lunes, 8 de enero de 2024

Baltasar Gracián. Autor de "El Criticón"

 

Escritor del Siglo de Oro que cultivó la prosa didáctica y filosófica. Entre sus obras destaca El Criticón -alegoría de la vida humana-, que constituye una de las novelas más importantes de la literatura española, comparable por su calidad al Quijote o La Celestina.

Fue confesor del virrey Nochera, a quien acompañó a Madrid, ciudad donde trabó amistad con el poeta Hurtado de Mendoza. Fue brevemente secretario de Felipe IV. Su obra más conocida, El Criticón, apareció en 1651, firmada por García de Marlones, anagrama de su nombre.

Baltasar Gracián y Morales nació en Belmonte de Gracián (Calatayud / Zaragoza), el 8 de enero de 1601. Estudió en un colegio jesuita de Calatayud y en la Universidad de Huesca. En 1619 ingresó en la Compañía de Jesús.

Su padre fue Francisco Gracián Garcés, médico, natural de Saviñán (Zaragoza) en 1564, siendo hijo de Antonio Gracián y de Isabel Garcés, ambos de linaje de infanzones. Su madre era Ángela Morales, de Calatayud.

En el Ensayo para la descripción geográfica, física y civil del Corregimiento de Calatayud, de 1788, debido a Miguel Monterde, prior del Santo Sepulcro de Calatayud, se dice que en Saviñán «está el solar de la familia Gracián que ilustró el autor de El Criticón». Lorenzo Gracián, hermano menor de Baltasar, había nacido en Ateca en 1614. Bernardo firmó casi todas sus obras como Lorenzo Gracián, para evitar problemas con la censura y con los jesuitas de su Orden.

En la casa solar de la familia Gracián de Saviñán se conservan varios documentos que relacionan a las familias Gracián, Garcés, Villalba, Larraga y Guillén, entre otras. Los Gracián, Garcés y Guillén eran infanzones. Por la Real Provisión Ejecutoria de Infanzonía, concedida por Carlos III a los Gracián de Saviñán en 1775, que ratificaba otra de 1645, se sabe que este linaje se remonta hasta Miguel Gracián de Borja, que había casado con Leonor de Isabel, de la que tuvo a Miguel Gracián, que casó con María Matute. Del matrimonio Gracián-Matute nacieron al menos tres hijos: Antonio Gracián, que casó hacia 1555 con Isabel Garcés, abuelos de Baltasar Gracián, Juan Gracián, que casó en Santa María de Borja en 1554 con María Villalba, en cuya partida se dice que era hijo de Juan, y no de Miguel, y de María Matute, y Miguel Gracián que casó en 1566 y en Borja con Juana de Omiste.

Baltasar se ordenó sacerdote en 1635. Dotado de gran inteligencia y de una elocuencia a la vez rica y límpida, a partir de 1637 se dedicó en exclusiva a la predicación.

En Zaragoza fue nombrado confesor del virrey Nochera, a quien acompañó a Madrid, donde residió por dos veces entre 1640 y 1641, por lo que frecuentó la corte y trabó amistad con el célebre poeta Hurtado de Mendoza. Después de una corta estancia en Navarra con el virrey, ambos se dirigieron a Cataluña para sofocar la revuelta, donde en 1642 Nochera murió como consecuencia de su oposición a la política represiva que había adoptado la Corona en Cataluña.

Ejerció por un tiempo de secretario de Felipe IV, tras lo cual fue enviado, en parte como castigo de la Compañía por sus ideas y escritos, a combatir contra los franceses en el sitio de Lérida (1646). Su obra más conocida, El criticón, apareció en 1651, firmada por García de Marlones, anagrama de su nombre; tal disimulo no pudo evitar el agravamiento de sus problemas con la Compañía de Jesús, que le aplicó una sanción ejemplar. Poco después se trasladó a Zaragoza como catedrático de la Universidad.


De carácter orgulloso e impetuoso, y, sobre todo, mucho más hombre de letras que religioso, Gracián optó por desobedecer de nuevo a la jerarquía y publicó las partes segunda y tercera de El Criticón (en 1653 y 1657 respectivamente), bajo el nombre de su hermano, Lorenzo de Gracián. El segundo volumen le costó una nueva amonestación de los jesuitas, pero la aparición del tercero supuso su caída en desgracia. El padre Piquer, rector del colegio jesuita de Zaragoza, lo castigó a ayuno de pan y agua, por lo que se debilitó en extremo y, tras desposeerle de la cátedra que ostentaba, lo desterró a Graus. El mismo año de 1657 apareció la Crítica de reflexión, violento alegato contra él, firmado por un autor levantino. Parcialmente rehabilitado, se instaló en Tarazona, donde su petición de ingresar en una orden monástica le fue denegada por la Compañía.


Sus primeras obras fueron
: El héroe (1637), El discreto (1646) y Oráculo manual y arte de prudencia (1647), en las que da consejos sobre la mejor manera de triunfar;  Agudeza y arte de ingenio (1648). En 1650 empezó a preparar El comulgatorio (publicado con su apellido en 1655), obra que comprende cincuenta meditaciones para la comunión y constituye una valiosa muestra de oratoria culterana.

Baltasar Gracián falleció el 6 de diciembre de 1658 en Tarazona (Zaragoza)

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