pero si todos los MacDonalds o Campbell vestían estampados en
azul, negro y verde es porque en las tierras donde vivían, en el oeste,
estos eran los tintes más abundantes.
En Escocia, la heráldica desempeñó un papel clave en la identificación de clanes y familias nobles. Al igual que los tartanes, los escudos de armas se convirtieron en emblemas de orgullo familiar y territorial. Tradicionalmente fabricado con lana, este tejido fuerte y resistente era el preferido por los habitantes de las Highlands (o Tierras Altas), las sociedades de clanes del norte de Escocia, en su mayoría de habla gaélica. A mediados del siglo XVIII, el atrevido estampado se convirtió en un símbolo de lealtad a Carlos Eduardo Estuardo, más conocido como Bonnie Prince Charlie, que dirigió un ejército de rebeldes del tartán conocidos como jacobitas contra Inglaterra en 1745. Este fue el último de una serie de levantamientos jacobitas -las escaramuzas se habían sucedido desde el acta de Unión de Inglaterra y Escocia en 1707- que intentaron derrocar del trono al rey protestante Jorge II y restaurar la casa católica de los Estuardo, originaria de Escocia. Fue prohibido por el gobierno británico tras la derrota escocesa en la batalla de Culloden en 1746 (la prohibición fue levantada en 1782), y reivindicado a principios del siglo XIX, gracias a obras como las del escritor/novelista del Romanticismo Sir Walter Scott.
Jorge IV vestido con kilt en su visita a Escocia en 1822 |
Representación de identidad familiar
Ambos sistemas sirven como marcadores de identidad. Mientras que los escudos de armas utilizan símbolos gráficos en un contexto formal, los tartanes lo hacen mediante patrones textiles que se exhiben en contextos más cotidianos. Sin embargo, ambos comunican lazos familiares, regionales o sociales. Por ejemplo, el tartán del Clan MacGregor, con su característico patrón rojo, verde y azul, es tan reconocible como el escudo de armas del clan. Ambos son símbolos de pertenencia y orgullo colectivo.
Regulación y exclusividad
Así como los
escudos de armas están regulados por instituciones como la Court of the Lord
Lyon, los tartanes también están sujetos a cierto control. Aunque no existe
una regulación oficial estricta para todos los tartanes, el Registro Escocés de Tartanes mantiene un archivo oficial de patrones registrados. Al igual que en la
heráldica, la apropiación indebida de un tartán asociado a un clan o familia
puede considerarse una falta de respeto.
Distribución de clanes en Escocia |
The Scottish Register of Tartans fue establecido por una ley del Parlamento escocés en noviembre de 2008 y lanzado el 5 de febrero de 2009. Los miembros del parlamento escocés votaron a favor de constituir un registro escocés único e independiente de tartanes para promover y conservar información sobre tartanes históricos y contemporáneos de Escocia y de todo el mundo. Es administrado por los registros nacionales de Escocia con el asesoramiento de la Corte de Lord Lyon y representantes de la industria del tartán escocés. Se estima que hay de 3500 a 7000 diferentes, y alrededor de 150 diseños nuevos cada año.
Tartanes como heráldica textil
La relación entre tartanes y heráldica puede entenderse mejor a través del concepto de "heráldica textil". Los tartanes, como los escudos de armas, cumplen funciones heráldicas al identificar a un grupo específico y reforzar lazos de lealtad y pertenencia. Además, en algunos casos, los diseños de tartanes se inspiran directamente en elementos heráldicos.
Por ejemplo, algunos tartanes incorporan colores o diseños que reflejan los escudos de armas del clan. El tartán del Clan Stewart, uno de los más antiguos, utiliza el rojo y el verde, que también están presentes en el escudo de armas de la familia real escocesa.
Usos modernos y significado cultural
En la actualidad, tanto los tartanes como la heráldica se utilizan en ceremonias, eventos oficiales y como parte de la identidad visual de Escocia. Los tartanes aparecen en uniformes, banderas y souvenirs, mientras que los escudos de armas siguen siendo emblemas de instituciones y familias. La combinación de ambos sistemas puede observarse en eventos como el “Gathering of the Clans”, donde los participantes exhiben tanto tartanes como escudos heráldicos.
En un contexto global, los tartanes han trascendido su origen escocés para convertirse en símbolos de estilo y tradición. Sin embargo, su conexión con la heráldica mantiene su relevancia, especialmente para las familias y organizaciones que buscan preservar su legado histórico.
A partir de 1920 surge el Nova Check, como el forro interior de la famosa gabardina Burberry
La relación entre los tartanes escoceses y la heráldica demuestra cómo los símbolos visuales pueden evolucionar para reflejar identidades colectivas. Ambos sistemas comparten una base común en su función de representación y orgullo cultural, aunque se expresan en medios diferentes: los tartanes en tela y la heráldica en escudos. Juntos, forman un rico tapiz de la tradición escocesa, una conexión tangible entre el pasado y el presente que sigue inspirando tanto a escoceses como a admiradores de su cultura en todo el mundo.
El tartán Balmoral Glen Gelder, diseñado por la Scottish Tartans Authority, utiliza los colores y tonos específicos del tartán del rey Carlos III que la autoridad presentó al monarca el año pasado. El nuevo tartán, anunciado mientras el Rey celebra su 76 cumpleaños, se utilizará para el mobiliario y los uniformes del personal del Castillo de Balmoral y en una gama limitada de productos que estarán disponibles para el público.
*El patrón del nuevo diseño se basa en una pieza única de tartán rural de las Highlands descubierta en Glen Affric, al oeste del famoso lago Ness. Data de alrededor de 1500 a 1600 d.C. y es el espécimen superviviente de tartán verdadero más antiguo encontrado en Escocia.