Dramaturgo español. Bajo la protección
del duque de Alba, ingresó en la Academia Española y en la de San Fernando,
pero fue encarcelado en Orán debido a los sarcasmos que dirigió contra el conde
de Aranda. Más tarde fue desterrado a Granada y sufrió siete nuevos años de
presidio, tras lo cual se trasladó a Madrid, y estrenó su famosa obra “Raquel”.
Vicente Antonio García de la Huerta y Muñoz nació en Zafra
(Badajoz) en 1734 en el seno de una familia hidalga, por ambas ramas, originaria
de San Martín de Villafufre en el valle
de Carriedo (Santander) y falleció en Madrid en 1787 Hijo de don Juan Francisco
García de la Huerta y de doña María Muñoz Asenjo.
En
1737 se traslada con la familia a la localidad de Aranda de Duero (Burgos) y
allí pasará la infancia y primera juventud hasta que diez años más tarde la familia
se traslada a Madrid y Vicente parte en 1747 para Salamanca para emprender los
estudios universitarios, donde residía su tío Joaquín García de la Huerta, abogado
de los Reales Consejos y tutor de nuestro poeta por aquellos años..
En
el año 1757 se traslada a Madrid y bajo la protección del duque de Alba llega a
ser oficial primero de la Biblioteca Real. Este mismo año contrae matrimonio
con Gertrudis Carrera y Larrea. Consigue un gran prestigio social sobre todo
tras ser nombrado archivero del duque de Alba y miembro de las Academias de la
Historia y de San Fernando.
Tras
el motín de Esquilache, en marzo de 1766, reinando Carlos III, por ser un
posible instigador del mismo, huye a París donde es espiado por la Embajada e
interceptan su correspondencia. El enfrentamiento con el conde de Aranda,
presidente del Consejo de Castilla le provoca no pocos sinsabores. La posible
relación del conde con la mujer de García de la Huerta y unas coplas,
atribuidas sin razón a de la Huerta motivan su destierro de la corte primero al
Peñón de la Gomera, luego a Granada (donde estuvo dos años) y después en el Peñón y más tarde en Orán
(siete años) donde compone "Raquel", su primera y más destacada obra.
En
1777, con la llegada del conde de Floridablanca como sustituto del de Aranda,
termina el destierro de García de la Huerta. Se instala en Madrid y recupera su
antiguo trabajo de bibliotecario de la Biblioteca Real, aunque sufre ciertas penurias económicas. Estrena “Raquel”, con
un gran éxito de público y reconocimiento de sus méritos literarios,
considerada como la mejor muestra del teatro neoclásico español. Publicó
también Agamenón vengado, adaptación de la Electra de Sófocles, y tradujo a
Voltaire.
Editor
de una poco acertada antología del teatro español en 16 volúmenes (Teatro
español, 1785-1786), se le reprochó su supuesta falta de formación intelectual.
A pesar de su escasa obra poética, parte de la crítica considera a García de la
Huerta un destacado precursor del romanticismo español, debido a la fuerza de
carácter que imprimió a sus personajes, algo alejados ya de la normativa
clasicista.
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